Capítulo 1: El último verano en Privet Drive.
Después de lo ocurrido en el colegio, la intrusión de los mortífagos en Hogwarts, el viaje con Dumbledore, su muerte, la traición de Snape, el comportamiento de Draco y los demás acontecimientos, Harry, vuelve a la casa de sus tíos como ultima voluntad de Dumbledore.
De camino a casa…
-Sólo unas semanas y no volveremos a verte nunca más…-dijo tío Vernon con rostro de satisfacción.
Harry ausente a todo lo que le rodeaba, no dijo nada, pensaba que su vida se había convertido en un infierno desde que llego al mundo, por su culpa siempre morían sus seres queridos, pero eso se iba a acabar. Absorto en sus pensamientos, llegaron a la casa.
Sus tíos le ordenaron que no les hablara a no ser que fuera imprescindible. Querían hacer como sino existiera, estaría en su cuarto, sin hacer ruido, podía salir de la casa cuando quisiera hasta sino quería ir a dormir, con tal de no verle ellos le habían dado toda la libertad de hacer lo que quisiera, eso le producía una gran alegría a su tío, que pensaba que su vida iba a mejorar.
Mientas Harry daba un paseo por la calle Mangolia (na: no se si es así :S)… pensaba que como podía haber gente en el mundo feliz, claro que los muggles no sabían lo que pasaba, por lo tanto no se preocupaban de nada, en cambio él, no sólo se preocupaba sino que todo el mundo mágico dependía de él, de "el niño que vivió", de "el elegido", como la gente lo llamaban…
-Ojala sólo hubiera sido una persona normal y corriente…-decía con tristeza.- pero me vengaré, te mataré Voldemort, a ti y a el traidor de Snape, vengaré a todos los que pagaron por tu crueldad…seré tu peor pesadilla.
Cada paso que daba era observado por su guardia, el lo sabia, sabia que controlaban todos sus movimientos, pero ya le daba igual, cada vez pensaba que su vida no tenia sentido.
Al anochecer, volvió a casa, subió a su habitación y dio las buenas noches a Hedwig y se dispuso a dormir...
-"Harry no todo lo que ves tiene que ser verdad, con el paso del tiempo descubrirás cosas que te harán mas fuerte y otras que te sorprenderán…siento haberte dejado solo en estos momentos."
Harry asustado por el sueño o mas bien visión que había tenido hacia unos segundos intento tranquilizarse, ya que la persona que le estaba diciendo eso era Dumbledore, y el estaba muerto, dándole vueltas al asunto y meditando su mensaje se durmió.
Al día siguiente se despertó temprano a causa de lo ocurrido esa noche, bajo desayuno, limpio la casa y subió a su habitación de nuevo, cual fue su sorpresa al ver a Pig la lechuza de su amigo Ron, la carta que traía decía así:
"Hola Harry:
Sabes que el curso pasado, te dije que este verano era la boda de Bill y Fleur, espero que puedas venir, ya sabes es un día feliz para ellos, además Hermione esta aquí ha venido esta mañana y nos gustaría que vinieras, por aquí no hay nada nuevo, papa esta muy estresado, el ministerio esta patas arriba…Envíanos una carta en dos días para saber si vienes o no, sino la recibimos vamos a tu casa en dos días. Cuanto menos tiempo pases en esa casa mejor.
Esperamos tu respuesta,
P.D.: Hermione te manda un abrazo.
Adiós."
Bajó para decírselo a sus tíos , ya que después no pensaba volver más. Bajo las escaleras y se encontró a su tía en la cocina.
-Tía, tengo que hablar contigo-viendo que no se inmutaba, añadió-es importante.
Su tía dejo de hacer lo que estaba haciendo y miró al chico.
-Que quieres, no tengo todo el tiempo para ti, tengo mejores cosas que hacer.-espetó tía Petunia.
-Dentro de dos días me voy a casa de mi amigo a pasar el resto del verano, no volveré más aquí, ya no me volveréis a ver.
-¿Tenemos que llevarte a algún sitio?-pregunto con recelo.
-No, vendrán a por mi, no te preocupes será al modo muggle.
-Está bien.- finalizó así su tía la conversación.
Sabía que le daba igual que se fuera, no esperaba recibir ningún tipo de despedida, solo un simple adiós, se fue a responderle a su amigo Ron.
"Queridos Ron y Hermione:
Si que podré ir a la madriguera, estaré preparado para cuando vengáis dentro de dos días.
Nos vemos pronto,
Harry."
-Hedwig, no vuelvas a casa, quédate con Ron en dos días estaré allí, no te preocupes, estaré bien.-la lechuza le dio un picotazo cariñoso en señal de complicidad.
Ató la respuesta a su pata y ésta partió rumbo a la Madriguera.
Se tumbó en la cama pensando que no iba a volver a Hogwarts este año, aunque fuera el último, lo que pensaba hacer después de la boda de Bill , era ir al Valle de Godric, visitar a sus padres, y desde allí emprender el camino de la destrucción de las almas de Voldemort, mientras planeaba lo que iba a hacer, una lechuza negra como el carbón cruzo la habitación, al mismo quitarle el mensaje salió volando, dejando a Harry confuso. La carta decía:
"Antes de destruir lo que tú ya sabes, te recomendaría que pasaras por Hogwarts, puede haber algo que te ayude.
P.D.:Lazos de miel."
Su caligrafía era fina y muy legible, no le sonaba esa letra, y tampoco sabia quien se la podía haber escrito, de todas formas iría al colegio, ese mensaje le había dado buenas intuiciones.
Así pasaron los dos días y llego el día en el que diría adiós al lugar donde había pasado su infancia, sus peores momentos, hoy irían a recogerlo, su amigo Ron le habían dicho que iban a ir en coche para prevenir los de los otros años. Harry ya tenia la maleta hecha, solo le quedaba despedirse de sus queridos tíos.
