Los personajes utilizados no me pertenecen sino a SNK-playmore.

Athena-Leona-Whip-Mai-Mary-Chizuru-Yuri-Kyo-Kula-Vanessa-Mature/Vice-King-Shermie

Capítulo 1: Mal día.

Era un bonito día, los pájaros cantaban, y el sol alumbraba con fuerza desde su privilegiado lugar en el cielo, el clima era ideal para dar un paseo y relajarse. Aunque hay quienes no saben aprovechar el tiempo y pasan pensando en cosas que probablemente no deberían y al final terminan sufriendo. Entre ellos un joven pelirrojo que caminaba tranquilamente por el parque hastiado de la vida y como siempre buscando la forma de derrotar a su rival, Kyo Kusanagi.

—Tengo que encontrar la forma de derrotar a mi rival, Kyo Kusangi —pero él no estaba en la ciudad, por lo cual Iori andaba de mal humor (como siempre), tanto así que probaba tiro al blanco con los pobres pajaritos y sus nidos —maldición falle a ese, probare con una piedra más grande.

Y así es como se distrajo, perdiendo con ello su valioso tiempo (si claro) golpeando pájaros y pateando ardillas, muy cruel de su parte con los animalitos aunque ellos no tuvieran culpa de nada pero bien dicen que quien por malos caminos anda, abrojos halla. Repentinamente su instinto le alerto de peligro, así que sin pensarlo rápidamente dio un paso lateral hacia su derecha. Instantáneamente en esa posición cayo una especie de proyectil que dejo un pequeño agujero entre el pasto del suelo, el Yagami vio al lugar con enojo ¿Quién osaba retarlo de una manera tan tonta?

—¿Quién es el idiota imprudente que quiere morir aquí mismo? —pronuncio en un tono ronco con furia contenida sin encarar al sujeto, pero la energía que percibía le era familiar.

—¡MALDITO YAGAMI ¿COMO PUDISTE?! —grito con todas sus fuerzas, con esa voz ya podía reconocerlo definitivamente.

—No me fastidies ¿qué quieres niño? —Iori no le estaba tomando importancia y eso lo hacía enfurecer aún más.

—¡¿Niño dices? ¿Es gran Kensou para ti?! —le grito el guerrero psíquico.

—Me da exactamente igual —ante ese último comentario Kensou parecía que iba estallar del enojo que se cargaba. Se preparó para ir a la carga.

—¡Pagaras por lo que le hiciste a mi Athena!

—¿Qué yo que...— mientras giraba cabeza sorprendido apenas pudo ver como en un instante era atacado, el movimiento con el que Kensou lanzo la bola de energía fue tan rápido que el pelirrojo apenas pudo reaccionar y evadirla.

—¡Pagaras! —Kensou se abalanzo intentando conectar patadas en el cuerpo del Yagami, parecía estar más rápido y fuerte que nunca, incluso estaba dándole serios problemas a Iori que se protegía como podía de unos golpes tras otros, no le dio tregua hasta que una de las patadas pegó en el pecho haciéndolo retroceder un par de pasos.

—Te haré la última advertencia mocoso, fuera de mi vista —lo dijo con cierta dificultad y con la respiración ligeramente agitada.

—¡No hasta que mueras! —Kensou al verlo casi acorralado se sentía realmente bien. "Si, lo estoy logrando" pensaba él, pero la realidad era que Iori estaba ya harto, hasta ahora estaba evitando una reacción violenta de su parte, pero ya era suficiente, por lo que decidió dejar su posición hasta ahora pacífica.

—!Ya basta! —en un ágil movimiento Yagami se lanzó y lo agarró del cuello dejándolo momentáneamente sin aire, totalmente colgado y sin que sus pies pudieran tocar el suelo —¿Qué pasa? ¿Acaso ya no te gusta mocoso del demonio?

—No soy un mocoso —hablaba a duras penas mientras un color azulado teñía lentamente su cara debido a la asfixia.

—¿Ni así te cayas? —Iori frunció el ceño al ver a Kensou negar con la cabeza. Después de otros segundos de resistencia y de presión finalmente el chico quedó desmayado, en seguida Iori dejó a Kensou caer sin tener demasiado cuidado (lo arrojo a la quinta m*****) —¿Qué diablos habrá sido eso?

Eso había sido extraño, un ataque sin razón aparente de parte de alguien que usualmente estaría muy asustado como para siquiera encararlo, además hablaba cosas que al pelirrojo le parecían por demás incoherentes, igual decidió no tomarle mucha importancia. "Debe estarse volviendo loco con eso de lo psíquico o como se llame". Pero la paz del pelirrojo duro solo segundos porque antes de que lo previera, a su espalda pudo sentir nuevas presencias atrayendo su atención.

—¿Y ustedes que quieren? —observó fijamente a ambos hombres sin expresión en el rostro, ellos hicieron lo mismo durante varios segundos hasta que el menor tomo la palabra.

—Creo que tenemos cosas que arreglar Yagami —hablaba serenamente el menor pero por la tensión en los músculos faciales era fácil deducir que no estaba nada contento. Su hermano estaba igual, tenía los puños apretados y todo su cuerpo parecía tenso. No parecían contentos así que era fácil suponer como podría terminar todo. Iori se dio cuenta que contra dos luchadores como ellos, la posibilidad de salir ileso disminuía severamente. Aunque aún no estaba enterado de sus intenciones, por la forma tan poco habitual que lo abordaban estaba seguro que no era bueno.

—¿Cosas que arreglar? No tengo nada que arreglar con basuras como ustedes —esas palabras tan descorteses parecieron despertar la furia que los hermanos Bogard parecían querer guardar, sus miradas profundas y atemorizantes preocuparon por un momento al pelirrojo.

—¡You will not go well buddy! —Iori no entendió muy bien lo que dijo pero parecía buscar pelea. Se preparó para el embate de Terry pero fue tomado por sorpresa, el primero en atacarlo no fue él sino Andy. Lo ataco con su técnica Hishoken, un poder arrasador que pegó a Iori, logro poner sus brazos sobre su pecho o el daño habría sido mucho peor, aun así fue arrastrado unos metros hacia atrás dejando su rastro sobre el suelo, arrancando el pasto a su paso y enterrando los pies varios centímetros.

—Idiota —dijo el Yagami con dolor. Ya se había enfrentado a Andy con anterioridad, pero no recordaba que tuviera tanta fuerza. Posiblemente sus ataques en los torneos no se comparan al que hizo hace solo un momento, el cual había sido devastador. Pero el asedio no terminaría ahí, antes de que pudiera reponerse del último ataque sufrió otro más, esta vez por parte del rubio mayor. La técnica que Terry ejecutó fue el Power Wave, mandando a volar a Iori varios metros hasta caer de espalda contra un camino empedrado, agrietándolo con su mismo impacto.

No reaccionar rápido podría llegar a ser fatal, eso lo sabía Iori muy bien. Así que un segundo después de golpearse rodó hacia su izquierda. Rápidamente pudo concederse la razón al ver la bota de Andy golpear con gran fuerza en el lugar donde antes él había caído. Se paró con la mayor prontitud posible pero solo para recibir un golpe de Terry que impactó en su hombro. Una explosión púrpura logró alejar a Terry por unos momentos, eso le permitió a Iori pensar en una táctica para escapar antes de que ese par lo hiciera pedazos, porque aunque consideraba que individualmente podría vencerlos, los dos juntos eran probablemente un reto muy grande.

En su mente trató de hacer una estrategia prediciendo los movimientos de sus contrincantes. Por lógica pensó que el siguiente ataque seria de Andy. Y fue justo así, realizó un ataque aéreo directo hacia él. Esta anticipación de los hechos fue aprovechada, lo recibió con una patada directo a la quijada. Pero no pudo escapar a tiempo de un Round Wave. Lo cual sin embargo levantó mucho polvo y le sirvió para camuflarse por un momento.

—¿Dónde se metió? — el mayor lo buscó con la mirada pero era imposible ver detrás de la gruesa cortina de polvo. Sin embargo luego recordó a su hermano —¿Andy, are you ok?

—Estoy bien ve detrás de ese bastardo, que se escapa —le dijo levantándose con dificultad.

Mientras tanto el pelirrojo estaba ya lejos de ahí. Ya muy desaliñado caminando por la calle frente al parque. Tenía un par de quemaduras y algunos moretones, estaba lleno de tierra además de que su ropa se había hecho pedazos. Aun con la respiración agitada trataba de alejarse del lugar. Ahora realmente no entendía que pasaba, ¿Por qué también ellos parecían tener una actitud tan hostil, tan distinta a otras veces? No era tan difícil pensar en una razón sabiendo como él trataba siempre a los demás, pero no recordaba haber causado algún desastre recientemente así no dejaba de ser extraño.

Estaba perdido en sus pensamientos al momento de ser interceptado por un gran puñado de personas hablando todas al mismo tiempo, por lo que no se entendía nada. Detrás de ellos podía ver un número considerable de cámaras por lo que rápidamente supuso que pasaba: eran reporteros. Empezaron a invadir su espacio personal y a agobiarlo con preguntas a las que él ni siquiera prestaba atención.

—¡Fuera de mi camino! —apartó a un grupo de ellos de un manotazo y antes de irse les dedicó una mirada de molestia indicando que ya no quería ser molestado más, eso los dejó helados y claro está que los reporteros prefirieron ser cautelosos y no jugarse la vida más de lo necesario. Apenas había dado un par de pasos cuando fue nuevamente increpado.

—¡Alto! —esa voz no se le hacía para nada conocida por lo que pensó que era una reportera pero estaba equivocado. Miró a su alrededor hasta ver una chica con traje estudiantil y cabello castaño, ella lo miraba molesta con los brazos cruzados. Quizás la conocía, pero de dónde, quién sabe. Decidió entonces ignorarla, pero ella siguió insistiendo.

—Que te detengas, sé educado y mira quien te habla—ella se interpuso en su camino.

—No sé quién diablos eres ni me interesa —dijo Iori con sinceridad y manteniendo su magnífico carisma de siempre. Ahora ella se veía incluso más molesta.

—¡Shingo ven ya! —el chico venia corriendo desde el otro lado de la calle.

—Si ya vine, ya vine...—era interrumpido antes de terminar.

—¿Y qué esperas? Golpéalo —le exigía ella mientras él se sentía que perdía los colores al ver la cara molesta y amenazante del pelirrojo.

—Oye Yuki, tal vez esto no fue buena idea —decía él con cierto nerviosismo y la voz algo entrecortada.

—¿Cómo qué no? Ya no recuerdas lo que este monstruo le ha hecho a Kyo —ante esto Shingo empezó a soltar lagrimones.

—¿Por qué? ¿Por qué kusanagi-san? —finalmente Iori cayó en cuenta de quienes eran ellos.

—Ahora lo entiendo —exclamó atrayendo la atención del par de jóvenes —Así que el cobarde de Kusanagi ha enviado a su novia y a su bufón para hacer su trabajo —dijo el con suspicacia mientras se le dibujaba una cínica sonrisa llena de locura.

—Eso no es cierto...

—¡¿No?! —dijo él con escepticismo y encendía una llama en su mano. Empezó a avanzar hacia ellos con lentitud mientras ellos retrocedían con miedo —creo que fue una gran tontería venir aquí de esa forma.

—Espera, las cámaras aún están filmando hacia aquí —dijo Shingo con miedo.

—Eso no puede importarme menos —no les quitaba esa mirada psicópata de encima.

—Te dije que no era buena idea —le recriminaba Shingo a Yuki. Parecía que era su fin pero en ese instante Iori pudo sentir varias presencias poderosas que se acercaban al lugar, seguramente los mismos que lo habían estado molestando anteriormente. Lo prudente era irse antes de meterse en problemas más grandes. Metió sus manos en los bolsillos y se marchó de ahí sin decir nada dejando confundidos al par de chicos.

El ambiente era fresco y por eso salir a pasear por el jardín después de un agitado día en el templo resultaba de lo más relajante para la guardiana del espejo Yata. Le gustaba siempre sentarse sobre el verde pasto a meditar un rato y pensar acerca de todo, presente y futuro. Después de pasar unas dos horas de meditación se fue a dar de comer a su querido Chi-chan y finalmente con su regadera se aseguró que cada planta tuviera suficiente agua. Se sentía totalmente relajada mientras terminaba esas actividades, eso duro hasta que pudo percibir una presencia muy cerca de ella, se giró buscando por todas la direcciones la procedencia hasta supo que venía de un arbusto a unos metros de ella.

—¿Quien anda ahí? —pregunto tomando posición de batalla.

—Me decepcionas Kagura, ni siquiera con el espejo Yata en tu poder eres capaz de reconocer mi presencia —al oír esa gruesa voz que resultaba tan distintiva supo de quien se trataba.

—¡Yagami! —este salió de entre las frondosas ramas del arbusto —¿pero qué haces aquí? —exigió ella saber mientras que su actitud relajada pasaba a una más agresiva —Por tu culpa me han estado molestando toda la mañana, esos malditos reporteros han estado viniendo a perturbar la paz de este templo y a molestar a mi Chi-chan...

—De hecho venía a hablar acerca de eso, algo extraño está pasando con todos —empezó a relatar seriamente.

—¿Por qué lo dices? —Chizuru se preocupó un poco con sus palabras, así que ambos empezaron a caminar por entre las plantas mientras Iori le contaba todo lo que le había pasado en el día, como había sido atacado multiples veces, los reporteros molestando más de lo normal y hasta de personas que le habían gritado sandeces en la calle en ese día.

—Todos atacando sin razón, es detestable —recuerden que dice odiar la violencia —me reclamaban diciéndome que había hecho algo pero ni sé que es lo que he hecho —Chizuru compuso una mueca ella si sabía de qué se trataba —esto solo tiene una explicación lógica— hizo una pausa dramática lo cual causó que Chizuru se pusiera nerviosa —fueron poseídos por Orochi —esto último lo dijo con tal vehemencia que a Chizuru le pareció que el sol empezaba a afectar la cabeza del luchador pelirrojo.

—Yagami, eso es lo más ridículo que he oído jamás —era evidente que esas palabras habían logrado enojar al Yagami, lo cual fue evidente cuando endureció su gesto, frunciendo el ceño y apretando los dientes. El ambiente se volvió extremadamente tenso para Chizuru durante ese segundo, tiempo que a la morena le pareció bastante largo, por un momento Chizuru temió a su reacción con la cual incluso su vida podría verse amenazada —Además mi espejo no ha detectado ninguna perturbación con respecto a Orochi en estos días —dijo para aligerar las cosas y pareció funcionar al menos un poco ya que él se relajó.

—Entonces si eres tan lista dime la razón por la que hoy todos andan tan locos, incluso más locos que en otros días —la pelinegra le lanzó una mirada reprobatoria y negó con la cabeza.

—Ven adentro y velo tú mismo — le hizo una señal para que la siguiera mientras se adentraba en el templo. Ambos pasaron, era un lugar pequeño pero bastante bien adornado con diversos artículos de la tradición japonesa. Chizuru le tendió un periódico —lee lo que se publicó esta mañana

—¡No puede ser! —Iori ve con gran sorpresa lo que dice en el periódico, esto era algo que realmente no se esperaba. Levantó la cabeza para ver con sorpresa a Chizuru quien solo lo veía con detenimiento y luego volvió su atención al periódico, leía el titular una y otra vez para después leer la "noticia" y a cada palabra que leía se sentía más molesto.

Lo peor aún está por venir, continuará...

Después de mucho tiempo pude escribir de nuevo. Lo hice un poco a la carrera, pero lo hice. Este fic es una parodia tal vez se hagan una idea porque o de que, en todo caso solo tendrá un capítulo más.