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lulU*

[DAME UNA OPORTUNIDAD]

Temporada V

*CAP.1: "MURO CONSTRUIDO, MURO QUE SE DERRIBA"*

PEPA

Aún de pie, medio desnuda y empapada por la lluvia, observé a Silvia sentada en el asiento trasero del coche. Estaba cabizbaja, con el mismo llanto, ausente… cualquiera hubiera dicho que lo que le acababa de decir era que se le había muerto el perro. Seguí mirándola mientras temblaba.

Paco- Pepa ! ( Tocó el claxon )

Ese ruido me hizo despertar de mi letargo.

Pepa- Qué? ( Mirando a Paco )

Paco- Chiquilla, que subas! Que te vas a quedar congelada, coge la rop…

Mientras levantaba la ropa del suelo, Paco iba dejando de hablar… mi ropa estaba totalmente empapada, embarrada… asquerosa era la palabra.

Paco- Bueno, no, no te la pongas, pero sube!

Miré a Silvia antes de entrar… seguía llorando y sin mirarme. Subí al coche, y me senté el el asiento del copiloto, al lado de Paco. De vez en cuando los dos mirábamos por el retrovisor a Silvia. Intenté evitar la inminente pregunta, mirando a cada rato por la ventana. Paco puso la calefacción.

Paco- Estás… ( Cortándose por un sollozo de Silvia ) mejor así? ( Rojo )

Pepa- Eh..? Sí, sí… ( Mirando a Silvia )

Paco me miró interrogante, el pobre no sabía donde meterse… para esas cosas era bastante torpe ( Bueno, para esas y para casi todas ). Durante un semáforo, noté como Paco me miraba fijamente, y no pude evitar girar mi cabeza para mirarle yo también… para verle observar mi costado fijamente, marcado por varios hematomas.

Me lo tapé al instante con las manos, y le miré haciéndole un gesto para quitarle importancia… tenía que hacer algo así, el parecía a punto de echarse a llorar y me daba mucha pena… sabía que se sentía culpable, aunque no tenía por qué. Rápidamente, se quitó su chaqueta y me la tendió para cubrirme, ya que, aunque la calefacción estaba puesta, yo seguía helada… se la acepté sonriéndole, y tras cubrirme, un coche nos pitó. Paco arrancó poniéndose nervioso.

Otro sollozo de Silvia, esta vez más fuerte que los anteriores. La miré y pude ver como se tapaba la boca para evitar que la escucháramos… inútilmente por otra parte. La situación era bastante… extraña, por no decir ridícula. Paco mirándonos a las dos intermitentemente. A mí para intentar preguntarme qué pasaba, y a ella porque llamaba su atención con sollozos.

Yo empapada, medio desnuda, sin saber qué hacer, ni qué decir, ni donde mirar… y Silvia que cada vez sollozaba más que en principio eran sollozos normales y corrientes, se transformaron en alaridos lastimeros. Oí como Paco carraspeaba… y eso sólo quería decir que estaba a punto de hablar… y si lo hacía, iba a ser incómodo. Cerré los ojos con fuerza suplicando que no lo hiciera… pero dio lo mismo.

Paco- Sil…( Carraspeó ) Silvia, qué te pasa cariño? Estás bien? Ha pasado algo?

La respuesta de Silvia fue un gran sollozo y taparse la cara. Miré para atrás.

Pepa-( Bueno, qué pasa? Ni que se le hubiera declarao el hermano feo de los Calatraba… ha sido decirle que la quiero y llevarse un disgusto… a lo mejor es que ya no quiere nada conmigo… o que me ve fea… Fea! Ahora soy fea! Tócate las narices, pues tan fea no seré cuando lleva detrás de mí desde que llegó… )

Otro sollozo. Me froté la frente.

Pepa-( Bueno, es que esos sollozos no es de que sea fea, es del nivel " Eres tan fea que Freddy Krugger tiene pesadillas contigo"… será por eso? Como no va a ser por eso?... Si tengo la cara como él…)

Me miré al espejo, entristecida… tenía un aspecto horrible con aquellos cortes… se habían empezado a ir poco a poco, pero aún así se veían mucho… Miré a Silvia.

Pepa-( Pero qué le he dicho? Ni que ella fuera aquí miss España, no te jode!...

Bff… es que sí que lo es, Miss España, Miss Europa, Miss Universo y Mister Proper si hace falta… mira que es preciosa… hasta llorando… pero por qué llora? )

Empecé a sentirme mal, no podía soportar ver a Silvia en ese estado. Paco me miró.

Paco- Pepa, qué ha pasado? Os habéis peleado o…?

Otro gran sollozo, cuando parecía que se había calmado un poco. Abrí mucho los ojos, la actitud de Silvia no estaba colaborando nada a que Paco no se enterara de lo que había.

Pepa- No, no… qué va!

Paco- Entonces…? Mira Pepa, que yo no me quiero meter en vuestras cosas de amigas ( Sollozo )… Y… ( Carraspeó ) que yo respeto tu intimidad y tus cosas pero… es que por más vueltas que le doy no se me ocurre explicación para encontrarte a ti medio en pelotas debajo de la lluvia, y a la otra llorando ( Hablando atropelladamente )

Se me encogió el estómago. Necesitaba una excusa rápida… no es que me hiciera excelsamente feliz empezar mi relación de hermanos con él con una mentira… pero no me quedaba otra. No se podían enterar de lo que había entre Silvia y yo… o entre lo que no había…daba igual! El caso, si Don Lorenzo se enterara… no quería ni pensarlo, me mataría.

Pepa- Es que está triste

Paco- Hombre, ya me imagino… Silvia! ( Mirando por el retrovisor ) Mujer, no llores que seguro que lo que sea… tiene solución.

Pepa- ( Sí, y se llama " Corporación Dermoestética… mírala, como si tuviera delante al monstruo del pantano… )

Silvia no respondió nada, volvió a soltar otro alarido … Paco se puso aún más rojo.

Paco- Silvia que como te vea así tu padre se va a pensar que te hemos hecho algo…

Pepa- Paco! Que no es nada, es que…

Miré para todos los lados, buscando una excusa.

Pepa- Es que hemos hecho una apuesta, y la ha perdido.

Paco me miró con los ojos como platos, descuidando la carretera. Cuando un coche nos volvió a pitar, dio un bandazo y recuperó el control.

Paco- Una apuesta…? Qué me estás contando Pepa?

Otro sollozo. Tragué saliva.

Pepa- Sí, es que… es que estábamos hablando, y ha dicho… pues mira la que está cayendo y … y yo he dicho, pues sí…y ella ha dicho " Seguro que no hay huevos a…

Paco me volvió a mirar incrédulo… la verdad es que que Silvia dijera eso no tenía crédito para nada.

Pepa-… a quedarte medio desnuda debajo de la lluvia ", y claro… pues como yo los tengo como pelotas de nivea de grandes ( Otra cara de Paco, otro sollozo de Silvia ) pues le he dicho, que no?! Que te apuestas? Y ella me ha dicho, veinte euros! Y… ( Alzando la voz )

No sé si se lo estaría creyendo… pero me estaba metiendo en el papel como si me fueran a dar el oscar.

Pepa- … y he dicho, pues venga! … y el resto de la historia ( Bajando la voz ) pues… ya la sabes.

Paco- Pepa, hermana… no te ofendas pero… estáis como las putas cabras eh! ( Alzando la voz ) Como se te ocurre hacer esa mamarrachada?!

Pepa- Pues porque a mí me sabe muy mal que me reten Paco!

Paco- Ala! ( Golpeando el volante ) O sea que si te reto a beberte un chupito de lejía, tu te la bebes!

Pepa- Hombre, depende de la marca ( Intentando hacer un chiste )

Al ver que no se reía nadie continué, bajando la voz.

Pepa- y… y eso… ( Avergonzada ) la he ganado y la chiquilla se ha llevado el disgusto porque la he desplumao… vamos que la he dejao sin paga… ( Bajando la cabeza )

Paco balbuceó.

Paco- Como las cabras… pues ya se lo estás devolviendo eh?

Miré a Paco más sorprendida de lo que el podría estarlo por la historia que le acababa de contar. Se lo había creído…?!

Paco- Me has oído?

Pepa- Sí, sí…

Paco- Que entre familia está muy feo timarse el dinero, por Dios!

Pepa- Yo… ( Miré a Silvia por el retrovisor ) Yo te lo devuelvo… lo siento… ( Susurré )

Paco- Vamos, donde se ha visto! Levantarle el dinero a la niña, Pepa! Como se entere Don Lorenzo…!

Paco siguió hablando un rato más sobre los valores de la familia, concretamente hasta que llegamos a su casa y aparcó… aunque yo no le escuchaba, sólo podía mirar a Silvia mientras ella no dejaba de esquivarme.

Cuando el garaje se cerró y Paco apagó el motor, me sentí un tanto…incómoda .No lo había pensado hasta ese momento, pero supuestamente esa iba a ser mi nueva casa… me sentía como una extraña, bueno… lo era. No sabía como actuar. Paco y Silvia se bajaron del coche, y antes de que hicieran nada más la puerta del garaje que comunicaba con la casa se abrió bruscamente, dando entrada a una alterada Lola.

Tras cambiar su expresión a una más alegre, se abalanzó hacia Paco y Silvia, llenándoles de besos a ambos. Por suerte, para aquel entonces Silvia al menos había dejado de llorar. Realmente lo agradecí, ya que por sus alaridos parecía que la estaban matando.

Lola- Menos mal que habéis aparecido ya! ( Besos ) Que estaba que me iba a dar un infarto! Como no me has llamado? ( A Paco ) Y tú como estás vida mía?! ( A Silvia, sin dejar contestar a su marido )

Silvia no contestó nada, simplemente asintió con la cabeza, y eso extrañó a Lola. Tomó la cara de Silvia con sus manos.

Lola- Qué te pasa mi vida? Te encuentras bien? Y esa cara?

Paco reaccionó poniéndose algo nervioso.

Paco- No ha pasado nada mujer! La chiquilla que está un poco en shock todavía, que ha sido una situación muy tensa todo… verdad?

Silvia asintió, y Lola miró a Paco con reproche.

Lola- Es que a quien se le ocurre dejar a la niña ir hasta allí

Silvia carraspeó, y habló por primera vez con una voz débil y apagada.

Silvia- Que estoy bien Lola… sólo, cansada

Lola asintió no muy convencida, y volvió a llenarla de arrumacos. Yo me encontraba aún al lado de la puerta del coche por la que acababa de salir, perdida. Observaba la escena familiar sintiendo que sobraba… me preguntaba qué hacía allí, cuando entonces, Lola me sacó de dudas. Como si hubiera escuchado mis pensamientos, levantó la cabeza del hombro de Silvia para mirarme con los ojos como platos.

Lola- AY!

Me sobresalté. No sé que pensé exactamente que me iba a hacer, pero me sobresalté con ese grito. Quizá al sentirme de más, pensé que realmente lo estaba. Lola se soltó de Silvia, y ante las atentas miradas de esta y Paco, corrió hacia mí para abrazarme con fuerza. Yo aún asustada, no supe como reaccionar. Lola se separó de mí, tan bruscamente como me había abrazado, y tras sujetarme de la cara empezó a darme los mismos besos que les había dado a su hermana y su marido antes. En otra ocasión, me hubiera incomodado muchísimo… pero por alguna razón, sonreí… sonreí como hacía mucho que no sonreía… sonreí como cuando era mi madre la que me dedicaba esos gestos cariñosos.

Era extraño… hacía unos segundos me estaba sintiendo de más… y en ese instante, sentí como si Lola fuera mi segunda madre, casi sin conocerla. Paco también sonreía desde el fondo, volviéndose a emocionar. Estaba claro quien se había llevado los genes llorones de los dos.

Lola- Corazón! Cómo estás?

Pepa- Bien ( Sonriendo )

Lola- Cómo te encuentras? Qué ha pasado? Y… y qué haces medio desnuda hija?

Pepa- Eh… ( Avergonzada )

Paco- Es una larga historia cariño, ya te la contaremos ( Nervioso )

Al mirarme de arriba abajo por mi semidesnudez, Lola también pudo ver los hematomas de mi estómago. Me miró conmocionada, acariciando mis mejillas.

Pepa- No es nada ( Restando importancia )

Lola- Cómo no va a ser nada..? ( Con lágrimas en los ojos ) Pero tú no te preocupes, que todo eso se acabó

Volvió a abrazarme, y esta vez si correspondí, aunque sin saber cómo. Me acarició la cabeza.

Lola- Ahora ya estás en casa por fin ( Separándose y sonriéndome ) Verdad?

Paco- Verdad ( Emocionado )

Lola me cogió de la mano para que la siguiera dentro de casa junto a los demás. Pero yo me frené en seco. Ella se giró extrañada.

Lola- Qué pasa?

Silvia y Paco también se giraron entonces.

Pepa- Es que… ( Miré al suelo )

Lola- Estás bien?

Volvió a enmarcar mi cara con sus manos, pero yo bajé la cabeza avergonzada.

Pepa- Sí, pero… es que… yo no quiero molestar, Lola

Lola- Pero qué dices Pepa?

Pepa- Pues… eso, que yo no quiero molestar, que… vosotros sois una familia y ( Miré a Silvia )… y yo estoy de más…

Lola- Pero de donde te has sacado tú esa tontería…?

Pepa- No es una tontería es que… vosotros tenéis vuestra vida, y siento que yo aquí os voy a molestar, no me conocéis de nada y… ( Avergonzada )

Paco se acercó hasta nosotras y pasó uno de sus brazos por mi nuca, acariciando mi cabeza.

Paco- Tú eres una más de la familia… ( Me levantó la cabeza ) Eres mi hermana. La vida no ha sido justa contigo, tu aquí no estás de más… lo que ha estado de más ha sido que no estuvieras con nosotros antes ( Emocionado ) Y eso ha sido culpa mía.

Bajé la cabeza. Nunca había sido vergonzosa, pero en ese momento no podía evitarlo. Sentía que iba a entorpecerlo todo, a estropearlo… como lo había hecho siempre. Me daba miedo que con el tiempo me acabaran rechazando.

Paco- No te lo crees?

Pepa- No es eso Paco, es que…

Paco- Ni es que ni asco! ( Le miré ) Al menos danos una oportunidad

Sonreí de medio lado, irónica. Yo no tenía que darles una oportunidad, era más bien al contrario.

Pepa- Qué dices Paco…? ( Sonriendo, negando con la cabeza )

Paco- Ven ( Cogiéndome de la mano ) Déjame enseñarte una cosa, y luego decides, vale?

No me dio tiempo a contestar, tiró de mi mano haciéndome entrar en casa. Cuando pasé por delante de Silvia, bajé la cabeza. Que hubiera llorado al decirle lo que sentía por ella, que a penas me mirara… me hacía sentir que no me quería cerca. Ese era otro de los motivos que me frenaban a la hora de entrar en aquella casa, por mucho que lo estuviera deseando.

Aún cabizbaja, me paseó por toda la casa hasta llevarme a una habitación en la planta baja. Al llegar a donde quiso, abrió la puerta de la habitación. Sentí a Lola y a Silvia detrás de mí, pero mi vista seguía clavada en el suelo.

Paco- Mira, mujer! ( Alegre )

Levanté la cabeza poco a poco… y a medida que vi lo que había en el interior, mi boca se iba abriendo de la impresión. Era una habitación llena de luz, con una enorme cama a la izquierda. A su lado una ventana que iluminaba toda la habitación, dando al jardín trasero… pero eso no fue lo que me impresionó. La habitación estaba pintada con color naranja, mi preferido. Quizá a la vista de los demás fuera un color demasiado llamativo, pero a mí me encantaba. Absolutamente toda la habitación, estaba decorada y amueblada con mis gustos. Pósteres de mis grupos favoritos, deportes… un escritorio con un ordenador encima, todo tipo de material de estudio…

Miré hacia la izquierda. Cerca de la cama había un pequeño sofá, y en frente una tele. Aluciné al ver una consola al lado de esta…Boquiabierta, me giré para mirar a Paco.

Pepa- Cómo… cómo habéis…?

Sin terminar la frase, miré a Lola que había asomado su cabeza por encima de mi hombro.

Lola- No te gusta? Es para ti.

Sonrió, sabiendo ya mi respuesta.

Pepa- Es… es increíble.

Quizá esta reacción no la entendería todo el mundo… pero para mí aquello era increíble. El cuarto donde había estado alojada todos estos años parecía una celda. Oscuro, vacío… una cama y poco más. Y ver todo aquello ahora… era para mí.

Pepa- Como sabíais…?

Lola- Lo que te gusta?

Asentí, sin palabras. Lola señaló a Silvia con la cabeza, me giré.

Lola- Silvia nos ayudó… bueno, realmente lo ha hecho casi todo ella ( Sonriendo )

Miré a Silvia… pero esta bajó la cabeza rápidamente. En esos momentos si me hubieran pinchado, no hubiera salido sangre… Aunque empecé a sentirme mal. Bajé la cabeza.

Pepa- No era necesario… no teníais que haber hecho esto para mi, os habréis gastado mucho y…

Paco- Tú te mereces todo esto y más ( Cogiéndome de la cara )

Pepa- Si casi no me conoces Paco ( Sonreí )

Paco- Oye, que tú y yo hemos compartido muchos momentos juntos, o no? ( Sonreí ) Anda que no me has salvado veces de apuros… además, que eres mi hermana! Y todos estos años has sufrido tanto por mi culpa… ( Se entristeció )

Pepa- No fue tu culpa ( Cortante ) Ya lo sabes

Paco- Bueno ( Ignorando mi comentario ). Pero ahora tenemos todo el tiempo del mundo para conocernos, no? ( Asentí sonriente ) Además, te conozco más de lo que crees.

Pepa- Ah, sí?

Paco- Sí, un pajarito me ha contado muchas cosas de ti

Automáticamente miré a Silvia, que volvió a bajar la cabeza. Lola me cogió de las manos suavemente.

Lola- Entonces… te quedas con nosotros?

Volví a mirar a Silvia, pero en ella no encontré nada que me ayudase. Miré a la habitación, y después a Paco y Lola… habían hecho todo eso por mí sin conocerme, querían darme el hogar que nunca había tenido, me estaban aceptando en su familia sin condiciones aunque fuera una extraña… como iba a decir que no?

Pepa- Claro ( Sonreí )

Casi sin terminar la palabra, los dos se me echaron encima. Aunque todavía me sentía algo reacia a la hora de devolver esas muestras de cariño, supe que me acostumbraría pronto.

Lola- Bueno, vale ya! Vale! ( Apartando a Paco de mí, que se había pegado como una lapa ) Vamos a darle un poco de espacio a la chiquilla, que la vamos a agobiar con tanto arrumaco ( Reí ) Ya te acostumbraras, es que somos demasiado cariñosos

Paco besó mi cabeza.

Lola- Paquito! ( Le miró ) Ya!

Paco- Lo siento

Pepa- No pasa nada ( Sonreí )

Lola- Bueno… creo que lo mejor va a ser que te pongas algo de ropa seca, que mira como estás

Pepa- Y que me…?

Lola- Paco, has traído eso?

Paco- Sí, voy a por ello

A lo pocos segundos teníamos a Paco de vuelta con una gran maleta. Cuando me la tendió, supe que era mi ropa. En mi antiguo cuarto no había mucho más.

Paco- Por ahora te he cogido la ropa, cuando vuelva a la casa te traeré de vuelta el resto de tus cosas, vale?

Asentí despacio. Era increíble como habían estado en todo… la idea de que estaba de más empezó a desaparecer de mi cabeza. Aunque no sabía por qué, era evidente que deseaban que estuviera allí.

… ….

Habían pasado algunos minutos. Estaba sentada en mi nueva cama, mirando con detenimiento la habitación, sin poder creerme que todo eso fuera para mí. Aprovechaba los minutos que me habían dejado a solas para cambiarme, para pensar en todo lo que estaba pasando… habían sido demasiadas cosas en muy poco tiempo.

En a penas un par de horas, mi vida tal y como la conocía había cambiado drásticamente… entonces, me acordé de mi madre. No lo había hablado con nadie, pero estaba segura de que ese encuentro que tuve con ella, cuando había estado a punto de morir, no había sido una alucinación… por muy difícil que fuera de explicar, había pasado de verdad… y mi madre no me mintió. Había decidido seguir por ella… y realmente todo había cambiado, como me prometió. Estaba pensando en el resto de cosas que me dijo, cuando la puerta sonó. Me levanté.

Pepa- Si?

La puerta se abrió. Paco entró tímidamente, con los ojos tapados por sus manos.

Paco- Estás visible?

Reí. Ese hombre era de lo que no había.

Pepa- Sí Paco ( riendo )

Paco- Tienes hambre? ( destapándose )

Pepa- Pues…

Bajé la cabeza ligeramente avergonzada. Me habían acogido increíblemente bien, pero sentía que estaba en casa ajena… no podía evitarlo. Paco pareció entenderlo, y tras cogerme de la mano, tiró de mi hacia fuera.

Paco- Vamos a cenar, anda ( Sonriendo )

Cuando llegué al salón, inconscientemente la busqué… y la encontré, sentada en el sofá, cabizbaja. Subió la cabeza para mirarme tímidamente, y volver a ocultar su mirada después… suspiré, no entendía nada. Paco intervino.

Paco- Voy a ayudar a Lola en la cocina, tú quédate aquí con Silva, vale? ( Asentí )

En cuanto pronunció su nombre, Silvia levantó la cabeza asustada, observando como Paco se marchaba. Estaba claro que no quería quedarse a solas conmigo… pero no pensaba rendirme. Con pasos tímidos me acerqué hasta el sofá donde estaba sentada… pude haberme sentado a su lado, pero necesitaba algo más directo… y aunque no fuese así, no hubiera podido evitar hacer lo mismo.

Supe que no iba a querer mirarme, como hasta ahora, así que me arrodillé frente a ella, muy cerca…tanto que intentó echarse para atrás para seguir ocultándose, pero yo no la dejé. Apoyé una de mis manos en su pierna y la otra en su espalda… busqué su cara con la mía.

Pepa- Silvia… ( Susurrando )

Ella no se movió, ni siquiera contestó. Mi mano derecha, temblorosa, se colocó en su barbilla e hizo una ligera fuerza para arriba para obligarla a mirarme. Sus ojos brillaban… pero supe que no era de alegría. Estaba a punto de ponerse a llorar otra vez. Negué con la cabeza.

Pepa- No llores más, por favor… ( Susurrando )

Ella cerró los ojos con fuerza. Negó con la cabeza, sin decir nada.

Pepa- Silvia, qué pasa…? ( Susurrando )

No contestó. Sus manos permanecían apoyadas en el asiento del sofá. Decidida, cogí una de ellas y poco a poco la llevé hasta mi cara. Ella empezó a temblar,… yo también lo hice al notar la electricidad entre las dos... Aquella electricidad que llevaba sintiendo desde que nos conocimos, cada vez que ella me tocaba. Mi mano derecha se colocó en su mejilla, imitando lo que había hecho segundos antes con la suya, y coloqué la otra mano en su espalda, atrayéndola hacia mí.

La acerqué a mi poco a poco, despacio, hasta que mis labios casi rozaban los suyos… pude notar como su respiración se aceleraba . Su nariz rozaba la mía. Sabía que estaba siendo precipitada, pero no podía esperar más… necesitaba besarla ya, no había pensado en otra cosa desde que la vi bajo la lluvia esperándome… no había pensado en otra cosa desde la primera vez que la vi.

Entreabrí mis labios para exhalar un suspiro y así sentí su aliento mezclándose con el mío. En ningún momento cerré los ojos… de esa manera pude ver los suyos llenos de dudas.

Pepa- Silvia, qué pasa…? ( Repetí ) Es que ya no me quieres…?

No contestó, tan sólo sus ojos miraron en todas las direcciones… nerviosos. En otra tesitura supongo que esa "respuesta" me hubiera hundido… pero no. No había llegado hasta ahí para eso, no me había abierto tras años de encierro para conformarme con esa respuesta.

Pepa- Es eso? ( Susurrando ) Tal vez eso tenga solución ( Sonriendo débilmente )

Volvió a mirarme más extrañada que antes. Sin apartar mi mirada de la suya, modifiqué mi posición lentamente hasta hacer que nuestras frentes quedaran pegadas, y entrelacé los dedos de mis dos manos con los suyos. Entonces cerré los ojos, fingiendo una falsa concentración, y susurré:

Pepa- Me quieres… me quieres… me quieres…

Pude notar un atisbo de sonrisa en ella por unos pocos segundos. Abrí uno de mis ojos para mirarla.

Pepa- Ha funcionado?

Obtuve otra pequeña sonrisa por su parte, pero no tardó en volverse triste de nuevo. No pude evitar que mi mirada se volviese a centrar en sus labios otra vez.

Pepa- Silvia… ( Acercándome )

Lola- SILVIA! ( Desde la cocina )

Y a la mierda el momento. Se apartó de mí bruscamente, soltando mis manos y se levantó, justo a tiempo, ya que Lola apareció en el salón.

Lola- Te quedas a cenar con nosotros?

La miré, suplicando que se quedase.

Silvia- Eh…no, no, me voy ya, que papá me debe estar esperando

Lola- Acabo de hablar con él. Ha puesto el grito en el cielo, estaba preocupado el hombre… pero tranquila que ya le he explicado yo todo, te puedes quedar

Silvia- No, no Lola, de verdad ( Nerviosa ) yo me voy ya

Bajé la cabeza decepcionada, y me levanté hasta estar a su altura. Me apartó la mirada constantemente.

Lola- Bueno, pues… espera que le digo a Paco que te lleve.

Silvia fue a contestar a su hermana, pero esta ya había desaparecido otra vez. Recogió sus cosas lo más rápido que pudo, y balbuceando cosas que no entendí se encaminó hacia la puerta principal. No tardé en mucho en reaccionar, fui corriendo detrás de ella.

Pepa- Te vas?

Silvia- Sí, diles que me he ido yo andando, que mi casa está aquí al lado, que no se preocupen.

Pepa- Pero… Silvia!

Le agarré de un brazo, y ella clavó su mirada en él.

Pepa- Silvia… tenemos que hablar

Me acerqué a ella peligrosamente… pero se apartó, nerviosa.

Silvia- Te llamo mañana, vale? ( sin mirarme )

Pepa- Pero…

Silvia- Hasta mañana

Cerró la puerta bruscamente… supongo que igual de bruscamente que se desvanecieron mis ilusiones. No pude tener otra reacción a parte de apoyar la frente en la puerta y suspirar sonoramente.