La traducción se hace bajo el permiso de su autora grathialiana, el fic está bajo el mismo nombre en su cuenta.
Resumen: [Traducción] Takao siente que es hora de renunciar a su amor no correspondido por Midorima, sabiendo que el milagro de cabello verde nunca sentiría el mismo tipo de cariño hacia él. Cuando Takao contempla la idea de estar con alguien más para olvidar a Midorima ¿Cómo reaccionará el tranquilo gigante? ¿Se encenderán los celos en él y reclamará lo que ha sido legítimamente suyo en todo este tiempo? Sobredosis de dulzura. Rated M
Midorima X Takao. Amo esta pareja. Disfrutalo.
Ignite
Capítulo 1 Compresión
Incluso los héroes poderosos caen.
Los conquistadores eran dominados. Las victimas pierden la esperanza frente el desastre. Todos han experimentado el sabor de la derrota de vez en cuando.
Así, no sería peculiar si Takao finalmente y comprensivamente abandonaba las esperanzas de ser notado por el amor de su vida. Sólo no podía más.
Ah, Kazunari Takao no sabía cuánto más podría seguir ante la intimidante presencia del gran hombre que era escrupuloso en todo lo que hacía: ya sea la escuela o el baloncesto. Midorima Shintaro preferiría cortarse un dedo antes de considerar jugar sobre sus obligaciones.
Takao sabía que era inútil mantener su amor no correspondido por su compañero de equipo, el único que no había sacado de su sistema desde la escuela media. Los pensamientos sobre derrotar a Midorima desde el primer día que se encontraron, y la victoria de Midorima sobre el equipo de Takao en uno de sus partidos, hacían que sintiera una furia inmensa hacia el introvertido gigante. Prometió que entrenaría más duro para poder vencer a Midorima en su próximo encuentro.
El recuerdo de cuando Takao aún no estaba plagado de un antinatural deseo hacia Midorima, cuando supo que él sería uno de sus compañeros en el equipo de baloncesto de Shutoku, sonrió, maldición, sí. Lo hizo, al darse cuenta que ahora no había motivo en guardarle rencor. Durante el tiempo que pasó, en vez de intentar derrotar a Midorima, haría que este lo reconociera.
Al principio, Takao sentía que era natural el que pensara en Midorima todo el tiempo, el genio de ojos verdes inspiraba respeto y adoración a todo el mundo, tan fácil como sus maniobras para hacer tiros ganadores en la cancha. Era fácil sólo sentarse y mirar desde la banca mientras Midorima lanzaba sus largos tiros, sus tres puntos, sus impresionantes movimientos.
Era como una hermosa bestia cuando jugaba baloncesto.
Ese fue el pensamiento que había sacudido a Takao desde sus infantiles reflexiones sobre cuán gran, invencible y talentoso era su compañero de cabello verde.
Un chico que no piensa que otro chico es lindo.
Un chico que no sueña con los dedos largos de otro hombre en movimientos lentos y sensuales, preguntándose cómo se sentiría si esas manos fueran ásperas en su piel.
La tarde que Takao se dio cuenta de sus pensamientos, en medio de una práctica de Shutoku, mientras Midorima comenzaba a remover los vendajes de sus dedos preparándose para el entrenamiento rutinario, Takao sintió como sus rodillas temblaban con inquietud.
Él no había podido desviar sus ojos de los largos dedos de Midorima mientras les quitaba las vendas.
Un delicioso calor, que muchos chicos sienten en la privacidad de sus cuartos, mientras ven porno en secreto, se arrastró hasta las mejillas de Takao, impregnado su rostro por completo, incluso llegando hasta su cuello.
Maldición.
Takao no podía creer lo que acaba de entender. Midorima, tan atractivo. Sus dedos, quiero lamerlos.
Retrocedió súbitamente hasta que su espalda golpeó los casilleros, dando como resultado un fuerte Bam, haciendo que sus compañeros en el vestuario lo miraran, a él, cuyo rostro parecía que se quemaba.
Tragó nervioso. Soy gay. Soy un maldito gay. Oh, dios, quiero morir ahora.
Su capitán, Otsubo, preguntó:
—Oi oi oi. ¿Qué pasa, Takao?
Takao necesitaba pensar rápido. Lucía realmente asustado por algo, que no era obvio para sus compañeros. Su rostro se enrojeció.
—Yo-yo- sólo acabo de recordar algo.
Y sólo con eso, los demás se encogieron de hombros, volviendo a lo que estaban haciendo antes. Takao soltó un largo suspiro. ¿Cómo diablos pasó? Era seguro que había estado idolatrando a Midorima por un largo tiempo. Y honestamente, incluso él pensaba que su obsesión con las habilidades milagrosas de su compañero de baloncesto llegaba a ser levemente maniática; pero hoy, era la primera vez que pensaba cosas tan abiertamente sexuales sobre los dedos vendados de Midorima.
Lamerlos. Esperando que estos tocaran todo su cuerpo.
Takao hizo un sonido de ahogo desde la garganta. ¿Qué debería hacer sobre eso? Si alguien lo sabía, especialmente Midorima, no había palabra que definiera el desastre y todos los antagonismos que le seguirían.
Takao miró a Midorima, esperando que el callado escolta hubiera ignorado todo el incidente del repentino golpe de su espalda contra el casillero.
Se congeló cuando vio los ojos de Midorima, tan claros tras sus lentes, mirándolo intensamente.
Trató de soltar una sonrisa, agarrando su pecho y escuchando el ensordecedor sonido de sus latidos. Soy gay, soy gay, soy gay, soy gay. ¿Qué debería hacer?
Ese fue el inicio de su sufrimiento.
Xxx
Lamento que sea tan corto. Realmente quería hacer un one-shot pero se me quedé sin tiempo por, sí, una abominación llamada "trabajo". Tenía que dormir un poco. Mañana actualizaré. Aún estoy pensando en posibles argumentos, pero la historia está casi finalizada, en mi opinión. Es sólo tiempo lo que me falta.
Porfa, comentarios, onegaishimasu! Ja ne!
