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Los personajes de Naruto, pertenecen a MASASHI kISHIMOTO, yo los tome prestados para hacer el fic...Si el manga de Naruto fuera mío Hinata aparecería en mas de un capítulo Muahahahaha...

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Enamorado De Mi Hermosa Imoto

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One Shot

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El joven Itachi Uchiha suspiró y se pasó una mano por su cabello oscuro. La tenue luz de la lámpara de estudio bailó sobre él, creando una breve ilusión de halo, que se arruinó cuando se empujó hacia abajo de nuevo, plano contra su cráneo. Su cabello tenía un azabache perfecto, que era suficiente para hacer que cualquier hombre se sintiera celoso. En Itachi esto era natural, como eran sus grandes ojos negros, con gruesas, onduladas y oscuras pestañas, para completar su rostro, tenía amplios hombros y cuerpo musculoso de un atleta natural, practicaba varios deportes en la universidad. La belleza de su rostro había atraído a gran cantidad de mujeres -y un buen número de hombres también- pero Itachi no estaba interesado. A él le gustaba mantener su mente en su carrera de la universidad, y la apariencia física, incluso la propia, no era importante para él. Su vida era perfecta, su familia era de las más reconocidas en Konoha, estudiaba en la mejor universidad, su promedio era el más alto en toda la facultad de medicina, pertenecía al grupo de los Akatsuki, los miembros de este club eran los más destacados en toda la universidad y tenía una novia que muchos desearían tener... Itachi creía que lo tenía todo y que nada lo podía desviar de sus metas, pero no sabía cuan equivocado estaba y eso lo estaba comprobando en este mismo instante.

Desde la primera vez que Itachi la vio supo que algo muy dentro de el había cambiado, cabello largo negro azulado, ojos perla heredaros de su madre, hermosa piel de porcelana, Hinata irradiaba belleza desde la cabeza hasta la punta de los pies acompañada de un aura de inocencia que perturbo al Uchiha de una manera poco común en el. Ella se mudo al apartamento que el compartía con su padre, desde ese día su vida se volvió un total infierno, dejo de ser el Uchiha que todos conocían para convertirse en el ser mas repugnante y despreciable del mundo... por la culpa de su pequeña hermanita Itachi no tiene tranquilidad y sus noches se habían convertido en un verdadero calvario, por qué tenerla tan cerca de el, durmiendo en su misma habitación no ayudaba en nada todo lo contrario, para Itachi todo se transformo en un calvario en una tentación y no sabía hasta cuando podría contenerse.

No podía dejar de pensar en su hermanita por eso la había estado evitando desde su llegada, pero ¿cuánto mas podía contenerse?

Oyó un repentino golpe en la puerta de su estudio, y una suave, familiar voz llamando:

— ¿O-onii-c-chan? ¿E-estás allí?

Hinata tocaba la puerta del estudio de su hermano, esperando que su Onii-chan le abriera. Había intentado hablar con él pero había sido imposible el siempre encontraba la manera de ignorarla. No era como que ellos fueran cercanos, pensó con amargura. No sería una sorpresa, si él la odiara por el engaño que su padre había hecho con la madre de Itachi y de ese engaño ella había nacido; eso no era nada fuera de lo normal. Yo no debería estar aquí. No era la primera vez que el pensamiento cruzaba su cabeza. Había estado pensando en esto desde que llego a la ciudad de Konoha sin nadie esperándola. Después de la muerte de su madre, Hinata decidió buscar a su padre y vivir con él y su hermano, le pareció una buena idea. Un nuevo comienzo, y no solo para no estar sola sino también para compartir con la única familia que le quedaba. Ella había querido estar cerca de Itachi, saber que él estaba cerca si lo necesitaba. Y para dejarle saber que ella estaba cerca por si él la necesitaba. ¿Qué mejor forma de hacerlo que estar pendiente de él?

Él siempre la evitaba. Siempre lo hacía. Como lo estaba haciendo ahora. Ella tocó una vez más antes de alejarse. Por lo menos no se podía decir que no lo había intentado…

— ¡Hinata! ¿Qué estás haciendo aquí?—Enmarcado en el umbral por luz dorada pálida, su hermano mayor parecía un ser de otro mundo.

—Vine… vine…—la lengua de Hinata se había hecho de alguna forma un nudo. Su corazón comenzó a palpitar, y las palmas de sus manos se humedecieron. ¿Qué estaba mal con ella, de todas maneras? No importaba cuan perfecto él luciera; él era solo su hermano. Entonces Itachi pasó una mano por su largo cabello negro, arrugando y destrozando la ilusión de belleza.

—Entra—dijo ásperamente. —O vas a quedarte hay como una tonta.

—G-gomen—dijo Hinata, rozándolo al pasar. ¿Era su imaginación o él había presionado su espalda contra el marco de la puerta, tratando de no tener contacto con ella cuando pasó? ¿Por qué él siempre con esa actitud no-tocar? esto hacia que Hinata se sintiera verdaderamente mal, ella amaba a su hermano y deseaba que el la amara también.

—Y-yo quería d-discúlpame por lo de hoy... Sé que no d-debí de invadir tu espacio pero solo q-quería hablar contigo O-onii-Chan y quería llevarte algo de comer... Gomenasai...

—Cuantas veces te he dicho que no me digas Onii-chan, eres una verdadera molestia—Él tenía el ceño fruncido; sus brazos cruzados sobre su ancho y musculoso pecho. Cuanto hubiera deseado no escuchar esas palabras salir de su boca. Hinata bajo su rostro y trato de contener las lagrimas que amenazaban con salir de sus ojos lavanda.

— ¿Te he dicho que tu presencia me molesta?—Su voz estaba espesa con desagrado.

Hinata sabía que no debería haber esperado cualquier otra reacción, pero ella no podía evitar la sensación de hundimiento en su estómago. Todavía, ella levantó su barbilla y lo miró fijamente.

—Sí. ¿P-pero porqué?

—Hinata, ni siquiera deberías estar en el mismo lado del país que yo, y mucho menos…—Él se interrumpió, sacudiendo su cabeza. —Al ver como Hinata empezaba a llorar, eso lo hizo sentir peor.

De repente, toda la tristeza que estaba reprimiendo salió.

—Y-yo no t-tengo la culpa de lo que n-nuestro padre le h-hizo a nuestras m-madres—

Hinata puso una mano sobre su boca para acallar sus sollozos

—Lo se—Su voz era tranquila y estoica, pero el dolor en sus ojos era tan agudo como un escalpelo. — y era verdad Itachi, no culpaba a Hinata por lo que había pasado con sus padres pero si por los sentimientos que despertaba en el.

—N-no te e-entiendo, por mas que t-trato no lo logro, dices que no me c-culpas, pero me c-consideras una molestia ¿P-por qué?—Hinata se mantuvo con más fuerza, tratando de no temblar.

Hinata dio media vuelta dispuesta a salir corriendo de la habitación, pero la mano de Itachi sobre la suya la detuvo, el, la tomo con fuerza y la abrazo como lo había deseado hace tiempo, sentirla entre sus brazos fue la sensación más placentera que había experimentado, no quería dejarla ir...

Hinata sintió los fuertes brazos de su hermano presionando su pequeña cintura y un sentimiento extraño se instalo en su vientre.

Hinata abrazo a su hermano y se pego mas a él.

—No llores, Hinata, —le rogó. —Vamos, por favor, no…

—Yo... Yo no p-puedo e-evitarlo—Las palabras salieron de entre otro sollozo ahogado.

—Tú... tú no me q-quieres. N-no te i-importo.

—Me importas mas de lo que crees y ese es el problema—Le dolía el corazón por ella, por el dolor en esos grandes ojos color de luna. Sin pensar en ello, él bajó la cabeza y apretó los labios con suavidad en sus párpados, desapareciendo con sus labios las lágrimas. Tenían un sabor salado y dulce al mismo tiempo, y de alguna manera se encontró deseando besar sus labios.

Itachi sintió un incendio que podría salirse de control y quemarlos a los dos, Itachi lo sabía de alguna manera tener a su hermanita en sus brazos y acariciarla de manera tan intima le parecía totalmente natural, como si fuera algo que había estado esperando toda su vida por hacer.

En su interior sabía que estaba mal, pero se sentía tan bien. Se sentía como estar en casa, como encontrar un parte de sí mismo que ni siquiera sabía que estaba perdido. Hinata encajan perfectamente en sus brazos. En un ataque de lucidez Itachi aparto bruscamente a su pequeña hermana de su regazo.

Necesitaba salir de ahí, sino lo hacía cometería el peor error de su vida, su hermanita menor era tierna dulce e inocente, quien era él para dañarla.

El Uchiha salió del apartamento a toda velocidad dejando a Hinata triste y decepcionada, en estos momentos en lo único que pensaba Itachi era el ahogar sus penas con el alcohol.

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Horas mas tarde Itachi dentro al apartamento, tropezándose con los muebles de la sala, había tomado tanto que no sabía como había logrado llegar a su hogar, pero lo único que quería era olvidar que deseaba hacerle el amor a su tierna hermanita 7 años menor que el... Pero lo que creyó podría borrar con el alcohol, aumento las ganas de lo prohibido, con paso lento se dirigió a la habitación que compartía con su Imoto y la vio dormida.

Itachi se acerco hasta ella y aspiro su dulce olor a lavanda, sus instintos despertaron en un ansia de querer tener mas de ella, mucho mas, el Uchiha subió el camisón de su Imoto hasta la cintura aprecio la suave y cálida entrepierna de sus bragas color blanco virginal y quiso pasar su lengua por sus pliegues Oh, Hinata. Te quiero. Te amo tanto. Te necesito tanto. Todo lo que podía pensar era en tomarla. En ponerla bajo él y apartar su ropa interior de algodón húmedo a un lado para colocar la cabeza de su polla en su sexo húmedo y suave. Ella estaría apretada, tan apretada, pero sería gentil, y de alguna manera sabía que encajarían a la perfección. Como una llave deslizándose en una cerradura. Encajarían perfectamente...

Hinata dormía tan plácidamente que Itachi se animó a ir mas lejos y bajo una de las tiras de su pijama dejando uno de sus senos al descubierto. La excitación se hizo fuerte, en ese instante, Itachi se sintió como un verdadero monstruo, el aprovecharse de su dulce y virginal hermanita era la peor abominación, pero el alcohol mesclado con su excitación pudo más que su razón.

Tomo la otra tira de la prenda para descubrirla por completo. La visión le fascinó. Tenía unos enormes y preciosos senos, redondos y altos, con apuntados botones rosados dormidos que parecían llamarle a gritos pidiendo ser atendidos eran iguales a como los había imaginaba en sus sueños, porque tenía que aceptar que desde que ella fue a vivir con ellos, Itachi empezó a fantasear con su hermanita, primero eran escenas tiernas y llenas de inocencia pero con el tiempo fueron cambiando.

Hinata se agito en sueños y Itachi temió por un segundo que se despertara, pero no simplemente se giro buscando otra posición y se quedo tumbada boca arriba.

Estaba totalmente deseable así, el cabello negro azulado se esparcía por la almohada, las piernas desnudas y los pechos escapándosele del camisón. Ajena al deceso que despertaba en su hermano mayor. Al ver la calma con que dormía se aventuro a acostarse a su lado, se quedo apoyado sobre su brazo derecho contemplando cómo dormía su hermanita, tan cerca de esta que sentía el pequeño soplo de respiración y el calor que desprendía su cuerpo. Itachi decidió correr el riesgo, rozo muy lentamente su mejilla con su mano libre y como Hinata no dio signos de despertar, se atrevió a acariciar sus senos desnudos primero con su mano y después con su boca, eran de verdad irresistibles, tentadores, perfectos.

Hinata exhaló un débil suspiro, Itachi no pudo contenerse mas y beso a su pequeña hermanita, fue un beso suave, tierno lleno del amor, no quería asustar a su imoto, solo quería sacarla de su sueño. Sus labios se dedicaron a degustar los suyos con insistencia, esperando su reacción.

No tuvo que esperar demasiado.

— ¿O...onii-c...chan? ¿Hinata? ¿Quieres que juguemos?—La pregunta la saco de su ensueño, y Itachi rápidamente se posiciono encima de ella, acerco su rostro al de su Imoto y la beso de nuevo.

"Hinata" se tensó contra él y empezó a golpear su torso, estaba asustada no entendía lo que estaba pasando, la joven forcejeo tanto como pude pero termino por ceder ante la insistencia, luego se fundió en el beso, entregándose a sí misma con una dulzura incondicional que despertó un calor en su interior. Un calor que podría salirse de control, Itachi lo sabía. Pero no le importaba, no podía prestarle atención. A pesar de que nunca había hecho un solo avance sexual hacia ella antes, de alguna manera ya no le importaban las consecuencias.

Hinata encajan perfectamente en sus brazos, y su boca era perfecta debajo de la suya. Flexible, caliente y ansiosa, ella abrió los labios para él, invitando a su lengua a explorarla, una invitación que Itachi aceptó con entusiasmo.

Itachi profundizó el beso, su lengua invadiendo su boca como si tuviera todo el derecho, aprendiéndola, adueñándose de ella de una manera que nunca había sido antes reclamada. El Uchiha podía sentir los pezones de su Imoto poniéndose rígidos contra su pecho. Itachi empezó a moverse como si tratara de embestirla…

Nunca se sintió más indigno de ese amor y confianza. Él era un monstruo. Una bestia. Un pervertido. ¿De qué otra manera se puede llamar a un tipo que se besuquea con su propia hermanita pequeña? ¿Que trataba de robar su inocencia en medio de la noche?

— ¿Oni-chan?—creyó oír a su hermana decir.

—Silencio, no hables solo disfruta—

Avanzo su mano hacia sus nalgas, tomándolas posesivo, ella exhaló un claro gemido. Itachi se apresuro a tapar su boca con la suya, cuando dejo de besarla su boca se apodero de uno de sus pezones lamiéndolo y mordiendo, sus manos descendieron entre las piernas de ella, su piel era suave, tersa y sensible; a cada caricia. Itachi abrió las piernas de su hermana, bajo su ropa interior y con cuidado apoyo su dedo índice contra su acogedora intimidad, la noto mojada y dispuesta, la excitación de Itachi aumento, deslizo sus dedos por entre aquellos otros estrechos y ardientes labios extendiendo su humedad sobre ellos. Ella se quejó suave y se abrió más... Itachi se detuvo y cerró los ojos cuando los volvió a abrir vio a su hermanita estaba prácticamente desnuda, con los pechos escapándosele de la pijama, las rodillas dobladas y las piernas abiertas, expuestas y abiertas para él. Y el sin poder evitarlo sintió el aberrante deceso de penetrarla y hacerla suya, deseaba con todo su alma ser su primer y último hombre, pero era estúpido no podía desvirgar a su Imoto ellos no se podían amar y él en estos momentos estaba corrompiendo a su hermanita… o eso creía Itachi, lo que él no sabía era que era otra mala pasada que su mente le jugaba.

Cogió aire y luchó contra sí mismo mientras reanudaba sus caricias haciéndola jadear, "Hinata" empezó a tensarse y su respiración era sofocada, sus manos se aferraron a las sabanas, los capullos rosados que eran sus pezones se erijan endurecidos, a la vez que sus piernas se abrían de par en par.

Itachi la sentía ya completamente humedecida bajo sus dedos, suave y resbaladiza, concentro sus caricias en su pequeño botón superior y hoyo como su hermanita gemía.

Itachi vio como su hermanita arqueo su espalda y giro la cabeza con la boca abierta en un espasmo de puro placer, era maravilloso sentirse así tocar a Hinata era lo más placentero y delicioso que había sentido en toda su vida, la amaba y la deseaba como a ninguna otra mujer ni siquiera con su novia sentía lo que su tierna y delicada imoto lo hacía sentir he imaginar.

-Hinata Yo...-

-¿Hinata...? porque llamas a tu hermana-

Itachi se estremeció al oír esa voz, abrió los ojos lentamente y lo que vio le sorprendió lo alarmo y sintió ganas de vomitar, debajo de él no estaba su dulce e inocente hermanita no, la persona a la que le había proporcionado placer era su novia Sakura Haruno.

Como era posible que su mente jugara de esta manera con él, imaginar que Sakura era su amada hermanita era el colmo, pero el alcohol mesclado con la necesidad de tenerla entre sus brazos lo hizo crear una fantasía tan real y deliciosa que cayó ante esta como un tonto. Se sentía mal con Sakura por hacerle eso, ella no lo merecía sabia cuanto lo amaba y el hacerle esto lo entristecía y lo hacía sentir la peor basura.

-Hmn… perdón...- fue todo lo que pudo decir, que mas podría decirle a su novia que la había masturbado a ella pero que en realidad a quien veía cuando la acariciaba era a su Imoto.

Sakura lo vio sorprendida Itachi había estado muy raro esos últimos meses, hacia tanto que no la tocaba ni le hacía el amor, se sorprendió cuando Itachi entro a su cuarto y se abalanzo contra ella besándola y tocándola como nunca lo había hecho, eso la asusto en un principio pues no lo reconoció pero después de ver su rostro la hizo extremadamente feliz que se dejo hacer lo que el quiso, sus caricias sus besos, sus deliciosos y largos dedos en su intimidad la habían vuelto loca de pasión... pero su amado Itachi había llamado a Hinata y después se había disculpado, eso de alguna forma la hacia sentirse desilusionada, pero no sabía por qué.

- No hay nada que perdonar Itachi Kun- Sakura decidió olvidar el comentario y hacer como si nada hubiera pasado, amaba demasiado a Itachi como para dejarlo ir. Además todo debió ser un mal entendido porque Hinata erra la hermana menor de su novio.

-Hm-

Itachi se bajo de la cama y se encamino al baño se quito con rapidez y enojo su ropa y arrojo al suelo molesto las ultimas prendas manchadas mientras abría la llave del baño, necesitaba ducharse.

Sí, aunque le avergonzase reconocerlo y se sintiera la peor porquería del planeta, Itachi se había corrido, completa, rápida e incomprensiblemente, cuando creyó ver el inocente y perturbador éxtasis de Hinata su pequeña y hermosa Imoto.

Aunque de alguna manera se sentía aliviado de que todo hubiera sido una mala jugada de su pervertida y malvada mente, por que por lo menos su hermanita no tendría que vivir con la culpa de haber hecho lo prohibido

Fin

Que les pareció...?espero les haya gustado, sé que muchos no quieren a Sakura incluyéndome pero... quise hacer este fic donde ella fuera la novia de Ita pero como ven Itachi ama a su pequeña hermanita y no a su actual novia... 100% ITAHINA.

De pronto hago una conti... De pronto

SAYONARA:=)