Bueno, esto es parte de un encargo que mi ¿santa? prima Serenity "Loca" Targaryen me hizo. Ella quería un Tyrion / Sansa, y yo se lo voy a dar... pero con cierto matiz importante.

De momento, esperando a que salga "Vientos de Invierno" en el año 3089 (con un poco de suerte), hay algo que desde que me leí Tormenta de Espadas que me reconcome el alma y tengo que solucionarlo en un fic, porque si no me va a dar algo. Así que con el encargo, también terminaré con este ardor. Y así empieza Reencuentro en Invernalia.

Prologo: Reina en el Norte

Seis años después, Tyrion Lannister esperaba contraer nupcias con Sansa Stark de Invernalia por segunda vez tras la nulidad de su primer matrimonio. Aquella vez la joven ya no era la rehén (El hombre, bromeando, decía que en esa ocasión era él el que estaba retenido allí), sino que se había transformado tras la muerte o desaparición de todos sus hermanos barones en la Reina en el Norte, Señora de Invernalia, alzada por todos sus banderizos Norteños. La joven de nueve y diez días del nombre era la única que no había hincado la rodilla ante la nueva Reina Daenerys de la Tormenta de la casa Targaryen, la llamada Reina Plateada. Ambas habían pactado una alianza donde la joven mujer pelirroja no intercedería en los asuntos Sureños y la madre de dragones dejaría que el Reino del Norte se ocupase de sus propios asuntos. Aún así, las relaciones entre ambas era mejor de lo que se habían esperado algunos y la Targaryen y la Stark habían dado, en los casi dos años que llevaban reinando, estabilidad a cada uno de sus reinos.

Por otra parte, ambos habían aceptado la boda de buen grado. Tyrion no podía negar que la, aquella vez si, joven mujer le resultaba atractiva, con sus ojos azules y sus melenas pelirrojas. Y Sansa, tantas veces decepcionada por caballeros y hombres que solo la querían para su beneficio propio, había aceptado con gratitud el echo de que el hombre, aunque midiese medio metro menos que ella, era lo que realmente había esperado.

Daenerys quería nombrarle Mano de la Reina cuando conquistaron Desembarco y destronaron al joven Tommen Baratheon, por toda la ayuda que él le había ofrecido a pesar de que ella empezó despreciandole por ser un Lannister y su inteligencia y sabiduría, pero la joven Stark le ofreció el mismo cargo en el Norte, aparte de su deseo de que él fuese su consorte en el trono.

-Lady Sansa - Le había dicho él cuando se lo había dicho, preocupado por la actitud de la joven mujer - Tu misma dijiste que quizás nunca querrías compartir tu lecho conmigo. ¿Acaso ha cambiado tu idea al respecto?

Sansa había sonreído ante eso, aún con retazos castaños en el pelo de cuando se había echo pasar por Alayne Piedra. A Tyrion las últimas batallas le habían dejado con más cicatrices, seguía sin tener nariz y con la edad le estaban saliendo ya las primeras canas en su pelo rubio claro. Nunca había sido especialmente atractivo, sin contar que era un enano.

-Era una niña de doce días del nombre cuando dije eso, mi señor. Recién florecida.

-Lo recuerdo. Yo te dije que para eso los dioses habían inventado a las putas, para los hombres como yo. No estaba tan borracho para no recordarlo.

-Pues si no cambio de opinión, lo cual me parece que si va a ocurrir... Siguen existiendo las putas.

-¡Lady Sansa! - Se exclamó el hombre, aturdido por el lenguaje de la joven - Ese no es lenguaje para una dama como tu, mi señora.

-¿Vendréis conmigo a Invernalia? - Sansa había ignorado su comentario - Lo apreciaría de verdad, mi señor. No confío en los hombres, ninguno me ha echo bien excepto tú, que me respetaste, y por eso te ofrezco esto... Aunque deberíamos volver a casarnos, alguien anuló nuestro matrimonio cuando nos convertimos en fugitivos.

-¿Estas segura de esto? Ni siquiera soy un caballero. Ni siquiera estoy de buen ver y soy mucho mayor que tú.

-Completamente. La guerra y los que he vivido me han echo ver que la vida no es una canción. No quiero un caballero ni nadie de buen ver ni nadie mas joven a mi lado, quiero un hombre justo, un hombre amable y un hombre sabio. Tu lo eres y por eso te quiero conmigo.

A la Reina Plateada le dolió separarse del Lannister y dejarle marchar alegando que no se le ocurría otra Mano que pudiera sustituirle, pero al final comprendió que los deseos de Tyrion estaban al lado de Sansa. Tras eso y tras asegurarse que su sobrina Myrcella seguía comprometida con Trystane Martell a pesar de que la habían tachado de bastarda y tener una horrible cicatriz en la cara, y saber que una de las Serpientes de Arena (Creía haber oído que sería Obara, pero no estaba muy seguro en ese momento) la iba a devolver sana y salva a Lanza del Sol, se marchó junto con la ya Reina en el Norte y también se llevó consigo a su sobrino Tommen de, en aquel momento, trece años. El chico estaba perdido mentalmente, su esposa le había abandonado en el peor momento junto toda su familia (ya se sabía que las rosas siempre se arrimaban al sol que mas calentaba, y los "Baratheon" se habían quedado sin aliados a esas alturas), le habían destronado de un trono que ni siquiera había saboreado, acababa de ver la cabeza de su madre clavada en una pica y, aunque Daenerys le había permitido llevar el apellido de su madre en un arranque de bondad, aún no había asimilado la noticia de que era un bastardo y que, por no saber, ni siquiera sabía quien era su padre.

Y allí estaba, dos años después esperando a una boda muy largamente esperada. Sansa había insistido en esperar un tiempo para poder poner cosas en orden, dejar el invierno acabar de pasar (Por suerte la primavera había llegado) y acabar de reconstruir Invernalia. Pronto volvería a ser un hombre casado por tercera vez en su vida, y eso le hacía extrañamente feliz. Había aprendido a sobrevivir sin cortesanas ni prostitutas y ahora tendría a alguien que le querría por quien era. Pero había un pequeño detalle que le disgustaba:

La reina Plateada se había negado, antes de confesar su deseo de irse con Sansa a Invernalia, a darle lo que él creía que le pertenecía por derecho, Roca Casterly. La reina le aseguró de que tenía a alguien de confianza protegiendo el occidente, y no iba a sacrificar la confianza de los señores que le habían mostrado lealtad. Tyrion intentó descubrir quien le había usurpado el castillo que pertenecía a su familia desde hacía siglos, pero Daenerys había sido muy tajante en la identidad del Lord de la Roca, sin confesar. En cuanto estuvieron en Invernalia le preguntó a Sansa, pero aunque la chica estaba claro (Por la sonrisa que echó) que lo sabía, tampoco se lo dijo. Le olió a chamusquina todo el secretismo e intentó ponerse él mismo en contacto con alguien que si lo supiera, pero ambas reinas habían decidido tenerle en la sombra y habían ordenado a todo banderizo y Lord desde Dorne hasta el Norte no le contestase tal pregunta. Con el tiempo, aunque no se olvidó, dejó de preguntar.

Aquella noche después de la cena, Sansa se reunió con él para hablar de quien iban a invitar.

-Mi señora, ¿eso no lo teníamos claro? Tus principales banderizos han de venir, eso seguro.

-Por supuesto, mi Mano. Sus invitaciones ya fueron mandadas la semana pasada - Sansa se sentó, dejando su corona plateada y quitándose la capa por el calor, dejando ambas cosas en la mesa. Tyrion, sentado en la cama, estiró las piernas encima del colchón de plumas - También mandé una a la Reina Daenerys, aunque dudo mucho que ella venga quizás permita que Arya y Jon si lo hagan.

-No veo porque no debería. Vuestra relación es muy buena.

-Y otra cosa más - Dijo la joven - Voy a mandar una carta a los Lores de la Roca para que vengan.

El hombre se quedó pasmado ante eso. Los ojos se le pusieron como dos naranjas.

-¿Me vas a decir al fin quienes son? - Soltó molesto - Ya iría siendo hora.

-Aún no, Tyrion. Pero pronto lo sabrás - La joven reina se levantó, se dirigió hacia donde estaba él y le dio un suave beso en la mejilla - Le diré al Maestre Tarly que mañana les mande un cuervo, ¿de acuerdo? Buenas noches y no te pases hasta la madrugada leyendo.

Y, con una sonrisa en los labios y un aura misteriosa, la Reina en el Norte salió por la puerta.

(...)

Y así termina el prologo. Pronto mucho más y mas interesante :)