El Amanecer después del Crepúsculo

Perspectiva de Jasper

Acontecimientos inesperados

Desde el momento de la transformación de Bella, y el nacimiento de su hija con Edward, -mi cuñado para usos prácticos-, la vida nos había cambiado completamente a todos, tanto a nuestra familia como a la manada de los licántropos, sin mencionar que la vida no sería igual para la antigua familia de mi nueva "concuña"; Charlie y Renée extrañarían a su única hija, pero ellos estaban seguros que Bella sería feliz, y de hecho, era mejor que así lo pensaran y que jamás supieran la verdad… nosotros no correríamos el riesgo una vez más como en el caso de Bella, ninguno de nosotros lo permitiría.

Jacob tomó una gran decisión al respetar la elección de Bella en cuanto a su propia transformación; y el hecho de que los licántropos no tomaran ninguna represalia en contra de nuestro aquelarre, fue gracias al nuevo alfa. Para Jake lo único importante era salvar a Bella y no podía ni siquiera pensar en la posibilidad de no volver a verla jamás… pero ahora, todo había cambiado. Desde el nacimiento de Renesmee, -no entendía porque un nombre tan extraño- algo había cambiado en Jake, él había pensado que Bella no había sobrevivido después de su nacimiento y culpaba a la pequeña de tal tragedia. Él estaba decidido a vengar la muerte de su amada, y no descansaría hasta deshacerse de ese pequeño monstruo, aún cuando Rosalie la protegiera como si fuera su propia hija. Jake la mataría, y se llevaría también a Rose en su venganza, al fin y al cabo Rose nunca lo quiso…

Pero en el justo momento en que él había decidido quitarle la vida a mi pequeña sobrina algo extraño pasó, las emociones de Jake tomaron un rumbo diferente, igual que las de Renesmee. Jacob sentía un profundo enojo, al grado de querer matar a la hija de su amada Bella, pero luego, al ver a Renesmee, y contemplar su pequeño rostro pálido, -como la piel de nuestra especie-, redondeado y enmarcado por unos rizos perfectos y caracterizado por unos enormes ojos color chocolate, tan bellos como los de su madre Bella, sus sentimientos simplemente cambiaron, ambos se miraron fijamente y yo pude sentir la fuerza de ese sentimiento, tan fuerte como lo que siento por mi Alice, tan fuerte como lo que sienten Carlisle y Esme uno del otro, o comparado con la fuerza de Emmet y Rose, sin más rodeos, era un amor puro y ferviente como el que existía entre Bella y Edward, los padres de Renesmee.

En ese momento yo no sabía que pensar, la paz que sentí al contemplar esa escena fue de lo más extraña. Cuando Rosalie se dio cuenta de las intenciones de Jake, -ahora con un giro inesperado, el cual Rose desconocía-, se puso en guardia y pretendía proteger a la niñita, nos llamó a todos con sonidos inaudibles para el oído humano para que la ayudáramos, y todos acudimos en un instante, menos Edward que se encontraba aún en el segundo piso tratando de salvar a Bella, aunque pude sentir la desesperación y la impotencia de Edward, ya que él no quería separarse de su Bella, pero también quería proteger a su hija recién nacida.

Con lo que no contábamos ninguno de nosotros, era que Renesmee se asustaría al vernos en contra de Jake. La pequeña empezó a llorar, casi como si supiera qué le esperaba a Jacob, ella sufría por Jake… yo lo sentía. Entonces Jake salió de fase, -ya que no estaba presente nuestro traductor Edward y aunque estuviera, sería mejor así-, y nos explicó cuáles eran sus primeras intenciones, pero que ahora lo único que pretendía era proteger también a la pequeña, igual que toda nuestra familia.

Rose, por supuesto, no confiaba ni un poco en el licántropo, no dejaba a la pequeña ni un solo momento. Entonces cuando nadie podía oírnos, Alice acudió a mí, y me preguntó qué percibía yo alrededor de Jake, porque por el momento no podíamos contar con el don de Edward, él no pretendía pensar en nada que no fuera Bella, y tampoco pretendía escuchar ninguna otra mente, mucho menos la de Jake, -al menos, no en este momento-. Le expliqué a Alice que era extraño, pero que Jake, lo único que quería era estar cerca de mi sobrina, y que ésta sentía una gran necesidad cuando Jake no estaba presente.

-Es como si dependieran el uno del otro- le dije con expresión pensativa.

-Entonces, ¿Jake no está mintiendo?- sonó algo incrédula, a pesar de que sabía que yo no le mentiría.

-Eso parece- nos miramos a los ojos y nos sumimos en nuestros pensamientos.

-Sí, es verdad Alice- mencionó Edward a nuestras espaldas.

Fue en ese momento en el que Edward nos despertó de nuestros pensamientos, parece que pudo separarse de Bella por un momento, quizás la sed lo obligó.

-Jacob improntó a mi hija- dijo Edward con un gruñido.

-No te alteres, Edward. Ahora no se puede hacer nada- dijo Alice con delicadeza.

-¡Quizás si le arranco la cabeza, termine!- mencionó mi cuñado con un hilo de voz, quizás para que Jake lo escuchara.

Y no había duda, Jake podía escucharlo.

-¿Cómo está Bella?- comenté mientras usaba mi don, tanto en Edward como en Jake.

-Ella está mejor… no quiero separarme ni un segundo, pero Carlisle me convenció, llevo mucho tiempo sin alimentarme, ¿podrían acompañarme ustedes?- parece que mi don funciona a la perfección…

-¡Por supuesto!- mi esposa fue más rápida que yo y se apuntó a la caza sin pensarlo, mientras que yo seguía haciendo mi trabajo en mi cuñado.

-¡Deja de hacer eso, Jasper!... no lo mataré… ¡no puedo quitárselo a mi hija!-.

El tono con que lo dijo, nos dejó inquietados; ni Alice ni yo supimos que decir, sólo le demostramos nuestro afecto y preocupación con un abrazo.

Pero como era de suponerse Edward se relajó tan rápido, que no tuvo tiempo de volver a molestarse con Jake; todo gracias a mí.

-¿Nos vamos?

-Claro, Alice… quiero regresar lo antes posible- contestó Edward.

-No te preocupes por Bella, ella estará bien… Carlisle no dejará que le pase nada- comentó mi esposa tan segura de sí misma.

-Por supuesto, creo que puedo confiar en ti- ¿y quien no confiaría en el don de Alice?

Nos dirigimos a la sala para que Edward se despidiera de Renesmee, y claro, una vez más hice uso de mi facultad especial porque Jacob estaba a un lado de la pequeña.

Ellos no arreglarían las cosas, sino hasta que regresáramos…

-¿Cómo está mi pequeña?- Edward sonaba tan cariñoso, al decirlo con tono juguetón, mientras Renesmee estiraba su manita hasta la cara de su padre…

-Yo también te quiero, preciosa.

-No te preocupes por nada… ahora tengo que salir, pero regresaré muy pronto- su voz se percibía con desesperación.

-No, a Jake no le pasará nada.

-Está bien, él puede estar aquí contigo… al fin y al cabo, necesito hablar con él en cuanto esté de regreso- se despidió de Renesmee con un beso… lleno de amor y ternura, debo agregar.

-Te encargo a mi hija- le dijo a Rose mientras que su mirada viajaba de su rostro al rostro de Jacob, una mirada envenenada.

-No me atrevería a herirla, Edward- ¿porqué se empeñaban en ponerme a trabajar tanto?

Edward no le hizo caso y se dirigió a la puerta trasera de la casa, y en un instante ya estábamos corriendo por el bosque. Alice y yo lo seguimos muy de cerca, pero le dimos su espacio, además de que él es más rápido que nosotros.