Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, y no soy Stephenie Meyer. No creo ser capaz de concebir a un ser tan perfecto como Edward Cullen, ni por asomo…

Summary: Las noches más significativa de Edward en la habitación de Bella, cuidando del sueño de ella.

Mientras dormías

I. Amor

Estaba rompiendo las reglas, por supuesto, pero por una vez, no me importaba lo que dijera mi familia. De cualquier manera, no entendía demasiado como había llegado allí.

Necesitaba pensar, ordenar mis ideas, mis sentimientos, pero aquel era el peor lugar que podía haber escogido.

La oscuridad era completa, ya que la noche era cerrada, pues el cielo encapotado dejaba caer una fina lluvia que repiqueteaba sobre el tejado rítmicamente. La oscuridad era completa, si, pero podía verla perfectamente, acurrucada bajo las mantas, respirando acompasadamente.

La habitación de Bella Swan no era lo que se esperaba de la habitación de una adolescente de 17 años. No poseía ninguna decoración, ningún póster, nada significativo. Tenía un ordenador viejo sobre un escritorio algo destartalado, una cajonera de pino en un rincón y una mecedora sobre la que estaba sentado yo. Y la cama sobre la que descansaba ella.

Entrar a su casa había sido sencillo. Aquella no era la primera vez que la espiaba, si bien si era la primera vez me excedía los límites y entraba a la casa. La había seguido muchas veces después del colegio el último mes, y sabía a la perfección que escondía una llave debajo del alero de la entrada, y conocía donde estaba la cocina, la sala, la habitación de su padre y su propia habitación. Eso, y mi velocidad y naturaleza silenciosa como la de un gato me habían ayudado a entrar allí sin despertar a nadie.

Bella estaba inquieta. La lluvia la inquietaba; se movía en la cama, murmuraba en sueños. Llamaba a su madre, hablaba de Phoenix, de Forks. Hasta había llegado a murmurar "Todo aquí es muy verde".

El día había sido realmente largo y agotador, para ella, e incluso para mí. ¡Tres citas en un día! Cualquier adolescente humana común hubiera estado lo más pagada de si misma, pero Bella no. Bella no parecía ser como cualquier humana común, y eso era algo que lograba inquietarme sobremanera. Había muchas otras razones, como que su sangre era la más deliciosa que había olido en mi vida, o que no podía leerle la mente. Pero también habían pequeños detalles que la hacían única y que me inquietaban: no le había dicho a nadie la verdad del accidente con el coche, parecía no temerme tanto como los demás y era en extremo observadora, a pesar de su evidente naturaleza torpe. Todo ella me inquietaba y me hacia sentir cosas que no sabía que existían.

Había hablado de aquello con Alice en la tarde. Le había contado la extraña urgencia de asesinar a Mike Newton que se había apoderado de mi cuando este había invitado a Bella al baile de Primavera, la ira ciega que me provocaban sus pensamientos desubicados y prohibidos para con Bella, y el odio que me habían provocado las demás invitaciones.

Alice decía que eran celos. ¿Qué eran los celos? Nunca los había vivido en carne propia, por lo que no podía estar seguro de saber qué eran. Sólo los había visto o leído, en libros, en obras de teatro, en películas, representados de una y mil maneras. Celos. ¿Era posible que fuesen celos los que me aprisionaban?

Para estar celoso de alguien, por lo que sabía, necesitaba sentir algo por ese alguien. ¿Qué sentía exactamente por Bella?

Algo dentro de mí, si algo vivo quedaba dentro de mí, me decía que aquella personita, que llenaba de su dulce fragancia la habitación, me importaba en demasía...

Tanto que haría lo que fuese por ella, una y mil veces si era necesario. No me importaba ni mi familia ni las estúpidas reglas si el precio era verla sonreír cada día. No me importaba ni mi vida. Algo hizo clic dentro mío, entonces, la verdad, la más pura y única realidad me golpeo de manera impresionante, me hizo vibrar desde lo más profundo y me puso el mundo boca arriba.

¡Mierda! Al parecer, me había enamorado.

Enamorarse. Era la única palabra que me parecía adecuada en ese momento.

Estaba enamorado de Isabella Swan. Bella.

De ser humano, eso no sería problema. Pero era un vampiro de cien años sediento de sangre. De su sangre. Incluso para mi, eso se parecía a una mala película de terror.

De todas maneras, no sabía si me quería como yo a ella. Ni siquiera podía oír sus pensamientos, no sabía si me temía, si sentía algo mínimo por mí. Tenía que guiarme por sus palabras, por sus gestos, sus miradas. Todos los mortales deben sentirse así, pensé. Por primera vez, podía sentirme como un adolescente humano. Por primera vez podía sentir que era aquello de lo que todos hablaban, aquello que unía a Jasper y a Alice, a Rosalie y a Emmett, a Carlisle y a Esme.

Sin embargó, aunque no podía utilizar mi don con ella, sabía lo suficiente de las mentes de las adolescentes como para saber que, en materia de chicos, nunca hacían ni decían lo que pensaban.

¿Quién me decía Bella Swan estaba enamorada de mí?

—Edward...

Mi respiración se cortó inopinadamente, y no hice ni un solo movimiento. Mi nombre había salido de sus labios con tal claridad que por un momento pensé que me había descubierto. Pero sólo soñaba, ya que dio un suspiro, para luego cambiar de posición. Sólo soñaba. Y yo estaba en sus sueños.

Algo que creía olvidado me sucedió. Quise llorar. De alivio, de emoción. De amor, de dolor. Ella soñaba conmigo, lo que quería decir que por lo menos, alguna importancia tenía en su vida. Y al parecer, no estaba muy agitada como para que yo perteneciera a una pesadilla más que a un sueño.

Quería acercarme a su cama, tocar su piel, su cabello, embriagarme de su esencia. Pero tenía miedo de despertarla, y de despertar en mí ese monstruo que había desaparecido momentáneamente bajo el torrente de fuertes emociones que me sobrepasaban.

Desde la distancia en que estaba, la vi hermosa. Y entonces, me juré a mi mismo protegerla hasta las últimas consecuencias. No intentaría alejarme de ella, porque la necesitaba.

Pretendería cultivar su amistad, y si ella lo deseaba, ser más que amigos. Estaba seguro de ser capaz de alejarme de ella si nuestra relación, ya sea de amistad o de algo más, la ponía en peligro.

Fue la noche más corta de mi existencia, y la primera vez que desee que la noche durara una eternidad. Mi nombre había brotado de sus labios muchas veces durante el transcurso de la noche; a veces sólo eran susurros, y otras, en voz alta. Y yo permanecí observándola, deleitándome con su cara, sus labios rojos, su voz. Y reflexionando a cerca de mis nuevos sentimientos, extraídos de lo más profundo de mi ser, enterrados hace años.

Al amanecer, había llegado a la conclusión de que, a pesar de haber una revolución dentro de mí, estaba seguro de tres cosas.

Primera. Bella era una humana distinta a las demás.

Segunda. Una parte de ella, y no sabía cuan potente podía ser esa parte, deseaba tener mi amistad.

Y tercera. Estoy total y perdidamente enamorado de ella.

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Buenas! Mi primer proyecto a largo plazo de la serie Crepúsculo. Los que me lean, ya sabrán que tengo One shot de la serie, pero nada largo… Y me embarco en esto a pesar de haberme prometido que dejaría de escribir fics largos porque me estresaban. De todos modos, este no es un fic largo, sino una colección de One shot, o Drablles, o lo que esto sea, pero tengo planeado, hasta ahora, ocho One shot, que abarcan Crepúsculo y Luna Nueva, y cuando lea completamente Eclipse (Hasta ahora no lo he terminado de leer), veré si da para escribir alguno más. Todos los One shot tratarán sobre las noches de Edward junto a Bella, las noches más significativas, lo que le pasa por la mente, lo que siente. Está bueno porque Edward es muy cambiante y pasa del amor al odio y de la felicidad a la tristeza en segundos, y es muy romántico y melancólico, así que tiene buenos matices para escribir sobre él.

Espero que les haya gustado, y que por ese mismo vaivén de sentimientos de Edward, no se complique un poco la compresión del texto, porque se hizo alguito difícil, jeje.. Y espero tambien que no me halla olvidado ningun detalle de la historia…

Besos a todos y espero reviews!!!

Lali Cullen