¡Hola a todos! Tal ves aún no me conozcan, ya que solo he escrito un oneshot en este fandom. Soy Eliza20, escritora relativamente nueva y hoy les traigo una propuesta que salió de mi alocado cerebro.

Sin más que decir, espero que les guste.


¿Te acuerdas de mí?


Capítulo 1: Reencuentros


Año 2014

La mañana ya se asomaba en Trost, todos los ciudadanos ya comenzaban a despertar. Se notaba que iban a ser de esos días pesados, de esos cuando no quieres salir a ningún lado por el agobiante sol que hay.

Una joven de veintidós años ya estaba levantada, alistándose para ir a su nueva universidad. La habían trasladado hace unos días desde Karanese, el pequeño pueblo donde vivía. Le había costado despedirse de su padre, luego de prometerle cuidarse pudo por fin salir de ese abrazo estrangulante en el que se había encontrado. Comenzó a asearse y se tomó su tiempo en hacerlo, pero al escuchar a su estómago pedir comida, tuvo que acabar rápido y envolverse en su bata. Su desayuno siempre consistía en una taza de café y unas tostadas, no le costaba acabarlo y la bebida le ayudaba a mantenerse despierta por horas. Luego de eso, se dispuso a cambiarse. Siempre usaba un estilo casual, nada formal. Unos pantalones azules y una blusa crema, junto con unos zapatos deportivos fue lo que decidió que se pondría, junto con su cabello suelto.

Salió de su apartamento nuevo, dirigiéndose al ascensor. Su celular comenzó a sonar, indicándole un nuevo mensaje. Lo tomó y revisó.

Hanji: Hola Petra ¿Quieres que te pase a recoger en mi auto o vas tu sola?

Sonrió ante la amabilidad de su mejor amiga. Ellas vivían juntas en Karanese antes, pero ella se trasladó ya que le regalaron una beca para estudiar en la Universidad de Trost y no pudo rechazarla. Sin demora, procedió a contestarle.

Petra: No te preocupes, Hanji. Iré sola, nos vemos allá.

Hanji: De acuerdo. Suerte para llegar.

Su amiga bien pudo bromearle, como casi siempre lo hacía, pero esta vez no exageraba. El tránsito era horrible, en especial para el servicio público. Le había tomado casi una hora llegar cuando había calculado que en media hora lo hacía. Había comenzado a caminar rápido, si bien no iba tarde, esperaba dar al menos un recorrido antes de su primera clase.

Miró su reloj. Tendría tiempo de llegar, dejar sus cosas e ir a buscar su salón. No parecía tan difícil. Al llegar, no sabía por donde ir. Le indicaron que si seguía de frente, llegaría hasta el departamento de Historia, donde iba ella. Le fascinaba toda la historia pasada. La idea de titanes de quince metros devorando gente le parecía irreal, pero sabía que había sido verdad. Todos los documentos históricos revelaban que en el año 738 se confirmó que existían titanes y lograron ser derrotados en el año 870, gracias a la ayuda de Eren Jeager, soldado de la Legión de Reconocimiento perteneciente al Escuadrón de Operaciones Especiales, comandados por Levi, el mejor soldado de la humanidad. Juntos habían logrado acabar con la amenaza.

Así lo contaba la historia, o al menos eso les contaban a los niños sus profesoras en la escuela primaria de todo el mundo. No se había visto a uno desde hace 1140 años y todos esperaban que siguiera así.

Caminó hasta llegar a su facultad, dejó sus cosas en su casillero y fue a buscar a Hanji. Ella le había contado que estaría en el departamento frente al suyo, en el de Arqueología. Al cruzar se encontró con una silueta muy familiar: más alta que ella y de gafas. Si, era Hanji.

Corrió y por fin pudo ver a su amiga luego de tres años. Se abrazaron y comenzaron a hablar.

— ¿Cómo te ha ido, Petra?

— Bien. Ya sabes, ayudando a mi padre con el negocio, esperando cumplir el tiempo requerido para pedir traslado aquí —le dijo sonriendo como siempre.

— Yo he estado igual. Conocí a un chico y comenzamos a salir… —sin poder terminar de hablar, Petra ya estaba emocionada.

— ¡Debes presentármelo! ¡Quiero conocer al chico que te ha traído loca últimamente! Y ¿Cómo se llama?

— Su nombre es Erwin, es mayor que yo, él ya acaba este año.

Mientras hablaban el timbre de alerta sonó indicando que debían volver a sus aulas. Se despidieron y Hanji prometió llevarla en su auto hasta su casa. Petra no pudo evitar pensar que su amiga de verdad estaba feliz. Debía conocer a ese tal Erwin.

Al terminar la clase, salió algo apurada ya que debía encontrarse con Hanji hace unos minutos y estaba haciéndola esperar, así que caminaba rápidamente y sin poder evitarlo chocó con alguien. Se disculpó mientras le ayudaba a recoger sus papeles que llevaba él sin siquiera mirarlo. Se fue rápido, disculpándose de nuevo y corriendo hasta donde estaba Hanji.

Por suerte, notó que también llegaba recién y acompañada de un rubio alto muy apuesto. Supuso que se trataba de Erwin.

— Petra, te quiero presentar a mi novio. Erwin, te presento a mi mejor amiga, Petra. Recién es su primer día en la universidad

— En un gusto conocerte al fin, Hanji habla mucho de ti

Al estrechar la mano del mayor, sintió que esa voz ya la había oído antes, esa voz de mando… Soldado Ral, quedó asignada al Escuadrón de Operaciones… Solo eso le vino a la mente, pero sabía que no era posible. Tal vez era el sol, se convenció de eso mientras caminaba hasta el auto de su amiga.

-O-

Había sido un día muy aburrido. Erwin lo dejó solo ya que estaba con su novia y él tenía que ir a clases. Tomó el camino largo y llegó a su salón. Su rostro estoico y su ceño fruncido no le ayudaban a hacer amigos, pero Erwin se le pegó desde el primer día, convirtiéndose en su mejor amigo.

Agradeciendo internamente que las clases hayan terminado, llevó la gran cantidad de papeles que le quedaron de la última tarea. Hubiera llegado sin ningún problema, eso lo sabía, de no ser por una chiquilla imprudente que había chocado con él. Le ayudó a recoger sus cosas y salió corriendo. Ni siquiera pudo ver quien era, pero si pudo ver su cabello, castaño claro. No era común en las chicas usar ese color y encima suelto, considerando el calor que ascendía a 35 ºC podría concluir que esa chica estaba loca.

Sin darse cuenta, había llegado a su casillero, guardó todo allí y fue a buscar a Erwin, que de seguro estaba esperándolo para ir en el auto de Hanji, su loca novia. No le molestaba ser la tercera rueda si eso incluía viajes gratis, pero siempre consideraba opciones al verlos empalagosos en el auto.

Al llegar vio a una chica nueva. Se molestó al notar que ella era la chica de cabello claro, pero al ver su rostro su enojo desapareció. Ojos grandes y finas facciones. No era alta, pero tampoco él lo era. Se acercó de a pocos al grupo y fue Erwin el que lo notó.

— ¡Oh! Ahí estas, Levi.

— Hola Levi. Quiero presentarte a mi amiga Petra, ella acaba de llegar a la universidad.

Así que es nueva, pensó Levi.

— Mucho gusto —dijo sin cambiar su expresión y tomando la mano que Petra le ofrecía.

Por un momento se desconectó del presente y pudo oír algo extraño… Sargento, no puede ir solo. Necesita su grupo… Soltó la mano de la chica antes de continuar escuchando cosas extrañas, lo que atribuyó al sol.

-O-

Al llegar al departamento que había alquilado Petra, se dieron con la sorpresa de que era el mismo donde vivía Levi. Dejaron a ambos y se fueron. Comenzaron a caminar hasta el ascensor con un tenso silencio entre ambos.

— ¿En que piso vives? —preguntó para oprimir los botones del ascensor.

— En el cuatro —dijo cortante mientras miraba a otro lado— ¿Te conozco?

— ¿Perdón?

— Pregunté si te conocía, te me haces familiar

— Lo siento, no.

Luego de estar en silencio, ambos no sabían si debían hablar o simplemente esperar a que llegaran al piso de ella, que era el tres. Al parar y abrir la puerta, se despidió con la mano mientras la puerta se cerraba de nuevo.

Pudo ver su rostro fijamente y se preguntaba dónde la había visto antes.


Continuará…


N/A: Creo que a este tipo de fic lo llaman "reencarnación". Si creen que merece continuación, mándenme un review. Solo les tomará unos minutos y me alegrarán el día como no tienen idea.

¡Que tengan un buen día!