Disclaimer: "Los personajes de Naruto no me pertenecen, son todos obra y propiedad de Masashi Kishimoto" Lo único que me pertenece es la Historia.


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Summary. Pequeño One-shot para el día de muertos. —¿Estarás conmigo para siempre Sasuke-kun? ¿Incluso después de la muerte?—preguntó la ojiperla .

SasuHina.

Advertencia: Mundo Alterno, Pareja: Sasuhina.

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Capítulo único: Incluso después de la muerte.

En horabuena, por fin había terminado su martirio del día, sentía como todo su cuerpo le pesaba el triple, apenas y podía mantener los ojos abiertos, sus parpados le exigían fieramente que los dejara descansar y que se vaya a dormir, pero no podía, no se podía dar el lujo que vieran al gran Uchiha Sasuke durmiendo en las oscuras y solas calles de Konoha, bueno, no estaban tan solas, apenas eran las 10:00 de la noche y todos los niños todavía se encontraban a fuera de sus casas disfrazados de brujas, duendes, monstruos, princesas y animales pidiendo dulces…vaya, como cambiaban los tiempos, cuando él era niño nunca salió de su casa disfrazado, ni mucho menos iba casa por casa pidiendo dulce o truco. No, claro que no, esa noche estaba con toda su familia prendiendo veladoras y recordando a los que se nos adelantaron en el camino.

Sonrió tristemente mientras caminaba a paso lento hacia el parque, ahora ya no le importaba que tan cansado estuviera, solo quería un momento de paz, no quería llegar a su casa y discutir con su nueva y "amada" esposa, claro, como olvidarla, no tenía ni siquiera una semana de casados y su vida parecía un infierno en vida.

Llegó al parque el cual se encontraba lleno de árboles grandes y frondosos haciéndolo más oscuro, tenebroso e intimidante, podía sentir como la fría brisa tocaba su rostro, el azabache camino hacia una pequeña banca que se encontraba mero en el centro de aquel sitio, y sin pensarlo dos veces se sentó mirando profundamente al cielo, recordando.

Estaba tan perdido en sus recuerdos que no noto como poco a poco el aire se hacia cada vez más frio, ni tampoco se dio cuenta como lentamente se inundaba el lugar con una espesa neblina blanca, entonces una pequeña risa se escuchó por los huecos de los árboles.

—Sasuke-kun—se escuchó una voz muy suave atrás del ojinegro el cual al oírla pegó un pequeño saltito e instintivamente volteo la cabeza buscando el origen pero no encontró nada.

El azabache sentía como se le enchinaba todo su cuerpo, reconocía esa voz donde fuera, ¿Cómo no hacerlo? Era la voz de la mujer más encantadora que había escuchado en toda su vida.

Paso un minuto en silencio esperando escuchar nuevamente esa dulce voz, sin embargo no se volvió a escuchar ruido alguno y entonces trató de conversarse que su mente le estaba jugando una mala broma.

—Sasuke-kun— se volvió a escuchar esa voz de mujer.

Ahora el ojinegro estaba seguro, esa voz le pertenecía a ella. Rápidamente se paró de la banca y empezó a buscar con la mirada la procedencia del sonido.

Después de no haber encontrado a la persona que lo había llamado se rindió, ya estaba cansado de las malas jugadas que le estaba haciendo su mente así que sin más decidió irse.

—Sasuke-kun…¿Por qué te vas?— de nuevo ella.

El azabache volteó rápidamente a mirar a la persona que estaba atrás de él, abrió los ojos como plato y sintió como un intenso frio le calaba los huesos. Intentó dar un paso hacía atrás, pero no pudo, su cuerpo estaba paralizado, no podía mover ni una extremidad de él.

De la oscuridad y en la espesa neblina blanca aparecía una bella joven con unos hermosos ojos perlas, llevaba puesto un bonito y simple vestido blanco que le llegaba hasta los pies tapándolos.

—¿Hi-Hinata?— tartamudeó por primera vez el ojinegro.

—Sasuke-kun…viniste— habló bajito la nombrada sonriendo feliz —Sabía que cumplirías tu promesa—le dijo mientras un pálido sonrojo conquistaba las mejillas de la ojiperla.

Al azabache le cayeron como un balde de agua fría esas simples palabras.

Flash Back

En el centro del parque se encontraban dos azabaches sentados en una banca, el primero mantenía abrazada protectoramente a la hermosa adolecente propietaria de unos hermosos ojos perlas.

—Sasuke-kun…Te amo—le confesó sonrojándose fuertemente la ojiperla mientras escondía su rostro en el cuello del pelinegro.

El ojinegro sonrío de medio lado mientras se separaba lentamente de la hermosa joven, la pelinegra agacho la mirada llena de vergüenza incapaz de poderla subirla y enfrentar a esos profundos ojos negros.

Sasuke le agarro tiernamente el mentón subiéndolo y haciendo que sus miradas se encontraran, lentamente se acercó a la joven y unió sus labios con los de ella en un beso tierno lleno de amor.

Poco a poco se separaron, la joven tenia todo el rostro como un tomate y el azabache sonreía mirándola con amor. Ella sabía que con ese simple acto, él le decía que también la amaba, lo conocía, sabíaa que para él era muy difícil expresar sus sentimientos por medio de las palabras así que los expresaba por medio de acciones.

— ¿Estarás conmigo para siempre Sasuke-kun?— preguntó muy bajo la ojiperla mientras tomaba valor y miraba directamente a los ojos del pelinegro.

Se sorprendió un poco que su tímida novia haya reunido el valor para hacerle tal pregunta por lo que simplemente sonrió tiernamente.

—Para toda la eternidad, Hina— le susurró al oído el azabache mientras veía como su novia sonreía encantada de su respuesta.

— ¿Incluso después de la muerte?—volvió a preguntar la pelinegra pero ahora con voz más seria y sin una sonrisa en su rostro.

Que la sonrisa desapareciera de esos hermosos labios le pareció raro —Sí, incluso después de la muerte—no dudo en decirlo el ojinegro—Es una promesa—expresó mientras la volvía a besar, pero ahora con pasión impregnada en cada mordisco que le daba a esos dulces labios.

Fin del Flash Back

Recordó exactamente aquel día que le había hecho esa promesa y también como justo una semana después su novia había muerto en un accidente automovilístico, era imposible olvidar aquellos días en que se la pasaba tomando y llorando por su perdida, nunca la superó realmente, siempre estaba en su memoria aunque fingía haberla olvidado para no preocupar más a sus padres y darle el gusto a su padre de casarse con la hija de su amigo y socio de la empresa.

Torció la boca al pensar en su vida y el cómo todo había cambiado para mal después de la muerte de Hinata. ¡Al carajo! Ya no le importaba nada, iba a ser egoísta e iría con ella, él también se merecía ser feliz con la persona que amaba ¿no?

—Es hora que cumplas tu promesa Sasuke-kun, espere con ansias este momento—habló la pelinegra con una dulce sonrisa.

— ¿Ahora?—preguntó el azabache un poco más calmado y con la determinación de ir con la personaba que amaba.

Pensar que el espíritu de su antigua novia se encontraba ahí por él y que ella seguía igual de enamorada como él lo estaba de ella lo tranquilizo.

—Sí Sasuke-kun, este es el único día del año que nos he permitido a nosotros venir al mundo mortal— le explicó la ojiperla mientras le sonreía y estiraba un brazo hacía él.

El Uchiha veía atentamente la mano pálida de la joven que lo incitaba a tomarla e irse con ella. No espero ni un minuto más, agarró delicadamente su mano y sintió como rápidamente el frío que ésta transmitía subía por su mano y lo llenaba también a él.

Sin importarle el frío que ahora los recorría a los dos atrajo el proporcionado cuerpo de la joven hacia él, como en los tiempos de antes, la tomó de la cintura y la beso tiernamente sintiendo como la pelinegra pasaba delicadamente sus brazos por su cuello.

El beso era lento y helado, era de esos besos en los que sentías que se te iba el corazón con uno de ellos. Poco a poco la espesa neblina blanca los empezó a cubrir por completo e inundó el lugar de blancura que cuando ésta se fue y la luz de la luna volvió a penetrar los frondosos árboles el parque se pudo observar en el frio suelo el cuerpo inerte y sin vida del azabache.

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Fin.


Notas de la Autora:

Gracias por leer. Espero que les haya gustado este pequeño one-shot que se me ocurrió para el día de muertos.

Atte.

Jokerumi.