ADVERTENCIA. CONTIENE SPOILERS SOBRE EL JUEGO; DIÁLOGOS Y ACONTECIMIENTOS SOBRE EL MISMO. SI ERES UNA PERSONA A QUIEN NO LE GUSTA ENTERARSE DE LAS COSAS ANTES DE HACERLAS POR SU PROPIA CUENTA DENTRO DEL JUEGO, TE INVITO A QUE CIERRES EL CAPÍTULO, PUES PODRÍA ARRUINARTE LA EXPERIENCIA Y SOBRE TODO LA SORPRESA.
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QUIERO DEJAR CLARO QUE NINGÚN PERSONAJE ME PERTENECE, SON PROPIEDAD DE SHIGERU MIYAMOTO Y NINTENDO.
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Este será un pequeño fic, que se sitúa justo después del termino de THE LEGEND OF ZELDA: BREATH OF THE WILD. Este fic es una "continuación" de lo que me hubiera gustado que sucediera si la historia en el juego hubiese continuado. Pues sentí en cierta manera que le hizo falta algo. Espero que lo disfruten. Serán solo dos capítulos, ESO CREO.
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CAPÍTULO UNO: DESPUÉS DEL CATACLISMO PARTE 1.
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Tras haber permanecido más de cien años conteniendo el poder de Ganon dentro del castillo de Hyrule, Link y los espíritus de los cuatro campeones: Mipha, Daruk, Revalí y Urbosa por fin habían logrado derrotarlo; el aura maligna que rodeaba el castillo y diversos lugares poco a poco desaparecía y aunque Hyrule estaba prácticamente en ruinas se esmerarían en volver a crear un reino prospero.
El cataclismo que no habían podido evitar cien atrás llegó a su fin y la historia se repetía pero ésta vez con un final diferente, un final en el cual vencían.
Link y Zelda se encontraban sobre una colina en la pradera de Zyt, observando desde lejos el castillo de Hyrule. De pronto la princesa se giró hacia él y le sonrió. Ella estaba sumamente agradecida con él y se alegraba que aquel fatídico día no hubiese sido el último para él. Link la miró sin entender muy bien lo que sucedía y se mantuvo en silencio, pues a pesar de todo no importaba cuantos años pasaran; él era su escolta, su deber era protegerla sobre cualquier cosa, incluso si eso le llagaba a costar la vida.
— Link— pronunció entristecida— yo quiero... agradecerte lo que hiciste por mi el día del cataclismo, me cuidaste y me protegiste hasta el último momento, en donde yo... fui... inútil, se supone que yo… soy la reencarnación de la diosa y a pesar de ello fallé en muchas cosas, mi…mi poder, el poder de la diosa Hylia, yo no era digna de el y ese día cuanto escapábamos... cuando corríamos entre los bosques del pantano abismal y el guardián nos descubrió te interpusiste aun a pesar de tus heridas y continuaste de pie, yo pensé que ibas a morir, me desesperé ante tan hecho y cuando el guardían estaba a punto de atacarte yo no supe en que momento el poder de la diosa me fue concedido y pude salvarte, sin embargo era demasiado tarde, tú estabas gravemente herido y como Impa te contó, ordené que te llevaran al santuario de la vida en donde te metieron en un profundo letargo. Lo que quiero que sepas Link, es que, si yo hubiera sido mas amable contigo, si te hubiera aceptado desde un principio, quizá el poder de la diosa hubiera despertado mas temprano en mí y hubiéramos detenido el cataclismo, sonará raro, pero creo que… la diosa no me concedía su poder por haber tratado como lo hice al héroe elegido por la espada, entonces en el momento en que temí por tu vida, cuando estabas dando tu último esfuerzo para protegerme, me interpuse entre el guardián y tú y de pronto una luz cegadora se apoderó de todo Hyrule deteniendo por completo a los guardianes. Yo fui muy tonta al creer que podía ser quien lograra entrar en los santuarios, al creer que rezando en la fuente de la sabiduría mi poder despertaría, debí darme cuenta antes... que tú eras la llave que despertaría mi poder… yo lo siento mucho Link. —terminó haciendo una sincera reverencia hacia Link, quien se sorprendió ante aquel acto; ella era la princesa y él solo su escolta. Link colocó una mano en su hombro para darle ánimos, para hacerle saber que todo estaba bien y que no tenía nada que perdonarle. Zelda entendió a la perfección aquel gesto —gra…gracias Link— pronunció y en llanto se abalanzó a sus brazos tal cual lo había hecho el día del cataclismo. Link cerró los ojos y la abrazó fuertemente para consolarla, el entendía como se sentía ella, todo lo que había sucedido, todos los años en los que ella estuvo luchando contra el poder de Ganon, mientras él estaba dormido; aquellos eventos habían sido terribles y aunque para ese entonces tenían 117 años, sus cuerpos y sus mentes aun tenían 17.
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Varios días transcurrieron y Zelda se encargaba se vigilar todas las obras de reconstrucción, no solo dentro del castillo, si no de las demás aldeas que habían sido totalmente destruidas como": la aldea Adenya, Mabe ó el rancho de la llanura entre otros lugares. Todo Hyrule estaba apoyando la causa, el príncipe Sidón, Riju, Teba y Yunobo no se quedaban atrás, habían mandado a gran parte de sus tribus para las labores, desde los goron rompiendo rocas hasta preparar un terreno decente donde levantar una casa, Zoras que se encargaban de detallar y pulir, Orni que se encargaban de distribuir de manera rápida y efectiva los materiales hasta las gerudo quienes eran expertas en cualquier tipo de cosa, eran excelentes escoltas, cocineras y constructoras; hasta Karud había llevado a sus hombres a trabajar cuando ya había anunciado su retiro.
Gracias a todos ellos, en cuestión de meses Hyrule estaba completamente restaurada. Todos debían volver a sus regiones, Zelda tomaría ahora el cargo mas importante, el de Reina por lo que tenía un sin fin de escoltas del clan Sheikah a su cuidado, además de sus caballeros de guardia. La paz había vuelto y Ganon no existía más, era el momento de retirarse; Link debía volver a su casa, debía volver a la aldea Hatelia.
Antes de partir, se quedó un momento al festejo de la inauguración de Hyrule, en donde niños, jóvenes y adultos disfrutaban por igual los juegos y la comida .Todo era perfecto hasta que la noche llegó y todos comenzaron a retirarse.
A lo lejos la princesa Zelda observó cómo Link preparaba sus cosas y se disponía a montar a su yegua, la princesa corrió lo más rápido que pudo hasta llegar hasta él.
—¡LINK, ESPERA! — grito con desesperación haciendo que el joven se detuviera. Link volteó a verla, e inmediatamente pudo leer en su rostro... ¿Qué sucede? .
—¿Te vas ya? —preguntó tratando de recuperar el aliento. Link asintió con la cabeza. —Volverás… ¿verdad? — volvió a preguntar y éste solo la observó sin hacer absolutamente nada. Su silencio hablaba por sí solo. —Entiendo— soltó sintiendo un enorme vacío, viendo como la silueta de él se perdía en el horizonte. La aldea Hatelia estaba bastante alejada del castillo por lo que le era imposible ir y venir todos los días, la tableta Sheikah ya había sido regresada al santuario de la vida, además sentía cierta nostalgia; quería regresar a la casa donde había vivido con su padre. Aquellas cuatro paredes eran su único recuerdo, pues después del cataclismo no supo si su padre había sobrevivido o había muerto por lo que desconocía si existía alguna tumba, y de ser así sería extremadamente difícil poder descubrir donde yacían los restos de su padre. El cataclismo había traído una destrucción masiva, en la cual difícilmente podían encontrarse lápidas lo suficientemente bien conservadas para poder distinguir el nombre. También era posible que el cuerpo de su padre estuviese tirado por cualquier lugar de Hyrule y aquello era sumamente mas difícil, si consideraba el hecho que hubiese muerto hace 100 años.
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Link tenia una última cosa que hacer antes de regresar a su casa. Se dirigió a toda velocidad con su siempre fiel Epona hacia el bosque Kolog. Atravesó sin dificultad los bosques perdidos; después de haber superado en innumerables ocasiones aquella prueba y llegó por fin a donde el gran árbol Deku se encontraba.
—Veo que ha llegado el momento Link— escuchó su gruesa voz, acto tras el cual asintió dirigiéndose hacia la plataforma en donde se encontraba el pedestal. Cuando estuvo frente a el; desenvainó la espada que doblega la oscuridad y de un solo movimiento la clavó de nuevo en el lugar donde había reposado todo un siglo.
—Ven cuando necesites de su poder, ella estará esperando al héroe elegido, ella te estará esperando— pronunció acto tras el cual Link sólo hizo una pequeña reverencia y se marchó. Su misión había concluído.
Sin problema alguno salió del bosque Kolog, luego se fue sin detener el paso hacia la aldea Hatelia, estaba oscuro y la noche fresca. Cabalgo siguiendo todo el sendero que le llevaría hasta su hogar. Se detuvo antes de que el reloj diera las dos de la mañana para a apreciar el recorrido de una estrella fugaz, la cual había atravesado toda la llanura hasta terminar de impactarse en Tabanta. Tras ello Link recordó la platica que había tenido con Nyel, la última vez que se vieron.
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FLASH BACK.
La última vez que fue hacía la aldea Orni, había sido para informarle a Nyel que había descubierto todos las acertijos que las canciones ancestrales que su maestro había dejado. Nyel en aquella ocasión le había dicho que se iba a tomar un descanso para pasar mas tiempo con su hijos e hicieron una promesa:
"Si no estás ocupado, ¿podrías pasar por aquí esta noche? " le preguntó a lo cual Link asintió en señal de aprobación.
La noche por fin llegó y Link asistió a su encuentro, fue entonces que situados al lado del santuario de Kovatt, viendo hacia la estepa de Tabanta, Nyel por fin se atrevió a contarle sobre su maestro.
—Te estaba esperando, agradezco que hayas podido venir, hay algo que quiero contarte, ¿te importa que te robe un poco más de tu valioso tiempo? —Link asintió.
—Gracias, me gustaría hablarte sobre mi maestro. El cual era miembro de la tribu Sheikah, y el poeta de la corte de la familia real de Hyrule. Al parecer en esas épocas, la hermosa princesa hyliana tenía aproximadamente la misma edad que mi maestro y no pudo evitar enamorarse de ella, aunque sabía casi con total seguridad que sería un amor no correspondido. Por desgracia, la princesa sólo tenía ojos para su escolta personal, quien no era parte de la realeza ni de la nobleza, por ello mi maestro cayó presa de los celos… convencido que el caballero no estaba a la altura, sin embargo y como el destino es caprichoso, fue justo por aquel entonces cuando tuvo lugar el cataclismo. Mi maestro estaba plenamente seguro que surgiría un héroe que podría hacer frente al cataclismo y depositó todas sus esperanzas en una sincera canción…que no es otra la que la que deseo tocar para ti:
"El cataclismo que el héroe detuvo después de diez mil años al fin se produjo.
Sacerdotisa y princesa de mítica belleza: el caballero elegido dio su vida por ella;
ante tal prueba de amor, el poder de la princesa despierta en su interior y en la fortaleza al cataclismo apresa,
mas la tez del caballero no se marchita. Reposa en el santuario de la vida y tras un largo letargo, resucita.
Debe afrontar incontables pruebas, para recuperar sus fuerzas;
cumplir su destino... ¡hasta volver a ser un héroe!,
él que frenará el cataclismo y arrancará a la princesa de sus manos.
Héroe y princesa, hombro con hombro, devolverán la luz a Hyrule, jugándoselo todo".
—Mi maestro huyó del cataclismo rumbo a su hogar: la aldea Kakariko y durante el camino se topó con el caballero que se sacrificaba para proteger a la princesa. La líder de la tribu, Impa, lo puso al tanto de todo lo ocurrido y fue entonces cuando tomó una decisión; a partir de ese momento se dedicaría sin descanso a buscar las canciones de; el héroe que puso freno al cataclismo, de ese modo se le podrían transmitir al caballero en cuanto volviese a pisar estas tierras; para salvar a la princesa. Estas fueron las últimas palabras de mi maestro y desde entonces me acompañan— luego Nyel se giró para quedar frente a frente a él — Tú… eres el caballero de la guardia real, ¿serías tan amable de aceptar la canción de mi difunto maestro? —volvió a asentir — ¡Te lo agradezco enormemente!, estaba seguro que aceptarías. Mi maestro hablaba a menudo de lo hermosa que era la princesa, ojalá algún día logre conocerla y logre componer una canción digna de ella. Gracias por haberme escuchado.
Después de esas últimas palabras Link se retiró de la aldea Orni y se fue rumbo al castillo, para enfrentar a Calamity Ganon.
FIN FLASH BACK.
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Link suspiró y continuó con su camino. Aquellas palabras resonaban fuertemente en su cabeza y se preguntaba una y otra vez:
¿Podía el amor sobrevivir por mas de 100 años?.
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Continuará...
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