Edward's Secret
Por Inugami
Ed POV
Notas previas: Los personajes de Full Metal Alchemist pertenecen a sus autores y a los que han comprado la licencia y esto que escribo es sólo por ocio, no gano nada de dinero a pesar de lo mucho que lo necesito.
Este fanfic es una forma de expresar muchas cosas que me dejé guardadas hace tiempo atrás, cuando pasé por cosas casi idénticas a las que voy a relatar en este fic. Aún tengo secuelas y cicatrices de aquello, y espero que de alguna forma sirva para que alguien que esté pasando por algo similar no se sienta como que es la/el único del mundo al que le pasan este tipo de cosas malas. Y que, aunque es difícil, son cosas que se pueden superar aunque siempre te van a estar molestando un poco.
Dejemos en claro. Este fic trata sobre cosas como los trastornos alimentarios, las autolesiones y depresión. No sé si habrá pairings, aunque si lo escribo como más o menos lo tengo pensado, no habrá ninguno – aunque siempre me pasa que los fics se van desarrollando casi solos, tomando sus propios caminos. También en una de esas, si me lo piden, podemos incluir pairings, ¿por qué no?, le añadiría interés al relato.
Para quiénes hayan leído "Roja Calidez", digamos que va por la misma línea. Muy angst y dramático, aunque espero no dejar a los personajes más OOC de lo que puedan llegar a quedar.
Bueno, después de este laaaaaaaaargo disclaimer, las advertencias: ya dije de que trataba este fic, así es que si las situaciones complicadas con mención de self injury te van a incitar a hacerlo, no lo leas. Aunque no parezca, cosas así pueden incitar a autolesionarse; fuera de eso, nada más por ahora. Así es que vamos al fic.
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Capítulo 1: Contrastes.
"Wake up,
Grab a brush and put a little makeup
Hide the scars to fade away the shakeup
Why'd you leave the keys upon the table?
Here you go create another fable"
"Chop Suey", System of a Down
Otra pista inútil. Otro callejón sin salida en el laberinto que es la búsqueda de la Piedra Filosofal.
Al está ordenando nuestras cosas para volver a East City, y verle la cara de idiota al bastardo del coronel, y yo me encuentro aquí, bajo la ducha, dejando que el agua tibia relaje mis tensados músculos.
Esta vez no hubo pelea alguna, nada por el estilo. Y a pesar de ello me siento tenso. No es que me guste que me peguen o hagan daño, pero luchar me permite descargar mi frustración; a diferencia de cuando entreno con Al, que es más para mantenernos en forma en caso de situaciones peligrosas, el luchar contra un oponente que sabes es peligroso, o que al menos sabes que tiene la intención de hacerte daño, sube la adrenalina al máximo, y a su vez me sirve como una excusa para descargar mi rabia contra ellos.
La rabia que tengo por haber arrastrado a Aru en esto.
Sé que ya nada saco con lamentarme por lo sucedido cuando intentamos la transmutación humana. Pero a todos nos pasa que cuando sabemos que algo grave es culpa nuestra, ese arrepentimiento y ese odio hacia uno mismo queda dentro como un parásito imposible de eliminar, aferrado al corazón y a la conciencia, que te tortura como si te apuntara con el dedo diciéndote con sorna "eres culpable".
Y en momentos a solas como éstos es cuando ese parásito se burla de mi.
Como queriendo matarlo, o expulsarlo de mi cuerpo, transmuto uno de mis dedos del automail en una hoja finísima, pero muy afilada. Como una versión en miniatura de la hoja que transmuto para luchar.
La deslizo sobre mi muñeca izquierda, degustando la aguda sensación del filo sobre la piel. Es una sensación casi de alivio cuando siento la sangre correr caliente desde la herida, que luego se mezcla con el agua tibia que cae de la ducha. Es un corte pequeño y muy fino, pero sangra lo suficiente como para manar por un buen rato, sin que sea una cantidad considerable.
No busco la muerte. Sólo busco alivio a mi frustración.
Leí algo una vez sobre que el cuerpo libera endorfinas que calman cuando uno se lastima. Quizás ese sea el motivo por el cual buscamos el dolor, o quizás como una forma de asegurarme que estoy vivo, ¿Quién no ha sentido alguna vez, por un momento, eso de "no estar en el propio cuerpo", la llamada disociación?. Seguramente es una forma de hacerme volver desde ese incómodo estado mental.
Si hubiéramos luchado tendría una excusa para tener más heridas. Suelo abrir heridas recientes para que sangren, sé que no está bien pero cuando lo haces no piensas en ello, sólo en la sensación de alivio que te da, a pesar de ser un alivio momentáneo y artificial.
- Nii-san! Te traje algo de cenar!
Al siempre está pendiente de mi. Así es que cierro la llave, e ignorando la herida, que aún sangra un poco, tomo la toalla, me seco un poco y la amarro a mi cintura, para salir de una vez.
- Ya salí, Aru – le digo, mientras me dirijo al mueble donde dejó el pequeño recipiente con comida, abriendo la tapa – Hmmm, Carne, arroz y verduras!
Delicioso… Pero Al no puede disfrutarlo conmigo.
Cada día que pasa me odio más por ello.
Aru nota el cambio en mi expresión, intuyendo.
- Nii-san?
- Me molesta que no puedas comer esto…
- Nii-san… No te preocupes, cuando recupere mi cuerpo vamos a comer muchas cosas deliciosas juntos…
- Aru…
De poder hacerlo, sé que Aru estaría sonriéndome en este momento. Porque aunque todos digan que yo soy fuerte, quién realmente tiene la fortaleza para seguir entre nosotros dos es él. De haber sido por mi me hubiese rendido hace mucho… Pero Aru siempre mantiene la esperanza, aún a pesar de que las pistas resulten falsas, él sólo lo toma como un paso necesario en nuestra búsqueda…
- No todo está perdido, nii-san…
Por eso, prefiero ser yo quién cargue con todo el peso de este pecado, aún cuando tenga que hacer cosas desagradables por redimirlo.
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Notas finales: Argh… Este primer capítulo no me gustó mucho, encima es casi idéntico a otro fic que escribí antes T.T … Aunque las razones y la forma son diferentes :s, y el desenlace también lo es.
En el segundo capítulo, veremos de qué otras maneras Ed desahoga los sentimientos que le agobian. De no muy buena manera, claro.
Reviews pleez!
