Summary: Draco Malfoy es un chico con un pasado y futuro complicado que busca la forma de olvidar aquellos problemas que lo atormentan a diario. Astoria Greengrass es una chica dulce de familia sangre pura, pero con distintas creencias y formas de ver y disfrutar la vida. La chica destellará una nueva luz y esperanza para el chico, creándole una gran curiosidad y profunda atracción sin que ella lo imagine o espere...

Disclaimer: Los personajes pertenecen a J.K Rowling, aunque algunos pueden ser de mi invención. La historia es completamente de mí imaginación.


En el tren.

Y aquí está, ha llegado el día en que partiré nuevamente a Hogwarts, aquella escuela que ha perdido su prestigio por aceptar tantos sangre sucia y traidores de la sangre; Salazar Slytherin tenía razón, sólo los sangre pura merecían estudiar magia. Un año más es ese estúpido castillo, un año más para escuchar los halagos de todos los maestros hacía San Potter, la rata de biblioteca y esa comadreja; otro año para aguantar a Parkinson detrás de mí, escuchar las estupideces de Theo, las aventuras de Blaise, los chismes de Daphne... En definitiva este año no cambiará nada. Si tan sólo mi madre hubiese aceptado a mi padre mi ingreso a Durmstrang tiempo atrás, estoy seguro que nada de esto estuviera ocurriendo...

-Draco… Hijo, ya es hora- se escuchó el llamado de la Señora Malfoy desde la habitación del rubio interrumpiendo sus pensamientos.

Sin más que esperar, Draco tomó sus cosas con mala gana y se dirigió a la sala de la gran Mansión Malfoy encontrándose con sus padres.

-Recuerda muy bien Draco, un Malfoy...

-Nunca llega tarde- continuó el rubio interrumpiendo a su padre, pues ese discurso ya se lo sabía de memoria y no necesitaba que se lo recordaran cada cinco minutos.

-Te extrañaré hijo- dijo la señora Narcissa abrazando a su único hijo.

-Déjalo respirar, Narcissa. Ya no es un bebé- desaprobó Lucius.

-Es mi único hijo, y siempre será mi bebé- respondió Narcissa lanzándole una mirada asesina a su marido mientras soltaba al rubio.

-Bien, nos veremos en vacaciones de navidad. Adiós madre, padre- dijo Draco dirigiéndose a la salida de la Mansión rumbo a Kings Cross.

Mientras tanto, en la plataforma 9¾ se encontraba una rubia recibiendo instrucciones de sus padres junto con su hermanita.

-Daphne, tendrás que cuidar a tú hermana y enseñarle el castillo para no tener inconvenientes, pues el castillo es muy grande y podría perderse- dijo un señor con cabellos castaños oscuros y ojos verdes.

-Emm... Papá, no soy un bebé- dijo la chica que poseía un gran parecido con su padre.

-Astoria, cariño, trata de quedar con tú hermana... Estaríamos más tranquilos.

-Mamá, ¿y qué pasa si no queda en Slytherin?- preguntó Daphne.

-No pasaría nada, aunque seamos sangre pura, sabes que no somos una familia con prejuicios, pero a tú madre y a mí nos daría más tranquilidad que quedaran juntas- respondió el señor Greengrass con un tono suave pero serio.

-¡Todos a bordo!- gritó un guarda mientras hacía sonar el silbato indicando que todos los estudiantes que partían a Hogwarts debían abordar el tren.

-Bien, ya es hora. Esperaremos ansiosos tú carta, Tori. Cuídate mucho y cuida a tú hermana- dijo la señora Greengrass mientras abrazaba a sus hijas.

Después de unos cuantos abrazos y despedidas, las hermanas se encaminaron a subir al tren y encontrar a los amigos de Daphne en uno de los compartimentos. Astoria se sorprendía de la felicidad que los estudiantes reflejaban al volver, pues en Beauxbatons no era así; según la perspectiva de la castaña, las francesas eran muy reservadas, no les gustaban conversar, sólo existía una excepción, y esa era la de su imagen personal, ese si era tema de que hablar cada vez que se dirigían a las carrozas de caballos alados.

-¡Pansy!- gritó la rubia con felicidad una vez que vio a su amiga.

-Daph, que alegría volverte a ver- respondió la azabache de ojos verdes.

-Hola chicos- saludó a los muchachos.

-Hola Daph- saludaron Theo, Blaise, Crabbe y Goyle.

-Hola Draco, a mí también me alegra verte de nuevo- dijo la rubia con ironía al ver con el chico no respondió a su saludo. Draco levantó la vista y asintió dando su "saludo"

-Veo que tienes una nueva amiga, ¿no la vas a presentar?- preguntó Blaise mientras fijaba su mirada en la castaña.

-Oh sí, lo siento... Chicos, ellas es mi hermanita Astoria- presentó dándole espacio -Astoria, ellos son Theo, Blaise, Crabbe, Goyle, Draco y Pansy.

-Un placer- respondió la chica temerosa, mientras visualizó unos penetrantes ojos color mercurio la miraban fijamente haciendo que sus mejillas se encendieran de inmediato.

-¿Hermana? Pero si no se parecen en nada- dijo Goyle extrañado, pues no sabía que la rubia tenía una hermana pequeña.

-Es porque Astoria se parece a papá- respondió con simpleza mientras se sentaba junto a su hermana al lado de Pansy.

-Ella es la estudiaba en Francia, ¿no?

-Sí Pan, pero mis padres decidieron realizar el traslado a Inglaterra.

-Cuéntanos, ¿cuántos años tienes?- preguntó el moreno fijándose en la belleza de esa chica.

-Tengo 14 años.

-¿Entonces irás a cuarto grado?- preguntó Theo.

-Es obvio- respondió Draco por ella sin quitarle los ojos de encima, haciendo que Astoria se ruborizara aún más.

-¿Y en que casa te gustaría quedar?- preguntó Blaise con tono coqueto.

-Pues la verdad no sé, mis padres quieren que quede con Daph.

-Será la mejor opción, créeme- opinó Pansy.

Astoria sentía como un par de ojos mercurio no le paraban de ver haciéndola sentir bastante incómoda. Y ahora no sólo era él, ahora también era aquel moreno, así que prefirió inventar una excusa rápida antes de que sus mejillas explotaran.

-Daphne me gustaría recorrer el tren, ahora vuelvo- se disculpó la castaña mientras salía del compartimento sintiéndose una completa estúpida por la excusa que había usado, aunque con tal de salir de ahí, todo sería mejor.

-Quítale la mirada de encima a mi hermanita, Zabini- regañó la rubia haciendo que el moreno rodara los ojos.

-Theo, acompáñame a buscar a la señora del carrito- dijo Blaise saliendo junto al azabache.

-Tú hermana debe ser un estorbo- dijo Pansy.

-La verdad no, aunque mis padres la tratan como si fuera un bebé.

-Tú hermana es muy linda, Daphne- dijo Goyle.

-Sí pero no para ti, ni para nadie- respondió la rubia

-Además nadie es más linda que yo, ¿cierto Draqui?- anunció la azabache mirando a su "novio" sin obtener respuesta alguna; el rubio se levantó con suma elegancia y se retiró haciendo que Pansy se quedara boquiabierta y con humo saliendo de sus orejas.

Draco no sabía por qué, pero aquellos ojos verdes reflejaban algo curioso, era una luz muy brillante y concisa que le hacía quedar en un estado hipnótico que lo hacía sentir a gusto, era como si aquel reflejo le lanzara un Obliviate a cada uno de sus problemas dejando en él una esperanza. No sabía si debía o no, pero sentía la necesidad saber por qué con esa simple mirada pudo olvidar aquellos problemas que en toda su vida se había empeñado olvidar sin pizca de éxito.

-Te ha gustado la hermanita de Daphne, ¿no?- dijo Theo con tono burlón.

-Parece un ángel, es la chica más sexy que han visto mis ojos.

-Amor a primera vista- dijo mientras reía.

-No seas imbécil, Nott. Sabes que el amor es para idiotas... Aunque por esa chica daría lo que fuera.

-Cuidado Blaise que es una niña, no la dañes tan pronto- dijo Theo antes de ser interrumpido.

-¿Quieren algo del carrito?- preguntó una señora de edad.

-Sí, una vara de regaliz, dos pasteles de calabaza y cinco ranas de chocolate- pidió el azabache.

-Aquí tiene... ¿Y usted joven?- preguntó la señora mientras recibía el dinero de Theo.

-No, gracias- respondió haciendo que la señora continuara su recorrido.

-Entonces ¿para qué demonios me dijiste que te acompañara? me hubiera quedado con Daphne.

-Fue una excusa para buscar a Astoria... Daphne puede esperar, tienes todo el año para declararte- dijo el moreno dirigiéndose a buscar a la chica.

La castaña recorría cada compartimento sintiéndose más a gusto que la primera vez que lo pensó; las personas se veían agradables, siempre con sus caras felices, riendo por una que otra broma y compartiendo aquellas aventuras vividas en las largas vacaciones de verano.

-¿Deseas algo del carrito?-preguntó la señora.

-No gracias- respondió Astoria amablemente.

-3 varas de regaliz, por favor- pidió una chica pelirroja -Hola, ¿eres nueva?

-Sí, soy Astoria, mucho gusto- respondió la castaña tendiéndole la mano.

-Mi nombre es Ginny, es un placer. ¿A qué año vienes?- dijo estrechando su mano.

-A cuarto.

-¡Igual que yo!

-¡Es genial! Eres la primera que conozco que va conmigo, los amigos de mi hermana son un poco raros.

-¿Tienes hermanas? De pronto pueda conocerla.

-Yo creo que sí, se llama Daphne

-¿Daphne Greengrass? ¿Eres su hermana? No se parecen en nada.

-Sí, lo sé- río la castaña -La verdad es que ella se parece a mamá y yo a papá.

-Vaya... Y supongo que quieres entrar en Slytherin.

-La verdad me da igual en que casa quede, aunque mis padres quieren que quede con ella para que me "cuide"- dijo rodando los ojos -Son algo sobre protectores.

-Ni lo menciones... Soy la menor de 6 hermanos, ya te podrás imaginar- dijo Ginny.

-Espero que quedemos juntas, me agradas- dijo Astoria con una dulce sonrisa.

-Eres muy amigable, no eres como aquellas víboras... Dudo que quedes en Slytherin. Espero que quedes en Gryffindor, es lo mejor.

-¡Me encantaría! Seria genial estar juntas.

-¡Astoria!- escucharon el grito de una rubia algo molesta.

-¿Nos vemos en el colegio?- preguntó la castaña con una sonrisa, al ser interrumpida por su hermana.

-Claro que sí- respondió Ginny devolviéndole la dulce sonrisa que la castaña le había dedicado.


Hola!

Espero que esta nueva historia les guste, está dedicada a todos lo fanáticos del Drastoria (Draco-Astoria)... Este Fic ya está algo avanzado en otra página web, actualmente están publicados 25 capítulos, donde sigo actualizando con frecuencia, pero que quise compartirla también en esta página. Mis actualizaciones dependerán del gusto que vaya teniendo a medida que publique un nuevo capítulo. Acepto ideas y opiniones de cualquier tipo, de verdad que les agradecería que me las hicieran saber, ojalá que les guste... Saludos!