Hola, he vuelto con una nueva historia mientras me pongo al día con la otra que tengo. Espero no atrasarme tanto con los capítulos. Declaro que los personajes no son míos sino de Kubo Tite.

Lunas

Capítulo 1

Kuchiki Rukia siempre ha sido una joven ejemplar. Desde pequeña ha dado un buen desempeño en sus estudios pero es un poco introvertida debido a su niñez.

La madre murió el día en que Rukia nació debido a una hemorragia por lo peligroso de la cesárea y su padre murió a los dos años de nacida Rukia ya que su economía no daba para alimentar tres bocas, por lo que tenia que trabajar doble turno y por un sobre esfuerzo, murió de un ataque al corazón.

La niña quedó al cuidado de Hisana, quien en ese momento tenia 20 años y estaba cursando su primer año en la Universidad Pública, ya que no podia darse el lujo de pagar una privada. Al morir sus padres, Hisana tuvo que estudiar y trabajar al mismo tiempo.

Mientras Hisana estudiaba y trabajaba, Rukia estaba en una guardería todo el día. Ahí conoció a Renji, quien se convirtió en su mejor amigo.

Hisana era una joven hermosa y muy aplicada. Es por tal motivo que su profesor de Finanzas posó sus ojos en ella. Su nombre: Kuchiki Byakuya. Al graduarse Hisana, Byakuya le habló acerca de sus sentimientos y ella los correspondió. Para Byakuya, el caso de la vida de Hisana y su hermana no le era desconocido y por ese gran amor que sentía le pidió de inmediato que se casaran para darle una estabilidad a ella y a Rukia.

Sin embargo, al trabajar tanto Byakuya como Hisana, Rukia permanecía en la guardería y al cumplir los 6 años fue aceptada en una escuela privada de alto prestigio en Karakura, pero Byakuya le exigía tener buenas calificaciones para que pudiera superarse constantemente.

Es de esta manera que Rukia creció siendo distinta a los demás y aunque los niños quisieron burlarse de ella, Renji no lo permitía.

Una tarde, tuvo que caminar sola de regreso a su casa cuando sintió como una tristeza le inundaba el corazón y pudo divisar a los lejos a una niña un poco más pequeña que ella llorando desconsoladamente. Rukia se acercó para preguntarle el por qué lloraba pero cuando la niña vio que se acercaba solo desapareció.

"Todavía no puedo distinguir a los vivos de los muertos" se pensó con rabia mientras se difuminaba la imagen de la niña.

Caminó con pesar al pensar el por qué la niña tenia tanto dolor en su alma. Rukia desde pequeña pudo ver a las almas en pena vagando en este mundo pero no era posible divisar a aquellos espíritus malignos. Lo que daba gracias al cielo porque no sabría cómo reaccionar si viera a uno.

Al caer la noche no podia dejar de pensar en ello y decidió ir a rendirle una pequeña ofrenda para que pudiera ir al otro mundo. Con esa idea en mente, se despertó y sacó de su alcancía dinero para comprar unas flores.

Llegó a la escuela y le comentó a Renji su plan para ayudar a la pobre niña. Él no podia comprender cómo Rukia hacía como suyo el dolor ajeno. Pensaba que por eso era tan introvertida y por eso algunos niños no se le acercaban.

Cuando las clases terminaron, Rukia salió lo más rápido que pudo, despidiéndose de Renji mientras caminaba hacia la puerta. Pasó a la floristería y compró unas hermosas flores blancas y amarillas y un pequeño florero para colocarlas.

Al llegar, vio nuevamente a la niña, quien lloraba como si estuviera perdida y se fue acercando poco a poco. La niña se dio cuenta que se acercaba y comenzó a desaparecer.

-Espera! No te quiero hacer daño- dijo Rukia tratando de que la niña no desapareciera.

La niña solo la veía mientras sollozaba.

-Tengo un pequeño regalo para ti- dijo Rukia extendiendo sus manos y mostrando las flores. La niña la miró asombrada por la belleza de las flores y se acercó a Rukia.

-Son tuyas. No sé cuál es tu flor favorite o el color que prefieres pero pensé que te podrían gustar- dijo Rukia mientras las colocaba en el suelo. Luego elevó una oración al cielo y una vez acabado, se volteó para confirmar si la niña aún estaba ahí. En efecto, ella la veía agradecida.

-Gracias. Nadie había hecho algo así por mí- por fin dijo la niña con una sonrisa en su rostro.

-Quiero ser tu amiga, por lo menos durante el tiempo que estés por aquí-.

-Mi amiga?-.

-Yo solo tengo un amigo y se llama Renji, pero no tengo más amigos. Los niños de la escuela creen que soy rara y puede que sí lo sea, pero si puedo ayudarte a aliviar tu dolor, con gusto quiero ser tu amiga- dijo Rukia sinceramente. En ese momento la silueta comienza a esfumarse.

-Espera, no te vayas- gritó Rukia.

-Rukia…-. Ella se volteó a ver quién la llamaba aunque esa voz era inconfundible-.

-Nii-sama- dijo Rukia apenada. Sabía que ella podia ver a los espíritus pero nadie más.

-Con quién hablabas?- preguntó un poco intrigado mientras se agachaba para estar a la altura de ella.

-Creí ver a una compañera de clases- mintió ya que si le contaba seguro no le creería – pero no era ella- dijo finalmente con su Mirada perdida.

-Iba a ir por ti a la escuela y me dijo tu amigo Renji que te fuiste muy rápido. Y esas flores?- preguntó señalando las flores que Rukia había comprado para la niña.

-Bueno, te dire la verdad- dijo ella. Al final si él podia creer su historia era un punto a favor y si no entonces solo la trataría como una loca al igual que sus compañeros de clase. – Ayer pasé por acá y vi a una niña que lloraba mucho, me di cuenta que era un espíritu errante porque al acercarse se desvaneció y vi que no le tienen un altar, por eso compré flores y le voy a rezar al cielo para que pueda encontrar su camino al más allá-.

Rukia lo miró esperando una respuesta. Ya antes había tenido la misma experiencia y se la contó a su hermana, pero ésta le dijo que si quería tener amigos imaginarios lo podría hacer, pero que no fueran a casa sin permiso y la besó en la mejilla. Rukia en ese momento se molestó porque no estaba hablando de ningún amigo imaginario; sin embargo, entendió que solo ella podia verlos. Entonces, tartar de explicárselo a su nuevo hermano podría significar que la trataría de loca.

-Entonces rezaré por ella también- dijo Byakuya uniendo sus manos y elevando una oración. Al finalizar, se puso de pie y tomó a Rukia de la mano, quien lo miró sorprendida pero alegre porque alguien le creía.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

-Hablando sola en la calle?- le preguntó Hisana a Byakuya cuando éste le comentó lo ocurrido en la tarde.

-Sí, ella me dijo que vio el espíritu de una niña y por eso le trajo las flores- decía mientras se lavaba los dientes para ir a dormir.

-Rukia ha estado sola mucho tiempo, no será más bien algún amigo imaginario?-.

-No lo creo Hisana. Cuando me lo contó, estaba muy seria y creo que al tener 11 años ya puede distinguir entre la fantasia y la realidad-.

-Pero es que…-.

-Si es que aún no lo distingue pronto desertará esa idea, mientras tanto, lo major es no tratarla distinta si no apoyarla-.

-Puede que tengas razón, pero por estas cosas es que ella no hace amigos en la escuela-.

-Eso no es cierto, tiene a ese niño Abarai-.

-Lo sé pero Renji también es distinto a los demás, posee un aire de matón-.

-Como sea, lo major será tratar el tema con naturalidad así ella podrá llevar una vida normal- dijo mientras terminaba de lavar el cepillo y se disponía a ir a la cama.

Mientras tanto, Rukia miraba por la ventana hacia la gran luna llena que se dibujaba en el cielo. Sabía que ella no era normal pero no podia entender que tan diferente podría llegar a ser. Miró a lo lejos y volvió a pedir por la niña que había conocido.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

La niña miraba al cielo también mientras recordaba a su hermano quien había muerto por salvarla a ella y a su hermana de algo misterioso. Su hermana logró pasar al otro mundo pero ella no podía por una extraña razón y eso la ponía triste, al saber que estaba sola en un mundo al que ya no pertenecía.

En ese momento vio como un joven se acercó y susurro su nombre "Yuzu". La niña se giró para ver al joven.

-Oni-chan- gritó de la alegría y lo abrazó.

-Yuzu, te estuve buscando en el otro mundo pero nunca apareciste- decía el joven.

-Oni-chan, no sé por qué quedé atrapada en este mundo-.

-Yo tampoco lo sé, pero me dieron la orden de venir a llevar a una niña en esta dirección y mi sorpresa fue encontrarte- dijo con una sonrisa.

-Todo fue gracias a esa niña-.

-Cuál niña?- preguntó extrañado.

-La niña que me hizo este altar para que pudiera guiar mi camino- dijo señalando las flores.

-Cuándo pasó eso Yuzu?- preguntó extrañado.

-Hoy-. El joven se asombró ante la respuesta de Yuzu, ya que normalmente esas peticiones las contestan tras hacer varias oraciones, no solo el de una niña.

-Oni-chan, por qué tienes ese traje? Y por qué vienes tú a llevarme?- dijo extrañada.

-Es una larga historia pero supongo que por la forma en que morí, ellos decidieron que podría ayudarles con la misión como Shinigami- dijo mientras se frotaba la sien.

-Entonces eres un Shinigami auténtico?-.

-Claro, de dónde crees que podría haber sacado esta ropa-.

-Oni-chan, podrías hacer un favor por mí?-.

-Claro-.

-Cuando tengas que venir a Karakura, cuida de esa niña. Sin ella no hubiera podido reunirme con mi familia-.

Ichigo la miró extrañado.

-Y cómo es esa niña?-.

-Es baja, de tez blanca, cabello color negro como la noche y tiene unos ojos de color violeta que pueden ver a través de tu alma- dijo Yuzu con una sonrisa al recordarla –cuidala mucho por favor, porque he podido ver como hay espíritus malignos que quieren su alma-.

-Tienes mi palabra- le dijo mientras coloca la empuñadura de su espada en la frente de Yuzu y ella se iluminó mientras iba al otro mundo.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

Rukia miraba por la ventana y en ese momento pudo ver el destello de Yuzu. Ella sonrió al reconocer de qué se trataba y agradeció nuevamente al cielo por escuchar su petición. Así fue como se fue a dormir.

...

Espero que les haya gustado este primer capítulo. Gracias por sus comentarios también.