Vivir así…

Es extraño pensar que existan seres de otros mundos entre nosotros y pensar que éstos sienten las emociones propias de los humanos.

Dentro de la gran urbe neoyorquina, hombres y mujeres caminan en direcciones diferentes: trabajo, rutina, negocios… toda gama de ruidos, colores y expresiones faciales demuestran las emociones que poseen. Las nubes apenas se divisan porque son opacadas por los distintos rascacielos que de forma imponente tal cual centinelas vigilan mudos y expectantes a sus habitantes.

Pero, en la cúspide de uno ellos, la figura de un hombre de treinta años cuyos cabellos imitan el color del sol, vestido con unos jeans azules y una playera nívea enfocaban su mirada hacia el inmenso vacío. Sus labios exhalaban un suspiro doloroso nacido del alma y en sus facciones se dibujaba la expresión de la impotencia y la abnegación en guardar silencio.

-Katie - Se escuchó con voz nostálgica, como si fuese un susurro al viento.

Quien le viera podría decir que se trata de un enamorado no correspondido, buscando un lugar para poder decir lo que el corazón no puede expresar. Un cúmulo de emociones se concentraba en la mente de aquel ser solitario mientras levantaba su mirada hacia el cielo, cerrando los ojos y recordar su tormento.

Físicamente, él es Clint Barton; un vengador, el arquero o "Legolas" como diría Tony, anciano como le llamaría Katie. Ése es el problema que le atormenta; el no ser esa persona. Él tomó esa forma por amor hacia aquel ser que llamaba "pequeña Prime", adoptando un nombre: Jeremy Bourne.

Había accedido ante Nick para poder ser útil y proteger a quienes él le importaba. Dejó atrás su pasado, un pasado cibertroniano donde él era Bumblebee el explorador para convertirse en Hawkeye. Un papel que desempeñaba al sustituir al verdadero cuando habían riesgos y limitantes. Sin embargo; nadie le advirtió que el servir de apariencia o estar en un lugar diferente al conocido traería consecuencias emocionales.

Conoció a Katie mientras él observaba en el silencio sus prácticas de tiro, su olor a canela llegó a su olfato como el perfume más delicado y exquisito que podría existir. Debía involucrarse con ella, fingiendo ser el maestro se acercó a ella comportándose como Barton y pudo deducir que aquella niña arquera era rebelde por naturaleza, pero dotada de una combinación de sensualidad e inocencia.

No deseaba fallar en aquella asignación, procuraba que Katie tuviera la imagen de su mentor como si fuese lo más sagrado para ella.

-¿Todo bien, Anciano? – Se escuchaba la dura voz de aquella chica en la mente de Jeremy mientras éste parecía llorar y maldecirse por dentro.

-No te involucres demasiado Bee. – Fue el consejo que le dio Nick antes de iniciar con aquel protocolo.

Si al inicio pudo responder como Clint lo haría, con el tiempo se dejaba atrapar por aquella niña quien veía en él un modelo a seguir. Lamentaba su suerte y en el fondo envidaba a quien suplantaba. No podía comprender cómo una chica como ella podría sentirse atraída ante un patán que solamente le ignoraba. Y aunque él procuraba tener detalles con ella, Katie pronunciaba el nombre de su mentor con entusiasmo.

Jeremy en la soledad de su habitación meditaba y tenía que esconderse cuando Barton llegaba en escena. Se preguntaba si alguna vez él le había visto llorar o sentirse frustrada, si leía el lenguaje corporal. Poco a poco Bourne fue leyendo en la conducta de Bishop un mensaje inequívoco: "¡Mírame Clint, estoy aquí!".

Y aunque él deseaba gritarle a Kate: "Lloras por un árbol cuando no eres capaz de ver el bosque que está a su alrededor" debía cumplir con su deber. Permanecer con sus sentimientos albergados, soñando en que algún día ella pudiera comprender lo que él sentía.

-Ella vuela en un cielo muy alto, donde las abejas jamás podrán llegar. – Mencionó con resignación ante la cruel realidad.

Eagle Primecee

Vivir así es morir de Amor. (Camilo Sesto)