Disclaimer: Inuyasha y sus personajes son propiedad de Rumiko Takahashi.

Sueños primaverales

De: CruxMarie


"El que sigas existiendo, es lo único que pido"


Capitulo 1: "El sueño de una promesa"


-"No se…en que momento sucedió todo, fue tan repentino y fugaz que cuando menos lo esperaba…ella, ya no estaba a mi lado"-

-"…porque me la quitaron?…porque a ella?...malditos, pagaran caro su osadía…el a verla alejado de mi, todos pagaran con su vida…

…donde?...donde estas, Rin?


En el claro de un bosque una muchacha de 16 años recogía flores, mientras entonaba una melodía. No se dio cuenta que era observada por unos ojos ambarinos a cierta distancia, mientras este, estaba sumergido en sus pensamientos.

Cuanto tiempo había pasado, quien sabe ni importaba, solo sabia que quería estar ahí, junto a ella por siempre, pero quería darle libertad de elegir su camino; aunque lo que mas deseaba, era permanecer a su lado; y ahí fue cuando maldijo esos sentimientos dignos de humanos que lo atormentaban y lo tenían en una constante contradicción hacía su lógica y su instinto, donde no le daban tregua entre su orgullo, la razón y las emociones que despertaba su protegida y su mente lo transportaba al recuerdo de su padre cada vez que intentaba ignorar sus sentimientos. Por eso cuando le expreso sus dudas, preocupaciones y sentimientos a Rin en forma de trabalenguas, decidió no dar marcha atrás, después de todo para bien o para mal su luz era Rin, pero aun así quiso darle el tiempo para que su corazón fuera a su ritmo y esperar su decisión, llegada la hora…pero su paciencia junto con el tiempo estaba llegando a su fin, con sus dudas y su miedo de no estar a su lado, tenia que asegurarse que todo estaría bien…que la protegerá de todo peligro y que nadie la alejaría, porque ella era "suya" por eso ya estaba decidido a dar un paso definitivo en la relación con su protegida.

En eso, como si llegara a sentir su presencia, la joven giro y lo vio, regalándole su sonrisa y la emoción de volver a verlo; cortando así sus pensamientos y observarla llegar a el.

- Ohhh Sesshomaru-sama que alegría verlo-. Dijo corriendo hacia él, con las flores en la mano.

- Rin.- Fue su simple saludo.

La joven se le acerco felizmente de verlo...hasta que noto que alguien faltaba.

- Sesshomaru-sama y donde esta Jaken-sama y Ah-Un- Dijo girando su cabeza en ambos lados buscándolos.

- … -. No le respondió solo se puso a mirar la aldea donde vivía Rin, donde decidió dejarla con su medio-hermano hasta que ella eligiera que camino seguir.

Y ella trato de disimular la carcajada, al pensar que hizo Jaken para que el Amo lo haya dejado atrás…de nuevo.

-Sucede algo?- Pregunto colocándose a su lado pocas veces lo había visto impaciente y mas callado de lo normal.

- Rin, has tomado una desición? -. Diciendo esto aun sin girarse a verla.

Y ella sorprendiéndose por su pregunta.

Se quedaron viendo el paisaje tranquilo, el viento soplaba de manera suave haciendo movimientos con los cabellos de ambos.

Mientras Rin meditaba su respuesta.

- Sabe Sesshomaru-sama ni la distancia, ni el tiempo harán que dude de mi respuesta siempre será la misma y es el querer estar a su lado por siempre.

Ante esto el demonio observa su mirada y en ello lo ve, la veracidad de sus palabras, y no necesitan decir mas, porque tal como lo dijo antes, sus corazones estaban unidos por la confianza un lazo que jamás se podrá romper ni con la distancia, ni el tiempo.

- Entonces dentro de poco volveré por ti. - Mientras se lo decía sin apartar su mirada, los dos viéndose a los ojos como si pudieran expresar algo mas allá de las palabras.

- Lo esperare Amo- Dedicándole una sincera sonrisa y un brillo especial en sus ojos.

Mientras ellos se seguían viendo con promesas que iba más allá de las palabras...era la promesa de estar juntos por siempre.

- Entonces vete acostumbrando a dejarme de ver como tu Amo- Regresando su mirada de nuevo para contemplar el paisaje.

Rin se le quedo mirando asombrada por sus palabras, consciente de lo que quiso decir, que apartir de hoy ya no seria el trato de amo a protegida, sino serán iguales sin barreras impuestas. Así que solo pudo asentir y regalarle una sincera sonrisa y con la mirada a punto de estallar lagrimas de felicidad.

- Sabe, las costumbres, si que son difíciles de quitar me va costar mucho tiempo acostumbrarme-.Y sin mas, solo pudo reír al imaginar a su amiguito verde y su reacción al tratar a su "amo bonito" sin formalidades.

-Hmmp tonterias.- Aunque ya tiene el remedio por si, su sirviente se atreve a cuestionarla.

Ante esto los dos se sumieron en otro silencio disfrutando de la compañía de ambos.

-Ohh ahora recordé que quería darle algo, siempre había querido dárselo pero no tenia la oportunidad de entregarlo-Le decía mientras sutilmente buscaba entre sus ropas algo.

-...- Y el demonio solo atino a levantarle una ceja, como si le dijera que el no necesita nada.

-Sé que usted no necesita nada, pero es algo que quiero hacer, solo le pido que cierre los ojos y no los habra…es sorpresa.- Diciendole entre risas como tramando una travesura.

El demonio solo cerro los ojos pero agudizo sus oídos y captar los sonidos que hacia Rin mientras la esperaba. Pensando que tal vez le quería poner una corona de flores o algo por el estilo, mas estuvo equivocado, lo que sintió primero fue la cercanía de Rin tan cerca que podía sentir su calor, su aroma y el roce de sus cabellos y la calidez de su cuerpo.

Después sintió como sus manos se acercaban a su cabeza hasta sentir como algo metálico lo rodeaba su cuello, era algo de peso ligero, pero lo que lo sorprendio y lo dejo shock fue sentir sus labios en su mejilla muy cerca de sus labios fue tanta la adrenalina que sintió una descarga eléctrica que por un momento sintió su corazón latir tan fuerte; que ahora supo que deseaba mas que un beso en la mejilla. Sin embargo para su gusto, duro muy poco porque ella muy pronto se separo de él.

-Ya puede abrirlos Sesshomaru-sama.- Diciendole y dando unos cuantos pasos para contemplarlo.

Entonces abrió sus ojos, bajo la vista y vio en su cuello que colgaba una cadena de plata y un medallón en forma de ovalo que tenia un gravado de un flor de cerezo y una mariposa. Decir que estaba sorprendido fue poco, no sabia el porque de dicho obsequio.

-Sabe Sesshomaru-sama ese objeto que tiene, me lo dio Kagome-sama en uno de sus viajes me dijo que es un objeto muy poderoso que cumple tus deseos pero solo los del corazón, además que adentro puedes ponerle una imagen, por eso Kagome-sama le puso ya una imagen, también me dijo que Inuyasha-san tiene uno.- Concluyo su explicación y con la mirada le insistió a que lo abriera.

Y en efecto, lo abrió y lo que encontró fue algo que de seguro le daría color a sus mejillas y también un instinto asesino en cuanto viera a la sacerdotisa. Y se juró jamás mostrar esa imagen, aunque se le fuera la vid...y por su mente paso en que momento esa mujer hizo eso? Y mas que nada, desde cuando lo tenia? pero aun así la duda lo acechaba, porque se lo daba a él.

Y como si se tratara de un libro abierto, Rin no tardo en explicárselo…

- Sabe, Kagome-sama me conto que ella le dio uno a Inuyasha-san le dijo que era para la suerte. Pero la verdad quería que él, la tuviera por lo menos cerca en su corazón, por eso me dio esto para que yo lo entregue a la persona mas importante para mi… - su cara se empezaba a sonrojar por sus palabras.- y también para que no se olvide de mí, así por lo menos podre estar a su lado aunque yo no este…e-espero que le guste - mientras le daba una pequeña sonrisa entre apenada y la vez de felicidad.

No supo porque pero sus palabras lo hicieron feliz y a la vez intranquilo porque sonó como una despedida, sea lo que sea, algo en él se perturbo al pensar que algún día, ella ya no este o que se aleje de él. Lo que sea, quería que se fuera esa sensación de incertidumbre o tal vez un extraño presentimiento.

- No digas tonterías.

Aunque su voz sonó tranquila en su interior quería borrar esa sensación así que sin pensarlo mucho decidió dar un paso definitivo que le pondría fin aquella sensación y a la vez reafirmar lo que hace mucho acepto.

Rin casi se cae de la risa, por alguna razón sintió un extraño dejavu.

Pero todo quedo atrás cuando Sesshomaru se acerco a ella, tan cerca que pudo sentir su estola en su cuerpo, junto con su calor corporal pero lo mas impactante fue sentir la mano de su Señor acariciando su mejilla con una delicadeza impropia de su ser, alzando su barbilla y ajustarla a la altura de su mirada. Pudo ver sus ojos que tenían un brillo tan intenso, era como si estuviera sonriendo pero sin reflejarlo en su rostro, sin saber porque sintió un ardor en su rostro sentía cada gota de su sangre en su rostro en especial en sus mejillas pero se tranquilizo y decidió disfrutarlo, así que reposo su mejilla en el hueco de su mano.

Sentía tanta paz así estar junto a él, de esa manera que cerro los ojos por inercia y darse cuenta de su olor tan embriagante e hipnótico, sentir su calidez era como estar en el paraíso, pero pronto volvió abrir los ojos cuando sintió el aliento de él cerca de su rostro. Vio como sus ojos se volvían cálidos y transmitían tantas cosas hasta que sintió el roce de su nariz con la suya, sus labios junto a los suyos, apenas rosando de una forma tan delicada y suave que enredo sus brazos en su cuello y él afirmo sus brazos a su cintura.

Y decidieron ponerle fin a tan dulce tortura, al sentir la mezcla de sus alientos que acortaron la poca distancia uniendo sus labios, en un principio fue lento y suave de una manera tan tierna para terminar con una llena de pasión y de sed del uno al otro, que iba más allá que cualquier mortal podría llegar a imaginar. Los dos sentían sus almas conectadas, solo con ese beso.

La calidez que sentían, las emociones que los dos experimentaron, que no hubo necesidad de palabras que ahora mismo sentían que lo demás no importaba, ni siquiera respirar pero la falta de aire para la mortal le fue necesario así que lentamente se separaron, mas no se alejaron de ese abrazo, al querer estar juntos lo mas cerca posible.

-Siempre estaré a tu lado Sesshomaru.- Diciendole con una hermosa sonrisa y apoyando su cabeza en su pecho envuelta en la calidez de sus brazos.

Con esa frase, sellaron su mutua fidelidad y un amor verdadero que el tiempo solo fortaleció y el solo tuvo que reafirmar el abrazo para hacerle entender que estaba de acuerdo y que el mismo lo promete estar juntos por siempre y ni que la muerte destruiría su lazo.

Así quedaron sumidos en un silencio agradable, viendo el paisaje que el sol daba para despedirse y dar la bienvenida a la luna llena.

-Rin, dentro la próxima luna llena te iras conmigo.

Si, estaba decidido a llevarsela a su palacio, pero tenia que arreglar su estancia pero sobre todo preparar la bienvenida a la próxima Señora del Oeste como se lo merece. Por eso decidió dejarla unos cuantos días mas en esa aldea.

_._

Lastima que el destino tuvo planes diferentes, porque al llegar la luna llena, Rin...desapareció. Sin dejar rastro, ni sangre, ni olor de que alguien se la haya llevado solo quedaron las flores esparcidas en el lugar donde la joven por ultima vez estuvo y donde quedo por ultima vez su olor, mientras las flores eran esparcidas por el viento y el sol se ocultaba.

Y ahí donde quedo el ultimo rastro de olor de la humana, estaba un bello demonio al que le arrebataron su vida entera y derrumbaban sus sueños y promesas de una vida donde la felicidad dejaría de ser insignificante, y que ahora lo dejan en completa soledad.


Gracias por leer ^^