Historia del Clan "Reino Unificado"

Dice un canto:

"Los sagrados enviados fueron y el hado les hizo encontrar,

lejos del Norte, del Sur, del Este y aun mas allá del Mar,

Unieron fuerzas, ganaron gloria, y edificaron la gran ciudad,

llevando la luz de Iluvatar, huyo para siempre la oscuridad"

De lo que se conoce:

Algunos vinieron de la profundidad del tiempo, otros del recuerdo que habla de grandes ciudades; altos y nobles señores, y guerras de cientos de años; otros, descendientes de casa reales y valerosos reyes de hombres, portadores de la luz en la segunda y tercera edad, en cuentas del sol y la luna. Unos llegaron con el florecimiento de la luz después de la oscuridad, otros ante la sombra se alzaron y pelearon contra ella;. Mucho daño hubiese causado al mundo entonces la no destrucción de aquel anillo; pero después de grandes luchas y hazañas al fin se consumo el destino y la maldad desapareció, permitiendo renacer la paz, la cual reino de nuevo por largo tiempo.

Sin embargo... Las sombras que cubrieran los cielos de antaño con terror, miseria y maldad se amontonan de nuevo como nubes negras por sobre los pueblos y el miedo eriza los corazones de aquellos que saben lo que significa. De nuevo, aquellos que fueron llamados una vez por el señor Oscuro se reúnen de nuevo y crecen en gran número queriendo instaurar una edad de sombras como de una grieta abismal, tomando por la fuerza el dominio de Arda y sus gentes.

Seria en verdad el futuro, si los heraldos de Iluvatar no hubiesen tomado cartas en el asunto...

Muchos de los que partieron han vuelto, los que permanecieron, crecieron en estatura y poder, y otros que jamás nombraron las canciones, caminan entre los nuevos lideres, recorriéndolos senderos de la tierra media.

De los Valar:

Sucedió que esos seres distantes y casi mitológicos para los hombres, llamados Valar reunidos en consejo vieron el inminente levantamiento de la oscuridad de nuevo sobre Arda; ahora con una nueva forma, siniestra y sin nombre. Dispusieron entonces despertar las semillas que alguna vez llegarían a proteger el orden y la paz entre los pueblos, plantadas a través del tiempo, para liberarlos de las sombras y manteniendo en alto la gran luz como fue en el principio.

Desde mucho antes de la caída de Beleriand y la posterior ruina de Númenorë, ya algunas de estas corrientes de vida, habían germinado; crecieron grandes y fuertes y dieron hermosos frutos, bendiciendo entonces con sus acciones a muchos.

Dicen así los sabios que la mismísima Varda, la hacedora de estrellas, entrego a una hermosa Elfa, de la casa de los Vanyar nacida en Aman, la cual le servia, un cristal precioso, que haría que la llama de su ser ardiera clara y fuerte, convirtiéndola en un foco de su poder en cualquier lugar donde ella llegara en su lucha por la justicia y la luz, así entonces bajo su protección, le fue permitido (siguiendo el deseo de su corazón) dejar las tierras inmortales, llegando luego a las costas occidentales de la tierra media y mas allá;

Al igual que Elentári muchos de sus pares tomaron bajo su égida a varios seres, haciéndolos despertar aun en diferentes épocas, justo cuando el hado de estos hijos de Iluvatar llegara a cumplirse.

Cuentan las canciones que se levanto en Ered Mitrin el protegido de Manwë, edades mas tarde, al igual que en el lejano y desconocido Este despertó el elegido de Tulkas; Hacia el Sur, en las gloriosas tierras de Gondor, los pupilos de Mandos y Oromë, de los Bosques siempre dorados la portadora de la gracia de Irmo, el que llaman Lorien, y así muchos otros; como cuenta luego esta historia.

Se habla también que estos guerreros portadores del manto de los Valar, fueron en verdad, de la naturalezas de los Ainur (pares a los Maiar) que tomaron cuerpos, como los hijos menores de Erú, y que nacieron de ellos como Elfos, Hombres, etc. Para preservar así el orden a través de las edades, volviendo cada vez que la amenaza de la sombra renaciera. Pero no hay evidencia alguna de ello y no se comenta en ningún escrito de los Elfos o de los Hombres, ya que ellos de esto nada o poco conocen. Sin embargo, es sabido que un Maiar posee uno de estos cristales de luz, llevándolo en la parte alta de su báculo, que le fue otorgado en tiempos lejanos, en Aman, por el señor de los herreros y la sustancia, el Mismísimo Aulë.

De los Iluminados:

Junto a estos grandes voceros de los Valar, existieron grandes luchadores por la paz y el bien que fueron aliados y hermanos de los primeros. Aun cuando no contaban con tales joyas, poseían la asistencia de algunos Maiar y grandes dones les fueron otorgados por su servicio, para luchar contra la oscuridad y en pro de la protección de los desvalidos.

Aun cuando estos Maiar (muchos de ellos protagonistas de la primera edad del mundo) no estuviesen físicamente en Arda, su radiación le llegaba en verdad a estos sus protegidos, lo cual les servia de guía en los momentos cuando alguna espesa niebla de dudas cubrieran sus ojos o cuando los yelmos y las espadas eran inútiles y las manos o la cabeza no supieran que hacer.

Es cierto que fueron guiados por un destino desconocido hasta mucho después de muchas luchas y sacrificios. Pero gracias a ese encuentro, estos valientes protectores del bien que combinando y juntando sus fuerzas llevaron a cabo grandes proezas y hazañas que alcanzaron gran renombre y aun no se borran de la mente ni del corazón, de aquellos que vivieron esa época, y aun renace en aquellos que las cantan.

Aquí se relatan todas sus obras, luchas, afanes, odios y amores en los cuales se vieron envueltos nuestros héroes.

"No por casualidad fueron impulsados a buscarse entre si, y mucho menos el unirse y alcanzar la gloria de la que fueron los protagonistas"

"Reino Unificado" se llamo esta Alianza y perduro como las estrellas a través del cielo de la historia.

Aun hasta hoy para ser contada.