Primer contacto.
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Primer contacto.
Lily. La embarazada de amor.
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Ellos me miraban raro. Susurraban y deliraban cada vez que giraban la cabeza en torno a mi. Sentado en una esquina, con las manos manchadas con algo de sangre. Con unas gafas rojas y verdes apunto de caer de mis orejas.
Nos encontrábamos en la oscuridad. Talvez pasada la media noche. Me calentaba las manos mientras les devolvía la mirada. Una mirada llorosa, me afligía un dolor terrible. Casi inexplicabe pero aún así muy, muy común.
Se acercaron con miedo, temiendo que sacara mi varita y se las vertiera donde nunca daba el sol. En aquel entonces tenía 12 años y una vida llena de aventuras y desventuras.
-Disculpe, ¿Sabe donde se encuentra...?
-Púdrete, me das cáncer.
Se quedo atontado un momento, pero la pelirroja a sus espaldas me miró con cierto aire maternal. Parecía haberse comido una vaca o sufrir de lo mismo que yo.
-No fue mi intención tratarlo
-Coge palos. ¿Dime en qué te puedo ayudar?
-Bueno es que, tengo un problema. Tengo una casa aquí en Godric's Hollow, pero no puedo ubicarme bien. Me podría ayudar.
-No hay problemas follaperros. ¿A donde vas?
-Pues, ¿Conoces la casa de Bathilda Bagshot?
-La vieja cancerígena, diabética, hipotérmica con gustos exoticamente diarreicos. Claro, vivo con esa arpía.
Caminamos. Seguíamos el trayecto que, hace menos de 2 semanas yo había completado. La pelirroja no hablaba. Parecía como si el troll que se comió no la dejara pronunciar palabra alguna.
-¿Disculpa, cual es tu nombre? Dijo el, con aires de estúpido.
-Ramses II ¿El tuyo?
-James...James Potter.
-Un gusto James, saluda al Dalái Lama.
-Jajajaja. Bueno ¿Por qué te ves tan afligido Dalái?
-Es asqueroso. La vieja Bathilda prepara una comida gélida, hipotérmica, cancerígena, hepatítica, hemorróidica, pútrida, comunista, diarreica y sin sal. Pero...es gratis James.
James rió y escuché a la pelirroja reír en voz baja.
-Por eso James, tengo diarrea. Me duele todo. Creo que moriré.
Otra vez James rió y la pelirroja se pasaba la mano por la cara.
-Cuéntame James, porqué tienes las piernas muy abiertas. ¿Te clavaron el palo de tu escoba hasta el fondo en algún partido de quidditch?
James rió suavemente .-Si, si practico quidditch pero...tu sabes en el colegio, las hormonas, cosas pasaron, jajajaja.
Estallé a carcajadas. Junto con la nieve cayendo suavemente comencé a relatar mi vida a James y (Como tarde me enteraría) Lily Potter.
-James, he tomado una poción multijugos.
Parecía como si la parca hubiese cortado los genitales congelados del señor Potter. Porque se paró en seco y trató de sacar su varita. Fulminándome con la mirada, lo traté de calmar.
-James tengo 12 años.
Permaneció perplejo. Luego con las dos manos en las gónadas un suspiro salió de su boca.
-Jajaja, si James. Tomé una poción multijugos, la vieja Baghot tiene el sótano repleto de ellas.
James no rió. Mientras la pelirroja me observaba con aire maternal. Por lo que supuse, la gorda roja estaba embarazada.
Tras 5 minutos de andar con los pies gélidos como patas de pinguino, llegamos donde la vieja Bathilda.
-Vamos James, pasa. Siéntete como en una casa de reposo y sida. Un bacanal de gatos y monos.
Toqué el timbre...
