Disclaimer: Los personajes no me pertenecen para nada, son parte de los creadores de Rugrats y Rugrats crecidos (All grown up!), Claro que si aparece algún personaje que desconozcan, pues es parte de mi imaginación, aparte de la historia que estoy creando aquí...
Aclaración: El único que va a la escuela es Dil, ya que es menor que los demás, los mayores, como lo son Tommy, Carlitos, Kimi, Phil, Lily, etc. ya no van a la secundaria y tienen que comenzar una vida en el temido mundo de los adultos, Tommy acaba de terminar su relación con Kimi, y muchos problemas aparecerán...
Espero que le den una oportunidad a la historia, Saludos
Capítulo 1
El primer día de escuela para todos los adolescentes era el más agotador, Dil, con casi 15 años entraba a la secundaria, viendo como Tommy iba ya a estudiar cinematografía como siempre quiso.
- ¡DYLAN PRESCOTT PICKLES! –soltó alguien pateando su colchón, el pelirrojo abrió los ojos y al sentirse algo vacío, cogió su gorra con un colgante de una dentadura y se lo colocó.
- ¿Qué es lo que ocurre? –soltó frotándose los ojos- ¿Tommy? No que tú te ibas a la convención de cinematografía con Kimi…
- Eres un idiota –se enfurruñó el hermano mayor de la familia Pickles y Dil lo miró confundido y algo molesto por el trato, jamás se le había visto a Tommy decir algo así, solo cuando estaba realmente enojado o frustrado por algún motivo, y es por eso que Dil lo trató de comprender.
- ¿Quién te crees? A ver, ¿Qué ocurrió? –se sentó en la cama e invitó a su hermano a sentarse, él accedió, siempre que tenían problemas podían contar el uno con el otro, aún tenían guardado el preciado collar con la foto de cada uno, en casa, a salvo.
- Ya no… iré a la convención –explicó con vaguedad y algo de tristeza en sus ojos.
- Thomas Malcom, es lo que más has querido, es como si yo evitara hablar por un mes de extraterrestres y la convención anual en Kansas –rodó los ojos- ¿Qué pasó? –insistió ya más despierto y viendo su reloj de pared verde moco con una forma alienígena, todavía estaba a tiempo para charlar un poco antes de ir a la escuela.
- Kimi y yo… ya nada –soltó encogiéndose de hombros como si no le interesara, pero Dil sabía muy bien que a Tommy lo que más le importaba eran tres cosas, Su familia, Kimi y ser un gran director a futuro, sin Kimi, aquella oriental que él simplemente consideraba en su vida fundamental desde que comenzaron, hace un año, no sería nada.
- No puede ser… -balbuceó su hermano.
- Créelo, y bueno, en dos días me voy a París –explicó.
- ¿QUÉ? ¿A PARÍS? –exclamó el quinceañero.
- Estudiaré cinematografía, no puedo quedarme aquí por siempre ¿No? –sonrió- París es la cuna del arte, digámosle así, imagínate grabar unas tomas con la torre e…
- No es lo que quieres, por lo menos por ahora no... –lo frenó de repente un enojado Dil- ¿Por qué escapas de aquí?
- No escapo, tú sabes que yo amo esa carrera, es lo que quiero ser, un director, un gran director de cine reconocido…
- ¿Y Ki…?
- Es pasado –se levantó de la cama y lo miró- Mamá y papá dicen que te levantes o si no llegas tarde a la escuela… ¡Feliz primer día del año!
- No puedo creer lo cobarde que se ha convertido mi héroe de la infancia, el gran Thomas Pickles –se encerró en su baño, Tommy quedó de piedra, jamás pensó que el chico que camina hacia atrás, que se obsesiona con vida extraterrestre, con investigar cosas que jamás existieron, estuviera así de decepcionado y serio al decir esas simples palabras, y se sintió verdaderamente mal.
- Dil tomó unos panques y se largó a su escuela en el autobús, sin dirigirle palabra a su hermano, quien sin embargo pensaba irse a París a como de lugar.
- Voy donde Phillip y Lillian –comentó secamente, no era su mejor día, y se fue sacando una manzana del frutero de la casa, sus padres lo veían con algo de preocupación.
- Cuídate –dijeron y él salió para caminar solo un poco y llegar a la casa de los DeVille, tocó el timbre y al momento salió Phil, con una pelota en la cabeza, tratando de hacer equilibrio.
- ¿Eh? ¿Quién es? Identifíquese que no lo veo –soltó.
- Tommy –suspiró el chico y sonrió al ver cómo a su amigo perdía a su pelota en el suelo y lo saludaba.
- ¿Cómo va todo? –preguntó haciéndolo pasar a casa.
- Bien –suspiró- Amigo, me voy a París –sonrió fingidamente, como si le extasiara el día en que se fuera.
- ¿Lo has pensado bien? –Tommy asintió y vio a Betty y Ulises al pasar por la cocina.
- ¡Hola tía Betty, tío Ulises! –soltó.
- ¿Qué tal Tommy? –dijeron ambos alegremente, siempre solían acogerlo en su casa cuando querían, era como un hijo para ellos.
- Bueno, yo no te veo convencido –ya iban dos personas en el día que le decían casi lo mismo, aunque lo de Dil había sido mucho pero MUCHO más doloroso, solo por el hecho de que su hermano cuando quería, podía ser muy directo y firme en sus decisiones y consejos.
- Bueno, ya no hay tiempo de retractarse, necesito el viaje, Phil –el castaño lo vio y asintió, no había qué hacer, además, Tommy tenía un cierto de razón, ya que, había terminado con Kimi y todo eso tenía que ser doloroso porque eran inseparables, y solo debía cambiar de aires.
- ¿Quieres jugar Rock Band?* Por los viejos tiempos que no volverán, invitaría a Carlitos pero… tiene que trabajar toda la tarde en el Java Lava –soltó fingiendo ser un intelectual, Tommy sonrió y asintió, ambos subieron a la habitación (desastrosa) de Phillip y se pusieron a jugar, Phil al Bajo, Tommy a la guitarra.
* Perdón si añadí el juego actual pero me pareció que si Phil hubiera sido creado en esta época, se hubiera enviciado con el juego, es solo una acotación de tecnología que no afectará más en la historia
Lily estaba en el parque con Kimi, simplemente columpiándose en unos columpios en donde iban a pasar las tardes en las que muchas veces se volaban las clases, y ahora solo se reían, ya nada de esas aventuras volverían, ahora deberían ir a la universidad y tendrían muchos más problemas, si, el mundo de los adultos que siempre odiaron ya se hacía presente.
- No puedo creer que solo… por haber salido al parque de diversiones con Zeta, todo esto, todo este año de… -suspiró Kimi con algunas lágrimas acumulándose en sus ojos, esos pequeños y negros ojos orientales- Thomas es un… -lo llamó por su nombre porque ya ni siquiera podía decirle Tommy, todo se había esfumado tan rápido.
- Tranquila –Lily se levantó de su columpió y la abrazó- Solo dime algo, ¿Es esa la razón del por qué todo acabó? ¿Una simple salida al parque de diversiones con Zeta? –Kimi dudó.
- Al final de la tarde, fuimos a beber una malteada al Java Lava, estaban mis padres y todo, ¡Hasta Carlitos!, y Zeta… de improviso, me… me besó y yo solamente respondí, ¡Soy una estúpida! –se cubrió la cara con ambas manos- Y pues allí llegó Tommy y… ya sabes lo demás.
- ¿Tú lo amas verdad?
- Más que a mi vida –sonrió entre lágrimas- Me… nos íbamos a ir a una convención de cineastas por una semana a New York, iba a ser fantástico…
- Tranquila, todo va a arreglarse, esto no puede terminar así, él sabrá que todo fue un mal entendido y que… Zeta confundió las cosas y todo eso, tu sabes –la animó Lily, Kimi dudó, Tommy se veía realmente afectado, decepcionado y furioso la última vez que hablaron civilizadamente.
Dil caminaba de espaldas cuando se encontró con su mejor amigo del alma, un chico que conoció el año pasado solamente y al menos compartían sus locuras y hacían tonterías por mayor, ¿su nombre?, Nick Parsons.
- ¡Cuidado con donde mira tu espalda! –rieron.
- ¡Nicky! –se dieron la mano cordialmente y se fueron caminando ahora normalmente a su aula.
- ¿Cómo estás? –preguntó el chico, era un muchacho de ojos verdes, y cabello totalmente negro.
- Algunos problemas con Thomas –rodó los ojos, ahora casi todos parecían empecinados en llamarle así a Tommy.
- ¿Tu hermano? –se extrañó Nick al oír tanta seriedad de parte del siempre infantil chico, Dil solamente asintió- Oye, ¿Has visto la revista UFO 2000? La primera edición salió esta mañana
- Oh si, la compré cuando venía camino a la escuela, la tengo en el casillero, ¡Vamos! –y los dos se fueron enfrascados en una conversación sobre la nueva revista que hablaba de especialistas en ufología y muchas curiosidades más acercas de la vida en otro planeta.
Al rato entraron al aula de idiomas y cuando Dil iba haciendo una de sus sesiones de caminar hacia atrás, chocó con una muchacha de cabellos castaños y mirada perdida, ojerosa y con un gorrito verde aplastando su cabello liso.
- ¡Oh! –dijo Dil y se volteó, había tirado todos los libros y cuadernos de la chica, y ahora ella se agachaba a recogerlos sin ganas de pelear, él se agachó también- Lo lamento, este…
- No te preocupes –lo miró con sus ojos marrón y le ofreció una sonrisa calmada, Dil asintió.
- ¿Eres nueva? –preguntó mientras veía en los cuadernos, su nombre algo confuso porque su letra era como algo inclinada.
- Si –se levantaron y Dil vio de soslayo que Nick ya lo había abandonado para irse a sentar con una chica, Sam, una muchachita muy linda que tenía algún efecto en el chico, el pelirrojo rodó los ojos y se acomodó la gorra- Linda gorra, ese accesorio… -vio el colgante de dentadura.
- Si, varía con el estado de ánimo –comentó él llevando algunos de los libros de la chica y de él en su mano y cabeza (no era nada raro en él, de hecho todos sus compañeros ya sabían esa costumbre en el chico)- ¿Nos sentamos acá?
- Ah, yo pensé que, bueno –se sentaron.
- Por cierto, soy Dylan Pickles –soltó estrechándole la mano- Pero dime Dil, no me gusta que me llamen por mi nombre.
- Dylan es lindo –comentó la chica, el pelirrojo no contestó a eso simplemente lo dejó pasar, no estaba acostumbrado a los cumplidos ni siquiera aunque fuera a su nombre (que odiaba)- Soy Cayenne Quesnay, bueno, ese si que es un nombre feo, todos me dicen Cay o Izzy.
- ¿Izzy? Hace unos dos años tuve un amigo que se llamaba así –rememoró como nadie le creía que existía y de verdad Izzy existió- Fueron buenos tiempos.
- ¿Y qué le pasó a Izzy? –curioseó ella sin prestar atención al profesor que entraba hablando en otro idioma a dar la clase.
- El murió –dijo Dil algo melodramático.
- Oh, lo siento, bueno, solo dime Cay, si es que te recuerda a tu… amigo, Dil –soltó sin saber toda la verdad sobre lo que había pasado con el súper "amigo" de Dil.
- Gracias –miró hacia otro lado como si le fuera inevitable ponerse así al hablar del imaginario (para muchos, no para él) Izzy.
Gracias por leer :)
