NOTAS DEL AUTOR:
Hola a todos, mi Nick en la Web es Anastacius, siempre podeis llamarme asi. Este es mi primer fic, y es el clásico "Los Cullen leen el Futuro." Sin embargo, este será mucho mas prolijo y lo voy a terminar. Quiero aclarar que los personajes pertenecen a Stephanie Meyer, y que este fanfic se lo dedico a ella por dar tan excelentes libros al mundo. Nota: Si alguien desea que sea en ingles, puedo hacerlo en ingles también, pero solo si alguien lo pide. Bueno, disfruten!
INTRODUCCION
Forks, con sus 10 grados centígrados, se hallaba bajo unos grandes nubarrones que anunciaban una lluvia inmensa para la noche. El gélido viento obligaba a las personas a permanecer escondidos en sus casas, mientras observaban televisión o disfrutaban placeres de la vida mundana. En Forks todo era repetitivo, aburrido, el clásico pueblo de la Península Olympic.
Sin embargo, en el lugar se asentaba la mayor población de vampiros vegetarianos del mundo. Su hogar, a unos kilómetros del pueblo, era del estilo que figuraba en la revista, Casa & Campo, que señalaba el status económico de sus asiduos residentes.
En el dia de hoy, si entras, escuchas un suave y dulce sonido. El correr de las teclas de un piano de roble en manos de un experto. Es poco probable que te suene conocida la canción, porque el jamás las publica, y solo son para su familia.
¡Vampiros! ¿Familia? Conceptos extraños que no suelen ir juntos en las fabulas de humanos, ¿No es asi? Los Cullen. El medico del pueblo, Carlisle, con sus 29 años de apariencia y con sus 300 años reales. Esme, su esposa y madre adoptiva de Edward, Rosalie, Jasper, Emmett, y Alice.
Esta familia llevaba siglos encubierta de los humanos gracias al genio del doctor Cullen, quien descubrió que los vampiros podían sobrevivir a base de sangre de animales, la cual tiene sustancias proteicas similares a la humana.
De esta forma, mientras no les de la luz solar de lleno en la piel y se transformen en prismas andantes, pueden simular ser humanos y tener una vida bastante normal.
Desde la llegada de Alice a la familia, unos 70 años atrás, la familia se volvió multimillonaria, gracias a el talento de la enana de cabellos negros. Ella puede ver el futuro, las acciones que nos llevan al porvenir. Eso transforma una apuesta en la bolsa de valores, a ganar miles de dólares en acciones por dia con distintas cuentas bancarias en todo el mundo.
Pero hoy algo cambiaria la vida de los Cullen. El futuro se les vislumbraría de una forma que ni siquiera Alice, la pareja de Jasper, puede igualar.
Esme dibujaba en un pequeño pedazo de papel color marfil un diseño para unos estantes mientras Alice le daba consejos sobre las decoraciones de los mismos. Ambas sentadas en la mesa del comedor. Jasper y Emmett estaban jugando videojuegos en frente del plasma de 81 pulgadas que estaba en una de las salas de estar. Aunque uno tuviera más de 300 años y el musculoso tuviera más de 60, ambos eran muy chiquilines cuando de una competencia se tratara. Los mandos solian durar poco.
-Oigan, vengan un segundo.- dijo la voz madura y firme de Carlisle desde la puerta. Hablo en un susurro, pero los oídos vampíricos eran excelentes. La música se interrumpio y todos de golpe estuvieron en la puerta.
-¿Qué esta sucediendo?.- dijo Alice mientras pasaban millones de imágenes por su cabeza. Algo en el futuro estaba por cambiar y el grupo de raritos de los Cullen, la lectora de futuros y el lector de mentes, lo sabían. Sin embargo, Alice no podía definir que pasaba, ya que las posibilidades cambiaban demasiado rápido.
-Que visión confusa, hermana- le dijo Edward mientras veía en la mente de Alice pasar prácticamente destellos de colores. El podía leer los pensamientos confusos de su familia. Luego leyó la mente de Carlisle y también quedó confuso.
-Hola! No lectores de mentes presentes aquí.- dijo Emmett levantando su mano con carita de pucherito.- ¿Queremos saber que pasa?- El siempre era cargoso, molesto, y bromista al extremo.
-Encontré una caja con cuatro libros aquí afuera cuando volví del hospital.- Dijo el doctor rubio mientras sostenia con una mano una caja de carton abierta con cuatro libros acomodados prolijamente con el lomo hacia arriba.
-¡Oh no!, corran, los libros asesinos de vampiros- dijo Emmett sobreactuando y saltando hacia atrás. –Te recuerdo que los libros no muerden, solo aburren.- exclamo con gesto serio y adusto.
Rosalie, la esposa de Emmet, lo miro como si estuviera a punto de lanzarle rayos gamma por los ojos y el se tapó la boca con la mano. Edward explicó al resto de la familia. –Es la nota. Muestrales, Carlisle- dijo con cara preocupada.
Carlisle giro la caja para que todos pudieran ver la nota pegada con cinta adhesiva. Los ojos de todos se abrieron espectacularmente, mientras Edward y su padre, a los cuales ya se les había pasado la sorpresa, barajaban diversas teorías.
"Familia Cullen, espero que disfrutéis de mi regalo. Leed y sed precavidos.
Firma: A. W"
Alice fue la primera en recuperarse del asombro. –Jamás había visto estos libros y eso que he leído muy muchos.- dijo mientras en su voz ponía un signo de pregunta. Los demás también negaron con la cabeza.
-Los títulos son raros, todos están relacionados con acontecimientos astrológicos. Quizas…- dijo Carlisle medio congelado mientras pensaba a gran velocidad.
-Son todos manuscritos, al parecer.- dijo Emmett mientras abria uno a la mitad y observaba la caligrafía por un milisegundo. Luego lo devolvió a su lugar. -¿Sabes quien es A.W, Carlisle?- dijo Rosalie con el rostro levemente desencajado. –No, la verdad no estoy seguro. Supongo que debería ser un vampiro, porque un humano jamás hubiera llegado hasta aquí sin que ustedes lo vieran, y además, ¿Se han dado cuenta de que no hay aroma ni efluvio de ninguna criatura? Tal vez lo arrojaron desde el aire.- dijo Carlisle con los ojos brillando. Le encantaba saber y esta era una nueva posibilidad. Cuatro libros podrían contener mucha información.
-Bueno, entonces, que dicen, hacemos caso a la misiva y los leemos todos juntos o los arrojamos al bote de basura.- dijo Emmett mientras Edward y Carlisle lo miraban con cara de eh… tirar un libro a la basura¿? –Vamos a leerlo.- dijeron ambos.
-Oh…, bueno, entonces me voy de caza.- dijo Emmett para intentar escapar a lo que según el sería una larga e infructuosa lectura, pero Jasper le agarró por la oreja, lo levanto en vilo y lo depositó junto a ellos. –Tú no vas a ningún lado, esto parece ser importante.- le dijo y lo miro con el ceño fruncido. Emmett se rindió y pasaron todos adentro. En un suspiro estuvieron en la mesa del comedor.
-Esto es muy raro, desde que llegaron esos libros todo el futuro se está trastornando, y no puedo ver más allá de dos o tres minutos. Quiero saber de que va todo esto, asi que yo comienzo.- dijo la enana mientras le quitaba de las manos el libro titulado CREPUSCULO a su padre.
