El sol anunciaba ya medio día. En Sweetapple Acres, el trabajo diario estaba casi terminado; Hacia falta guardar las manzanas que se recolectaron durante la mañana.
Mientras, cierta poni naranja llenaba las carretillas con los dulces frutos, su hermano regresaba para llevar otro cargamento.
-Ya falta poco Big Mac, parece que hoy tendremos tiempo de relajarnos- Decía Applejack pateando por última vez un manzano, dejándolo sin frutos maduros.
-Si- Respondió el corcel rojo para luego depositar las manzanas en la carretilla.
Caminaban en silencio; el cansancio y el calor del sol les permitían únicamente disfrutar del verano y del camino hacia la granja. No había más que decir, el trabajo estaba hecho y solo esperaban poder descansar el resto del día.
-¡Ya volvieron!- Grito la pequeña Applebloom para seguidamente recibirlos y ayudarles con los rojos frutos.
-¿Qué prepararon hoy?- El hambre de Applejack era notoria.
-Nada- Respondió la pequeña semilla de la familia.
Sus hermanos intercambiaron miradas incrédulas y preocupadas, más aun con la tranquilidad que venía acompañada de la respuesta.
-Entonces ¿Vamos a salir a algún lado en Ponyville para comer?- Pregunto la segunda hermana levantando uno de sus cascos delanteros.
-Alguien más preparo hoy el almuerzo; una amiga tuya-
-¿Una amiga?- Volvió a cuestionar.
-Deberías dejar las preguntas y entrar en el comedor, hoy el almuerzo para ti va a ser muy especial- El tono burlesco de la pequeña Apple por poco logra irritarla. Pero, era más importante el saber quién estaba preparando el almuerzo de ese día.
Applejack pensaba en sus seis amigas, alguna de ellas que esté interesada en un favor especial, esa sería la causa de la preparación culinaria el día de hoy. Aunque, también se le paso por la mente, la idea de que una reciente princesa le haya pedido a su alumna pasar tiempo con sus amigos y prepararles comida. Esa sería una opción que no daría por hecho todavía, luego, recordó a una poni intromisoria; aquella que le gustaba hacer pasteles y que por alguna razón no podía elaborar sus experimentos en Sugarcube corner, puesto que ahora, los realizaría en la cocina de su casa. Esa posibilidad la preocupo un poco.
No podía seguir pensando más sobre el anfitrión, su estómago le recordó que para pensar se necesitan energías, así que se dejó sorprender al momento de entrar a la cocina.
-¡Oh! por fin llegaron, estaba tan emocionada que no podía esperar para darles a probar este delicioso platillo que aprendí en mi último viaje-
La poni naranja no podía creer que su amiga más sofisticada fuera siquiera a poner un casco en la cocina de su casa por iniciativa propia. Decidió guardarse su cara de asombro y la saludó normalmente.
-Hola, Rarity. ¿Cómo has estado?-
-Muy bien querida, gracias por preguntar. Pero hablaremos más tarde, por ahora…- Realizó una pausa mientras utilizaba su magia para llevar los platos a la mesa y continuó.
-Es hora de comer- Con gran entusiasmo dejó que los Apple comieran lo que había preparado. Era una combinación de paja seca y unas papas condimentadas que cubrían unas cerezas, otorgando un leve sabor dulce al plato.
Después de un rato el resto de la familia dejó el comedor, no sin antes agradecer a la brillante poni por la amabilidad de prepararles el almuerzo. Applejack se quedó para limpiar la mesa y de paso preguntar por las intenciones de su amiga.
-Así que, Rarity. Me gustaría saber una cosa- Indicó la poni granjera al momento de dejar los platos en el lavadero.
-Si te refieres a la preparación de este plato, puedo decírtelo- respondió con una sonrisa un tanto forzada.
-Tú y yo sabemos que el almuerzo no es la única razón por la que estás aquí-
Un suspiro profundo salió de Rarity quien apenas había tomado el primer plato para limpiarlo.
-Eres buena viendo a través de cada poni- dijo al momento de sentarse en una de las sillas del comedor, para luego dejar caer su cara en la mesa, soltando otro suspiro, esta vez mas estridente que el anterior.
-Antes de que digas tus razones, déjame decirte que la comida quedó deliciosa- Mencionó la poni naranja mientras se sentaba al lado de su amiga.
-En verdad te lo agradezco- Continuó con una voz muy calmada y suave –A demás, sé que algo te está preocupando, esos relinchidos no son cualquier cosa ¿En qué puedo ayudarte?-
Rarity levantó su cabeza y decidió contarle a Applejack lo que ocurría.
-Veras. En mi último viaje a Canterlot me encontré con una poni que cultiva cerezas, tú la conoces bien-
-Oh. Cherry Jubilee, pero ¿Qué hacía allí?- Intervino Applejack
-Realizaba entregas a los restaurantes de la ciudad. No quería parecer maleducada, así que la invite a comer. Pero, para mi sorpresa, resulta que es familiar del dueño de uno de los restaurantes más lujosos de Canterlot. Allí tuve una charla con el cheff y me enseño a realizar el platillo que les hice hoy-
La granjera no escuchó nada raro en el relato de su amiga, por lo tanto decidió prestar un poco más de atención antes de intervenir.
-Durante la charla, mencionaron el matrimonio del hermano del cheff con una granjera de Appleloosa, y que querían celebrar la boda en Canterlot-
Rarity detuvo su relato y volvió a suspirar.
-Me ofrecí para realizar los vestidos de la esposa y damas de honor, así como también el traje del novio y padre de la novia-
En esos momentos Applejack realizó un aporte.
-Pero, eso es bueno para ti. Una boda en Canterlot en donde un chef reconocido y su novia van a vestir tus ropas, es algo con lo que se puede obtener mucho prestigio ¿cierto?-
Rarity la miro decaída y luego de un breve silencio respondió.
-Yo también lo pensé, hasta que hable con el novio-
La granjera levanto una ceja demostrando cierta inquietud.
-Mencionó que en verdad quería hacer que su novia se sintiera cómoda ya que al ser del campo quizás se sienta atrapada en la arquitectura de Canterlot, así que me pidió realizar vestuarios con tema granjero pero sin quitarle la elegancia.-
-Pero, eso sería muy fácil para ti- Inquirió Applejack
-También lo pensé, pero…- Prosiguió la poni de crin morada.
-No consigo inspiración, no se me ocurre nada. Trate de todo y aun así me bloqueé-
El comedor quedo en silencio por un breve tiempo.
-Hasta que se me ocurrió- Rarity seguía- Tengo una amiga que puede ayudarme con eso y quizás por tus familiares en Appleloosa pueda tener contacto con la novia y entender las cosas qué le gusta.-
Applejack notó que esa forma de actuar de su amiga era muy poco común, además, era obvio que si quería ir a Appleloosa y reunirse con la prometida, tenía sus propios contactos para llevar a cabo ese encuentro.
Sabía que la razón no podía ser únicamente por sus familiares. Rarity estaba ocultando algo, pero decidió seguirle el juego debido a que la comida recibida había estado deliciosa, y si una amiga necesitaba de ella, estaría dispuesta a ayudarla en lo que fuera.
-De acuerdo, iremos juntas a Appleloosa, y hablaremos con la prometida para que tengas algo en que basar tus diseños-
Applejack dijo eso con tal entusiasmo que Rarity sonrió levemente.
-Gracias Applejack-
-Descuida, para eso están las amigas. Por cierto ¿Cuándo es la boda?-
La pony diseñadora incómodamente soltó una condensada risa y dijo.
-Dentro de tres días-
-¿¡Qué!?- La poni granjera no podía creerlo, sabía que su amiga era buena trabajando bajo presión, pero para hacer un viaje tan largo y luego realizar los vestidos y trajes, tendría muy poco tiempo. Sin contar con entregarlos en Canterlot para los ajustes finales.
-¿Eso no es muy poco tiempo Rarity?-
-Lo sé, por eso quiero pedirte otro favor-
Applejack se sintió un poco incomoda por lo que podría ser ese nuevo favor, aun así respondió afirmativa pero temerosamente ante su petición.
-Claro, no hay problema-
-Me preguntaba si Swetty Bell podía quedarse aquí mientras hacemos el viaje. Nuestros padres no están y no quiero dejarla sola durante tanto tiempo-
-Por eso no te preocupes, La abuela Smith y Big Mac la cuidaran bien.-
-Gracias querida, déjame decirle que puede venir. Voy a preparar mis cosas, tú también deberías, salimos esta tarde.-
La poni granjera sabía que el tiempo apremiaba, así que era lógico irse lo antes posible. Con un gesto afirmativo despidió a su amiga y fue a prepararse.
Mientras empacaba sus cosas, varios pensamientos surgieron en su mente. Primero que todo, ¿Cuál era la verdadera razón por la cual Rarity había llegado a pedirle ayuda? Además de su pobre justificación para pedir que la acompañase. En segunda instancia, ¿por qué ella y no otro poni? Sabía que cuando de reuniones se tratase, Pinkie Pie podía organizar mejor el lugar. Por último, quizás siendo lo menos importante, la razón del platillo que le había preparado, algo le incomodaba respecto a eso, pero todavía no encontraba razón que le diera fundamento a su inseguridad.
Terminó de empacar y esperó a su amiga de crin morada.
No tuvo la oportunidad de poner a prueba su paciencia, pues al poco tiempo Rarity y su pequeña hermana habían llegado.
-Es hora de irnos- Enunció Applejack como preparación para dejar su granja.
Juntas llegaron casi al atardecer a la estación.
El tren no tardo mucho y subieron sin dilación. La siguiente parada: Appleloosa.
