Por Ser Diferentes

By: Blue Rabbit

¿Alguna vez oíste hablar de bullying, de cómo una persona puede ser herida hasta el punto de quitarse la vida?

Todos lo hemos hecho alguna vez. Nos hemos reído en clase cuando un compañero se equivoca, o reprenden a alguien. Alguna vez, nos burlamos del estúpido traje que tu amigo llevó al acto de fin de curso el año pasado.

Pero nunca nadie, ha herido a alguien como ellos han herido a estas cuatro personas.

¡Vamos niña! ¿Acaso piensas que por ser emo eres importante?

Satoshi, tu hermano mayor, te tomó por los hombros y te obligó a mirarlo.

Contéstame, Sakura

No, Satoshi-kun

El solo hecho de tener a tu familia separada duele, pero que tu madrastra te maltrate, tu padre te ignore, y que en el único escape que tienes –tu escuela- vivas en carne propia la tortura de los demonios cada día. Mata.

No vuelvas a decir que ella te golpea, ¿Me escuchaste, Naruto?

Tu madrastra te había golpeado por llegar tarde a casa, y tu padre no hace más que apoyarla, acorralándote contra la pared, e insultándote venenosamente.

A veces, tienes problemas de personalidad y baja autoestima, te crees gorda y fea, tu padre es un imbécil tu hermana te odia, tu madre vive sometida al sistema que tu padre ordena y tu solo sufres en silencio.

Luego de devolver lo que habías comido por la mañana –Una tostada con miel- Bajaste las escaleras y viste a tu madre limpiando unas repisas. Corriste a abrazarla y ella te correspondió sin decir nada.

Hinata-chan, hijaDecía tu madre acariciándote ambas mejillas ―No llores, todoestarábien― Dijo limpiando esas gotas cristalinas que brotaban de tus ojos.

Y a veces, tu padre es un famoso empresario, estricto, arrogante, y… un golpeador. Tu hermano mayor, es su perfecta copia, y tu madre… Ella no puede ayudarte, porque debe por preocuparse por salvar su vida.

―¿Acaso no te he dicho que te saques el cabello de la cara?Decía tu padre con el ceño fruncido –Como siempre-¡¿Donde mierda esta lo que te enseño?!

Lo siento pa-―No pudiste continuar, él te había golpeado.

Sasuke-chan, mira que tomar tantas cosas para la depresión…Amenazó tu hermano mayor.Le diré a mi padre

Para Sakura Haruno, Sasuke Uchiha, Naruto Uzumaki, Hinata Hyuga. Esto recién empieza.

.

.

.

Era lunes por la mañana, el molesto ruido del despertador te sacó de tus pensamientos. Te habías despertado una hora antes. Como siempre.

Las sabanas resbalaron por tu delgado cuerpo cuando te levantaste. Entraste al baño cerrando la puerta tras de ti, y apoyaste las manos en el lavabo, mirándote en el espejo.

Las violáceas ojeras, ese golpe en tu mejilla, tus ojos jades cansados y opacos, tu cabello rosa pastel, si rosa pastel, nadie sabe porque, estaba enmarañado y parecía dañado, tu piel estaba más blanca de lo normal, como enferma.

Suspiraste, y te diste una ducha larga, con agua casi hirviendo.

.

.

.

―Hola ma― Saludaste bajando las escaleras y besando su mejilla.

Teomari Haruno, una mujer de treinta y ocho años, castaña, con ojos jade y un bonito cuerpo. Era una mujer elegante, de alta clase, siempre vestía formal, parecía la primera dama.

Te corrió el flequillo del ojo derecho con una sonrisa cálida.

―Oye…―Susurraste sonriendo ―Ya me voy, llego tarde―

―¿No desayunas? ―Pregunto al verte tomar tu bolso y correr a la entrada.

―No― Gritaste estando afuera de la casa.

.

.

.

Al llegar al colegio, te aseguraste de que tu uniforme, que consistía en una falda tableada negra –Muy corta-, una camisa de mangas largas blanca, con el escudo del instituto en el pecho derecho -Muy ajustada- una corbata negra fina y en sweater gris de hilo, sin mangas y cuello en "V" , estuvieran en perfecto estado.

Viste llegar a tu mejor amigo, Sasuke, que poseía un cabello negro con mechones azules, que caía sobre en dirección al lado izquierdo de su rostro, formando un gran flequillo y tapando casi por completo sus ojos, una piel blanca y tersa, casi pálida. Tenía unos ojos ónix, oscuros fríos e intimidantes, era delgado y no mostraba musculo alguno en sus brazos, su espalda no era ancha, tenía el rostro serio, con fracciones masculinas muy definidas, y dejaba ver dos piercings que le rodeaban cada lado del labio inferior, de color negro. Venía con el uniforme alterado por él. En vez de usar el clásico pantalón de vestir negro, llevaba unos pantalones pitillos negros, había doblado las mangas de su camisa hasta sus codos, y tenía la corbata un poco desajustada y el sweater en orden.

―Hola, Sasuke-kun― Lo saludaste con una cálida sonrisa.

―Hola cerezo―Te sonrió.

Conocías a Sasuke desde tu infancia, pues tus padres y los de él manejaban juntos muchas empresas.

―¿Cómo te sientes?― Preguntó él. Pues, tú le habías contado que anoche, peleaste con tu hermano mayor, Satoshi, quién sabe porqué, y él te había golpeado fuertemente en el rostro.

―Mejor, gracias. Mira― Dijiste señalando tu mejilla― Sin golpe―

―O con mucho maquillaje― Susurró.

.

.

.

Al momento de entrar, ya te encontrabas con tus otros amigos, Naruto, un rubio de ojos celestes, rasgos occidentales, de la altura de Sasuke –Uno ochenta- Que poseía las mismas cualidades que el azebache en cuanto al uniforme escolar, y su cabello caía con gracia sobre su rostro, casi tapando su ojo izquierdo y tenía un piercing en el lado derecho del labio inferior. Y Hinata, una pequeña pelinegra de ojos perla, piel pálida, y muy femenina, su cabello era largo y negro, tenía un flequillo semi-recto, porque era más largo en el lado derecho hasta tapar su ojo, y un piercing en la nariz.

Los cuatro entraron a paso calmado al Instituto, todas las miradas se posaron en los cuatro "Emos" como muchos solían llamarlos. Recibieron miradas de desaprobación de todos los alumnos que se encontraban en el corredor. Caminaban serios, sin expresión alguna. Cada uno guardo sus cosas en su casillero, y emprendieron camino hacía el salón de clase.

―Oye, pelirosa― Oíste que te llamaban.

Volteaste. Grave error. Un líquido helado y pegajoso chocó contra tu rostro. Cerraste los ojos escuchando las carcajadas de todo el alumnado que se encontraba presente.

―¡Sakura! ― Gritó Hinata espantada.

―Demonios― Susurró Naruto anticipando lo que venía.

Y acertó, otros chicos del equipo de fútbol, se encargaron de mojar a los otros tres con dicha bebida.

―¿Qué sucede aquí?― Preguntó autoritaria la directora Tsunade ―¡Oh por dios! Vallan a lavarse, no pueden entrar así a clase― Susurró comprensiva en frente de los cuatro jóvenes. ―¡Cuando encuentre al culpable de esto, lo suspendo! ― Sentenció.

.

.

.

Los cuatro entraron en el último baño del colegio, al que nadie entraba y se lavaron la cara. Dieron gracias a Dios que el jugo no había tocado sus uniformes, solo tus mangas.

―Demonios― Susurraste― Yo…yo… ¿Qué hago?―

―Dóblalas― Sugirió Hinata― Nadie lo notará―

―No puedo, yo…es que aún se notan, y puedo tener problemas―

Estabas asustada.

Sasuke te miro con cariño y comprensión. Se acercó a ti, y comenzó a doblar ambas mangas hasta tus codos. Hinata hizo lo mismo con las suyas, aunque no estaban manchadas.

―Somos amigos―Sentenció el rubio ―Si ven las tuyas ven las nuestras―

Naruto hacía referencias a las cicatrices que adornaban todos sus brazos a lo largo y ancho.

―Gracias, chicos― Sonreíste sincera.

.

.

.