Amor Condenado
"Toda la vida he estado aturdida, y lo que mas me he preguntado, es el porque de nuestra existencia. A veces pienso que nuestra vida es tan solo una vil mentira, llevada por miles de años a través de generaciones pasadas. Si lo que digo fuese cierto, ¿Cuál seria la realidad? ¿Somos nosotros reales, o tan solo una ilusión inconclusa? ¿Tenemos un propósito el cual nos de esperanza? Si realmente eso existiese, me gustaría poder encontrarlo y ser yo quien diga, que nuestra estadía en este mundo es por alguna razón."
Me llamo Yuuki Kuran y soy un vampiro Pura Sangre. Vivo junto a mi hermano Kaname Kuran en un lugar apartado de la sociedad. Con nosotros también se encuentran los nobles de antiguas generaciones que sirven a nuestra familia, ya que el antepasado Kuran fue el primer Pura Sangre. Somos conocidos como los más poderosos de entre nosotros, y con ello viene lo que tanto me angustia… Como portadora de la sangre Kuran; debo casarme con mi hermano para que no desaparezcan los Pura Sangre; ya que somos los últimos que quedan.
Somos perseguidos por los Cazadores del Vaticano. Ellos nos siguen desde eras remotas, desde el nacimiento del primer Vampiro.
Los Cazadores son lo que nosotros llamamos Seres Humanos, con armas especiales para aniquilarnos con mayor facilidad; son numerosos y cada año parecen ser más; si esto sigue así, no podremos estar por mucho más tiempo en este mundo como lo hemos hecho durante todos estos siglos. Algunos son grandes, chicos, fuertes, astutos, ingeniosos o con grandes habilidades; pero al final, todos logran su objetivo, que es el arrasar con nuestra raza.
Mi historia comienza aquí, en este pueblo alejado de la gente y de la luz del sol. Todo parecía ir como de costumbre, pero lo que nunca me imagine, es que allí encontraría a alguien que me haría abrir mis ojos vendados y me ayudaría a comprender muchísimos enigmas de los cuales nunca entendería sola. Así fue como todo comenzó…
Las copas de los árboles nevados y los vidrios empañados por el frío y el calor, todo parecía de en sueños, me quedaba maravillada viendo los copos caer y la mirada de mi hermano me sacaba pequeñas sonrisas que hacían que me sonrojara. Era pequeña y la familia que poseía también, pero ello no impedía que no pudiese ser protegida por mi querido hermano, Kaname. Tenía a penas seis años cuando él diez, éramos inseparables al igual que el día y la noche, pero a la vez éramos diferentes como ellos mismos; nuestros padres murieron hace dos años y las responsabilidades recayeron sobre Kaname, y el cuidarme también. Varias veces prometimos que nos casaríamos cuando el momento llegase, y que ese sería el día más feliz de nuestras vidas.
El tiempo transcurrió como si nada, los pequeños brotes ya eran jóvenes árboles y los pichones, adultos pájaros. Mi cuerpo cambió notoriamente a como era, mi pelo había crecido y mis ojos definido, de esbelta figura y curvas provocadoras, y mi piel pálida provocaba que mi carmín vestido segara; mi hermano poseía una varonil apariencia que deleitaba a las demás vampiresas, sus dominantes ojos penetraban mi ser y ello me volvía loca.
