HOLAAAAAA! BUENO YA ESTOY AQUÍ DE NUEVO, PERO CON ALGO DIFERENTE, EXPERIMENTANDO CON PERSONAJES NUEVOS, ESPERO QUE LES GUSTE Y YA SABEN, NO OLVIDEN DEJAR SUS COMENTARIOS.

CAPITULO 1.

Todo comenzó cuando llegué a la universidad, me tuve que mudar debido a que en mi ciudad no contábamos con alguna, tuve la fortuna de llegar a esta nueva ciudad con mis amigos de varios años; claro cada quien iba a diferente carrera. El 1er año fue de adaptación, estaba muy feliz por mi carrera y aún ver a mis amigos de vez en cuando, cuando salía a fiestas, era con ellos, pero ahí fue donde muchas cosas cambiaron. Fue en la fiesta de día de brujas donde mi mejor amiga Alice no nos pudo acompañar ya que había empezado un curso en el extranjero, así que me sentía sola a pesar de que estaban todos mis demás amigos, ella era mi confidente y sabía todo de mí, sabía que su hermano mayor era mi amor platónico, Edward el chico más guapo, cariñoso y responsable, bueno a veces, que lamentablemente siempre me vería como amiga. Esa noche él me dijo que no tomaría para poder llevarnos a casa a todos, me dijo que él me cuidaría, pero tanto él como yo no contábamos con que Tania Denali estaría allí, ella era una de las chicas más populares de mi facultad, con todo a la moda y un bonito cuerpo que traía babeando a muchos chicos. La fiesta la organizaban los compañeros de Emmet, el primo de Edward, él era un chico muy cariñoso y enorme que decía que yo también era su prima; por eso no contábamos encontrarnos con Tania, que desde que vio a Edward aquel día que me visito en la facultad, no le había quitado el ojo.

-vaya, mira primo, quién te está esperando- dijo Emmet.

-¿qué está haciendo aquí? - dijo malhumorada Rose, novia de Emmet y amiga de la infancia -no la soporto - me susurro para evitar que los chicos la escucharan.

- ya somos 2 - contesté del mismo modo. Varios amigos de Emmet se acercaron a saludarnos, hasta que sentí un puntiagudo dedo enterrarse en mi hombro.

-Hola Isabella, que sorpresa encontrarte aquí - me dijo Tania con voz melosa y claramente sobre actuada. Su actitud sólo logró enfadarme más, ella nunca me hablaba, de hecho me sorprendía que supiera mi nombre, sólo me hablo al otro día que vio a Edward en la facultad y eso para pedirme su nombre y número, el cual no le di, poniendo como excusa que tenía que preguntarle a él.

-Hola Tania… -

-oh Edward ¿cómo has estado? - ella se colgó de su cuello y le dio un sonoro beso en la mejilla, yo me sentía fatal, ni siquiera con Jessica, ex de Edward, me había sentido tan celosa, más bien con ella me sentía resignada a que él nunca tendría ojos para mí.

-bien Tania ¿y tú?- respondió mi amigo, aún no sabía cómo era que ellos terminaron conociéndose, pero en algún momento vi interés en Edward, más porque me dijo que averiguara sí ella tenía novio.

-donde se le cuelgue así a mi Emmet la desgreño - Rose les dio la espalda para evitar que la escucharan.

-no te preocupes, el objetivo está marcado- dije discreta.

-no entiendo que le ven a ese palo, lo único que va provocar Edward es que lo infecte de algo - el simple comentario me dio un escalofrió seguido de nauseas.

-hey Bella - de repente me vi envuelta en un fuerte abrazo -que bueno que al final sí vendiste - dijo Jacob, uno de los compañeros de Rose y Emmet, y ahora amigo mío por su valiosa ayuda cuando caí entrando a su facultad y llevándome al servicio médico por las cortada que provocaron unos clavos salidos de una puerta; él fue quien más insistió de que asistiéramos para según esto pasar un buen rato.

– te dije que aquí estaríamos – correspondí el abrazo, era un chico muy musculoso y al mismo tiempo reconfortante.

- ¿Dónde está Jasper? – Pregunto Jacob.

-Lamentándose en casa – respondió Rose, que ya tenía un vaso en la mano con alguna bebida alcohólica seguramente.

-Sí, creemos que seguirá así hasta que Alice regrese dentro de unos meses – comente.

-Pero él tiene la culpa – agrego Rose – debió decirle lo que siente por ella, eso hubiera cambiado sus planes de irse, al menos por tanto tiempo –

-Sí, pero tal vez por eso no lo hizo, aunque ya llevan mucho tiempo haciéndolo de emoción – me encogí de hombros al recordar a mis amigos y todos los cariñitos que se daban de vez en cuando.

-Pero estas de acuerdo que ella no le va decir nada – me dijo Rose.

-Pero puede ayudar un poco – Jacob me veía fijamente – créanme que a los chicos nos gustaría ver señales para en un futuro no sentir el rechazo –

-Hey, que tanto parlotean, mejor toma Bella – Emmet me pasaba una bebida – vamos cariño quiero bailar contigo – él tomo de la mano a Rose y fue lo último que vi porque yo buscaba a Edward, que al final ya estaba con una amiga de la facultad de Emmet, pero tenía puesta la vista en Tania, que se contoneaba sin tener precisamente una pareja de baile.

-¿Qué opinas Bella? – oí a lo lejos.

-¿Qué? ¿Cómo? – volteé a ver a Jacob.

-digo ¿Qué si quieres bailar? –

-Oh no, aunque mis amigas digan que lo hago bien, siento que en cualquier momento puedo caer, prefiero que hagamos otra cosa –

-Hay una mesa de billar, quieres intentarlo – sonrió traviesamente.

-Claro, vamos – dije apresuradamente, lo principal era salir de ahí, aparte que era buena en el billar, Edward, Emmet y yo íbamos de vez en cuando.

-¿quieres que te consiga otra bebida? – dijo mi amigo cuando esperábamos que la mesa quedara libre.

-Oh no, gracias, aún tengo, aparte creo que voy a tener que conducir –

-No entiendo porque dejan como conductor resignado a Emmet, siempre les hace lo mismo – río Jacob.

-No, esta vez es Edward, pero lo vi muy… emocionado con su vaso – por no decir que tal vez ni se fuera a regresar con nosotros, solo pensar en él y Tania juntos me revolvía el estómago.

-Mmm pues valiente amigo – el tono de Jacob tenía cierto desprecio, no era la primera vez.

-Oye siempre te he querido preguntar, ¿Edward no te cae bien? – lo cuestione sin pensarlo muy bien.

-Créeme a pesar de que en un principio no me llevaba muy bien con Rose, tus amigos son geniales, pero al parecer no le caigo muy bien a él, desde que nos presentaste sentí cierto desagrado de su parte hacia mí –

-¿Qué? No lo creo – si había notado que Edward se ponía serio cuando Jacob estaba, pero no creía que fuera porque le caía mal, sino que como no era un amigo de siempre, no se sentía tan en confianza – aparte eres genial, no tendrías por qué caerle mal – tomé un taco para irnos preparando.

-Tengo una teoría – él me vio de abajo hacia arriba – pero ¿se me figura o has dicho que soy genial? – la sonrisa de Jacob era hermosa, al grado de contagiar.

-No te emociones, que la fama no se te suba a la cabeza, mejor demuéstrame que sabes hacer – le señale la mesa que se había desocupado.

Pasamos un buen rato jugando, incluso se armaron retas para que más pudieran jugar, aunque yo estuve un largo tiempo sin que me sacarán.

-Hey Bella ¿te la piensas pasar ahí toda la noche? –Rose venía con las mejillas sonrosadas por el alcohol.

-Pues me está yendo bien- volteé a ver a Jacob que sonreía al tirar.

-Vamos hay un chico hot que ha preguntado por ti – reí por su comentario, mi amigo solo frunció el ceño y vio a Rose con cara de pocos amigos por insistir en que fuera con ella y dejar la partida a medias.

-¿de qué estás hablando? –

-Se llama James, es la segunda vez que me pregunta por ti, quiero que lo conozcas – ella jalo de mi brazo, permitiéndome solo hacer una seña a Jacob de que regresaría.

-Mira Bella, él es James – Un chico rubio me enseño todos sus dientes al momento que me daba la mano, su toque fue inquietante, dejándome extrañada y para mi mala suerte el chico no me soltó, al contrario me jaló para darme un beso en la mejilla.

-Es un gusto, al fin te conozco – su voz era muy ronca y su aliento me decía que había bebido - ¿Qué tal te las estas pasando? –

-bien, gracias, ¿eres de la facultad de Emmet?- decidí preguntar porque era evidente que el tal James era más grande que todos nosotros, de hecho yo era de las más chica de la fiesta, como siempre nos pasaba a Alice y a mí por andar con Edward y Emmet a todos lados.

-No, solo que conozco a un par de chicos por aquí – se encogió de hombros – yo trabajo por el momento ¿tú qué estudias?-

-Filosofía y letras –

-Interesante, te ofrezco una bebida – él me acercaba su vaso.

-No gracias, de hecho deje la mía en…-

-Oh vamos Bella, no seas descortés, siempre te la pasas bebiendo o agua o refrescos – Rose se veía muy fuera de sí, al parecer ya había bebido demasiado.

-No importa Rose, si ella quiere un refresco eso le daré, la verdad Bella me encantaría platicar más contigo, se ve que eres una niña muy interesante –

-Yo- no sabía ni que decir no estaba acostumbrada a la atención de las personas. Y menos cuando invadían mi espacio.

-es más presiento que… ¿ya te quieres ir? – El tal James se acercó aún más a mí – yo te puedo acompañar, al fin y al cabo Rose esta con su novio, porque no nos vamos –

-¿Qué? – era posible que este tipo estuviera proponiendo otra cosa a pesar de que acabamos de conocernos.

-Hey bebé, te he estado buscan…do – Emmet se desconcertó mucho al ver a James -¿Qué haces aquí? – no sé por qué pero mi amigo cambio su postura en ese instante.

-Hola osito – Rose se le colgó a Emmet del cuello – te presento a… James – Rose estaba muy extraña, ¿pues cuantos vasos llevaba?

-Rose ¿Qué te pasa? – Emmet prácticamente estaba cargando a su novia, la cual empezaba a subir el tono de sus caricias.

De repente sentí la mano de James sobre mi espalda baja, sorprendiéndome por su toque tan… familiar para él pero para mí era un toque incomodo – vamos nena, que dices, vayamos a otro lado, aquí tus amigos estarán ocupados –

-Ni de sueño imbécil, ¿Qué le diste a mi novia? – Emmet estaba furioso.

-Yo solo le pedí que me presentara a esta belleza – respondió el tipo mientras yo aún estaba asimilando las palabras de Emmet y él me ponía su mano en la cintura acercándome más a él.

-¡Mas te vale que le quites las manos de encima engendro! – la furia con la que hablo Edward a nuestras espaldas hizo que mi cuerpo temblara, sabía que tenía un temperamento fuerte, que podía explotar fácilmente.

-¿y si no quiero? – James miro fijamente a Edward sin quitar su mano de mi espalda, así que lo único que hice fue hacerme a un lado, alejarme de él mientras que Edward le daba un puñetazo.

-Oye Edward – grito Alec, el anfitrión al parecer – cálmate – yo solo me pegue a Emmet para también ayudarlo con Rose que seguía muy animada dándole besos.

-Vaya el hijo de papi sabe pegar – James se ponía de pie, pero Alec se interpuso entre ellos impidiendo que la pelea se prolongara.

-Vete James, ya sabes que no eres bien recibido – Cuando vi, había varias personas a nuestro alrededor, la gran mayoría chicos molestos – te lo dije la última vez – le advirtió Alec, amenazándolo con un dedo.

-ok, me voy – James levanto la manos - nos vemos dulzura – me dijo; Alec agarro con fuerza a Edward, que estaba dispuesto a soltar puñetazos y patadas.

-Espera imbécil – dijo Emmet haciendo que todos volteáramos a verlo -¿Qué le diste a mi novia? – en los ojos de mi amigo se veía la furia.

James volteo sonriendo, haciendo que nuevamente me estremeciera puesto que me vio fijamente – éxtasis – pronuncio la palabra con lentitud, sin dejar de verme y guiñarme un ojo para después darse media vuelta.

N/A: QUE TAL? LES GUSTO? ESPERO QUE SI. LES COMENTO QUE SERA UNA HISTORIA CORTA, DEBIDO A QUE ES LA PRIMERA VEZ QUE MANEJO A ESTOS PERSONAJES Y NO SE QUE TANTA ACEPTACIÓN TENGA, UNO SALUDOS Y NOS ESTAMOS LEYENDO POR AQUÍ.