Aún esta oscuro afuera. En enero no es agradable despertarse temprano.

Son las seis de la mañana y mi cuerpo siente esa flojera que no me quiere dejar abrir los ojos, ese calorcito que no quiere dejar la cama y esa piel tan suave pegada al pecho… piel? Abro los ojos despacio y veo una cabellera rizada que huele a manzanas verdes como mañana de verano.

Y de pronto mi mente recuerda. Es mi Hermione y aunque son las seis de la mañana de un frío Enero, solo por tenerla en mis brazos piel a piel vale la pena despertar.