Sus pasos resuenan en el marmol frio. Los grandes ventanales de cristal le muestran el cielo encapotado. Estan a comienzos del invierno, y el aire gelido de alguna manera logra colarse dentro de la torre.
Recorre el lugar con lentitud. Como si fuera la primera vez que lo ve en realidad. Lo memoriza asi, comparandolo con las ruinas que quedaron luego de la batalla de Nueva York, esa misma batalla que aun le causa pesadillas por las noches. Comparandolo con otros recuedos, esos momentos de los que no tuvo tiempo de pedirle a Viernes que guardara, porque estaba muy ocupado viviendolos.
Si se esfuerza un poquito puede ver a la espia pelirroja, su cabello largo resbalando en su apretado traje negro, mientras juega con sus pistolas, rie descarada y taclea a sus compañeros cuando esta exepcionalmente divertida.
Tambien a Clint, agazapado como un gato en algun lugar muy alto, o lanzando sus flechas como una rubia y desenfadada Katniss en un juego de dianas improvisado que solo él entiende.
Escuchar los sonidos de lucha en el piso de gimnacio, donde Steve aporrea con fuerza los sacos de boxeo que él le ha diseñado. Alli donde descarga toda esa furia y margura que acumulo durante su estadia en el hielo.
Armaria una pequeña trifulca con Sam cuando lo tomara por sorpresa asomandose por los ventanales, varios metros arriba en el aire.
Buscaria a Bruce en el laboratorio, intentando convencerlo de cualquier loca nueva aventura. Bruce lo escucharia con esa paciencia infinita por horas y le infundia calma.
Le atraerian las fuertes carcajadas desde el salon de juegos, donde Thor estaria viendo alguna pelicula, comiendo botanas y desordenandolo todo. Mientras balancea Mjornir en sus manos.
Encontrando a Vision en la cocina, con un delantal de "Besa al cocinero" sosteniendo una paleta en una mano y en la otra un recetario tratando de desentrañar los misterios de la comida.
Podria encontrar tambien a Wanda, con esa dulzura fria, siendo una niña perdida, con la tristeza grabada en los ojos y creando alguna ilusion pasajera.
Resonarian los tacones de Pepper, que le traerian alegria y nuevos papeles. La estrecharia en sus brazos susurrandole al oido la buena idea de faltar al trabajo para que ella riera y le recordara que el era su jefe, y que si no fuera por ella estaria perdido. Entonces sonreiria porque ella tiene razon y el la ama por sobre todas las cosas.
En su garganta se forma un nudo apretado. Porque lo que tiene ahora son recuerdos. Ahora no queda mas que el vacio.
