Yo y mis clichés sacados de una imagen de internet. A ver que tal funciona... :)
¡Agradezco que lean, y mucho mas sus reviews!
¿Qué? ¿Se había quedado dormido? ¿Él? ¿Sherlock Holmes?
Si, se había quedado dormido más de la cuenta (una noche entera), y a decir verdad, eso le irritaba en demasía.
Tras haber llegado a esa no ofensiva deducción, hizo amago de pararse de la cama, de donde estaba completamente enredado entre las cobijas (¿Desde cuándo se dormía de esa manera como para no saber donde estaba metida la pierna derecha?).
Se levanto, tirando a un lado en el suelo las estúpidas cobijas. Se estiro desde la espalda, hasta los pies, sintiendo como el pijama gris le quedaba un poco más grande (seguramente la Sra. Hudson uso de mas algún nuevo detergente, haciendo que se estirara la tela).
Aun con los ojos entrecerrados por el largo sueño (maldición), se dirigió al baño, tenía que ducharse si quería ir a pedirle más casos a Lestrade esa mañana. Salió y pudo comprobar que John no había llegado a dormir (si lo hubiera hecho, el departamento ya olería a pan tostado y té). Hizo memoria y recordó algo de una tal Melisa y un restaurante francés… o algo así, para lo que le importaba.
Fue hasta el baño. Se desvistió soñolientamente (jamás volvería a dormir tanto), entro a la ducha y abrió el llave del agua caliente. Tardo un rato en que la temperatura del agua se templara como para ya estar debajo de ella y poder despertar más.
Si bien podía afirmar que no había cosa más increíble que un asesinato doble y mas siendo de un asesino en serie, pero eso, un baño caliente en una mañana fría de Londres, bien podía clasificarse como "satisfactorio".
Para cuando ya había puesto champú en su mano izquierda, había notado que algo era diferente. No, no era que la luz tenía que ser pagada ya (el foco parpadeaba), tampoco que por la ventana del baño se enterara que la vecina de arriba se le había quemado el desayuno (los gritos hacia su hijo que no pone atención en la cocina)… no, no era eso… era algo mas…
Ignorando un rato esa sensación, se coloco el liquido espeso con aroma a menta en el cabello negro con chinos ahora mojados… y oh, ahí estaba lo raro…
¿O para ti no es raro que de la noche a la mañana tu cabello corto ahora sea una larga y mojada mata de cabello negro?
Si, de ese pequeño cabello que antes era, ahora era un largo cabello…
Sherlock se empezó a tocar por todas partes, tratando de encontrarle la lógica a aquello.
Al ir tocando hasta donde le llegaba de largo ese nuevo cabello, pudo percatarse de que sus hombros habían reducido de tamaño considerablemente, el cuello era menos tosco e incluso con forma de cisne. Por instinto natural, su curiosidad ganó y con ambas manos, siguió inspeccionando el resto del cuerpo.
Las piernas eran más estilizadas y menos velludas, de la cadera podía sacar que la pelvis cambio y ahora es más ancha, perfecta para la formación de un bebé… ja, claro… pero para la formación de bebés, uno necesita tener… ¡Oh, pero que…! No, no, no… él no podía tener… o más bien, tener… mejor siguió con su rutina, ignorando los miles de pensamientos que se le venían a la mente para dar una explicación racional a ese cambio de… eso.
Llego a la cintura y comprobó que ahora había una cintura que hacia juego con ese par de senos bien formados… ¡¿Qué?! ¡¿Senos?!
Tratando de no desquiciarse por no saber la razón de ello, se toco el rostro. Rostro afilado, pómulos un tanto más marcados, nariz fina, cejas menos pobladas, labios carnosos…
Incluso para alguien que no fuera el genio de Sherlock Holmes, sabría en qué cuerpo está ahora metido. Pero no. No podía ser eso… eso… era… oh, no… no, no, no, no… ¡NO!
El único detective consultor en el mundo salió corriendo de la ducha, casi cayendo por el agua en el piso, para ir ante el espejo del baño, quitarle el vapor de agua que se había acumulado y ver su reflejo.
El cual, para alguien que lo hubiera conocido antes, aseguraría que ese no es su reflejo.
-¡¿Qué carajos?!-grito el detective… con voz de mujer
