El cantar lejano de un ave despertó a Nora.

Permaneció con los ojos cerrados, disfrutando unos pequeños minutos extras de sueño. Se sentía extremadamente cansada a pesar de que sabía que había dormido bien. Por unos segundos más, dejo que su mente estuviera en blanco, sin preocupaciones.

Decidió que era hora de despertar.

Se dio cuenta de que estaba completamente desnuda por la forma en la que las sabanas se sentían en su piel. Intento girar levemente su cuerpo hacia el otro lado. Había un cuerpo cálido. Y este la sujetaba por la cintura.

De repente, llegaron a ella los recuerdos del día anterior. Sus mejillas se tornaron rosadas por el súbito calor que la inundaba.

Claramente recordaba la batalla, la lucha de los Nefilim contra el Ejército de Ángeles Caídos de Dante.

Scott. Lagrimas amenazaban con salir de sus ojos. Él había dado la vida para salvarla de Dante.

Dante. Un pensamiento de infinito odio le atravesó. La había engañado y había hecho que confiara en él. Había matado a Scott y como si no fuera suficiente, había manipulado a Marcie para que quemara todas las plumas de los Ángeles Caídos, incluyendo la pluma de Patch. Había vencido a Dante. Y no solo lo había hecho por ella, sino por Scott y Patch.

Patch

Horas antes de la batalla, lo había perdido todo.

Sabía que cuando el Ejército de Ángeles Caídos había llegado al cementerio, Patch estaba entre ellos. El haría lo imposible para que volvieran a estar juntos.

Y nunca se sintió más feliz en su vida que cuando lo vio en la distancia caminando entre los cuerpos de los caídos a causa de la batalla, quizás buscándola.

También recordaba el regalo que el Detective Arcángel Basso le había hecho.

Patch podía sentir.

Luego de aquel descubrimiento Patch se la había llevado a su nuevo hogar. Sabía que era el momento. Perdió su virginidad. Y habían hecho el amor toda la noche. Sonrió.

¿Pensando en mí, Ángel?

Siempre. Sonreí y me gire hacia Patch.

Buenos días. Dijo Patch mentalmente, besándola suavemente. Nora le devolvió el beso.

Buenos días. Nora soltó un largo suspiro de placer.

¿Qué será de nosotros? Pregunto Nora con una línea de preocupación en el rostro.

Lo que tenga que pasarnos, juntos. Te amo, Ángel. Dijo Patch besándola nuevamente.

Yo también te amo.