¡Buenas tardes! Para celebrar Halloween he decidido subir este fic, voy tarde, lo sé, pero anoche me arrastraron a una fiesta, y entre que me preparaba (tenía que dar autentico miedo) y era la fiesta no tuve tiempo de subir esto.
He aquí otra de mis creaciones, a mi parte de la historia me parece graciosa, ya me contareis que tal ;)
Disfrutad mucho de la historia. Ya sabéis que espero muchos comentarios, además, por unas maravillosas autoras he conocido la campaña"Con voz y voto", porque agregar a favoritos y no dejar un comentario, es como manosearme la teta y salir corriendo.
Nos leemos. Besos de chocolate para todos.
¡Noche de Halloween!
Mirando el calendario se dio cuenta de que solamente quedaban varios días para un día señalado, 31 de octubre. Las chicas estaban muy nerviosas por ese día, llevaban encima de ella semanas y cuando por fin acepto que todas estuvieran juntas, todo se volvió un caos.
Vestidos por allí, camisetas por allá, zapatos por todos lados, maquillaje... Parecía que estaban obsesionadas cada una pendiente de qué ponerse hasta que se dieron cuenta de que ella ni siquiera se había preocupado de qué ponerse o cómo maquillarse. Ni siquiera sabía las temáticas a elegir.
Suspirando tacho el lunes, solo quedaban cinco días para el sábado, y ella seguía sin nada a la vista. Esa misma tarde todas -menos ella- habían decidido quedar para comprar su ropa y demás accesorios. Seguro que no tendrían en cuenta su opinión, como siempre.
Tenía apuntado en el calendario la hora, las cinco de la tarde, para lo cual quedaba media hora. Si se tenía en cuenta que de su casa al centro comercial donde habían quedado solo había quince minutos, tendría tiempo de pasear a su perro por el vecindario. Plue necesitaba estirar las patitas, y ella, un poco de aire fresco.
Se reunió con su perro, el cual estaba cómodamente dormido en su cesta, tras llamarlo y darle un par de toques en sus peludas orejitas, Plue se levantó lentamente y se estiro para después brincar como loco al ver la correa.
Tarareando, Lucy inicio el camino hacia el parque que había cerca de su casa. Una vez allí soltó a Plue y le dejo correr siempre bajo su atenta mirada. De repente Plue cambio su habitual rutina de ir de árbol en árbol corriendo y saltando para pasar a correr en línea recta sobre el camino hacia un árbol en particular. Al verlo casi creyó que saltaría sobre el chico que estaba frente al árbol pero en realidad comenzó a ladrar e intentar escalarlo.
A la carrera, se acercó para saber que le pasaba a su perro. Lo cogió y le puso la cadena para intentar mantenerlo bajo control. Al subir la mirada a las ramas de los arboles vio que había un curioso-por no decir extraño- gato azul.
-Deberías vigilar a tu perro ¡ha intentado comerse a mi gato!
- Plue no intentaría comerse a nadie-sus palabras sonaban seguras pero después de ver como su perro intentaba comer desde calcetines hasta piruletas, Lucy dudaba que su perro no quisiera comerse al gato
-¡Lo he visto!- el chico encolerizado definitivamente- Se ha lanzado como loco.
Después de dirigirle una fulminante mirada al chico, Lucy comenzó a tirar de la correa de su perro, indignada- Vamos Plue, no queremos que acabemos amargados como él.
Llego a su casa casi a la carrera, por primera vez era ella quien tiraba de Plue y no al revés. Azoto la puerta con fuerza y soltó a su perro.
-Genial, solo quedan cinco minutos para las cinco
Se fue corriendo a su cuarto para coger un bolso junto con su cartera y llaves, después de despedirse de sus padres y de acariciarle la cabeza a su perrito, salió pensando en lo que pasaría entre su grupo de amigas y la tortura que sería estar toda la tarde hasta encontrar un vestido que le gustara a todas.
-Llegas tarde- su mejor amiga, Levy le lanzo una mirada enfadada mientras seguía quejándose. Rápidamente, las chicas le fueron guiando hacia una tienda de disfraces. Diez minutos después, Levy seguía con quejas.
-Tranquila Levy, ya sabes, seguramente estaría nerviosa pensando en qué comprarse. Lucy nosotras te ayudaremos. ¡Vamos!
-Erza, Juvia cree que Lucy realmente no está contenta con la salida.
-No os preocupéis, la hermana mayor Kana hará que entre en razón-su amiga se abrazó a ella y le miro burlonamente- Dime Lucy ¿no te gustaría un vestido deslumbrante y...revelador?
-N-no..¿co-como p-puedes decir eso K-Kana?- su amiga se estaba paseando entre perchas cargadas con decenas de vestidos.
-¡Pero este es perfecto!- el traje que señalaba su amiga era un mini -y con mini era quedarse corto- vestido rojo con la espalda abierta y con un tridente y una diadema con cuernos. Era espantoso aparte de no tapar casi nada
-Ese no me atrae, ¿podemos seguir buscando algo, tal vez de otro estilo?
-Tal vez deberías vestirte de caballero como yo-la pelirroja le miraba expectante.
-Mnnn…prefiero que tú destaques por ser la única caballera, Erza
-Chicas dejaos de tonterías y poneros a buscar- Levy, quien encabezaba la fila, miraba a todos lados- Casi no tenemos tiempo, y tu vestido es el único que queda. Bueno y…. ¿qué tal este?
Era un vestido precioso, se componía dedos vestidos juntos. Uno poseía una larga falda vaporosa que llegaba hasta el suelo, las mangas que también eran largas estaban hechas con la misma tela. Por encima tenía una especie de yukata que se sujetaba con un cinto amarillo. Buscándole algunos complementos adecuados quedaría bastante bien.
-Wooow- la peli azul tenía los ojos y la boca abierta- Si Juvia no fuera a juego con Gray, iría con este vestido
-Es maravilloso-Erza asintió con la cabeza y una mueca de satisfacción en el rostro- No tanto como mi armadura pero está bien
-¡Es aburrido!
-Kana, tu solo quieres que Lucy enseñe cuerpo ¿verdad?
-Claro que si Levy- la castaña se acercó lentamente a Lucy, quien puso una mueca extraña en su cara, ya se imaginaba que haría su amiga- Este cuerpo está hecho para mostrarse
-¡Kana!-el grito de la rubia resonó en la tienda y varias personas se giraron a ver al grupo que formaba. Lucy se retiró antes de que nadie viera nada, pero Kana no solo le había tocado un pecho sino que además le había dado un cachete en el culo. Realmente su amiga era una gran pervertida.
-Definitivamente nos llevamos este-su amiga pelirroja se giró y las miro a todas- Finalmente ya podemos ir a la fiesta, todas tenemos ya la ropa asique el sábado quedamos en mi casa. A las siete de la tarde sin falta.
La semana paso rápida, las chicas no hacían más que comentar lo bien que se lo pasarían en la fiesta, lo mucho que deseaban conocer gente, la borrachera que cogerían… Lucy no sentía realmente ganas de que viniera el sábado, después de todo ella era del grupo de mujeres que se quedan en casa los fines de semana leyendo frente a la chimenea o en el jardín. No detestaba las fiestas pero ir a una que seguramente atraería a mucha gente era agobiante.
Por fin llegó el sábado, y como se imaginó todo estaba lleno de gente, y Lucy ya se estaba agobiando. Erza y Juvia habían insistido en quedar en el pub con sus novios y los amigos de estos, y ella empezaba a dudar de que eso fuera buena idea. No es que no le gustaran las parejas de sus amigas, los adoraba pero casi no conocía a los posibles amigos de Jellal y Gray, aparte de alguna que otra foto no sabía nada de ellos y no estaba segura de que fuera buena idea quedar sin conocerlos.
De todas formas se estaba agobiando entre tanta gente y necesitaba un descanso, aviso a sus amigas de que saldría fuera y negó con la cabeza cuando Levy se ofreció a acompañarla a la puerta, estaba hablando cariñosamente con un chico aterrador lleno de piercings -seguramente era su disfraz- y que la ella se comportara así cuando solía ser tímida con extraños significaba algo.
Se dirigió lo más rápido posible entre tanta gente, sentía mas asfixia todavía y tenía los dedos de los pies molidos a pisadas, además...¡ya le habían entrado cinco veces!
Con la cabeza llena de preguntas, siguió adelante realmente molesta porque enserio, ¿Cuantos metros había desde el sitio en el que estaba y la puerta? ¿Cómo de desesperado podía estar un hombre? ¿Porque todos eran tan pesados?
Vale que su ropa era un poco insinuante pero no por eso tenían que abalanzarse sobre ella casi babeando. Llego a la puerta sin muchas más molestias a parte de algún que otro roce "casual" y una mirada de su parte hacia el pobrecillo que se atrevía a tocarla. Una vez en la puerta, el enorme-más bien inmenso- portero le puso un sello en la mano para que luego entrara sin problemas. La sonrisa pervertida y el escaneo del cuerpo fueron incluidos con el sello. Bufando se dejó caer contra la pared, alejada de la puerta.
Estaba respirando aire puro y descansando cuando sintió como una mano subía y bajaba por sus piernas. ¡Esto era el colmo! Se giró hacia la dirección donde procedia la mano, dirigiendo una mirada furiosa y afilada, y se quedó de piedra. ¿Qué demonios era eso? Porque no su pierna no era rozada por una mano sino por una especie de cola. Era un disfraz de cocodrilo y la persona que iba dentro-porque alguien debería estar dentro- estaba moviéndose mientras pegaba voces, si la persona se movía la cola también lo hacía y eso era lo que estaba acariciándola.
Respiro tranquila por poder evitar el tener que buscar pelea con un hombre.
-Ummmm- dudaba sobre si la persona se molestaría- Disculpe, esta dándome con la cola
- ¡Te he dicho que está demasiado lleno!- no estaba segura de sí su voz era puro enfado o alegría. Quizás la unión de ambas- Creo que tendré que irme, está muy lleno. Además no conozco a nadie- una pausa, mientras la ignoraba a ella y estaba atento al teléfono- Conozco a Erza, por supuesto. Da miedo, lo siento por ti Jellal
- Perdone-seguía siendo ignorada asique lo volvió a probar, esta vez mas fuerte y con golpecitos en la espalda- ¡Perdona!
El cocodrilo se giró-¿Es que no ves que estoy hablando por teléfono?
-Y yo llevo un rato tratando de hablar contigo- dudo durante unos segundos, recordando la poca cara que se veía- ¿Eres amigo de Jellal, verdad? Del trabajo en el hotel Fairy Tail si no me equivoco
-Si- el chico le escaneo de arriba a abajo- ¿y tú eres?
-Lucy, amiga de Erza y Jellal. También conozco a Juvia y a Gray
- Ajaaaa- le volvió a escanear, deteniéndose en su pecho. Mientras veía como despectivamente le miraba de abajo a arriba, Lucy se cabreo bastante. ¿Quién se creía que era?- Oi, no crees que vas algo...¿linda? Se supone que en Halloween se debe dar miedo
-Tu tampoco das mucho miedo sabes- ¿quién se creía que era para criticarla? Al principio pensó que era un pervertido pero su mirada era de hastío- Un disfraz de cocodrilo no es realmente para dar miedo
-¿Co-cocodrilo?- se veía sumamente humillado- ¡soy un dragón! ¡Dragón! ¿Es que no ves las alas?- se tiro de parte del disfraz, que efectivamente parecían alas y en las que no había recaído- Además un cocodrilo siempre dará más miedo que...¿que eres exactamente?
-Se supone que soy una sacerdotisa
-¿Sacerdotisa?- el muchacho soltó una risita-¿qué tiene eso que ver con Halloween?
-No estoy muy segura- ella ni siquiera quería salir, mucho menos disfrazarse-Mis amigas pensaron que estaría bien ir así
-Mis padres creen que estoy más adorable así que como vampiro
-¿Cambiaste la sangre por cuerpos?-sin saber cómo, Lucy se sentía bien hablando con él
-¿Cómo?- después de un par de parpadeos confusos siguió-No te entiendo
- Los vampiros chupan la sangre pero los dragones se comen a las personas
-Puag- la rubia tuvo que morder sus mejillas para no reír por su cara se asco- No me gusta la sangre, tampoco soy carnívoro.
Lucy empezó a reír-Ya lo sé, pero tu personaje es así
-No tiene por qué ser así-el chico la fulmina con los ojos- Que sepas que hay dragones buenos
-Bueno, exactamente no existen los dragones
-¡Eso tu no lo sabes!
Lucy se extrañó por las palabras del chico, acaso estaba loco. ¿Dragones? ¿En pleno siglo XXI? Eso era imposible. Lo miro detenidamente, no era feo, tenía una cara fuerte, con los ojos jades más bonitos que había visto en su vida y los labios carnosos. El pelo...rosa...bueno un pelo de ese color podría quedar bien en una mujer, no era muy masculino, pero realmente a él le quedaba bien el color. Como el traje le tapaba el cuerpo no podía discernir que tal sería. ¿Tendría una espalda ancha y musculosa? Lo que más le gustaba de los hombres era su espalda. Sus amigas se burlaban diciéndole que debería fijarse en otras cosas, a Erza por ejemplo le encantaba el culo de su novio. Pero a Lucy le atraían las espaldas, ella suponía que un hombre combina gran espalda podía cargar con todo, cosa estúpida ya que los problemas no pesan literalmente pero ella tenía claro cuáles eran sus gustos. Además siempre había tenido la fantasía de que su novio podría cargarla con facilidad, y teniendo en cuenta que el último chico por el que se interesó en salir, lo único pesado que podía levantar eran libros, esa fantasía seguía siendo eso, una fantasía.
-¿Qué pasa?-el chico le miraba con el ceño fruncido- Has puesto cara de idiota.
-¿Eh?
-Bueno se supone que hay que entrar ahí ¿no?
-No quiero entrar- el chico le miro como si le hubieran salido tres cabezas- Está lleno de gente y me siento muy agobiada, además los chicos no paran de va...- se calló de repente cuando sintió como le pasaban un brazo sobre los hombros.
-Oye, no te parece cruel haberme dejado tirado allí dentro-era el mismo chico rubio que le había entrado casi al llegar a la puerta- Me rechazaste sin siquiera escucharme.
Eso era verdad, ella le había rechazado antes que abriera la boca. Cuando le había mirado, Lucy pudo notar la mirada lujuriosa que el chico tenía en su cara y eso le daba miedo y asco a partes iguales. Porque aunque fuera guapa, rubia y tuviera buen cuerpo no significaba que se iba con el primero que pillaba, en su caso era todo lo contrario. Ser así le hacía tener muchos pretendientes, todos ellos se fijaban en su físico o en su apellido y no la veían a ella realmente. Por eso había tomado una decisión, no saldría con ningún chico y hasta ahora, con veintitrés años lo estaba cumpliendo a la perfección.
-¿Qué te parece si entramos y te invito a algo?
-Oye tú, no ves que no le interesas- el "dragón" le estaba defendiendo. Le cogió de la mano y de un tirón la puso al lado suyo. Sujetándole fuertemente por la cintura- Que te quede claro que no quiere nada contigo. Esta conmigo. ¿Te enteras? Con-mi-go.
-¿Ella puede elegir?- el rubio idiota le repaso de la cabeza a los pies con una mirada asquerosa- Y seguro que elegirá bien, verdad preciosa.
-Yo estoy con él-la rubia movió la cabeza hacia el pelirosa, y se abrazó a su torso- No quiero que te acerques a mí.
-Ya lo has oído, ¡Desaparece!-después de soltar unos pocos improperios contra ella y su protector, el chicos e fue por donde había venido- ¿Estas bien?
-S-si-en realidad no lo estaba. Llevaba media hora en la fiesta y ya estaba cansada. Había tenido que lidiar con idiotas como esos toda la noche y había estado en el pub, que era un sitio asfixiante esa noche- Creo que iré a mi casa, si vas dentro y te diriges a la zona de la izquierda al lado de las escaleras, veras a los chicos.
-Mmmmm…no puedo entrar -con un ligero cabeceo señaló la puerta- Estoy seguro que pisaran mi cola. Además el traje da algo de calor y entrar ahí será como ir a un horno
-Jajajaja, tienes razón. Te asaras ahí dentro-fue entonces cuando ella se dio cuenta de que seguían abrazos, y se separó rápidamente de él- ¿Qué piensas hacer?
-No sé-el joven se empezó dar golpes con su dedo índice en el mentón- ¡Ya! El centro se llena de gente disfrazada, ¿Por qué no vamos a dar una vuelta y nos tomamos algo allí?
-¿Eh?-Lucy se señaló- ¿Yo también?
-Por su puesto, irte a tu casa seria aburrido. Además ya estas disfrazada….o eso creo.
-¡Te he dicho que si estoy disfrazada! Pero…. ¿tú te has visto?- con un ligero movimiento cruzo los brazos y miro hacia otro lado- No das miedo en absoluto, eres bastante mono.
-¡No soy mono en absoluto!
Después de enviarle a Kana un rápido mensaje donde le explicaba con quién estaba y qué iban a hacer, ambos se dirigieron al centro y en el camino se fueron conociendo poco a poco. Sus nombres, sus gustos, sus mascotas, sus padres...Era la mejor conversación que Lucy podía haber tenido nunca con un chico.
-Entonces, tu gato ¿está bien?- ella no había reparado en el chico de esta mañana, y era increíble que se volvieran a encontrar ahora y que pasaran tiempo juntos.
-Sí, realmente tu perro le dio un buen susto a Happy.
-Lo siento, no sé qué pudo pasar-después de ver como Natsu señalaba un bar para que entrar, continuo hablando mientras entraba en ese lugar, que por suerte no estaba muy lleno - Normalmente Plue es muy bueno y se lleva bien incluso con los gatos.
- Pues parece que mi gato no le gusta.
Después de sentarse y pedir un par de refrescos, continuaron hablando. Lucy se sentía a gusto, descubrió que el chico vivía con sus padres y su hermana pequeña, Wendy. También descubrió que se encontró a Happy cuando tenía pocos meses y lo estaba cuidando desde entonces, era más como su bebe que como su mascota. Se hizo tarde, saco el móvil para mirar la hora y vio un mensaje de Kana. En el decía que había avisado al resto y que los chicos tenían un mensaje para Natsu.
- Natsu, los chicos dicen que debes tratarme como la dama que so ser grosero.
-¡Seguro que ese ha sido Jellal!
-Si-después de asentir, continuo leyendo el mensaje- Gray dice que procures que no me pase nada o te arrepentirás salamandra. Ademes Kana dice que puedes aprovechar que estamos juntos y solos para hacerm…
-¿Lucy?- el chico al ver que se había callado y bajaba la mirada se acercó un poco a ella- ¿Te pasa algo?
-Nada…nada, Kana realmente no dice nada- salió de los mensajes pensando en matar a su amiga que decía en el mensaje "Natsu puedes aprovechar que estáis juntos y solos para hacerle a Lucy cosas pervertidas y placenteras. Ella sigue siendo virgen asique ten cuidado ^^"Respiro profundo para sacarse esas palabras de la cabeza, cuando vio en el reloj que ya pasaban la una de la noche, decidió que debería irse a su casa.
- Me lo he pasado realmente bien-después de sonreírle, Lucy pago su bebida.
-¿Ya te vas?- el chico parecía incrédulo
-Es tarde
-Te acompaño
-No quisiera molestar
-No pasa nada- le cogió de la mano cuando salían del bar caminando. Por el camino los detuvieron un par de veces admirando sus disfraces y pidiendo que se hicieran fotos.
-Bien, muchas gracias por acompañarme- cuando llegaron la casa de la joven ambos se pararon en la puerta- Me ha gustado mucho pasar la noche contigo….ehhh…bueno, ya sabes, en el bar y todo eso.
-Ya sé a qué te refieres. Entonces...-el chico se sonrojo imperceptiblemente mientras se rascaba la barbilla con un dedo- Ummm ¿tu número? Quiero decir, ¿me darías tu número de teléfono?
-¿Eh?
-Ya sabes, podemos, umm, quedar algún día. Salir, volver a tomar algo, no sé cosas así.
Lucy sonrió encantada mientras le dictaba su número y él lo apuntaba rápidamente en su móvil, el cual, había sábado de un bolsillo oculto en su disfraz. Cuando Natsu termino de guardarlo y levanto la cabeza del móvil, parpadeo un par de veces mirándola.
-¿No me odies, vale?
Después de esas palabras se acercó rápidamente y la aprisiono entre sus brazos, juntando sus bocas. Nunca le habían dado un beso antes, pero intuía que el chico besaba bien. Sus labios parecían estar unidos con pegamento y se movían a la perfección, y él la tenía bien cogida de la cintura y la cabeza. Se separando respirando agitadamente, no sabía muy bien qué hacer en esta situación ¿chillaba?, ¿le pegaba?, ¿corría hacia su casa? O… ¿le suplicaba por otro beso?
-¿Me odias?- esa pregunta, con un tono de voz dolido, le llego al corazón. ¿gritar, pegar o esconderse de ese chico? A ella le había encantado el beso, aunque fuera robado y fuera su primer beso
-No, no lo hago. Me has gustado mucho
Sonrió enormemente y la levanto en brazos dando vueltas, después se despidió de ella con la sonrisa en su cara mientras agitaba la mano y se alejaba corriendo. Lo vio quedarse parado en la esquina y sintió vibrar el móvil. Cuando lo miro vio un mensaje de un número desconocido
"Entra en casa. No me iré hasta verte entrar. Ah… Cierra bien el cerrojo"
Lo miro y levanto la mano, despidiéndose para luego entrar en su casa. Mientras se dirigía a las escaleras para subir a su cuarto volvió a sentir vibrar el móvil. Sabía que era él, sus amigas probablemente seguirían en la fiesta. Tenía que darse prisa en guardar su número de teléfono.
"Buena chica y buenas noches"
Y así acababa su noche, una doncella que conocía a un dragón y se enamoraba de él. Bueno, todavía era pronto para decir que lo amaba pero definitivamente Natsu iba en la dirección correcta para enamorarla.
FIN
