La Dareen

Prólogo

La habitación del hotel era discreta y acogedora, justo lo que había recetado el doctor. Kagome deposito su cartera sobre la repisa del hogar y enfilo hacia las puertas corredizas que conducían al balcón.

El crepúsculo engullía al sol en el horizonte, la brisa con aroma a sal, proveniente de la orilla de la playa, le revolvía el cabello, erizando su piel, como la caricia de un aliento.

Frunció el ceño, sintiendo un cosquilleo en la nuca.

Son los nervios, se tranquilizo mentalmente. Había sido un día de emociones fuertes, para empezar había escapado de su propia "boda". Su vestido había acabado en una parrillera, ardiendo con el despuntar de la mañana, y para el mediodía, cuando se dieron cuenta de la que novia no se presentaría para la ceremonia, su trasero ya se encontraba a kilómetros de distancia, sobrevolando el océano pacifico en un avión de segunda categoría, que además había tenido problemas de turbulencia.

Se le revolvió el estomago, solo imagina su desesperación, detestaba volar, había tenido una buena dosis de películas sobre accidentes aéreos como para traumarse para toda la vida, y sin embargo, no había vacilado en embarcarse en su pequeño viaje, si eso le garantizaría la absolución de un destino que no deseaba para sí misma.

- Un excelente lugar, para una luna de miel. – la voz la agarro desprevenida por la retaguardia, sobresaltándola.

No es posible…

Lo era. Allí estaba él, Inuyasha Taisho. Su flamante "prometido". La palabra sonaba impropia, mejor como insulto que como título honorario. Kagome le fulmino con la mirada, el arma más idónea cuando te sentías como una caperucita acorralada por el lobo.

Un enorme lobo de ojos dorados.

- ¿Qué estás haciendo aquí, Inuyasha?

El aludido fijo su mirada en un punto lejano, tal vez para controlar el genio que amenazaba con desafiar el puño escondido en su pantalón. El avanzo hacia ella, alejándose del umbral con pasos secos pero de una elegancia sublime, innata. Inuyasha Taisho siempre había gozado de la facultad para moverse como una pantera, constantemente en acecho.

Y Kagome habría dado lo que fuera por no ser su gacela. Por amor de Dios, ni siquiera se soportaban ¿Por qué habían tenido que darse las cosas así? ¿Por qué tenía que ser ella a quien él seguía?

- Sabes, Kagome. – empezó él, y su tono era como el veneno de un basilisco. Letal y embriagador. Una pésima combinación. Contradictoria, como todo lo que rodeaba a ese "hombre", o lo que sea que fuera. – Hay algo que debes entender respecto a los de mi raza. – ahora su mirada estaba puesta en ella, el color oro de sus iris era tan intenso que logro amedrentarla. Un rasgo más que destacaba su anormalidad. Ningún ser humano común en este planeta tenía unos ojos como esos. – Cuando elegimos una Dareen, lo hacemos para toda la vida. Incluso si ella se rehúsa, hasta el extremo de dejar a su Domren plantado en el altar.

Él continuo acercándose, si le ponía las manos encima seria su fin. Esta era la parte en la que Kagome salía con un brillante plan de contención, tal vez… si pudiera llegar hasta el táser que llevaba oculto en su cartera, podría ganar una oportunidad. Había oído que los de su especie eran susceptibles a las descargas eléctricas.

- No vengas a hacerte la víctima, Inuyasha. Tú tampoco estás de acuerdo con esto. ¡Ni siquiera me soportas!

- Eso es cierto.

Se mordió el labio, él seguía avanzando. Kagome recargo sus manos en las posaderas de cemento, movilizándose hacia un ángulo del balcón. Necesitaba mantener la distancia.

Táser. Enfócate en el táser.

Estaría como a veinte pasos de distancia, e Inuyasha era rápido, la atraparía en cuanto sospechara el menor indicio en ella.

- Intenta de nuevo. – dijo él, apareciendo detrás de ella en un movimiento imperceptible para el ojo humano.

Esa fue solamente la secuela de sus problemas.

Fin del prólogo.


Ya, Belle está pasada con ese bombardeo de historias, pero ¿Qué les puedo decir? Mis vacaciones a penas están empezando. La Dareen es una historia…cómica, sip, creo que será cómica, un tanto diferente, pero con nuestro triangulo habitual. Inuyasha-Kagome-Kikyou. Ustedes me dicen, nos animamos a seguirla o la descartamos?

Un tulipán rojo para ustedes.

Belle

Pd: Las continuaciones de los demás fics están en proceso, hubo un problema con mi laptop y bien…digamos que no tengo acceso a los archivos. Un consejo niñas, procuren que sus padres no se acerquen a meterle mano a sus ordenadores, no importa lo buenas que parezcan sus intenciones. U.u