Bueno gente esta vez les traigo una historia cortita pero que me pareció muy interesante (espero que a ustedes tambien).

ACLARACIÓN (ninguno de los personajes de TLOZ que se presentan en esta historia me pertenecen, la idea de la historia tampoco me pertenece únicamente la adaptación)

PROMESAS

La princesa Zelda, princesa de Hyrule ha estado muy triste últimamente, a pesar de que al hablarme me demuestra una cálida sonrisa, yo al estar como su guardia personal estos últimos años, sé cuándo esta triste. No sé por qué, pero esta noche me cito a un balcón apartado en el castillo, note cierto tono preocupado en su voz, la duda aún ronda mi mente ¿qué le pasará a la princesa?.


Llegué al lugar acordado y la encontré con la mirada perdida hacia el horizonte, tras de ella se encontraba una mesa y encima de la mesa una caja de música. Le dio cuerda a la caja de música y empezó a hablarme.

-Link, desde hace ya varias noche tengo un sueño –

-?- aún no entendía lo que estaba pasando pero ella prosiguió.

-En aquel sueño podía ver un país en el que todas las personas vivían felices, ese país era Hyrule, todo cambio cuando abrimos nuestras fronteras y nos dimos cuenta que hay algo más allá y supimos que éramos un país pequeño y todos los demás nos tenían sometidos, pero a pesar de ello en mi sueño ese país llegaba a ser feliz nuevamente. Si lo piensas bien ese puede ser un futuro lejano, pero creo en eso firmemente. Así que me siento muy feliz si mañana al dar mi vida como princesa logro evitar la guerra que se acerca-

-Link….. esta es mi última orden: ¿podrías verme con una sonrisa antes de mi ejecución?-

Dude por algunos segundos pero mi respuesta debía ser la correcta -Su orden será cumplida princesa Zelda- nunca antes me había negado a las órdenes de la princesa Zelda pero me costó mucho acatar su última orden.

Creo que cometí un grave error, todos los momentos que compartí junto a la princesa Zelda llegaron a mi mente, cada cumpleaños celebrado, las veces que cuidé de ella cuando enfermó, las veces que recibí castigos por sus rabietas, las ocasiones en las que me hacía el culpable para encubrirla, cada vez que me sonreía, pero un recuerdo, uno en especial quedó resonando en mi cabeza, el de aquella vez en la que cuando éramos todavía niños y estaba empezando a aprehender todo lo necesario para ser su guardia me lastimé, la princesa vio lágrimas en mis ojos y me pidió que no llore, y lo único que le pude responder fue "Te prometo que jamás lloraré si ese es tu deseo".

Esa noche no pude dormir, me quedé esperando a que el sol salga por el horizonte para avisarme que el trágico día ha llegado, me preparé como cada mañana pero esta vez era diferente, me sentía extraño, miré el reloj y tristemente solo quedaban tres horas para que llegara el final. "Es lo mejor" pensé pero realmente ¿será lo mejor?. Tristemente ahora me doy cuenta, aquella idea que se ocultaba, aquel sentimiento que no pudo salir a tiempo, mi cuerpo se empezó a estremecer, "princesa, te di la espalda y no pensé en ti, egoístamente pensaba solo en mí".

Aún puedo llegar, ya había tomado una decisión, ¡TENGO QUE LLEGAR!, tome a Epona y rápidamente inicie mi viaje a cumplir mi destino.

El destino me trae muchas pruebas y se ríe constantemente de mí, tal vez pueda cambiar el futuro, tengo que cambiar el futuro, fui muy estúpido al no darme cuenta del dolor que se ocultaba tras tus palabras ese día, si me hubiera decidido en ese momento te hubiera dicho una mentira. "Es lo mejor para ti" te lo dije tomando tu mano, que tontería estaba pensando, creo que únicamente estaba escapando de mis temores.


En la plaza central la princesa Zelda estaba decidida, hizo su anuncia ante la gente de su país y ante los delegados de los demás países. Tenía un par de horas más antes de sacrificarse por todo su reino, muchos estaban de acuerdo y otros en desacuerdo, por tal motivo los mejores guerreros del país con algunos refuerzos de los demás países protegerían el lugar donde se realizaría la ejecución.

Mientras tanto una conversación se dio entre los soldados:

-Link, el gran caballero que sirve a la princesa Zelda vendrá a evitar que se dé la ejecución.-

-No lo logrará solo observa a los guerreros que van a hacer guardia la plaza central, nadie podría pasarlos a todos vivo.-

-Si eso lograra pasar, sería únicamente por un fuerte deseo o una maldad absoluta-

-Solo piénsalo, si la logra salvar la guerra será inminente-

-¡Pero qué demonios….. ya pasó la línea de defensa!-

-Su mirada ha cambiado desde la última vez-

-Parece ser que el bien se ha hecho mal-

-¡Dejen de hablar vamos a luchar!-

He llegado muy lejos para rendirme, como quisiera que solo fuera un sueño, si en realidad fuera quisiera despertarme ya, por favor que sea un sueño. El pueblo, el país, mis amigos nada de eso me importa ya.

El momento de la ejecución se aproxima, si no llego a tiempo todo será en vano, mi vida se habrá terminado, mientras respire y mi corazón siga latiendo me apresuraré, llegaré, no me detendré.

El camino esta infestado de guardias en pequeños grupos, no serán un problema aunque ahora estoy cansado ya que Epona fue asesinada, pero mi determinación es demasiadamente grande para rendirme, el cansancio se nota cada vez más, mi escudo y mi espada cada vez se me hacen más y más pesados, mis contrincantes caen uno a uno pero no puedo evitar recibir rasguños con sus armas, caen al piso y sigo mi camino, en mi mente solo hay un pensamiento, salvar a Zelda.

Mataré a mis viejos amigos y hasta traicionaré al país que he servido por tanto tiempo, en este momento estoy abandonando mi deber como protector de la gente y únicamente pienso en mi egoísta deseo, creo que yo soy el demonio que traicionará y traerá el fin al país en que vivimos, pero aun así proseguiré, no escaparé.


Mi cuerpo no resiste más, mis piernas ceden ante el peso de mi cuerpo y con mi mano derecha limpio mi rostro de la sangre que voy derramando, apoyándome en una roca para poder levantarme, tomo mi escudo y mi espada y me preparo para la batalla, miro al horizonte y no sé si saldré vivo, un soldado tras otro, se acercan a mí y yo me dirijo hacia ellos.

Me encuentro en un juego con el destino; los tipos que me impiden el paso van a convertirse en cenizas y los aplastaré con mis propias manos, es una pelea muy dura, no sé por dónde vendrá el siguiente ataque, pero no me detendré siento punzadas por todo mi cuerpo e incluso mi escudo cayó al suelo, no lo vi venir pero no me detendré, no importa si mi brazo derecho está cortado ni que mi ojo izquierdo esté lastimado, todo lo que me sucede no es nada comparado con el dolor que debes sentir princesa. Nada me detendrá hasta que te diga las palabras que no pude pronunciar aquel día, sé que no voy a morir. Mi mirada se percató de lo cerca que estaba y el sol se encontraba casi en su punto más alto indicándome que no me quedaba tiempo, debo llegar, ¡LO DEBO LOGRAR!, son demasiado enemigos para encargarme uno a uno de ellos, mataré a los que pueda para abrirme camino y no me detendré.


-Princesa Zelda….-

-¿Link?-

-Es bueno que se encuentre bien, perdóneme, sé que mi apariencia es miserable y perdón por desobedecer su última orden…. Soy…. Soy un incompetente para hacerme llamar su caballero protector… pero… no puedo despedirme de usted princesa….. ¡NO PUEDO DESPEDIRME CON UNA SONRISA!-

-Link, no tienes por qué rescatarme, sabes que con mi vida detendré la guerra, por favor te lo pido, mírame con una sonrisa para que….-

-¡NO PUEDO, INCLUSO SI EL MUNDO PIERDE SU COLOR, NUNCA TE ABANDONARÉ, ESO TE LO PROMETÍ!- en ese momento vi las lágrimas que recorrían el rostro de la princesa y escuche al fin la voz que sale del corazón.

Finalmente derroté al destino, rechacé todo lo que me tenía preparado y me siento feliz al sostener la mano de la princesa con la mía, por lo visto la princesa Zelda engaño al destino, abandonó a su país y sujeta mi mano con fuerza, juntos crearemos un nuevo destino, olvidaremos el pasado, viviremos el presente y soñaremos con un nuevo futuro. Si tu princesa, me pides que jamás te deje sola sabes que así lo haré, tu y yo permaneceremos unidos hasta el final de los tiempos. No me importa si el mundo es mi enemigo todo valdrá la pena por verte una vez más sonreír.

Y eso fue todo, si alguien sabe o tiene alguna noción de dónde obtuve la idea que me lo deje en un review (también que me haga saber qué le pareció la historia), en unos días les haré saber de dónde obtuve la idea (claro esta que todos los derechos de pertenencia lo tiene su o sus autores), creo que eso es todo... Bye

LagksZ