Holi~ vengo yo de nuevo owo espero les agrade! lo hice porque la historia ya la tenía en la cabeza,así que dije YOLO,porque no? espero en serio que les guste leerla tanto como yo disfruté/disfruto el escribirla.

Aclaraciones:

1.-Si lo llego a subir en otro foro,será en mundo yaoi,con el pseudónimo de Yuusei Takatsuki,NO OTRO MÁS

2.-NO soy fanática de Los juegos del hambre,solamente soy ultra fan de hetalia;si,sólo he visto las películas de Los juegos del hambre y he leído en wikipedia que pasa y en facebook.

3.-No aparecerá NINGÚN personaje de Los juegos del hambre,ya que como dije,no domino el tema pero me ubico mas o menos.

4.-Obviamente no soy Suzane Collins,así que a mi no me pertenece la saga de Los juegos del hambre

5.-Hetalia es de Hima-papa-chiquito my love (?)

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Habían pasado varios años desde aquel suceso que colapsó al mundo, un país llamado Panem lentamente se apoderaba de todo el globo terráqueo, inició como un débil pedazo de tierra que poco a poco fue ganando lugar hasta que en un abrir y cerrar de ojos, ya había conquistado la mitad del mundo.

Los países restantes hacían juntas mundiales urgentes, ya no había peleas entre Francia e Inglaterra o Estados Unidos escupiendo mientras hablaba, todo estaba con una atmosfera que se cortaba con una cuchilla, todo era serio ya que del ecuador hacia abajo era Panem, todos los países hacían varias cosas para tratar de retrasar la inevitable guerra que se veía venir; cuando por fin las declaraciones habían sido anunciadas, otro inesperado suceso golpeó a los países.

Habían encontrado un portal hacia otra dimensión donde sus contrapartes eran del sexo opuesto a ellos, irónicamente, también estaban en la misma situación sólo que allí, la representación de aquella nación poderosa era una joven con largos cabellos blanquecinos que llegaban hasta la cintura, ojos heterócromos dorados y rojizos, igual de fieros que los de su contraparte, una fusta de cuero en vez de un látigo, una capa negra con destellos por los zafiros y rubíes que la adornaban, botas de cuero que le llegaban hasta la rodilla con un tacón algo ostentoso, una falda roja pegada que le cubría sus bien torneados muslos, guantes negros también de cuero, un chaleco que usaban los aristócratas en sus trajes pomposos de color rojo con negro, adornado también con las piedrecillas que adornaban la capa y una camisa blanca de manga larga, la maldad hecha una hermosa joven.

El Panem que las naciones originales conocían era un sobrio joven delgado de una estatura similar a la del ruso, rasgos suaves pero varoniles, una sonrisa que podría abrumar a cualquiera, ojos dorados y rojizos y una herida de guerra en su pómulo derecho, le daban ese aire de elegancia pero malicia a su ser. Su pantalón era negro entubado dentro de sus botas tipo góticas industriales, traía un elegante reloj de bolsillo que imitaba el estilo inglés victoriano, camisa de manga larga entallada, que dejaba a relucir su esbelto cuerpo, un chaleco aristócrata de color negro con dorado que era adornado por pequeñas piedras de oro puro y rubíes, un pañuelo dorado con la inicial "P" bordada en él, los gemelos de sus puños también eran de oro puro, exactamente de 10 kilates cada uno; cabello rebelde que le llegaba a un poco arriba de los hombros y le tapaba un poco sus ojos levemente, guantes negros de cuero, un arete de oro en su lóbulo izquierdo, para finalizar, una capa como la de su contraparte pero ésta tenía de adornos pedazos de oro y rubíes, un látigo y una coronilla en su cabeza, ese era el atuendo de la dominación mundial.

La guerra consumía lentamente a las naciones, el portal fue descubierto por las personalizaciones de Panem, provocando que la resistencia fuera aniquilada, a pesar de que todo el mundo se había unido para pelear, su voluntad no era suficiente ya que con eso no se ganan guerras.

Desde aquel fatídico día en que los mundos fueron unidos y Panem tomó el control total de ambos mundos, se realiza un escalofriante juego con los nuevos distritos de Panem, el juego consiste en elegir a un chico y una chica de cada uno de los seis distritos y de cada una de las seis razas, para tener en total 24 personas, los ponen en una arena a luchar hasta que sólo una persona salga victoriosa, como recuerdo del poderío que Panem tiene sobre ellos. Las anteriores representaciones de países aún eran longevos mas no inmortales, mientras que hubiera gente de su nación, ellos seguirían viviendo como desde hace varios siglos.

"Panem hoy, Panem mañana, Panem para siempre" se escuchó en la radio al alba de aquel día, a diferencia de los demás míseros días, ese día era horrible, habían pasado ya setenta y cinco años desde aquel día en que la humanidad había sido esclavizada por Panem; el alemán despertó al escuchar aquel horrible lema, vio el amanecer por quizá una de sus últimas veces y empezó a limpiar la casa en donde vivía con su pareja, la ex-representación de Italia del Norte y su hermano, Prusia; ese día era el "día de la cosecha", el asqueroso día en que todos los humanos de un rango de edad de doce a veinte años iban a la plaza de su pueblo o ciudad para ver quiénes eran los desdichados que iban al matadero aquel año, todos los años, los representantes de las extintas naciones también tenían que ir para ver los rostros de aquellas personas que hace tres cuartos de siglo no pudieron salvar.

Ya era el medio día y la cosecha era a las dos en punto de la tarde, el alemán despertó al castaño que temblaba y lloraba dormido.

-Italia, despierta-dijo el alemán mientras lo movía suavemente-ven, ya casi es hora…no quiero que te vuelvan a sancionar- el de ojos azules, tras decir eso se puso a pensar acerca de la única vez que se les ocurrió llegar tarde a la gran plaza, el rubio sintió treinta azotes en su espalda a cambio de que al italiano no le pasara nada, no pudo moverse durante tres días pero haría todo para evitar que le pasara algo a su amado italiano-Feliciano, levántate-volvió a decir el mayor al ver que el menos suavemente abría sus ojos con temor.

-¿D-Doitsu?-preguntó el italiano con miedo-¿Ludwig, eres tú?- el alemán asintió con pesar y correspondió el fuerte abrazo que le era proporcionado por su pareja, intentándolo tranquilizar, ya que desde hace setenta y cinco años, el joven del mediterráneo lloraba horrores, temblaba y por las noches de dos semanas seguidas, sus lágrimas no dejaban de fluir.

-Ya, vamos Feliciano, tenemos que alistarte para la cosecha…-tras estas palabras en un tono dulcificado de parte del alemán y un reconfortante beso en los labios, el rubio fue por la ropa bien alistada, obviamente por él, de su amado; notó que ya no estaba la ropa de su hermano, supuso que ya se había alistado; el de ojos azules empezó a desvestir al italiano que seguía temblando de miedo y trataba de dejar de sollozar. Tras una media hora de esfuerzos por parte del más alto, el castaño por fin estaba peinado y bien vestido.

-Vamos Italia, hoy es el vasallaje de los 75 años, debemos llegar más temprano para que tengamos lugares-el italiano asintió con temor, el alemán le abrazó dulcemente y le susurró que él lo protegería de todo mal, el italiano le vio a los ojos aún llorando suavemente y le dio un cálido beso al rubio; tomados de la mano, se fueron caminando hasta donde era la macro plaza del distrito 2, distrito conformado por toda Europa.

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¿Y bien? ¿Que les pareció? Si,me inspiré un poquito este capi pero los demás puede que sean mucho mas cortos...espero su opinión,sus favoritos y sus reviews,ya que sin ustedes mi historia no tendría mucho les gustó,pueden conversar con sus amigos de él y compartirlo :D

Por cierto /o/ mañana actualizo mi otro fic llamado "Sangre fría-Introducción a la cartografía",como no,también de hetalia.

Yael ;n; te extraño! se que a ti te gustan los juegos del hambre...(creo) así que...pues te lo dedico para que te recuperes pronto :3

Yuusei OFF

Hasta Pront!