"La vida no siempre trajo cosas buenas para todas las personas, algunas sufrían otras disfrutaban de la vida, y otras simplemente vivían tranquilamente. Pero para ella, la vida era miserable, su existencia le molestaba, y la simple idea de regresar a casa todos los días, era deplorable. Su vida nunca fue un cuento de hadas, nunca estuvo el amor por parte de los padres, y la única cosa que ella amaba era su pequeña hermanita "Mei", odiaba el hecho de que ella viviera en esa casa, que lo único que ha servido es para dormir y comer. Nunca quiso que ella tuviera que nacer en ese lugar y vivir por el resto de su vida, sin embargo ella no mandaba lo hacía su madre, y aunque ella hiso lo posible por darle el amor a su hermanita lo que su madre no hizo, no bastó para que aquella niña, creciera y se diera cuenta de en qué realidad vive, lo que daría inicio a su completo sufrimiento."

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¡Exacto! Esa era su vida. Para ella era la peor al igual que su hermana. Quería escapar, e irse al lugar más recóndito del mundo, donde nadie la pudiera encontrar. Pero conociendo a Maya, armaría la Primera Guerra mundial para encontrarla. Por lo tanto aquella idea no era la mejor. Hace algunos meses su madre se había casado con "Tian" su actual padrastro. Aquel tipo tenía la peor fama del mundo, sin embargo ella lo adoraba. Se vestía con lo primero que encontraba que eran unos jeans rotos y una camisetilla. El tipo no tenía feo cuerpo pero era un pervertido de lo peor. Siempre miraba a la pelirosa con deseo, y ella estaba harta de esa situación.

Un día se lo dijo a su madre, y ella simplemente le replico: "¿Quién desearía a una feúcha como tú? . Si, no era tan amigable como parecía, pero qué más daba era su madre. Su relación maternal era la peor….y tal vez ese era un motivo para que ella nunca le creyera nada, y la calificara como una mentirosa. Por ello optó cambiar su actitud y ser fría con ella, con la única que sería buena sería su hermanita, Mei.

Escuchó unos pasos acercarse a su habitación, y rápidamente se hizo la que dormía. Abrieron la puerta y ella ni se inmuto en ver quién era.

-S..Sakura..e..esttas ..ddespierta?

Maya está borracha ¿o qué?. Lentamente abrió los ojos y la miró molesta.

-¿Qué quieres?

-Cariño – gimoteó la señora mientras se tambaleaba de un lugar a otro.

-No!..lárgate y déjame dormir – murmuró molesta mientras le daba la espalda.

-Sakura….Tian ya me quiere – dijo al instante que se echó a llorar.

Otra vez lo mismo. Cada que su madre se ponía a tomar decía que Tian no la quería, y ella como hija mayor tenía que aguantar sus berrinches de señora vieja. Será que algún día podía dejar de molestarla?

-Si te quiere, solo duerme – exclamó, mientras se levantaba para intentar sacarla del cuarto.

-¿Por qué no me quieres?

-Porque no me dejas dormir – susurró molesta.

-No es cierto yo te quie-

No concluyó puesto a que sakura le cerró la puerta en las narices.

¡Ábreme sakura!..gritó su madre atrás de la puerta.

Sin embargo aquellos gritos no le afectaban en nada. Ella podía gastar toda su voz, si así lo deseaba pero ella no movería ni un dedo para abrirle. Cogió su mp4, y le alzó el volumen, y le dio play a una canción de género rock. Por lo general escuchaba de "Linking park", "Paramore"..entre otras.

Pasó alrededor de una media hora, y ya no escuchó gritos. Entonces se quitó los audífonos y se puso a pensar en lo que su madre le había dicho hace un día.

Sakura, nos vamos a ir de esta casa ya que he encontrado otra, y es grande y muy hermosa. Y esa día iba a ser mañana. Dejaría su pueblo natal para irse a amargar a otros vecinos. ¡Já!...pero eso creería Maya que pasaría, sin embargo ella tenía mejores planes que esos. Se cambió de ropa y se dirigió a la escuela de su hermanita.

Luego de unos largos 20 minutos corriendo, se paró en la puerta y tocó.

-Si – dijo el vigilante.

-Vengo a ver a mi hermana – dijo sakura.

-Su nombre y apellido por favor, y el de su hermana – espetó el hombre sacando una lista.

-Sakura Haruno y vengo a retirar a Mei Haruno – dijo un poco agitada.

-Está en clases.

-El problema es que nos vamos de viaje, y necesito sacarla – mintió.

-Está bien, pase.

Entro rápidamente y corrió por los pasillos hasta quedar al frente del curso Mei, suavemente toco la puerta y la profesora la reconoció, haciéndole señas de que pase.

-Con permiso – dijo sakura entrando al aula – vengo a retirar a Mei.

Kurenai la profesora y su única amiga, la miró con incredulidad y dejó que Mei se retirara del salón. Por parte de sakura solo pudo agradecerle infinitamente, por dejar las interrogaciones de un lado y dejar que ella crea que lo está haciendo es por el momento lo mejor.

-Mei debemos irnos

-A donde? – preguntó confundida.

-Como tú sabes Mei, Maya compró una nueva casa por lo que su idea es irnos a vivir a todos en ella. Es realmente eso lo que quieres? – cuestionó afligida.

-Claro que no. Ella no nos quiere, porque seguir viviendo con ella?

-Exacto, por ello. Pienso que debemos irnos lejos, y hoy es el día.

-Mmm…trajiste ropa onee-chan?

-Etto…jeeje..se me olvidó, por salir apurada a verte – rió mientras se rascaba la cabeza.

-Entonces vámonos.

Mientras corrían, la pelirosa iba pensando en cómo entrar en la casa sin ser descubierta, después de todo se había olvidado de coger ropa para el viaje. Aunque no iba a ser difícil, estando su mama borracha de seguro estaba dormida, y se supone que su padrastro Tian debe estar con sus amigos. Así que no hay nada que temer.

Luego de 20 minutos llegaron a la casa. Abrió la puerta cuidadosamente y se adentró.

-No está mamá? – preguntó mei.

-Shh….. – siseó sakura – debe estar dormida.

La niña asintió y caminó a su cuarto por ropa, al igual que ella. Lentamente la ojijade entro a su cuarto sabiendo que si hacía un mínimo ruido, su madre podría despertar, ya que su cuarto se encontraba a lado. Entonces entró y comenzó a guardar ropa en un pequeño bolso d emano.

Cuando creyó que todo el riesgo había pasado, escuchó su puerta abrirse de improvisto, para dar a la vista a una figura masculina.

-¿A dónde crees que vas? – sonrió de lado.

-Tian ¿Qué haces aquí?

-Respóndeme – exigió – o tu madre se puede enterar.

-No me amenaces! – replicó enfadada.

-Pues entonces que esperas para darme una respuesta coherente.

-Guardaba cosas para darle a los niños pobres – respondió segura de sí misma.

-Entonces llamaré a Maya para que lo apruebe – sugirió riendo maliciosamente.

-No!..no lo hagas.

-Está bien! Pero tendrás que complacerme en algo – dijo al instante que su mirada libidinosa aparecía.

-¿Qué quieres?

-A ti….solo eso. Es tan simple. Satisfáceme por unas horas y podrás marchar-

¡Blas!..una cachetada se pudo escuchar por todo el vecindario.

-¡Maldito pervertido de mierda! ¡lárgate de mi habitación! – chilló furiosa.

Lamentablemente para ella, no se había fijado que su grito había despertado a su madre, y como consecuencia ya se encontraba golpeando la puerta. Tian fue el primerito en ir a abrirle y dejarla pasar.

-¿Qué es lo que está pasando aquí? – gritó furiosa.

-Nada. Solo que el estúpido de tu marido, está falto de cariño. Por lo que viene aquí a pedirme que tenga sexo con él. Simplemente eso. – espetó con odio e ironía.

-Mentirosa – le reclamó enseguida Tian – mi amor, ella miente. Acepta que estas drogada y por eso vienes a inventar una calumnia de semejante tamaño – dijo mientras miraba a sakura.

-¡NO ESTOY DROGADA!

-Y POR QUÉ LLEVAS UN BOLSO? AHH?

-Bolso? De que hablan? – preguntó Maya confundida.

-Mi amora, al parecer tu hijita piensa volver a escaparse –espetó mientras su mostraba una mirada triunfadora.

-Tian déjame a solas con ella – susurró maya mientras el hombro se retiraba de la estancia, no sin antes dedicarle una sonrisa maliciosa.

Maya se acercó a la puerta y la cerró con seguro. Se sacó el cinturón del jeans y lo estiro hacia sakura.

-¿Q…Qué vas a hacer? – preguntó asustada.

-Voy a educarte – fue lo último que escuchó, antes de que la hebilla tocara su piel fuertemente.

La volvió a levantar y volvió a arrematar en su frágil cuerpo. Y así…fue 1..2…3…4….5… ya había perdido la cuenta, sin contar con las cachetadas y pateadas extras que le daba en cada vetazo.

Su hermana que ya se encontraba lista al escuchar los gritos de su onee-chan, volvió a su cuarto y guardó su maleta. Sabía que si Maya la encontraba con la maleta ella también iba a ser golpeada.

Cuando ya no tuvo nada en mano, volvió y espero a que abrieran la puerta. Con sus manos se tapo los oídos y espero.

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~Media hora después~

Mei miraba con tristeza a su hermana, mientras la ayudaba arreglar sus cosas. Sakura le agradeció y cerró los ojos mientras trataba de descansar.

Maya quien había estaba anteriormente en su cuarto, se había ofuscado tanto ante la idea, de que sakura huyera. Que habían llamado al señor que los iba a transportar mañana a la nueva ciudad, para que lo hiciera hoy. Por lo tanto contaban con un máximo de tres horas, para tener su ropa lista.

Sintieron las horas pesarles, mientras esperaban acostadas en la cama, a que el pito del auto de mudanza llegara para irse definitivamente de esta casa. Cuando lo hizo, bajaron desganadas, sin dirigirles ni una mirada a su madre ni a Tian, mientras entraba en el auto.

~8 horas después~

Cuando sakura despertó pudo darse cuenta que el auto ya había parado. Por lo que se dedico a mirar a su alrededor, observo la puerta del carro abierta. Miro a todos los lados y solo vio a Mei a su lado. Entonces dirigió su vista hacia la ventana, y de ella vio una mansión…se le iluminaron los ojos al pensar que podría ser esa su casa, pero luego pensó que era imposible que maya hubiera conseguido una mansión.

-¿Y nuestra casa? – preguntó de mala gana la pelirosa.

-Ahí está – dijo señalando la mansión.

-Pero maya no cuenta con suficiente plata para pagarla. Además si llegara a hacerlo, solo piénsalo nos quedaríamos en la bancarrota.

-Al parecer la mansión no está en uso, ni tampoco tiene dueño, por lo que no es de nadie, entonces la pusieron a venta, pero hay una pequeña cosita… - dijo mei parando la explicación.

-¿Qué cosa? – preguntó alzando una ceja.

-Todas las jóvenes de esa casa desaparecen por algún motivo, por eso nadie la quería comprar, por lo que bajaron el precio a uno muy barato, por eso es que mamá pudo comprarla – concluyó su hermana.

-Ah! Tonterías – dijo sakura saliendo del auto – además el motivo de la desaparición de esas chicas puede ser cualquiera, no significa que la casa las tragó – bromeó.

-Sakuraaa! – gritó maya – vengan para entrar….!

La pelirosa agarró de la mano a Mei, y comenzó a caminar en dirección de la mansión.

-Hasta que por fin despiertas – comentó su madre desde la puerta.

-Hmf…

-Te gusta? – preguntó su madre.

-Es hermosa – admitió sakura.

-Puedes verla si deseas ahora.

-Claro, pero ¿A dónde vas? – preguntó al ver que Maya agarraba a Tian de la mano.

-Vamos a celebrar – dijo sonriente su madre.

No se inmuto ante su respuesta, por lo que prefirió no seguir preguntando.

Antes de comenzar a caminar escuchó la puerta cerrarse y supo que su madre ya se había ido con tian.

-Quiero ver los cuartos de arriba hermana – propudso mei.

Sakura no respondió solo asintió y se encamino con ella a la segunda planta.

Subieron por la vieja escalera y vieron más de 7 cuartos.

-Wau! – exclamó mei sorprendida – vamos por la derecha

-Quiero ir por la izquierda – la contradijo.

-Yo voy por la derecha y tú por la izquierda.

-Cuidado te pierdas – le advirtió la pelirosa, que miraba fijamente los pasillos.

-Claro – dijo mei asintiendo mientras se marchaba.

La ojijade la imitó y ella también se marchó por su lado.

Vio muchos cuartos, pero solo uno le llamó la atención. En la puerta de aquel cuarto tenía grabada las iniciales "S.U", ¿por qué será? .La curiosidad le pudo más y entró en aquella habitación, estaba a oscuras, sin embargo podía observar una gran cama matrimonial, y una mini biblioteca. Cerró la puerta y quiso prender la luz, sin embargo el foco no servía, por lo que se acercó a la lámpara, que había a lado de la cama.

La prendió y se sintió observada, miró inmediatamente para atrás, pero no había nadie, vio algo moverse entre las cortinas.

-¿Hay alguien aquí? – preguntó sakura media nerviosa.

No obtuvo respuesta por lo que se relajo.

-Ah!...debo estar muy estresada – murmró mientras sacaba una fundita – me hacía falta un poco – susurró absorbiendo el polvo por la nariz – ah..esto relaja.

Se acostó en la cama y poco a poco sintió su cuerpo más liviano.

-Mmm…-se removió en la cama y al instante se quedó dormida.

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Mientras ella descansaba unos ojos rojos la observaban. Se veía desde lejos que es aniña tenía problemas, pues su rostro maltratado lo indicaba. Se fijo en su piel y pudo notar que debía ser muy suave a pesar del maltrato. Su pelo era rosa…y eso era u poco raro, aunque la hacía ver distinta. Lo raro aquí no era el pelo sino el por qué de su visita. ¿Qué no ha escuchado las advertencias?...pero bueno por el momento no le pasará nada, puesto a que esa droga injerida en su cuerpo sería su salvación. Sin embargo seguía viendo algo en aquella niña ¿audacia? ¿valentía?..no lo creo….¿estupidez…tal vez.

Entonces la curiosidad le entró y se dirigió hacia ella lentamente….tan solo para jugar..y conocer a su nueva inquilina.