Kagome's lover.

(El amante de Kagome)

Summary: No los unía el amor. Los unía el deseo de querer pasar una noche de pasión sin compromisos. ¿Qué pasa cuando descubres que tienes un gracioso problema de nueve meses que no se puede curar? InuKag.

Nada me pertenece.

Notas previas:

Si pudiera salir con alguien sería conmigo, porque simplemente yo soy tan perfecta que por eso no tengo amigos.

"Rubia, morena, pelirroja por ti puedo ser lo que sea"

Capitulo uno: Amantes.

"Me dijeron que cuando bebiera jamás fuera generosa, y eso es lo que estoy haciendo exactamente. Que mejor manera que encontrar a un amante que este horrible al momento de estar ebria para así no recordar nada"

Kagome Higurashi.

Noches divertidas y salvajes es lo que tenía casi siempre. Revistas donde leía los grandes chismes de las celebridades.

Dinero, fama e Inuyasha es todo lo que necesitaba para sobrevivir. ¿Quién era Inuyasha? Era su amigo sexual si se podía decir así, es decir los dos tenían sexo cada vez que podían y su relación no era más allá de amor. De hecho el amor estaba estrictamente prohibido entre ellos, no tenía idea que pasaría si alguno de los dos llegara a enamorarse.

No era solamente el, también eran desconocidos. Personas que jamás iba a volver a ver en toda su vida, con sonrisas y faldas conquistaba a los hombres. Si un hombre podía hacerlo ¿Por qué una mujer, no? Es decir no solo los hombres deseaban pasar una noche de pasión a veces también una mujer deseaba tener sexo sin compromisos, bebiendo apresurada su bebida estaba viendo con sus finos y extravagantes ojos cafés a la persona que iba a cazar esa noche, sus amigas reían de seguro porque habían contado algo o la habían descubierto miradas a esa persona.

-Nos vemos-Sus amigas eran igual a ella. Perras y agresivas. Posiblemente un hombre normal que buscaba una relación formal iba a asustarse al conocerla en una manera más profunda. Tuvo que retractarse cuando vio como el estaba sujetando la mano de una muchacha, se acercó a la barra y pidió una bebida. Su cuerpo necesitaba más alcohol por la desilusión-

Estaba conteniendo esas ganas de besarlo, en verdad era guapo. Cabello negro y ojos que no lograba identificar de qué color era.

Tomo la bebida mientras le guiñaba el ojo al mesero, regresó con sus amigas y vio como dos de sus amigas estaban arriba del escenario bailando de manera sensual y solo por una botella de tequila, posiblemente si eran dos botellas bailaría pero no se sentía con ganas de bailar. Pidió una ronda de shot para sus amigos de tequila, mientras sentía como un par de muchachos que estaban a su lado las observaban, su mejor amigo llamado Bankotsu agitó su cabeza solamente para que el alcohol se le subiera aun más.

La música hacía que su cuerpo bailara de manera sensual, pegó su cuerpo con el de su amigo Bankotsu intentando demostrarle que estaba ya un poco ebria. Bebió más hasta que su garganta estaba empezando a desear beber agua. Hubo partes de esa noche que no recordaba, como si hubiera huecos y la verdad adoraba esos huecos; Exactamente a la una de la mañana terminó vomitando en el baño con una amiga.

Estaba tan ebria que apostaría que cualquier hombre que la viera desearía desnudarla. Se levanto mientras lavaba su boca, la señora que estaba en los baños le dio papel de baño para limpiarse la boca; No le preocupaba el que iba a decir la gente porque sabía perfectamente que no era ni la primera ni la ultima persona a la que le pasaba eso.

Cuando vomitó se sintió mucho mejor y salió de esa fiesta para ir a comprarse un refresco, su cuerpo siempre le decía cuando parar y muy pocas veces le obedecía y una de esas veces era esa. Su celular comenzó a emitir una canción y ella lo contesto, su voz era arrastrada pero al menos podía hablar y estar consciente de lo que decía.

-Voy para allá-Fue lo único que dijo, le envió un mensaje a una de sus amigas para informarle que iba a retirarse a dormir aunque sabía que era una mentira mientras su amiga Sango no se enterara que era mentira entonces no iba a dolerle-

Pidió un taxi mientras le daba la dirección de su destino.

Jamás se había detenido a ver la noche y ahora que la veía estando en un taxi con su cuerpo totalmente ignorante al dolor pudo apreciarla. Hermosa y salvaje así creía que era, con estrellas que hacían la noche más hermosa y ese humo gris que salía de las personas al momento del fumar, definitivamente adoraba la ciudad de noche.

Siempre viviendo de noche, pensó mientras sonreía y el taxista solo observaba sus piernas por el retrovisor.

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Ella iba tarde a su cita. Iba tarde para estar con el, no es que le gustará su pareja sexual en esos momentos pero ella debería de comprender que cuando tenía ganas era mejor que cualquier otro hombre con el que ella iba a estar. Posiblemente ella ya había olvidado la confesión que le hizo hace años pero el aun la recordaba, continuo sentado en su sofá mientras bebía un poco de alcohol en su fina copa.

Le gustaban las mujeres ¿De que servía negar ese hecho? Paso su lengua por su boca al momento en que desabrochaba su corbata, estaba estresado y ansioso. Las dos de la mañana y aunque la noche era joven esa hora ya no estaba bien ¿Por qué tardaba tanto?

¿Acaso no sabía que el estaba desesperado?

Ella sabía perfectamente que le gustaba durar, ella ya debería conocerlo. No importaba si era dulce o fuerte su forma de tener sexo ambos compartían la sensación de que el amor ya no los excitaba como cuando estaban en la secundaria o en la preparatoria. Continuo fantaseando que clase de cosas iba a hacerle esa noche, no buscaba el amor. El amor entre ellos estaba prohibido.

Estaba desesperándose hasta que escuchó un par de golpeteos en su puerta, fue cuando se levanto. Se desabrocho la camisa como para darle a entender que no iba a ser la única esa noche, fue a abrirle mientras levantaba su ceja puso su peso en la puerta al recargarse la vio de pies a cabeza. Una falda de color rosa con listones y unas zapatillas de tacón delgado que parecían disfrutar aplastar o destrozar algo, su cabello negro revuelto como si le dijera que ya había estado con alguien antes que el. Su blusa de tirantes rebelando el inició de sus senos. El la invitó a pasar y ella no se opuso.

Ambos habían dado su corazón a la diversión.

-¿Qué tan tarde te quedas?-Le preguntó en su oído evitándole lamer el lóbulo, y eso que estaba siendo tentado-

-Treinta minutos-Dijo mientras mordía sus labios. Ella sonrió de manera malvada siempre decía un tiempo y siempre todo terminaba alargándose aun más-

¿Quieren leer el espectáculo que hacen estos amigos?

Solo ellos dos sabían que eran amigos. ¿Qué iban a decir sus amigos ante su relación?

Estaba aburrido pero en cuanto sintió como ella de manera agresiva se acercó para besar sus labios, pudo sentir ante ese agresivo beso el aroma de alcohol que ella guardaba en su boca, se iba quitando los zapatos con movimientos rudos, el iba acariciándola como si no hubiera acariciado a alguien en mucho tiempo; Los ojos de Kagome estuvieron cerrados en esos dos momentos que su beso había durado.

Ella no era tonta y podía sentir el cuerpo de su amante Inuyasha Taisho temblar debajo de ella, cuando bebía alcohol era más agresiva pero el no se quedaba nada atrás, no iba a mentir pero cuando estaba con el sentía que estaba en otro mundo.

Había estado debajo de el una o dos veces en quince minutos, sentía más cuando estaba arriba de el y así le demostraba que no estaba fingiendo de vez en cuando gemía algún gemido al ver su rostro intenso. Y eso le demostraba que el ponía empeño en tener sexo con ella, y ella sabía que el no veía el rostro de ella en su mente sabía eso y aun así no le afectaba porque no había amor en su relación.

Lo beso aun más haciendo que el soltará un gemido, ninguno de los dos decía su nombre alto. Estaba anonadado de ver el cuerpo de Kagome encima del suyo, ella pudo sentir que el estaba siendo más rudo de lo normal. Y no podía evitar encajar sus uñas en la espalda de su amante, siempre iban directo al grano evitaban hablar de sus vidas porque no les interesaba, solo les interesaba el placer que ambos se producían.

Satisfaciendo sus cuerpos.

Le gustaba tener sexo con el porque cada vez era diferente, sintió el fuego en su cuerpo y el no lo estaba sintiendo su corazón estaba exponiendo su latir acelerado. Se acercó a el para sentir el corazón acelerado de Inuyasha posiblemente estaba provocando más que placer en el, sus lenguas danzando al momento de darse un beso y sus cuerpos sudando era lo más intenso de su relación. Las miradas y las elecciones que hacían era lo que le gustaba, el beso su cuello dejando una pequeña marca que posiblemente la siguiente vez que se vieran ella le iba a reclamar pero por ahora ella era de el. Y eso lo hacía feliz.

Las luces que entraban en el cuarto de Inuyasha eran especialmente para ella porque alumbraban su espalda desnuda y sudada, media hora no fue suficiente. Era tan erótico que deseaba más.

Y todo lo bueno tuvo que acabar, quedo exhausta encima del cuerpo desnudo de Inuyasha, ambos cabello desparramados por la cama con sabanas blancas, sus cuerpos entrelazados como los de esos amantes que se escapaban de sus casas para encontrarse, sus respiraciones agitadas que iban a sincronización.

Lo dejo durmiendo mientras juntaba su ropa y se la colocaba, no lo beso de despedida porque esa no iba a ser la última vez que lo iba a ver. Era una señorita que sabía ganar y perder y mantener su postura en cualquier momento, en su mente había rostros de hombres con los que pasaría una noche si fuera posible. Regresó a su casa a las cinco de la mañana pero era mayor de edad y podía hacer lo que quisiera porque las reglas en su casa no existían para ella.

La vio marchar pero decidió fingir que dormía, y cuando ella se fue decidió meterse a bañar. El verla lo afectaba pero si necesitaba mantener la postura de ser ese hombre rudo que ella creía que era entonces estaba bien, sabía como era Kagome y estaba seguro que jamás iba a aceptar algo serio con el, pero estaba bien mientras estuviera así con ella. Todo iba a estar bien.

Se sentía tan bien engañar porque lo que no se sabía no lastimaba. Se acostó aun con el aroma de Inuyasha plasmado en su cuerpo.

Iba a besar a cualquier hombre mientras tenía la oportunidad pero en esos momentos iba a dormir, dejando que sus sueños consumieran su cansancio y su energía se llenara. Ser ella era difícil.

Continuará.

N/A:

Haber espero que les guste!

Se me ocurrió esta idea porque estoy tan idiota que me gusta el trabajo en exceso. HAHAHA!

No ya díganme que tal! (:

"Hola señorita, muy lindas piernas"

By: Willnira.