Hola a todos!
Aqui les caigo con un oneshot algo cursi con dos chicos sumamente guapos como protagonistas: Ezio Auditore, de Assassin's Creed, y Stan Marsh, de South Park.
Ojalá les guste!
Un abrazo!
Vicka.
Stan y Ezio.
Ezio Auditore, de 25 años, estaba totalmente aburrido.
Era una mañana en el centro comercial de Denver, Colorado, la ciudad en donde vivía en compañía de sus tres mejores amigos Desmond Miles, Connor Kenway y Altair Ibn La'Ahad. El tipo estaba hecho un chile porque sus tres amigotes mas Leonardo Da Vinci y Yusuf Tazim, otros grandes amigos suyos, lo obligaron a ir de compras y de "cazar" mujeres (y hombres, porque ellos sabían que Ezio era bisexual) como si fueran estudiantes de secundaria y no de universidad.
Eso sucedió luego de que el joven florentino terminara con su novia de años, Cristina Vespucci, quien lo dejó por un tipejo norteamericano llamado John Cena, quien decía ser un luchador y actor de la World Wrestling Entertainment, o WWE como se le conoce. Sus amigos, en un gentil y samaritano intento de ayudarle, decidieron animarle con llevarlo al centro comercial y conseguirle una noche de polvorones con el primer infeliz que pasara por ahí.
- ¿Y qué tal esa chica de hermosas bubis? – le preguntó Desmond mientras le señalaba a una chica rubia de pechos exuberantes – Podría ser una mujer que se eche a cuanta gente quiera en la cama… Incluyéndote.
- Demasiado pechugona – respondió Ezio.
- ¿Y ese chico? – preguntó Altair.
- Demasiado musculoso.
- ¿Y la hermosa morena de caminar gracioso? – añadió Leonardo.
- Ha de ser casada.
- ¿Y el rubio musculoso que le está manoseando el trasero a otro rubio? – preguntó Connor.
- No me interesa un trío.
- ¡Oh, vamos, Ezio! – exclamó Yusuf – Cristina era una zorra interesada. Simplemente admítelo: Te engañó con el tal Juanito Merienda, se dio su buena dosis de Kamasutra y como es rico, de seguro ha de estar gozando de la gran vida.
- ¡Pero yo la amaba! – replicó el muchacho - ¡Era mi novia de años! ¡Cinco años para ser precisos!
- No importa – añadió Connor -. Ella bien pudo haber aguantado un mes más y habría aceptado casarse contigo como lo planearon.
- Viejo, olvídate de ella – comentó Desmond -. No te merecía.
Mientras los seis amigos discutían, sucedió que pasaba por allá un jovencito pelinegro de hermosos ojos azules ataviado suéter café, gorro azul con pompón rojo y jeans. El chico, al parecer de 17 años, caminaba a solas por el lugar hasta que se detuvo frente a donde se ubicaba Ezio.
Éste, al levantar la vista, encontró su mirada con la del chico y, en un abrir y cerrar de ojos, se levantó y se le acercó ante la mirada estupefacta de sus amigos.
- ¿Eres Stan Marsh? – preguntó el florentino.
- ¿Eres Ezio Auditore? – replicó el muchachito.
El aludido, con una sonrisa, asintió. Stan, devolviéndole con ternura aquella sonrisa, le dijo:
- Es un gusto conocerte al fin.
- El placer es mío.
- Wow... ¿Quieres ir a tomar un café? Yo invito.
- ¡De lujo! Conozco un café cerca de aquí.
- Jeje… ¡Ok! ¡Vamos!
Ambos chicos empezaron a caminar mientras empezaban a platicar:
- Y dime, ¿cómo has estado?
- Estoy bien…
Mientras tanto, el grupo de amigos de Ezio se quedaron con la cara cuadrada del asombro al ver que el florentino rápidamente les dio el esquinazo al irse con un chico mucho más chico que él.
- No sabía que le tiraba a los más jóvenes – comentó Yusuf.
- Nosotros tampoco – respondió Connor muy pensativo-. Había oído hablar de Stan, ya que era su ciberamigo de miles de años, pero jamás pensé que fuera un chamaco.
- Seguramente se echarán un polvorón después de eso – añadió Desmond.
- ¡Des! – exclamaron todos.
- ¿Qué? ¡Es la verdad!
