Little and loving white rose of Wutai
La oscuridad de la noche rodeaba el pueblo de Wutai, apenas iluminada por la tenue luz de la luna. El veloz viento azotaba ligeramente aquel plácido lugar, los árboles y la madera de las casas crujían ante aquel caprichoso elemento. A pesar de que el verano estaba llegando a su fin, la joven rosa blanca de Wutai no dejaba de dar vueltas y más en su cama ya que estaba pasando una mala noche. Se encontraba empapada en sudor y a la vez, temblando ya que el aire se colaba por su ventana como un vendaval.
Frío y calor se entremezclaban en su cuerpo haciendo que jadeara en sueños, esa situación la asfixiaba de sobremanera, así que se aferró a la almohada para soportarlo en vano…
:De repente, el viento y el calor de los últimos días de verano desaparecieron para dejar paso a una cálida luz blanca, una luz de calidez maternal, la que nunca había llegado a sentir. Abrió los ojos lentamente al oír una melodiosa voz, bastante familiar:
-Yuffie…-dijo la voz, con ternura
-… ¿Q-quien es? –preguntó la kunoichi levantándose con torpeza
Una silueta borrosa se acercó a ella, y posó sus manos sobre sus hombros. La silueta se aclaró, dejando ver a una mujer joven y hermosa de ojos verdes y cariñosos. La acarició la cabeza para tranquilizarla, ya que Yuffie se encontraba algo estupefacta:
-¿Eres tu Aerith?
-Claro –rió dulcemente- ¿Te ocurre algo querida? Veo que no puedes descansar, estás sudando mucho –preguntó preocupada
-S-si… ¡Es el tiempo, que se ha vuelto loco!- dijo volviendo a ser ella misma
La dulce Aerith la miró preocupada. La sonrió de nuevo y la tomó de la mano, dirigiéndola suavemente a un pequeño valle lleno de flores en medio de la nada.
Yuffie admiró las pequeñas y frágiles flores que había allí, eran tan reales…
-Por favor Yuffie, siéntate sin miedo –invitó la ojiverde
Sin decir ni una sola palabra –algo extraño en ella- , se sentó junto a Aerith, parecía que quería preguntarla algo a la joven kunoichi:
-Dime ¿Seguro que es solo el enloquecido tiempo que hace normalmente en esta época?-sonrió
-¿Qué insinúas?
-Oh…-cogió unas flores y las puso sobre su regazo- Sabes que siempre velo por vosotros junto a Zack…y últimamente te hemos observado con más detenimiento
-¡Eh! ¡Eso es invadir mi privacidad! –dijo en broma mientras fingía vergüenza
-Veo que a pesar de que pasen los años, sigues siendo adorablemente graciosa –rió mientras colocaba una margarita en el ébano cabello de Yuffie –Con lo que te he dicho antes, quiero decir que no duermes bien porque te veo…apagada, preocupada por algo ¿No es cierto?
Yuffie se calló ante ello, pero fue incapaz de negarlo y mentirla, ella misma lo había observado. Miró hacia un lado con una pizca de tristeza y suspiró:
-Es cierto…Es porque…-La miró a los ojos y se sonrojó de la vergüenza, ya que ella la observaba atenta
-Te escucho –sonrió de nuevo
-Es por Vince –soltó de repente- está más raro de lo normal. Quiero decir –dijo, más relajada- últimamente le veo muy inquieto, no sé si me entiendes ¡Quizás solo sea mi imaginación, el es muy raro siempre! –rió por su estupidez
Se levantó y se dio a toda prisa la vuelta, muy nerviosa. La voz firme de Aertih resonó por toda la nada:
-Defíneme ''inquieto''
Se dio la media vuelta, extrañada al ver a Aerith tan seria y firme:
-¿Qué? ¡No creo que haga falta que me sigas consolando, muchas grac…!
-Yuffie…-la miró con ojos de cordero degollado, sin perder la seriedad
-¡Esta bien, pero no me mires así!-se volvió a sentar a su lado- Me refiero a que está más pensativo de lo normal, suspira mucho…le veo melancólico ¡Y cada vez que le hablo o me lo cruzo, me intenta evitar! Ni siquiera me quiso acompañar el otro día a la carrera de chocobos –dijo, poniéndose de morros mientras se acomodaba en el suelo hecha una bolita
-Ya veo…no es algo muy fuera de lo normal
-¿No ves? ¡Te lo dije! –se levantó, afirmando lo que acababa de decir
-…aunque por otro lado, por muy reservado que sea él, suele estar contigo siempre –musitó con pose pensativa
-Ahhh…-volvió a hacerse una bolita en el suelo- Seguro que estará triste por Lucrecia…no pretendo ser egoísta, pero me gustaría que alguna vez lo superara, es algo que pasó hace muchísimos años, no me gusta verle así
-Es cierto –apoyó la cabeza de Yuffie contra sus piernas y empezó a trenzar flores por algunos mechones de su corta cabellera- pero hay personas que les cuesta mucho asimilar que no volverá a ver nunca más a un ser querido, sobre todo si esa persona siempre ha estado sola. Sabes que Vincent en el fondo es un torrente de emociones, pero es muy difícil que se exprese. Piensa que es un privilegio tener de amigo a alguien que apenas habla con la gente, el resto del grupo y tu tenéis mucha suerte, y el de teneros a vosotros.
Las sabias palabras y la dulce voz de Aertih la tranquilizaba muchísimo, sentía que tenía mucha suerte de contar con ella, aunque no estuviera con ellos, lo que la hizo entristecer un poco:
-Tienes razón…pero a veces me gustaría que pensara en mí –dijo entre susurros
-¿Hmm? ¿Dijiste algo?
-Oh nada, no te preocupes –dijo, con una falsa sonrisa- ¡Ya he abusado bastante de tu hospitalidad!
Ambas rieron y se levantaron del suelo. De repente, oyeron el eco de unos pasos, unos pesados pasos que retumbaban por la nada. Vieron la silueta de un hombre bastante alto y fuerte que les dedicó una agradable sonrisa ¡Era Zack!
El moreno fue a su encuentro con una amplia sonrisa mientras Aerith lo miraba con una miraba llena de amor. Este cogió de la mano de su amada y miró a Yuffie con ternura de hermano mayor:
-Hola rosa de Wutai ¿Qué tal van las cosas por allí?
-¡Ja! ¡Cómo si no lo supieras! Tu novia me lo ha contado todo –dijo con tono burlón
-Jejeje –dijo sonrojándose por lo de ''tu novia''- Es cierto, si. Como ha dicho Aerith, tienes que ser más paciente con Vincent, seguro que lo arregláis ¡La mejor ninja del universo puede hacer feliz a su noviete!
-¡Eh baka, retira eso!-gritó con la cara roja del enfado y de la vergüenza
-¡Esta bien, jajaja! –acarició la cabeza amistosamente a Yuffie
Aerith abrazó a Zack y la miró para dedicarla unas últimas palabras, antes de partir:
-Buena suerte Yuffie, seguro que te las apañas perfectamente para que vuelva a ser el de antes
-¡Pero…!
Se acercó a ella, apartó su flequillo suavemente y la besó en la frente, haciendo que la pequeña se tranquilizara. La mujer volvió al lado de Zack, que se las quedó mirando con un poco de envidia:
-Que envidia, yo quiero uno –dijo haciendo un pequeño puchero
-¡Jajaja,tonto!
Yuffie los miró con melancolía, se veían tan perfectos juntos. Se dejaron de mirar a los ojos y la miraron de nuevo:
-Adiós, rosa de Wutai… -sonrió Aerith
-¡Buena suerte con Valentine! –dijo Zack alegremente
Ambos desaparecieron en un flashazo de luz casi cegador, dejando un rastro de brillos en el ambiente:
-Gracias Aerith, Zack…
Y de repente, el sitio se fundió con la oscuridad…:
Abrió sus ojos de golpe y los cerró de inmediato ya que una luz que asomaba desde su ventana apuntaba directamente a sus ojos. Se levantó de un gemido, molesta por el brillo cegador del sol, bostezó y sintió bajo sus pies desnudos el suelo de su dormitorio.
Se fue a dirigir en dirección al baño cuando de repente sintió que había alguien en la puerta de su casa. Oyó que sin querer, golpeó la puerta de su casa:
-(¡Genial!) –Pensó- (¿Qué clase de pervertido viene a estas horas de la mañana?)
Cogió el shuriken que para su alegría se encontraba a su alcance y con mucho sigilo, abrió la puerta de su casa y cuando estuvo a punto de lanzar el shuriken y maldecir a ese supuesto pervertido, se encontró con que no había nadie, había huido a la velocidad del rayo:
-¡Mierda!-dijo enfadada mientras miraba hacia los lados
De pronto sintió con la punta de los pies que tocaba algo, algo frío y rectangular. Se estremeció y miró al suelo ¿Qué demonios era eso? Se trataba de una especie de urna pequeña y alargada de cristal, envuelto en una tela de seda roja que venía con un pequeño sobre arrugado. Sorprendida, miró hacia los lados viendo que no había nadie, cogió la urna rápidamente y cerró la puerta de su casa.
Corrió hasta un sofá desgastado del salón y se sentó nerviosa. Leyó las letras irregulares que había escritas encima del sobre.
''Para la bella rosa blanca de Wutai''
Yuffie se sobresaltó al leer esas palabras y su cara se tornó de un intenso color rojo. Miró de nuevo para asegurarse que no había nadie en casa, y menos su padre, a saber qué diría si viera aquella urna con aquella nota:
-Uff (Menos mal, intimidad plena)
Aliviada, abrió el sobrecito y leyó la nota que había dentro; decía así:
''Hola rosa blanca de Wutai.
Quizás no me conozca, o no lo suficiente, pero yo a vos sí.
Le sonará extraño que diga esto, pero soy un gran admirador de Lady Kisaragi, es tan fuerte como hermosa, así que me gustaría expresarla toda mi admiración con esta rosa blanca, símbolo de tu sobrenombre antes nombrado.
Con afecto; su fiel admirador''
Dobló la carta y la metió en su sobre, dejándola atónita ¿Desde cuándo ella tiene UN ADMIRADOR? Y encima tan galán y misterioso… Su corazón latía intensamente ante aquellas palabras, aún no se lo creía, se sentía muy alagada con esas pocas palabras que lo decían todo. De repente miró la urna y muy emocionada, retiró la suave tela para ver aquel regalo; una gran rosa estaba encerrada en aquella urna, era de un color blanco puro, con un tallo algo retorcido pero igualmente bonita. Abrió la urna y miró la rosa emocionada, olía muy bien. Sonrió avergonzada y miró una nota que había junto a la rosa:
''Es una rosa especial que dura eternamente .Me he tomado la libertad de cultivarla y quitarla las espinas, no quiero que se lastime con ellas. Disfrútela''
Tras leer esto, se dirigió a su habitación y cerró de golpe, aún alucinando por lo que le acababa de ocurrir. De un salto se sentó en la cama, guardó las notas en un cajón que había cerca y dejó el regalo en la cama:
-(Un admirador…) ¡Por fin alguien que reconoce mis habilidades ninja! –Alzó los brazos victoriosamente- Esto se lo tengo que contar a Tifa, y en persona.
Se bajó de la cama, cogió ropa que dejó amontonada en día anterior y se la puso a toda prisa. Se equipó para el camino y salió emocionada de casa, dando un portazo al salir.
Más tarde, en el bar de Tifa
Eran ya las 12:30, el bar estaba tranquilo, solo con el ruido de la radio de fondo y los vasos de los clientes, los cuales algunos tenían cara de haberse levantado recientemente. Tifa se encontraba colocando la barra del bar cuando de pronto entró de golpe Cid, lleno de manchas de aceite de motor:
-Buenas Cid ¿Un descanso?-sonrió Tifa
-Sí, si…-saludó ignorándola un poco y se sentó- ¡Marchando rápido una cerveza, que no tengo tiempo de charlas estúpidas!
-Que ¿Sigues intentando mejorar la nave? –dijo la mujer, ignorando su mal humor mientras le servía una gran jarra fría
-Si… -cogió la jarra y bebió un poco- parece que se resiste a una mejora, con lo bien que estaría que fuera más veloz ¡Sería la ost*a! -se bebió el resto de la jarra de un golpe
-Si haces la nave más veloz, te multarán por exceso de velocidad –respondió en broma
-¡Ja ja ja, mira como me río! Ya me lo agradeceréis cuando tengamos que usar la nave para una misión y tengamos que correr de verdad
Se levantó de la silla y se dirigió hasta la entrada con bastante prisa, como siempre:
-Oye, no me vas a pagar o qué?
-Ya si eso luego ¡No me metas prisa, jod*r! –dijo malhumorado- Luego nos vemos, adiós vampiro! –dijo mientras le daba un golpe a modo de despedida a un Vincent que se encontraba cerca de la puerta leyendo
Nada más salir, se oyó como caía al suelo y maldecía a alguien con la voz casi desafinada de tanto gritar:
-¡Oye, mira por dónde vas mocosa!
Rápida como un rayo, Yuffie entró en el bar más activa de lo normal. Le revolvió la melena a su enigmático amigo a modo de saludo –cosa que le molestó bastante, pero no dijo nada- y se sentó en una silla que estaba en la barra del bar. Tifa se dio cuenta de su presencia y la sonrió abiertamente:
-¡Hola Yuffie! ¿Qué tal te encuentras? Te veo muy… ¿Hiperactiva?
Efectivamente. Yuffie no hacía nada más que balancear los pies y menear los dedos, sus ojos brillaban de forma extravagante y sonreía muy ampliamente. Incluso le había parecido ver que temblaba un poco:
-Tifa, te tengo que contar algo que me ha ocurrido esta mañana –su voz sonaba muy aguda
-V-vale, debe de haberte pasado algo realmente bueno –la sirvió una infusión para que se calmara, ya que la veía muy nerviosa- Deja que adivine… ¿Un cofre muy grande con materia dentro?
-Nada de eso jijiji –tomó un poco de la infusión- tengo…un admirador secreto –susurró cerca de su amiga
-¿Un admirador? ¡Eso es estupendo! –dijo mientras apuntaba algo en una libreta
-¡Siii! ¡Pero no hables tan alto! –Rió nerviosa- Creo que Vince nos está escuchando…
Ambas le dirigieron una mirada con la cerca arqueada y este prosiguió con su lectura, algo sonrojado ya que lo habían pillado. Volvieron al tema principal:
-Y dime ¿Qué ha hecho para que deduzcas que es un admirador?
-¡Te cuento ahora!
Y entonces empezó a contarle todo desde incluso el sueño que tuvo donde aparecían Aerith y Zack. La kunoichi lo describía todo a la perfección, como se sentía, que pasaba...y Tifa la escuchaba con interés mientras seguía con su tarea:
-..y ahí es cuando decidí que tenía que ir a verte.
-Guau…
-Dime ¿Qué opinas?
-Pues vamos a ver…-miró que no había más clientes y se sentó al lado de Yuffie- Es bastante galán si es cierto lo que ponía la nota…pero por otro lado –miró al ventilador que había en el techo- No sé, no creo que puedas ''corresponderle''
-¿Corresponderle? Vamos Tifa, es solo admiración jajaja En ningún momento me ha dicho ''te amo'' o ''me gustas'' –siguió riéndose
-Que no te lo haya puesto, no significa que no le gustes ¡Te ha regalado una rosa, por favor, piensa con un poco de maldad! Todos sabemos que significa esa flor
Sonrió al ver la ingenuidad de su amiga, algo que no le extrañaba ya que nunca había estado en una situación así. Acarició su cabeza para calmarla un poco, ya que ahora mismo se encontraba diciendo cosas a toda velocidad y totalmente sonrojada, no entendía lo que decía:
-Tú ya tienes a quien admiras mucho ¿Verdad?
-¿De qué hablas? –Preguntó, parando en seco
-¿No te acuerdas de que estuvimos hablando el otro día…o de QUIEN? –recalcó Tifa, mirándola pícaramente
Yuffie se agachó un poco, escondiendo la cabeza entre las piernas muy roja, mientras daba grititos. La mujer se rió:
-¡Tifaaa, me dijisteis que no sacarías el tema! ¡Qué malaa!
-¡Que mona te ves tan avergonzada! Vamos, cálmate y piensa en lo que vas a hacer ¿Sí?
La joven miró a Tifa, que la estaba sonriendo con cara de ''Tu verás a quien prefieres''
Entonces esta se bebió la infusión de golpe a pesar de que seguía caliente, puso la taza de golpe en la barra y miró a su amiga firmemente:
-No me dices nada y me lo dices todas ¡Muchísimas gracias Tifa!
-¡D-de nada! (¿Qué mosca la ha picado?)
Abrazó a la morena con entusiasmo, la dejó un par de materias en la mesa y se fue dando saltos del bar de pura alegría, dando un portazo sonoro al salir. Vincent gruñó un poco por el estruendo de la puerta y miró a Tifa. Esta la sonrió con una gota en la sien:
-Tu amiga es un manojo de nervios –rió
-Si…
-¿Me ha pagado con materia?...esta niña –se las guardó en el bolsillo- No la pensaba cobrar de todas formas –y continuó limpiando la barra mientras miraba a Valentine con interés- (Me pregunto cuánto habrá escuchado de la conversación…)
