Hola a todos! :D
Debo admitir que hace muuuucho tiempo no entraba a fanfiction y hace mucho que no publico un fanfic… han pasado muchos años jejeje. Bueno, hace poco volví a ver mi anime favorito, Fullmetal Alchemist Brotherhood, y me inspiré para escribir un fanfic sobre mi pareja favorita.
Fullmetal Alchemist no me pertenece, le pertenece a la gran Hiromu Arakawa.
Espero que lo disfruten.
Capítulo 1: Regreso al cuartel
El viaje había terminado después de tres largas semanas. El plan inicial consistía en solo permanecer en el nuevo pueblo de Ishval durante un par de semanas; sin embargo, algunos acontecimientos provocaron que la visita para verificar algunos asuntos demorara un poco más.
El grupo liderado por el General Mustang regresó al cuartel muy temprano en la mañana, tal y como lo había anunciado en su última carta. Cuando dicho general llegó a su oficina acompañado por su asistente, todos sus subordinados los recibieron con un saludo amigable, como era de esperarse.
Roy, quien lo único que quería hacer era descansar después del pesado viaje, cogió un par de cosas que tenía guardadas en su escritorio y se despidió de todos diciendo que se tomaría el día libre.
-General, hoy tiene una reunión con el Führer, no puede tomarse el día libre – le recordó la teniente -. Además, debe ponerse al día con todos los papeles que dejó pendiente antes de que el viaje iniciara
-Lo había olvidado… uno no puede relajarse ni un segundo en esta oficina. ¿A qué hora es esa reunión?
-En dos horas y media, señor. Aún tiene tiempo de preparar el informe…
-Me relajaré un poco en la sala de descanso mientras tanto – dijo antes de retirarse -. Luego me encargaré del informe.
La teniente lazó un fuerte suspiro. Sabía que su jefe dejaría el informe para los últimos minutos anteriores al inicio de la reunión. Comprendía que se sentía cansado por el viaje, al igual que ella; sin embargo, debía esforzarse por ganar puntos con Grumman si quería convertirse en el próximo Führer.
La teniente tomó asiento en su lugar y comenzó a revisar todo el papeleo que había traído de Ishval. Lo ordenaría, clasificaría y elaboraría un resumen para que su superior pudiera elaborar el informe lo más rápido posible.
-¿Teniente, pasó algo interesante durante el viaje? ¿Cómo está la situación en Ishval? – preguntó Havoc
-Todo está marchando sobre ruedas. La mayoría de eventos son buenas noticias para nosotros. Muy pronto podremos oficializar el renacimiento de Ishval si todo sigue así.
-Vaya, eso es bueno
-¿Ocurrió algo durante nuestra ausencia?
-No, nada interesante…
De pronto, la puerta de la oficina se abrió como si un torbellino estuviera ingresando a máxima velocidad.
-¡RIIIZA! – exclamó el torbellino mientras ingresaba
-¿Rebeca? ¿Qué haces en Central? – preguntó levantándose de su asiento con gran sorpresa
-¡Adivina quién es la nueva asistente del Führer!
-Me alegro por ti, pero … ¿te saltaste del trabajo solo para decirme eso?
-No, vengo para avisarte que el Führer ha cancelado todas sus reuniones del día de hoy, debido a que va a hacer una inspección sorpresa a todas las oficinas de Central él mismo. Estará llegando aquí en 5 minutos.
La teniente mandó al sargento a que buscara a su jefe en la sala de descanso inmediatamente, por lo que él salió corriendo. Breda comenzó a ordenar todo el lugar junto con Havoc para que estuviera lo más pulcro posible, mientras que Hawkeye se dirigió al escritorio de su superior para organizar todos los papeles. Todo era un total desastre; no obstante, no podía permitir que Grumman viera todo eso. Cuando se trataba de él, no podía correr riesgo alguno. Cualquier detalle podría hacerle ganar o perder puntos al General Mustang.
El jefe de la oficina llegó semidormido e ingresó bostezando. Su cabello estaba desarreglado y su uniforme no estaba totalmente presentable para una visita el Führer. Al ser informado de lo que estaba pasando, se dirigió al baño para arreglarse un poco y regresó a tiempo para saludar a Grumman.
-Mustang, me alegra ver que estás trabajando arduamente, incluso después de haber llegado de un viaje tan largo.
-Como siempre, señor.
Grumman caminó por toda la oficina y saludó a cada uno de los subordinados de Mustang. Cuando saludó a su nieta, se quedó mirándola por unos segundos. Si bien ella no tenía idea de que el Führer era su abuelo materno, él tampoco tenía planeado decírselo. Prefería cuidarla de lejos y sin que ella lo supiera.
-Quiero el informe del último mes en este momento – ordenó Grumman
Hawkeye no vaciló en buscarlo en los archivos para entregárselo. Su abuelo le dio una leída rápida y le pidió a Mustang que le brindara algunos detalles sobre ciertos puntos en particular. Después, le devolvió el informe y lo felicitó por su buen trabajo.
-Nuestra reunión se tendrá que aplazar una semana… surgieron algunos temas importantes y debo atenderlos lo más rápido posible.
-Entendido, le tendré preparado un informe detallado sobre el viaje a Ishval.
El Führer se retiró del lugar con una gran sonrisa en el rostro. Eso tranquilizó a todos los presentes.
-Riza… ¿puedes venir un momento? - escuchó Hawkeye desde la puerta. Su amiga quería hablar con ella y parecía que se trataba de un tema serio.
Pidió permiso para retirarse un momento y salió a conversar con la teniente Catalina. Ella la llevó hasta el pasadizo más silencioso de todo central y le habló en voz baja.
-Un grupo de soldados regresaron después de la primera semana en Ishval ¿verdad?
-Sí, así es. Fueron 25 soldados exactamente.
-Pues… he escuchado algunos rumores interesantes…
-No deberías hacer caso a los rumores… suelen ser mentira. ¿Eso es todo lo que querías conversar?
-No… es que no puedo soportar más la duda y la intriga… tengo que saber la verdad y la única manera de saberlo es preguntarle a la persona involucrada.
-¿Podrías explicar a qué te refieres?
-Escuché cierto rumor sobre ti… y sobre tu jefe
La teniente Hawkeye no pudo evitar ponerse nerviosa en ese momento. No sabía sobre qué trataba el rumor, pero ya se estaba haciendo una idea. Su conciencia le estaba haciendo pasar un mal momento. Hizo lo posible por mantener la calma y mostrar serenidad como siempre.
-¿Es verdad? Necesito saberlo… porque es difícil imaginarse que tú, que siempre has sido tan correcta y reservada, pueda ser capaz de aprovechar un viaje de trabajo para acercarte de esa forma a tu jefe. Aunque, claro… no sería tan sorprendente que se descubra de repente que tú y tu jefe han tenido algo todo este tiempo. Siempre andan juntos de arriba para abajo y después de lo que pasó en El Día Prometido se volvieron más unidos; sin embargo, la ley dice que un superior y un subordinado…
Rebeca siguió hablando. Sus palabras estaban comenzando a sofocarla. No sabía cómo reaccionar ante dichas palabras. Después de unos segundos, logró cortar las divagaciones de su amiga para preguntarle qué había escuchado exactamente.
Mientras tanto, en la oficina, Mustang comenzó a tener un ataque de estornudos. Pensó que se había resfriado durante el viaje.
-¿Adónde habrá ido la teniente? Hasta ahora no regresa.
-Se fue con la teniente Catalina- respondió Breda
-¿De qué tanto estarán hablando?
Los tres subordinados de Mustang se miraron entre sí. Sabían perfectamente de qué estaban hablando, ya que también habían escuchado el rumor que corría por los pasillos de central. Su superior los miró fijamente. Notó rápidamente que le estaban ocultando algo, así que no dudó en ordenarles que le contaran qué estaba pasando.
-Verá, señor, hay cierto rumor…- respondió Havoc-. Algunos soldados que regresaron de Ishval dicen que…
En ese momento, la teniente regresó al cuartel sumamente tranquila, como si nada hubiera pasado. Estaba claro que debía mantener la serenidad si no quería llamar la atención. Nadie debía darse cuenta de que estaba nerviosa. Tomó asiento en su lugar y comenzó a organizar el papeleo pendiente.
-Teniente Segundo Havoc, continúe la historia – ordenó Mustang
-No puedo, señor.
-¿Por qué? ¿Acaso no estaba contándome que había un rumor que comenzaron los soldados que regresaron de Ishval?
La teniente levantó la mirada sorprendida en ese instante. Estaba segura de que se trataba del mismo rumor que le había comentado la teniente Catalina.
-No puedo, señor… por respeto a la teniente Hawkeye, no puedo contárselo.
Mustang abrió los ojos por la impresión. Dirigió la vista hacia su asistente, quien tenía la misma mirada de preocupación que él en ese momento.
-Creo que ya saben a qué me refiero… todo central lo está murmurando en los pasillos
Hasta aquí el capítulo de hoy.
Se estarán preguntando qué es lo que vieron esos soldados… hasta yo me lo pregunto XD
Pronto se sabrá… además, se vienen otras sorpresas.
Espero sus comentarios :D :D
