¿Cómo un día normal de convirtió en la peor aventura de mi vida?, estábamos en temporada de invierno y era uno de esos días en los que no hay nada que cazar, pero simplemente estaba ahí esperando a que algo ocurriera y de la nada vi como una mancha blanca con azul se dirigía hacia mí, parece que no me vio ya que chocó literalmente con mi cuerpo

-Auch… fíjate por donde vas- dije de mala gana, en verdad me había dolido el golpe, pero no recibía señal del otro, mire hacia abajo y no pude creer lo que veía, era una Absol, parecía cansada y agotada, como si hubiera estado corriendo en los alrededores

-Oe…- la toqué con mi pata… nada, volví a intentarlo y se movió un poco, se despertó de golpe, aturdida, me miró a los ojos y entonces volvió a desmayarse, curioso la olfateé un poco, olía a bosque, a tierra mojada, a agua y a… Houndoom, al parecer ella estaba emparentada con un Houndoom, pensé en dejarla y que él la encontrara pero mis ojos quedaron hechizados por la ternura en su rostro, se veía tan indefensa y sola, traté de luchar contra mí mismo pero fue inútil, termine quedando idiotizado por su rostro

Supongo que tendré que llevarla a casa- con algo de impulso la subí en mi espalda y me estremecí al darme cuenta de que estaba helada-debería apurarme a volver a la cueva antes de que se congele con este clima-sin saber cómo ni cuándo ya me encontraba adentro de la cueva depositándola encima de unas hojas que servían como cama, le eché un vistazo de nuevo y vi como debajo de sus ojos se formaban unas oscuras ojeras, por un momento me sentí mal al no saber qué era lo que le había pasado pero entonces un ruido me sacó de mis pensamientos

-Grrr…-

Me sonrojé al saber que estaba hambrienta por el tono de su estómago, salí de la cueva en busca de algo para cazar y por suerte no muy lejos de ahí encontré unas moras a punto de caerse de una rama seca, las tome y regresé a la cueva, cuando regresé ella seguía dormida, puse las moras cerca de ella y entonces se despertó de golpe, miró su entorno y luego me miró a mí, trató de levantarse pero se cayó de inmediato en la cama

-Despacio, estás muy débil debes descansar y comer un poco-

-¿Quién eres?, ¿Dónde estoy?-

-Estas en mi cueva y soy Mightyena, pero no es hora de preguntas, vamos come- dije señalando con mi osico las moras, ella las miró y sin decir nada más se las comió

-¿Dónde me encontraste?-

-Un poco lejos de aquí-

-¿Nadie te siguió?-

-No-

Extrañamente suspiró aliviada

-¿De dónde vienes?- le pregunté curioso

Ella bajó su vista al suelo

-No lo se-

-¿No lo sabes?-

-Lo único que recuerdo es que llevo huyendo de un Houndoom durante algún tiempo-

-¿No estas emparentada con él?-

-Claro que no- negó rotundamente

-Y entonces ¿por qué te persigue?-

-Es una larga historia-

-Me gustaría escucharla-

-Está bien, todo comenzó un día en que paseaba por el bosque cuando vi a una manada de Houndooms, pero solo uno de ellos se me acercó, me dijo que me quería por compañera, yo negué de inmediato porque presentía que era malo, el intentó acercarse más a mí y yo lo arañe, por eso lleva una marca mía en su ojo izquierdo y dice que me las va a hacer pagar, desde ese día él me ha estado persiguiendo para hacerme pagar por lo que hice-

-¿Y cómo te lo piensa hacer pagar?-

Cuando dije eso ella bajo su rostro y comenzó a sollozar

-El… el me lo va hacer pagar haciéndome… su… compañera-

En ese instante no sé porque sentí la inminente necesidad de matar a aquel Houndoom que quería lastimarla, me acerqué a ella y sin pensar la abrasé con una pata, ella se recargó más en mi

-Yo te protegeré, no importa lo que pase yo te protegeré- ella me miró a los ojos- te prometo que él jamás volverá a lastimarte, jamás

Ella se acercó más a mí y dijo un audible

-Gracias-

Me recosté junto a ella en la cama y se quedó plácidamente dormida a mi lado, no sabía porque ni como pero empecé a sentir algo por ella, algo que sabía se llamaba amor y por primera vez sentía que ahora las cosas iban a salir bien, que por fin tenía una nueva razón para vivir.