Batman del Futuro es propiedad de Warner Bros. Batman fue creado por Bob Kane.
Antes que todo gracias a todos los que lean esta historia. Es una continuación del capítulo en donde Bruno Diaz es rejuvenecido por los pozos de Lázaro.
Fuera del Pasado by Lars Black.
Capítulo 1: Joven otra vez.
Todo lo que había sucedido en esa semana era por demás extraño, y como Bruno Diaz dijo una vez: "In natural".
Después de la explosión del pozo de Lázaro, todos creyeron que Bruno poco a poco regresaría a la normalidad, y al principio así había sido, pero cuando llegó el tercer día el envejecimiento se había detenido y poco a poco empezaba a rejuvenecer.
Terry regresaba de su ronda nocturna, estaba exhausto, ya que los guasones habían irrumpido en el museo de Ciudad Gótica y habían causado un caos total.
-¡Esto es Increíble!- se quejó. -Ya casi amanece y todavía tengo que hacer todos los deberes del colegio-
-Nunca dije que esto seria fácil- le contestó Bruno, mientras analizaba unos datos en su computadora.
Terry se acercó. -¿Todavía buscas información sobre los efectos secundarios de los pozos de Lázaro?-
Y Bruno lo miró severamente.
-Bueno, es que solo creí que esto de rejuvenecerte un poco no estaría tan mal-
-Si, tan solo fuera un poco no habría problema- contestó Bruno, -Pero si sigo a este ritmo en menos de un mes me habré convertido en un niño-
Justo decía eso cuando varias de sus canas y arrugas desaparecieron.
-Creo que tiene razón- contestó Terry. -No creo poder con el trabajo de niñera-
Y Bruno lo fulminó con la mirada.
-Bueno, bueno, ya me voy, todavía tengo que hacer los deberes del colegio.-
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.-Terry, Terry, ¡Terry, ¡Despierta!-
Terry abrió los ojos, Su mejor amiga Max lo zangoloteaba, se había quedado dormido justo a la mitad de la clase.
-Ahora no mamá, todavía tengo mucho sueño- contestó medio dormido. Y el resto de la clase estalló a carcajadas.
Terry bajó la cabeza.
-Se ve que no tuviste una buena noche-
-Para nada Max, y a eso debemos unir los problemas que el señor Díaz tiene-
-¿Qué problemas?- preguntó Max algo intrigada.
-Bien, Recuerdas cuando le ofrecieron al viejo volver a ser joven-
Max asintió.
-Bueno, al parecer algo en el proceso salió mal y ahora no deja de rejuvenecer-
-Eso no esta tan mal- comentó Max.
-Claro, si lo que deseas en convertirte en Feto antes de un mes-
-Bueno, eso cambia las cosas- y Max buscó algo en su mochila. -Y ya pensaste lo que pasará cuando llegue a un punto crítico.-
-La verdad, no deseo siquiera pensar en eso-
Mientras tanto en la residencia Díaz Bruno seguía recopilando toda la información que podría necesitar, tomó unas cuantas muestras de sangre y empezó a analizarlas. Mientras lo hacía las canas de su cabello desaparecieron por completo. Tenía que apurarse, ya que el efecto al parecer se estaba acelerando.
Pero lo único que pudo descubrir era que as células de su cuerpo se regeneraban de una manera más rápida de lo normal,
Eso le dio una idea, y empezó a trabajar en una fórmula de inmediato.
Terry regresaba a la mansión después de un arduo día de escuela. Las cosas no habían mejorado nada y ahora tenía más castigos y Trabajos que nunca. Pero penas llegó notó que algo no estaba bien.
Ace se encontraba ladrando como loco desde la cerca de la mansión, Terry se apuró a entrar.
-¿Qué sucede amigo?- y lo acarició un poco, Sin embargo Ace corrió de regreso a la casa.
Terry solo se pudo imaginar lo peor. Y dejando todas sus pertenencias echó a correr hacia la mansión. Las puertas estaban todas abiertas y llegó hasta la biblioteca en donde el reloj de pared se encontraba abierto.
Terry entró a la baticueva y apenas dio unos pasos en los escalones vio como alguien estaba tirado boca abajo a la mitad del salón.
-¡Bruno!-
Terry levantó su cuerpo y lo volteó, se llevó una gran sorpresa al ver que su patrón se había convertido en un muchacho de no más de 18 años.
Sin embargo estaba extremadamente pálido y empapado en sudor frío.
-¡Bruno!. ¿Qué sucedió?-
Pero lo único que Bruno pudo hacer fue levantar su brazo y señalar un frasco que se encontraba solo la mesa del laboratorio.
Terry fue de inmediato a recoger aquel frasco, Dudaba si inyectárselo o no, pero al final lo introdujo en una jeringa y lo inyectó por completo.
Enseguida Bruno dejó de temblar, pero perdió en conocimiento por completo.
-Necesito ayuda- se dijo Terry a si mismo. Y en menos de una veinte minutos, una ambulancia sacaba el cuerpo del muchacho de la residencia Díaz.
-Creo que tienes muchas cosas que explicar McGinnis-
Terry volteó hacia el origen de aquella voz, y se trataba de la comisionado Gordon.
-Comisionada, yo no sé por donde empezar-
-Qué te parece si me explicas ¿Cómo es que un hombre de más de 70 años tiene la apariencia de uno de 18?-
-Es una larga historia- contestó Terry.
-Tengo Tiempo- terminó Bárbara.
Y Terry comenzó a explicar todo lo que había sucedido. A cada palabra La comisionado parecía preocuparse más y más.
-¿Entonces no sabes si seguirá rejuveneciendo?-
A lo que Terry negó.
-Lo mejor será tenerlo bien vigilado-
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Bruno no abrió los ojos hasta que una semana hubo trascurrido, al principio la cabeza le dolía horrores y la luz le calaba montones y no podía enfocar muy bien las cosas. Pero cuando por fin todo regresó a su cabeza se puso de pie de golpe. Extrañamente se sentía de lo mejor, se retiró todas las intravenosas, y corrió hacia el espejo del baño.
No podía creer lo que veía, simplemente no podía creerlo.
-¡Bruno! ¡Bruno!- Y la comisionada Gordon entró de inmediato al cuarto, Al haberse desconectado las alarmas del hospital se habían disparado.
Pero al no verlo en la cama toda su preocupación se fue.
-Aquí estoy- contestó una voz grave desde el Baño.
Y Bárbara entró.
Bruno se veía detenidamente en el espejo. -Mi voz no ha cambiado en lo absoluto- dijo sin dejar de mirar su reflejo. -¿Qué ocurrió?-
-Eso es lo que quisiéramos saber, Cuando McGinnis te encontró estabas en el suelo de la baticueva en estado de Shock.-
-En donde está ahora?-
-En la escuela- contestó Bárbara. -Estuvo casi tres días completos sin separarse de tu cama, tuve que mandarlo fuera-
Bruno pasó sus dedos por su cabello negro azabache. -Esto no esta bien-.
-Ni que lo digas Viejo-
La recuperación de Bruno fue increíblemente rápida, y fue dado de alta.
-Esperamos no volverlo ver aquí señor Conroy-
Y Bruno frunció el ceño.
-No le iba a dar tu verdadero nombre- dijo Bárbara mientras subían al auto.
-Y bien Bruno, ¿Qué ocurrió?-
-No lo se- contestó Seriamente.
-Sabes, incluso de joven eres como un hielo-
Y Bruno la fulminó con la mirada. -Tal vez mi cuerpo sea más joven, pero yo sigo siendo el mismo-
-Y de eso no me cabe duda, pero eso va a ser un problema...
Por fin llegaron a la masión y Ace salió a recibirlos amigablemente.
-Entonces te dejo aquí, cuando consigas algo no dudes en avisarme, si no consigues regresar a la normalidad, tendré bastante papaleo por hacer.
Bruno Frunció el ceño.
-Ya sabes, no creo que te quieras quedar encerrado todo el día en esa mansión- y Bárbara se fue. -Con ese cuerpo no creo no desees salir, sobre todo a ya sabes a que-
Bruno miró su mansión. -No lo creo Bárbara, este es un estado innatural, descubriré que fue lo que sucedió y pondré todo en orden-
-Eso espero Bruno, Eso espero- y Bárbara dejó al joven Díaz en la entrada principal.
Bruno sacó su habitual bastón, y luego se sintió estúpido, aquello había sido un acto de puro reflejo, algo a lo que se había acostumbrado por muchos años, lo dejó caer y miró a su mascota.
Lo acarició en la cabeza.
-Ace, te reto a ver quien llega primero.- y echó a correr hacia la mansión. Ace corrió tras él. Cuando llegó siquiera había sudado, eso le demostraba que se encontraba en la mejor condición de su vida.
Se miró al espejo que tenía en la entrada Sonrió, pero de inmediato negó con la cabeza.
-No, Bruno, no es normal,- se dijo a si mismo y de inmediato se dirigió a la baticueva para buscar el motivo por el cual estaba así y tratar de encontrar una cura.
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Terry volvía de la escuela, despúes de que La comisionada le había dicho que no podía hacer nada más por Bruno había vuelto a su vida normal, la verdad esperaba que Ciudad Gótica hubiera sobrevivido unos cuantos días sin Batman.
-¿Acaso no vas a trabajar hoy cariño?- preguntó su madre.
-No lo creo mamá, el señor Díaz... salió de la cuidad-
Mary frunció el ceño, -¿En serio, ¿Entonces porque está en la línea telefónica preguntando por ti?-
-¡Que!-
-Si, hijo, la llamada no tiene video pero estoy segura de que es él, su voz es inconfundible-
Terry se levantó de golpe y tomó el telefono.
-¿Señor Díaz, ¿Es usted?-
-Así, es, ¿Acaso te sorprende?-
-No. No es eso- contestó Terry mientras se llevaba una mano a la cabeza. -Es que creí que estaba en el hospital, y bueno, como la comisionada técnicamente me corrió de ahí...-
-Si, ya lo sé- interrumpió Bruno. -Bárbara me ha contado lo que hiciste...- hubo una pausa. -Pero te necesito aquí, ahora-
-Voy para allá- y colgó el teléfono.
-¿Te vas tan pronto cariño, Pensé que te quedarías a cenar-
-Lo siento mamá, surgió una emergencia en casa del señor Díaz y tengo que ir de inmediato.-
Mary McGinnis negó con la cabeza. -Sabes Terry este trabajo tuyo te está quitando demasiado tiempo, me gustaría que...-
Pero no pudio terminar la frase ya que Terry ya se había marchado.
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Este capítulo ya terminó.
