Siempre he querido que se fijase en mi. No se si es por esa pequeña melena anaranjada o por esa sonrisa suya, que cautivaría a cualquiera, como me cautivó a mi.
Pero, ¿quien querría interesarse por alguien como yo? Solo soy un chico bajito y mal humorado... Ella parece un ángel caído del cielo. Más de una persona se lo ha dicho. Ojala algún día reúna el valor para poder decírselo yo.
Hoy es viernes... Otro fin de semana aburrido. Y si fuera poco, el último día que puedo ver a Petra. Si solo pudiera hablar con ella de forma normal... Nunca me he relacionado bien con nadie, soy demasiado brusco al decir las cosas y tampoco es que tenga en cuenta la opinión o los sentimientos de los demás. Ojala todo esto fuera distinto...
- ¡Oh! ¡Levi-san! -la chica de corta melena se acercaba a él corriendo, saludándole con la mano mientras una gran sonrisa adornaba su rostro.
Algo parecido a un ángel de verdad...
- Petra... -miró al suelo, impasible.
- ¡Buenos días Levi-san! ¿Tus clases aun no han empezado? -la chica lo miró con curiosidad.
- No. -respondió brusco. Al ver a la chica algo disgustada por la respuesta, lo rectificó- Bueno... Seguro que ya han empezado, pero tampoco es que me interese asistir. -miró hacía otro lado, la chica le sonreía por su nueva respuesta.
- Es difícil de creer que con lo poco que asistes a clases, saques las mejores notas... ¿Cual es tu secreto?
- Aunque lo tuviera, tampoco te lo diría... -hizo una pausa- No necesitas ningún truco para sacar buenas notas.
- No se si debería alegrarme por ello. Parece que a ti te funciona muy bien. -se rió por lo bajo, haciendo que al azabache se le tintaran las mejillas de un bonito color rojizo.
- Vete a clase o llegaras tarde. -caminó en la dirección contraria a Petra, dejándola un poco sorprendida por el gesto.
Madre mía... ¿Se habrá dado cuenta de que estaba sonrojado? A ver mis mejillas... No, no están tan calientes como pensaba.
Ha sonado el timbre hace unos cinco minutos, y yo sentado en las escaleras de incendios. ¿Por qué me habré ido por el lado que no tocaba? Maldita sea, Petra me distrae demasiado... Normal, esa sonrisa es digna de ella.
- Bueno... -dijo recostandose en el final de las escaleras- Me tocara quedarme aquí... -cerró los ojos, dejando que la brisa de primavera acariciase su rostro.
Un gran prado verde. Las ramas del trigo a la lejanía. Se podía apreciar como creaban una armoniosa melodía, muy relajante por cierto... ¿Donde diablos me he metido? ¿Esto lo tenía el instituto antes?
- Levi-san. -escuchó a sus espaldas una dulce voz que lo llamaba.
Al girarme, vi al ángel más hermoso que pude haber visto nunca. Petra. Literalmente, tenía un par de alas blancas a su espalda y una aureola coronando su melena. Definitivamente, sería perfecta si fuera un ángel...
- Levi-san. He tomado la forma más adecuada posible para advertirte. -la muchacha acarició la mejilla del azabache.
- P-Petra... Porque esto sea un sueño no significa que yo... -se desizo de su agarre- Levi por el amor de Dios, concéntrate... -se susurraba a si mismo, alborotandose el pelo.
- Levi-san... Estas en peligro.
¿Eh? ¿Cómo?
- ¿En peligro...dices? -se relajó, intentando no pensar en cosas inapropiadas en aquel momento.
- Levi... Te persigue un demonio. -la chica lo miró con pena en los ojos.
¿Un demonio? ¿Se referira a Erwin? Desde hace ya unos días se porta muy bien con Petra, al parecer a ella no le molesta...
- Espera, espera... ¿Cómo que un demonio? ¿Sera una broma, verdad?
- Ojalá fuera eso. Levi, he visto como le vendías tu alma al demonio... Por favor, no te quedes solo.
- Petra, no lo entiendo... ¿Puedes sentir la presencia de los demonios? O es que yo estoy demasiado mal... -susurró para sus adentros.
- No soy Petra, ya te lo dije antes. Soy un oráculo. Me encargaron tu protección hace años, pero hasta ahora nunca habías estado en tal peligro...
- Entonces... No eres Petra, ¿no? -la miró amenazante.
- Levi. -dijo seria, agarrando al azabache por ambos hombros- Esto es serio, no debes quedarte solo. Y por más que lo desees, no puedes... -la voz de la muchacha empezó a apagarse.
- ¿Perdona? ¿Qué estas diciendo? ¿Qué es lo que no puedo hacer?
- ¡Levi! ¡Despiertate socio! -un muchacho rubio y con algo de pelusa en la cara zarandeaba al azabache.
- Mike... ¡Mike! ¿Pero qué haces tú aquí? -se incorporó sobresaltado al verlo. Lo observó detenidamente- ¿Pero que te esta saliendo en la cara? Debería verte un medico...
- Es mi barba, quiero dejarme perilla. -se acariciaba su mentón con aprecio- Más importante aun, ¿y las clases qué? Que yo me las salte vale, pero tú...
- Ah... Déjalo, hoy tengo un día de locos. Acabo de tener algo parecido a un sueño maravilloso...
- ¿Otra vez soñaste que estabas junto a Petra en la cama? -se sentó a su lado, sacando de su bolsa un pequeño sandwitch de jamón y queso. Lo miraba con mucho cariño.
- ¡¿Pero qué estas diciendo loco?! Nunca he soñado eso... ¿Crees que estoy desesperado? Dame un cacho anda... -le robó un trozo de su sandwitch y se lo llevó a la boca.
- Entonces, ¿qué has soñado? -miraba al frente mientras se comía las sobras de su sandwitch.
- Petra era, una especie de ángel...
- Dime algo que no sepa la mitad de la universidad. -interrumpió al azabache con una carcajada.
- ¡Calla! Ese ángel resultó no ser Petra, sino un oráculo según ella... -miró al suelo, pensativo- Me dijo que me perseguía un demonio.
- Uuuh, ¿ahora crees en seres sobrenaturales como los demonios, las hadas y los duendes? -se burlaba de él, dándole un par de codazos en el abdomen- Bueno, lo de duendes lo entiendo... -lo miró con malicia.
- ¿Quieres ver como este duende te quita ese intento de barba a tortas? -lo miró amenazante.
- ¡Jajaja! Estoy de broma socio, no quiero volver a dejarme la barba -hizo una pausa- ¿Crees que el sueño significa algo?
- Si lo significaba, no tengo ni idea de que... Me despertaste cuando Petra quería contarme algo importante.
- Bueno. -se levantó de golpe, espolsándose las migas de pan- Pues vamos a descubrirlo, ¿no?
- ¿Qué quieres decir? -lo miró intimidante. Cuando a Mike se le ocurría una idea, siempre resultaba ser mala.
- Pues que vamos a preguntarle directamente a la persona que aparecía en tu sueño. A lo mejor ella tiene la respuesta.
- ¿Cómo va a tener ella la respuesta, si me dijo que tomó la mejor forma para acercase más fácilmente a mi?
- Bueno, a lo mejor Petra es al demonio al que no te tienes que acercar.
- No lo creo... Además, me advirtió que no me quedase solo, y con las dos únicas personas que estoy son con Petra y contigo. No creo que seas tú el demonio, ni ella tampoco...
- ¿Entonces quien puede ser? -colocó ambas manos en su cintura.
- Tengo una ligera sospecha de quien... -la mirada se le lleno de furia. Mike solo se rió ante la reacción, sabía el nombre que iba a decir- Erwin.
- Socio, porque sea el candidato a novio de Petra no tiene porque ser tu demonio.
- Pero... ¿Y si lo es?
- Entonces más vale que me quede viendo la pelea por si acaso.
-¡OOOOOOOOW YEAAAH! Vuelvo a la carga con un nuevo fic fantástico! ***·*** Este capitulo me ha encantado escribirlo, y creo que el siguiente me va a gustar más... PD: Es 100% Levihan, así que no os preocupéis por la guarrilla de Petra nwn-
