Disclaimer: Rumiko Takahashi dijo en una de sus entrevistas, que lo que no sabía era si dejar a Kagome es su época o regresarla, pero que a pesar de todo, estaba consciente de que ella sufriría mucho porque lo amaba y nuca lo olvidaría. La pieza clave de esa entrevista está en que también dijo que: Kagome nunca saldría del corazón ni la mente del solitario hanjū…InuYasha.


Vírgenes lesbianas.


Miedos: Chapter 1.


Suspiró, frustrada.

—¿Qué sucede, Kagome? —Oyó preguntar a su mejor amiga, mientras ésta hacía un puchero—, te he notado muy distraída hoy en toda la clase, ¿estás enferma?

Kagome negó.

—No es eso Sango, lo que pasa es que yo…—Se sonrojó fuertemente—, pues tú sabes que yo le gusto a InuYasha ¿verdad? —Sango afirmó y Kagome se mordió el labio inferior—, pues ayer en la tarde después de salir de clases, me ha pedido que fuera su novia.

Sango casi saltó de donde estaba caminando, mientras chillaba, ¿cómo era eso?, no se creía lo que su amiga le estaba diciendo, ¿en serio ese muchacho había tenido tantas agallas para decirle eso a su amiga? Bueno, después de aquel incidente en el que toda la escuela se había enterado de que estaba enamorado de su amiga, casi no había vuelto a mirar a alguien a la cara.

"Bankotsu no se detuvo un instante; caminó al casillero de la joven para decirle unas cuantas cosas.

—Oye Kag, —la agarró por la cintura, sorpresivamente—, ¿quieres cenar esta noche? —Se acercó peligrosamente a la sonrojada joven, que no paraba de temblar por los nervios, ¿en serio uno de los chicos más guapos del instituto le estaba pidiendo una cita? Quiso chillar. Era lindo, solo que a ella no le gustaban los…

—¡Suéltala de una vez, imbécil! —De pronto, la voz autoritaria de Taishō se hizo escuchar por todo el pasillo, haciendo que todos mirasen. Casi corrió hasta el joven, sacando a Kagome de una manera brusca del agarre que tenía con Ma.

—Oye, qué te pasa, estúpido. —Le gruñó Bankotzu Ma a Taishō, mientras lo miraba con furia. No le gustaba nada el agarre posesivo que tenía ahora con la chica que le gustaba—, deja de una vez a Kagome, no es de tu propiedad.

InuYasha sonrió arrogante, y Kagome comenzaba a enfadarse, ¿acaso no la veían?

—Kagome es mi novia. —Se atrevió a decir, apretándola más por la cintura sin ni siquiera pensar en lo que decía, dejando a todos de una pieza—, y ni tú ni nadie toca a mi chica ¡¿has entendido, imbécil?!

Bueno, no era que InuYasha dijera sus sentimientos al aire libre. Claro, apenas en esos momentos era que se daba cuenta de lo que había dicho y un sonrojo magistral comenzaba a decorarle el rostro, ¿qué carajos…? ¿De dónde le había salido decir que Kagome era su chica? El corazón la latió a mil por segundo ante aquella confesión, y las miradas confusas e incrédulas de todos, incluida la de la chica que le quitaba el sueño y le había robado el corazón desde que tenía memoria.

A Kagome, todo el mundo se le vino abajo con esas palabras. Nadie decía nada, tolo era un completo silencio. ¿InuYasha acababa de dar a entender que le gustaba?, ¿era en serio? No, tal vez era una de esas bromas o sueños que solía tener…¿de verdad? Quiso chillar pero las palabras se quedaban en su garganta.

InuYasha estaba nervioso, había metido la pata, había prácticamente confesado el secreto muy bien guardado que solo sabía su mejor amigo, aquel secreto que ya no era tan secreto y que encerraba los fuertes sentimientos y deseos hacia su amiga de la infancia. ¡Malditos celos! ¡Maldito Bankotsu y maldito todo aquel que se atreviera a pensar en ella como algo más…! Ya no había escapatoria, lo había dicho y estaba.

—InuYasha —de pronto, Kagome habló—, ¿acabas de dar a entender que yo te gusto?

El joven estaba más que casi muerto, no sabía qué hacer, a pesar de estar al descubierto; él no podía decir abiertamente lo que sentía cuando de amor se trataba…pues era mucho peor. Soltó el agarre de su cintura de manera imprevista.

—Keh, piensa lo que quieras, tonta. —No tuvo más que decir, prefería pelearse con ella una semana a aceptar delante de un cuarto de escuela que estaba enamorado de Higurashi. Todos los presentes echaron a reír haciendo más bochornoso el momento—. ¡Ya cállense todos, de una maldita vez! —Gruñó exasperado y avergonzado, haciendo que todos parasen de reír y lo miraran con unas gotas de lágrimas.

—De verdad que eres tonto, Taishō. —Dijo con burla, Ma, mientras agarraba a Kagome de la mano—, ni siquiera eres capaz de aceptar lo que sientes. Cobarde. —Tomó a Kagome y se la llevó, sin dejar de oír cómo ésta pronunciaba el nombre de InuYasha: con nostalgia, le había dolido eso último que había dicho."

Y después de eso, InuYasha y Kagome ya no eran amigos. Se habían distanciado porque esa declaración había roto algo en ellos. A Kagome le había dolido, pero estaba allí, tratando de digerir todo eso.

—¿Y qué le dijiste? —Inquirió, emocionada.

—Me negué.

Kagome estaba a punto de llorar y Sango se quedó estática y helada. No podía creer nuevamente nada de lo que le decía su amiga, ¿en serio Kagome...?

—¿Qué mierda, dijiste? —Sango, estaba casi enojada.

Kagome rompió en llanto.

—¡Que me negué Sango, me negué! —Aceptó ella, odiándose a sí misma—, y sé que soy una tonta, pero tú y yo sabemos que es lo que me impide aceptar —la miró fijamente—, y me da vergüenza que él lo sepa, lo decepcionaría, ¿te imaginas cómo me vería? Ha sido mi amigo desde que tengo uso de razón —agachó la mirada—, y el que se entere de algo tan bochornoso y estúpido como eso, no lo aceptaría…

—Hey —Sango se sintió ofendida—, tú sabes que yo también sufro de eso Kagome, no eres la única. —Kagome se disculpó de inmediato. No había sido su intención herirla—. Bien, yo te entiendo pero...¿no te arrepientes?, ¿no te gusta?

Kagome se secó las lágrimas.

—Tengo quince años, —meditó—, no me gusta, —aceptó—, nunca me ha gustado a pesar de que no le he probado —Sango se mordió el labio inferior—, y que él lo sepa mucho menos, Sango —miró a su amiga fijamente—, ¿recuerdas que dijimos que teníamos que hacer algo coherente para dejar de esconder nuestro secreto?

—Sí. —Afirmó la castaña, nerviosa. Las ideas de Higurashi no solían ser buenas.

—Hay que mostrarle al mundo, que…—Kagome se sonrojó hasta los cabellos, ya no podía decir eso tan bochornoso que había descubierto hacía solo dos semanas—, somos lesbianas.

Continuará…


Hahahahahahahahahahaha xD, bien, esto supera el límite de mis expectativas estúpidas, incoherentes y descabelladas. Yo no tengo remedio XD. Me he muerto de la risa con este fic que me estuvo jodiendo desde hacía unas semanas, el titulo me lo decía y pues ya me estaba dando ganas de escribirlo, porque si seguía así, no dormiría dentro de años ._.

Vamos…¿a quién carajo se le ocurre hacer un fic como este?, no sé, es que será corto, los capítulos serán muy cortos como este. Además, no sé si serán cuatro o cinco o diez, estoy indecisa ya que no es una historia pre-planeada, bueno, espero no me maten porque debo actualizaciones :P

Aviso que este fic lo actualizaré muy lentamente, ya que es bastante ocio además de que tengo una demanda con "La culpa es de la cama". No se preocupen, todo tiene un arreglo en la vida, y el que Kagome se quede con InuYasha y no con Sango será cuestión de terapia psicológica XD

Ok no

Nos leemos.