Hola! Es el primer FanFic que subo, crossover, en realidad.
Antes de empezar quisiera explicarles unas cosas para poder entender mejor la historia.
Este es un Universo Alterno donde Sasuke puede convivir relativamente en paz con los demás habitantes de Konoha. Ninguno de los personajes aquí presentados son mios, todos son propiedad de su autor excepto por cuatro personajes: Sayuri (propiedad de Mariana Romo), Mew-Che (propiedad de Elsa Blanco), Emily Peimbert (propiedad conjunta de Dafne López y mía) y Luna Ezakiya (personaje mío).
Espero que esto les sirva para poder disfrutar mejor de la historia. Por favor cualquier duda, comentario o aclaración haganmelo llegar.
Ahora sí, los dejo con el capítulo, espero que lo disfruten :)
1
Era una tarde como cualquier otra, el sol irradiaba como nunca en su único reino: el cielo, éste, iluminado por unos tonos rojizos que le deban un toque místico, y, al mismo tiempo iluminaba las tranquilas vidas de los habitantes de Konoha; en un bosque cercano a la aldea, Sasuke y Sakura daban un paseo prohibido, muy cotidiano ya para entonces, pero que si alguno de los habitantes se enteraba, en especial Luna o Sayuri, estarían en graves, muy graves problemas… no solo porque esta última les cortaría el cuello hasta la muerte, sino que Luna, harían pedazos su vida si es que llegaba a enterarse.
Sasuke se paró frente a la puerta de la casa de Sakura, y ella le dio un beso de despedida.
- Nos veremos después –Dijo, mientras le guiñaba un ojo y cerraba la puerta tras de sí.
Sasuke empezó a caminar rumbo a su casa, con la cabeza gacha y los pensamientos en el aire, no había más ruido que el del susurro del aire golpeando levemente las copas de los árboles, y, de pronto, sonó una fuerte explosión en medio del bosque, volteó rápidamente y vio un hongo de fuego en lo alto del cielo.
- No otra vez –Susurró mientras corría hacía el lugar de la explosión.
Llegando observó el lugar: pequeñas llamas había alrededor de un artefacto extraño, alto, casi tanto como los árboles que bordeaban el claro donde estaba, de madera con algunas partes de metal, palancas y botones en cada parte de esta cosa extraña; lo rodeó buscando a la creadora y justo como lo imaginó, estaba su novia en el suelo llena de cenizas.
- ¡Sasuke! –Gritó emocionada mientras se levantaba- ¡Funcionó! ¡Juro que funcionó! Créeme esta vez…
- Bien, ¿Pero qué hace, Luna? –Preguntó tomándola de su mano, y observándola.
A pesar de tener el pelo revuelto y la cara llena de cenizas seguía conservando su belleza, su cabello, corto hasta el hombro, con un fleco tapándole un ojo, color negro azulado ondeaba suavemente con el viento, sus ojos cafés, muy delineados brillaban más que nunca, su piel, suave, blanca, y aunque no era muy alta su cuerpo estaba bien torneado, aunque la ropa que usaba no le ayudaba a enseñar todas sus curvas, usaba blusas grandes, con rayas horizontales de color negro y rosa, unos pantalones también negros que le llegaban poco debajo de la rodilla, y unas botas del mismo color que el pantalón, que le hacían ver los pies mas grandes de lo que los tenía, y un guante de ese mismo color en la mano izquierda.
Los dos chicos escucharon pasos y voltearon rápidamente, a lo lejos venían Deidara y Tobi.
- ¡NO! ¡Luna, no de nuevo! ¡Un! –Gritó Deidara- No puedes seguir haciendo esto.
- Pero funciona, de verdad que si…
- Siempre dices lo mismo, Un –Susurró Deidara.
- Es que funciona siempre que la pruebo sola, pero apenas llega alguien, deja de servir… -Se defendió la chica.
- ¿Qué pasa? –Escucharon una quinta voz, era Sakura.
- Otra vez las tontas máquinas de Luna… -Acusó Sasuke.
- ¡Oye! No le hables así… -Tobi dijo eso mientras abrazaba a Luna, quién parecía a punto de llorar.
- Si, Sasuke… más respeto a tu… noviecita –Sakura escupió las palabras con un tono de asco y pasó un dedo por la frente de la chica en brazos de Tobi delineando sus facciones.
- ¡YA! ¡Basta ya! –Gritó Deidara- Vámonos todos a dormir… no quiero que vuelvan a pelear por esto. ¡Un!
Todos se dirigieron a sus respectivas casas, Tobi pasó a dejar a Luna para asegurarse de que estuviera bien, la vio entrar y empezó a caminar rumbo a su casa. La chica de pelo negro no podía quitarse de la mente las palabras de su novio: "Otra vez las tontas máquinas de Luna"; se hizo algo de cenar, arroz, quería comer algo ligero… ya no aguantaba, lo amaba, sí, es cierto, pero estaba harta, cada vez era mas frío, siempre lo había sido, pero ahora lo era más si es que se podía; sus groserías y sus "amistades" con Sakura la estaban volviendo loca, y no podía decir nada, a nadie, ni a Mew o a Sayuri, sus dos mejores amigas, porque, obviamente no les agradaría nada; más de una vez había pensado en vengarse de todos sus engaños, pero no, no podía estar con nadie más, no quería alejarse de él, ella podría compartirlo, pero su ser pertenecía a ese chico únicamente, y viviría por siempre en la miseria con tal de seguir juntos.
Con esos pensamientos subió las escaleras de su casa, hasta el segundo piso, y entró a su recamara, no había más que una ventana, un mueble lleno de sus blusas, pantalones, botas y guantes, un escritorio justo en frente de la ventana, donde pasaba horas y horas escribiendo y planeando máquinas fantásticas, que siempre funcionaban pero nadie le creía; su cama, justo en el rincón, estaba al nivel del piso, pero así le gustaba, con las cobijas negras y una mesita de noche al lado, la cual había sido de su madre antes de que la asesinaran brutalmente frente a los ojos de Luna, cuando apenas tenía cinco años… estaban en el mercado, Luna y su madre, una mujer muy guapa, con el mismo cabello que su hija; caminaban buscando un puesto en especial, cuando un hombre con la cara cubierta les saltó en frente, "¡Denme todo su dinero!" ordenó, pero la madre de Luna tomó a su hija de la mano, y comenzó a correr, gritando, suplicando por ayuda, pero justo habían entrado en un callejón, uno sin salida, el hombre apareció por sus espaldas y arrancó a la pequeña niña de los brazos de su madre, "¡Deja a Luna! ¡A mi Luna! ¡No le hagas daño!" suplicaba al mismo tiempo que se vaciaba los bolsillos y arrojaba todas sus monedas al suelo, "¡Por favor! ¡No le hagas daño!" seguía llorando, el hombre arrojó a Luna a un lado mientras contaba el dinero que le habían dado, lentamente levantó la mirada mientras decía algo así como que era muy poco, "Es todo lo que tengo" seguía llorando la madre, el ladrón se levantó y golpeó a la mujer, "¡DAME TODO TU DINERO!" gritó, estaba furioso, siguió golpeando a la mujer mientras ella lloraba desconsoladamente y gritaba que no traía nada mas, y rogaba por la vida de su hija, "¡No le hagas daño a mi Luna! ¡Deja a Luna! ¡Mi Luna!" y entre los sollozos de la mujer el ladrón sacó un kunai de sus ropas y lo clavó en su yugular, la observó morir mientras buscaba entre sus ropas alguna moneda más, pero no encontró nada, cuando escuchó pasos que se acercaban se perdió en la oscuridad, mientras el llanto de Luna desgarraba el aire.
Ese día esperó más de dos horas en la policía a que llegara su padre a recogerla, no hablaron en todo el camino a su casa, y tampoco lo hicieron mucho en todo el siguiente año, hasta que el padre, en un ataque de locura, se suicidó; la pequeña niña de apenas seis años corrió al bosque, hasta que un par de semanas después, más débil que nunca y al borde de la muerte se encontró con Tobi, quien instantáneamente tomó el puesto de padre adoptivo y la llevó a la aldea de Konoha.
¿Qué les pareció? ¿Interesante?
Se que todavía no salen los personajes de Harry Potter, pero lo prometo, ya pronto :)
Dejen sus reviews, cualquier comentario es bueno :)
PD: Tengan un poco de misericordia conmigo respecto al mundo de Naruto, nunca me metí realmente en él, pero este crossover fue un reto de una amiga. (:
