El viaje en ambulancia no fue corto pero para Yelina la sensación fue de años. Horatio navegaba entre estados de consciencia e inconsciencia, aunque sin soltar la mano de su cuñada. Todo parecía borroso y no era capaz de formar un pensamiento coherente. Su mente saltaba de una cosa a otra y, a veces, escuchaba en la lejanía a Yelina decir su nombre y palabras sueltas que no conseguía conectar.

Alguien a quien creía muerto había venido a Miami y no había perdido el tiempo en organizar un secuestro doloroso y humillante para Horatio. En cierto modo, en medio del pánico que había sentido, no le había sorprendido tanta crueldad...así era él, el monstruo que había ayudado a engendrarlo. Así era su padre.

"Horatio...Horatio, todo ha acabado. Estamos llevándote al hospital. Te pondrás bien" - repetía Yelina cerca de su oído. - "aguanta, por favor..." - una ola de emoción le recorrió, por lo que acercó la mano de Horatio a su cara y le dió un beso. La ambulancia entró en la pequeña carretera que le llevaba a urgencias y paró en seco.

Nada más abrir las puertas, Alexx se encontraba esperando con un equipo. Su cara reflejaba estrés y preocupación. Había recibido hacia unos minutos la llamada de Frank Tripp informándole de que Horatio iba en una ambulancia de camino al hospital. Nada más bajar la camilla miró a Yelina. "

¿Que ha pasado?" - preguntó a la vez que indicaba a su equipo que se empezaran a mover.

"Ha estado secuestrado y ha sufrido varias palizas. Lo colgaron de un brazo durante una hora para mas tarde dejarlo caer a peso. Ningún disparo" - soltó en pocos segundos.

"¿Como sabéis tanta información?" - preguntó Alexx sorprendida

"El hijo de puta hizo un circuito cerrado de televisión para que lo viésemos" - dijo limpiándose las lágrimas que amenazaban con caer - "hemos presenciado todo hasta que el SWAT ha conseguido entrar a rescatarlo"