DISCLAIMER: SOUL EATER NO ME PERTENECE, ES PROPIEDAD DE ATSUSHI OKUBO. LO UNICO DE MI PROPIEDAD ES LA HISTORIA.


Locas Acosadoras

Era un día como cualquier otro en Death City, las nubes se encontraban alejadas del cielo de la ciudad y el sol brillaba en sus mayor intensidad a pesar de no provocar mucho calor... Pero para Soul Eater el día no fue tan tranquilo.

Un chico de cabellera blanca y hermosos ojos rojos como la sangre, estudiante de secundaria del instituto Shibusen, y acosado por un montón de fans locas que lo perseguían por doquier. A su edad de dieciséis años trabajaba en el Death Coffee, junto a sus amigos, Maka Albarn o mejor conocida como su mejor amiga y compañera de casa; Black Star, Tsubaki, Death the Kid, Liz y Patty.

-¿Como es que tienes tantos problemas con tus fans?- pregunto un confundido chico de pelo negro con tres extrañas rayas blancas en el.

El chico se encontraba escondido detrás del mostrador del café donde trabajaba. Mirando a todos lados a ver si no quedaban ninguna cerca, cuando estuvo seguro de que nadie estaba ya por ahi, salió.

-Por qué a diferencia de ustedes, yo no tengo a nadie que me defienda- hablo señalando a sus dos amigos frente a él -A ti no se te acercan por que creen que Liz y Patty las harán puré, ya sabes, por su pasado; y a ti por que todos adoran tu relación con Tsubaki.

-Pero... lo que no logro entender es ¿Porque tanta acosacion?- pregunto el chico de alborotado cabello azul.

-Es obvio idiota, somos los jugadores estrellas del equipo de Basket, aparte de que cada uno tiene habilidad en algo mas. Por ejemplo: Yo soy el mejor en tiro al blanco, tu eres un increíble espadachín y Soul es genial con el piano- hablo con pura obviedad en sus palabras Kid.

-Supongo que es razón suficiente para tener fans, ¡Pero no entiendo porque quererme asfixiar entre todas!- grito exasperado el chico -Esto no es nada cool.

Los chicos continuaron hablando sobre ciertas cosas ya que la hora en que se abría el café era a las cuatro y apenas eran las tres y media. Por otro lado, Maka Albarn, una chica de pelo rubio cenizo y ojos verdes caminaba enojada por las calles de la ciudad, dos años atras la chica era conocida por ser plana, pero los años habían obrado a su favor y ahora tenía un cuerpo que cualquiera envidiaria. Seguía teniendo esa figura frágil característica de ella pero con sus curvas más asentuadas, sus piernas más largas pero no demasiado y sus pechos más grandes alcanzando así el tamaño de los de Tsubaki.

Aun asi, caminando a paso rápido y con el ceño fruncido lograba llamar la atención de varios chicos que la miraban de arriba abajo de una forma muy descarada y la de varias chicas que la observaban con envidia. Llego al café y abrió la puerta de una patada llamando la atención de sus amigos presentes.

-Hola Maka, ¿Por qué traes aún el uniforme?- pregunto inocentemente su amigo Black Star, pero la chica lo ignoro de manera olímpica. Maka paso la vista por todos lo presentes y la detuvo en el chico de ojos rojos.

-¡TUS MALDITAS ACOSADORAS YA ME TIENE HARTA!- grito señalando acusadoramente a Soul -¡NO PUEDO ANDAR UN SEGUNDO SOLA PORQUE SINO ME ACORRALAN POR MEDIA HORA PARA DECIRME ESTUPIDECES!- siguio gritando.

-¿P-pero que paso?- hablo confundido su amigo por la actitud de la chica, es cierto que ella no es la persona mas calmada pero lo que le dijeron debió ser lo suficientemente grande como para cabrearla de esa forma.

Flash Back

Maka se encontraba caminando por los pasillos de la escuela, estaba sola puesto que, Soul se había ido con los chicos y ella estaba ocupada en la oficina del director por lo que no pudo irse con ellos. Estaba pérdida en sus pensamientos cuanto sintió que una mano la tomaba del brazo y la jalaba hasta quedar en medio de un grupo de chicas que identifico de inmediato como las locas acosadoras de Soul.

-Mira estúpida, quien te crees que eres para pasar tanto tiempo con Soul-sama- escucho hablar a una de ellas.

-¡Si! Soul-sama es nuestro y no tienes derecho a acercartele- dijo otra de ellas.

Maka cerró lentamente los ojos para luego apretarlos con fuerza, lo único que lograba entender de todo el parloteo que tenían esas chicas eran las palabras: "Soul-sama esto y Soul-sama aquello". Trato de controlarse lo más que pudo para no golpear a alguna de ellas, pero su paciencia se acabo cuando miro el reloj que traía en su muñeca y vio que las estúpidas ya llevaban casi media hora en eso y que ya no tenía tiempo de llegar a su casa, ducharse y ponerse ropa normal por su culpa.

Mando a la mierda toda su paciencia y empujó a una chica de pelo rosa corto del monto mientras gritaba un "¡YA ME TIENEN CANSADA¡" tan fuerte que casi en toda la escuela se escucho el grito, salió de allí hecha una furia llevando todo a su paso.

Fin del Flash Back

Los chicos miraban atentamente como Maka había dado vueltas por todo el lugar mientras contaba la historia, Tsubaki, quien se había preocupado por el estado de alteración de su amiga, se acerco a ella tratando de tranquilizarla.

-¡¿Como quieres que me calme con algo así?!- dijo exaltada.

-Deberás, aunque no quieres por que solo faltan diez minutos para abrir el café y tu debes cambiarte- le dijo calmadamente la chica de larga cabellera negra.

Maka respiro profundo ante la explicación y asintió con la cabeza, Tsubaki, ella y las hermanas Thompson caminaron hasta la puerta del vestidor y los chicos las siguieron con la mirada hasta que desaparecieron detrás de la puerta.

-Oe... Que ahora si se pasaron Bro, ella es tu mejor amiga- hablo sorprendido Black Star mirando a su amigo de albina cabellera.

-Si... tendré que pedirle una gran disculpa después de esto- dijo Soul quien aún miraba fijamente la puerta por la que segundos antes entraron las chicas.

-Soul- lo llamo Kid y el volteo la vista hacia el -¿Notaste que tenía los ojos llorosos? Tendrás que rogarle que te disculpe, dudo que lo que le doliera fuera el tiempo que le quitaron, estoy seguro que fue lo que le dijeron lo que la hirió de esa manera- Soul estaba sorprendido, el no había notado eso, y eso lo hizo sentir aún más culpable que antes, suspiro derrotado.

-¡Todo por culpa de esas malditas maniáticas!- grito agarrando fuertemente su cabeza entre sus manos.


-Ya, vamos Maka no te deprimas, si alguien aquí no tiene derecho de estar cerca de Soul son ellas no tú, han sido mejores amigos desde pequeños no te preocupes por eso- trataba Liz de controlar a su amiga que estaba hecha un mar de lágrimas en el vestidor.

-¡Lo se! Es solo que ustedes no saben las barbaridades que esas estúpidas me dijeron, por supuesto que las omiti, porque si no lo hacía me hubiese echado a llorar hay mismo- dijo la rubia entre lágrimas con su rostro oculto en sus manos.

-No me imagino que cosas te habrán dicho para que estés así, pero no llores, sabes que esas cosas no son ciertas y que Soul nunca te cambiaría por nadie más- intentaba lo mismo Tsubaki mientras que Patty le acariciaba lentamente la espalda a su amiga.

Justo en ese instante un grito se escuchó desde afuera "¡Todo es por culpa de esas malditas maniaticas!" Alcanzaron a oír las chicas de una voz que Maka conocería donde fuera... Soul, cosa que la hizo sonreír un poco involuntariamente.

-Supongo que si- susurro al mismo tiempo que con una mano un poco temblorosa se limpiaba las lágrimas del rostro.

Camino hasta el lavamanos y se lavo la cara con un poco de jabón para que no se notará que había estado llorando, cuando se seco abrió la puerta del vestidor y salió junta con las demás.

-¡Hora de trabajar!- grito cuando se encontraba en el área principal provocando que los chicos la miraran extrañados a diferencia de cierto albino que no pudo evitar sonreír ante el acto, y así, fue hasta la puerta del café y le dio vuelta al letrerito con la palabra abierto. Comienza el trabajo.


Konichiwa! Si llegaste hasta aquí te doy las mil y un gracias! Este es mi segundo fic publicado y el primero de Soul Eater, quería aclar que Maka aquí ya tiene el pelo más largo, para ser exactos hasta la cintura y ya no usa sus coletas como antes, sino, que solo se recoge dos mechones a cada lado simulando dos coletas pero con el resto suelto.

Espero con ganas que les haya gustado y que sepan que un review me haría la más feliz del mundo, también que la historia será de cinco capítulos como mucho.

¡ARIGATOU! Se despide, Steicy McGarden.