Bueno esto es algo diferente a lo que escribí anteriormente. Es un UA. De Vegeta y Bulma, sin poderes, pero creo que quizás les llame la atención. Es una historia complicada y fuerte, de venganza y dolor, pero nunca se pierde la esperanza, de encontrar la luz, o de que alguien te reencuentre con ella.
Espero sus comentarios, si les gusta mi idea, la seguiré…besos
Capitulo 1
Todo comienza con un pequeño niño de nueve años. Su vida era la normal, para su edad, no tenia grandes lujos, pero su padre trabajaba duro para darle lo mejor, su madre lo adoraba, y trataba de darle todo el amor posible, creo que fue en los únicos años de su vida, que supo lo es la verdadera felicidad.
Pero hoy, tiene veintiún años, y su inocencia se fue de su mente hace tiempo, su vida se perdió la noche que su padres se alejaron de el.
Vivía en un barrio peligroso, muy humilde, donde es mejor cuidarse a cada paso, pero el, siendo tan pequeño, ignoraba todo esto. Una tarde volvía de la escuela, con una gran sonrisa, era el día de su cumpleaños numero once, y su padre le dijo que tenia una gran sorpresa para el. Pero al llegar a su casa, la puerta estaba forzada, entro lentamente, y al escuchar los gritos de un hombre, se oculto, y buscando la manera para no ser descubierto, pudo acercarse, para ver la escena.
Su padre estaba atado en una silla, golpeado, y bañado en sangre. Un hombre estaba parado frente a el, – ¡Nos debes dinero, y lo sabes!-grito, dándole un fuerte golpe, en el rostro del mal herido hombre.
Cerro sus ojos, apretó sus puños, y la rabia le llenaba el alma, pero el solo era un niño,¿podía hacer por su padre?, estaba asustado, pero no quería quedarse sin hacer nada. Su padre callo al suelo. No podía moverse, estaba aterrorizado, la imagen se le gravo en la mente. Aquel hombre que le dio la vida, su gran héroe, ahora estaba indefenso en el suelo, atado, con sangre brotando en cada parte de su rostro. Quiso acercarse, pero su padre lo vio, asomando su rostro tras la pared, a espaldas de su atacante, pero un simple moviendo negativo del hombre en el suelo, le hizo entender, debía ocultarse.
-No tengo dinero-dijo con dificultad, algo que causo rabia en su agresor.
-Esto se termina ahora-Saco un arma, apunto directo a su cabeza, y disparo, matándolo en el acto-Ya no nos debes nada-Dijo guardando la pistola en su cintura.
No pudo evitar la caída de sus lágrimas, pero tapo su boca, para que no se oyera su llanto. Se concentro tanto en la imagen inerte de su padre, que no se percato, del momento en que el hombre fue a la cocina, y disparo a su madre. El eco del segundo disparo le anuncio, que todo se había terminado. Estaba solo, tan pequeño, y solo.
El acecino salio por la puerta de atrás, como si nada hubiera pasado en esa pequeña casa.
El camino lentamente hacia el cuerpo inerte de su progenitor, cuando recordó el segundo disparo, corrió a la cocina, solo para encontrar a su madre en las mismas condiciones, atada de la misma manera.
Su corazón estaba lleno de ira, sus ojos solo soltaban lágrimas, pero de sus labios no salía sonido, ese día algo se rompió en su alma, y junto con sus padres, termino su vida.
Una vecina escucho los estruendos, por lo que llamo a la policía, que al llegar, encontraron, dos cuerpos sin vida, y al pequeño, sentado en el suelo, cerca del cuerpo de su padre, con los ojos rojos de llorar, pero que ya estaban secos-Pequeño ven con nosotros-dijo el policía, tomándolo de una mano, su cuerpo se movía, pero en su mente, el tiempo se detuvo.
Lo subieron a un auto, hasta que un hombre se acercó a el y le entregó un pequeño paquete-Creo que esto es tuyo, tu padre lo tenia en su bolsillo. Es justo que lo tengas-
Tomo aquel "obsequio" con sus manos temblorosas, y lentamente lo abrió. Dentro había una cadena de plata, con un dije de la letra"v", y una carta.
Aunque aun era pequeño, era más inteligente de lo que lo eran, los niños de su edad. Comenzó a leer.
-"hijo: Tu eres nuestro mayor tesoro. Tu madre y yo te amos, este es nuestro regalo, en honor a tus diez años de vida. Ya estas en camino a ser un hombre. La vida es difícil, pero nunca te rindas, lucha siempre, se que lo harás bien.
Este dije, representa quien eres, tu eres mi hijo, mi mayor logro. Vegeta.
Te amamos, mamá y papá"-
El auto arranco, no sabia que seria de el, pero lo puso, cundo llegaron a la puerta de un orfanato. Bajo, se coloco la cadena en el cuello, guardo la carta en un bolsillo y entro en aquel gran edificio. Ahora solo era un huérfano más.
Los años pasaron, se convirtió, en un joven frío, agresivo, orgulloso, rebelde, motivando su día a día, con el odio. Cuando cumplió la mayoría de edad, salio de su "prisión", como el le decía a aquel lugar –Por fin, fuera de este maldito orfanato-dijo tomando su bolso, para llevarlo a su hombro.
Camino varias horas, pero su imagen llamaba mucho la atención. Llevaba un pantalón, deportivo suelto, zapatillas también deportivas, una musculosa blanca, que marcaban los músculos de su cuerpo, los cuales el se encargo de ejercitar todos esos años. Tenia alguna que otra cicatriz en el cuerpo, a cusa de las peleas, que el mismo ocasionaba, su pelo, de color negro, elevado de una manera única. Sus ojos, eran oscuros, con una mirada bacía y penetrante. Pero lo que mas lo distinguía, era el tatuaje marcado en su nuca, de la letra "v".
Llego por fin, estaba en su casa, la que una vez fue su muerte, ahora seria su nueva vida.
Entro y aunque miles de recuerdos volvieron en su segundo, solo los ignoro. Dejo sus bolsos entre todo el desastre de la ultima vez, que estuvo abitada, salio hacia la vereda de la calle, se paro en la misma, cruzo sus brazos, y una sonrisa maléfica apareció en sus labio.-Es hora, de hacer unos cambios por aquí. Este maldito barrio, sabrá muy bien quien es Vegeta.-
