...Al principio no sabía si publicarla o no pero me puse a pensar y llegue a la conclusión de que no pierdo nada jajaja esta historia está mucho mejor que la de Junjou ¡lo juro! estoy conciente de que la de junjou es un asco y que tiene errores gramaticales que dan miedo pero era mi primer yaoi, lo siento T-T pero bueno, he aquí el primer capítulo de mi tan deseado Matt x Mello...
RESUMEN: "Un perro debe saber que si su amo chifla él tiene que ir y si el perro desobedece, se le sanciona" Mello no conoce la razón de las "aventuras homosexuales" (como el las llama) de Matt y su arrogancia lleva al gamer a decir cosas que realmente no quiere decir...
ADVERTENCIAS: sólo una mini, mini, MINI mención de lemon pero nada grande, también puede que les de "cosa" como se siente Matt.
DISCLAIMER: Ni Death Note, ni ninguno de los personajes mencionados me pertenece (lamentablemente), bueno, sólo Yoshino xD. Los demás les pertenecen a Tsugumi Ōba y Takeshi Obata. Todos saben que si fueran míos Death Note sería yaoi y los personajes principales serían Matt y Mello y L no moriría ._.
NOTA: Esta historia es de antes del caso Kira y obviamente, de antes de la partida de Mello, Near y Matt de Wammy's House.
Bueno pues, ¡a lo que vinieron!
MATT x MELLO
[Death Note]
Matt entró a la habitación de Mello pero no lo encontró ahí. Típico. Cerró la puerta y se quedó parado frente a ella unos momentos.
-¿Buscas a Mello?- Le preguntó curiosa una chica que asomaba la cabeza desde la puerta del cuarto continuo.
-No, ¿por qué lo dices?- Contestó sarcástico como siempre.
-Eres tan cruel, Matt.- Dijo haciendo pucheros.
-No es mi culpa que hagas preguntas tan estúpidas, Linda. ¿No sabes dónde está?
-¿Para qué lo quieres?
-¿Sabes o no?
-¡Ay, está bien, está bien! No tienes que enfadarte; dijo que iría a visitar a una chica y se fue hace como dos horas, si que tiene resistencia, jajaja.
-Cállate.
-Tranquilízate- replicó la chica molesta mientras entraba a su habitación y cerraba la puerta.
Matt apretó el PSP que traía en la mano izquierda y le dio un golpe a la pared con la otra, haciendo una mueca de dolor- Lo volviste a hacer Mello- Susurró para sí mismo antes de volver a su habitación.
Entró y cerró la puerta de un portazo, deseando tener al rubio enfrente para deshacerse de sus ganas de golpearlo. Aunque… ¿a quién engañaba? Realmente no lo golpearía... no muy fuerte al menos. Puso el PSP en el escritorio y se tiró a la cama boca arriba, lanzando una almohada contra la pared. Sacó su celular y empezó a marcar.
-¿Bueno?... Sí, soy yo, quiero verte... ¡pues que se vaya!... ¿¡qué te importa!... voy para allá- Colgó el teléfono y se sentó en el borde de la cama. - Si tú puedes hacerlo, ¿por qué yo no?- Dicho esto tomó sus llaves y salió.
...*...
-Bueno, me voy.
-¿Por qué? Tengo chocolate~ - Dijo insinuantemente la chica desnuda y acostada en la cama.
-Tomaré el chocolate, pero de todos modos me voy.
-Vamos Mello, quédate otro rato, ¿sí? Te dejaré hacerme lo que desees.
-Debo regresar- Respondió fríamente mientras se ponía el chaleco de cuero que siempre traía.
El rubio se terminó de vestir y salió de la habitación, pero como ya lo esperaba, la chica lo siguió.
-¿Me llamarás?- Preguntó ingenua.
-No cuentes con ello.
-¿O sea que sólo buscabas sexo?
-Sí, y te lo dije desde que llamé.
-Lárgate entonces.
-Eso intento- respondió con ironía.
Antes de llegar a la puerta escucho que algo era removido de la mesa de la sala y prediciendo lo que pasaría (por pura experiencia), se dio la vuelta justo a tiempo para esquivar un jarrón que volaba por los aires dirigido a su cabeza y vio como se estrellaba en la puerta rompiéndose en mil pedazos.
-¿¡Acaso estás loca!-gritó, pero cuando vio que la chica buscaba con la mirada algo más para lanzar, no le quedó otra opción que salir de ahí lo más rápido que pudo, subirse a su motocicleta y marcharse de regreso a Wammy's House.
Llegó después de haber tenido que lidiar con el horroroso tráfico. Llegó yendose directo a su habitación dónde, estaba seguro, que como todos los días encontraría a Matt jugando algún estúpido videojuego y con algo de chocolate para él. De seguro fue por eso que le extraño bastante que cuando llegó a su habitación y la encontró vacía.
Trató de llamarlo pero no contestaba el celular, sólo le estaba haciendo enfadar más y más.
-Estúpido perro sarnoso,- dijo mientras marcaba de nuevo- si no me contestas imbécil...
...*...
-¿No…vas ah… contestar?- Preguntó el pelinegro entre jadeos.
-Que se pudra,- contestó molesto el pelirrojo bajando al cuello del otro y desabrochando su pantalón para meter una de sus manos en él.
-Sabes que... ngh... no se detendrá hah-sta... que contestes…
-Pues que marque hasta el cansancio.
-Ese sonido… ¡se está... volviendo molesto Matt!
-¡Aghh, está bien!- el gamer dejo de besarlo y acariciarlo sentándose en la orilla de la cama y tomando su celular del suelo para contestar.
-¿Bueno?
-¿¡Dónde diablos estás!- era Mello y al parecer estaba enojado.
-¿Eso te importa porque...?
-¡No me importa! pero estoy cansado y quiero chocolate!
-Pues ve a la cocina, para algo tienes piernas.- contestó sarcástico.
El pelinegro que esperaba en la cama se acercó a él abrazándolo por el cuello, recargando su rostro del lado donde estaba el celular- Vamos Matt, olvídalo, no puedo esperar; terminemos lo que empezamos…- dijo asegurándose de que el chico del otro lado de la línea lo escuchara.
-¿Quién está contigo?
-Amm... ahora estoy ocupado Mello. Nos vemos más tarde.
-¿¡De qué hablas, IDIOTA! No me digas que estás en otra de tus aventuras homosexuales...
De acuerdo, estaba acostumbrado a insultos y maltratos de parte de Mello pero ese tema si le afectaba. Hacía ya dos meses que Matt le había dicho a su amigo que era gay... ¿La respuesta de éste? "Me importa un comino quien te folle o a quien folles mientras no sea a mí, ahora ve a traerme más chocolate." Sí, así de sensible era Mello pero no esperaba una reacción diferente.
En fin, a este paso nunca podría decirle la verdad.
-¿Entonces? ¿Qué estás haciendo?
El pelinegro tomó el celular y habló.- Mira Mello, o como sea que te llames, ahora Matty está conmigo, así que deja de interrumpir y déjanos continuar- Y le colgó.
-Sabes que su carácter es más explosivo que una bomba nuclear, y de seguro más peligroso... ¿estás consciente de que me asesinara en cuanto me vea?- preguntó el pelirrojo.
-Entonces disfruta ésta noche, que será la última que tengas- Le contestó el otro túmbando al gamer en la cama y poníendose sobre él restregando sus sexos y dejando salir gemidos terriblemente sensuales.
Matt estaba a una nada de arrebatarle el celular y llamar a Mello para decirle que iba en camino de regreso. Entonces recordó que el rubio de seguro había tenido sexo con una chica cualquiera y se limitó a lamer el cuello del pelinegro.
-Va a estar furioso Yoshino.- Dijo riéndose entre dientes y apago el celular.
...*...
*Bip...Bip...Bip...*
-¡DEMONIOS! ¡Maldito perro ¿quién te crees que eres?- Trató de llamar una vez más pero el celular ya estaba apagado.
-De seguro lo apagó ese idiota que me colgó,- Pensó- y a todo esto, ¿quién demonios era ese tipo? ¿Cómo se atreve a decirme eso y colgarme? Pero más importante aún... ¿por qué diablos Matt lo dejó? ¿Qué no se supone que un perro debe ser siempre fiel a su dueño? Además, ¿por qué el otro tipo lo llamó "Matty"?… ¿Acaso era su novio? Neeh, imposible... ¿o no?
Mello era tremendamente astuto (no por nada era el 2° mejor en Wammy's) por eso mismo le irritaba no poder deducir la respuesta a sus preguntas, pero estaba seguro que lo haría pronto.
Si de por si el rubio tenía un carácter de los mil demonios, cuando lo hacían enojar no había quien se salvara de recibir algún insulto solamente por respirar cerca de él, pero eso sí, el que NUNCA se quedaba sin su buena dosis de maltrato era Matt. Nadie en todo Wammy's House entendía por qué a pesar de la forma en que Mello trataba al gamer, este se mantenía siempre a su lado. Matt se comportaba, como el mismo Mello lo decía, como un perro. Sin importar los gritos o los golpes, él sólo se lamía las heridas y volvía junto a él.
Mello se fue a la cocina, haciendo que en el camino todos le abrieran paso como a un rey, pero no precisamente por eso, si no más bien por temor a lo que les podría pasar si no lo hacían. La mayoría de las chicas (y para que mentir, también algunos chicos) consideraban a Mello bastante atractivo, pero aún así, su aura decía algo asi como "acércate si quieres morir imbécil" por lo que procuraban quedarse a una distancia segura y no cruzarse en su camino si se veía enfadado (o sea casi siempre).
Llegó a la cocina y asaltó la alacena en busca de algo de chocolate, aunque claro, necesitaría de una cantidad grande para contener su furia... o al menos hasta que llegara Matt. Tomó cuatro barras de chocolate y se fue a la habitación del gamer a esperarlo.
...*...
Después de terminar buscó su PSP entre su ropa pero no lo encontraba, lo que ocasiono que se empezara a alarmar.
-¿Qué pasa Matty?- le preguntó Yoshino con un deje de preocupación en la voz.
-Mi PSP... no lo encuentro- contestó Matt agitado.
El pelinegro se le acerco- ¿No trajiste tu PSP? Eso sí que es raro.
-Pero estoy seguro de que...- Matt se detuvo en seco y abrió los ojos completamente como si se hubiera dado cuenta de algo crucial.
-¿Qué?
-¡Ay no!- Matt saltó de la cama (literalmente) y se puso los pantalones a toda prisa.
-¿Qué te pasa Matt?
-Mi PSP... lo dejé en mi habitación.
-¿Y eso qué?
-¿No lo entiendes?
-¿Entender qué?- el pelinegro estaba cada vez más confundido.
-Mello…-se puso la playera a rayas- ¡Mello está furioso porque le colgaste y sabe que no fui por tener sexo contigo y mi PSP está en mi habitación!
Yoshino lo miro confundido- ¿Qué tiene? Tú mismo lo has dicho, está en tu habitación y no creo que seas tan tonto como para dejarlo sin llave.
-¡Claro que no!- Respondió el gamer. -Pero...- Se abrochaba las botas concentrado en lo que hacía, como si no quisiera continuar.
-Pero...
-Mello...tiene llave.
El pelinegro salto sorprendido. -¿¡Qué! Después de cómo te trata, de que sea la razón de que vengas a verme, aunque en parte lo agradezco, sinceramente eres el mejor sexo que he tenido...- rectificó.
-¿Gracias?- Interrumpió Matt preguntandose si debía agradecer la observación.
-Aún no termino... ¿¡Aún así le das una copia de tu llave! Vaya Matt, pensé que eras más listo.
-Deja de regañarme.- Se quejó mientras se ponía en chaleco y tomaba sus llaves y cigarrillos.- Mejor me doy prisa.
-¡Hasta la próxima, cariño! Lo esperaré ansioso- le dijo jugetón.
Matt se despidió con la mano y salió de la habitación.
+...*...+
-Hola Matt- lo saludó Linda un poco molesta.
El chico no pudo evitar preguntarle,- ¿Ya llegó Mello?
-¿Para qué lo quieres?
-Oh vamos, no lo hagas de nuevo, dos veces una misma noche es demasiado, hasta para ti.
Linda lo miró con ira. -Llegó hace como una hora pero se veía bastante molesto y se fue, supongo que a la cocina por algo de chocolate pero no ha regresado, de seguro en el camino se topó a Near y se empezaron a pelear. Bueno, mejor dicho Mello se empezó a pelear porque sus peleas con Near son como si le estuviera gritando a la pared.
-Pero... ¿una hora?- Preguntó intrigado.
-Sabes que siempre termina en la oficina de Roger por tratar de golpearlo... o hacerlo.- Linda sonrio.
El pelirrojo la vio con odio. -¡Eso sólo fue una vez!- Respondió rápidamente como si lo hubiera acusado a él en lugar de a Mello- Sólo fue una vez- Repitió más calmado pero con un tono molesto.
-Se te está pegando su humor...
-Como sea, me voy.
-Adiós- Se despidió la chica mientras Matt se alejaba.
A medio camino hacia su habitación recordó que probablemente Mello se encontraba ahí con su preciado PSP. Caminó velozmente (aunque muchos lo definirían como correr) y al llegar giró la perilla pero la puerta estaba cerrada.
Tal vez después de todo Mello no se encontraba ahí.
Sacó su llave y abrió la puerta. Fue en ese momento cuando la idea de que Mello no estaba se esfumó. El sí estaba dentro; sentado en la silla de su escritorio con el PSP en la mano.
-Hola Perro- saludó frío.
-Mello, ¿qué haces aquí?-Le preguntó en un tono firme.
-Sólo...te doy una lección.
-¿A...a qué te refieres?
-Verás, un perro debe saber que si su amo chifla él tiene que ir y si el perro desobedece, se le sanciona.
-...
-Así que, espero que entiendas el mensaje.
Mello tiró el PSP al suelo con fuerza y se levantó antes de que Matt tuviera oportunidad de reaccionar pisando el aparato con todas sus fuerzas y destrozando por completo la pantalla. Matt salió corriendo hacia el aparato y se puso de rodillas tomando su tesoro ahora inservible en sus manos.
-Espero que haya sido suficiente- Le dijo Mello sacando una barra de chocolate del bolsillo de su pantalón y retirando la envoltura para morderlo.
-Fuiste demasiado lejos…- susurró Matt.
-¿Qué?
El gamer se levantó con los ojos llorosos- ¿Por qué lo hiciste?- Preguntó, pero cuando Mello iba a contestar lo interrumpió.-No, no contestes, yo ya sé por qué.
-Tenía que darte una lección- dijo el otro chico.
-No, no, no, no me vengas con eso porque sabes que no es verdad. Es el hecho de que algo pueda darme un poco de felicidad porque no aguantas verme satisfecho…- Subió la voz - NO SOPORTAS, ¡EL HECHO DE QUE ALGUIEN PUEDA SER FELIZ Y TÚ NO!- Grito furioso. Después de unos segundos bajo su tono de voz- Sabes Mello, aquél día me dijiste que no sabías por qué la gente se alejaba de ti, pero…- al pelirrojo se le salían las lágrimas pero no precisamente por su PSP, si no porque sabía que aunque no lo demostrara y aunque nunca lo reconocería, estaba lastimando a Mello con sus palabras- creo que si lo sabes y es que...- Matt desvió la mirada como si estuviera inseguro de lo que diría.
-Dilo- lo retó el rubio con tono de superioridad burlesca.
A Matt le molestó el tono en su voz y finalmente lo dijo- Es que contigo, ¡NADIE PUEDE SER FELIZ!
Mello dio un paso hacia atrás sorprendido y desvió la mirada un momento- Tsk- Levantó la cabeza y vio a Matt pero no con la mirada de odio que esperaba si no con lo que parecía... ¿qué era eso, decepción?... ¿O sería posible que... tristeza?
El ojiazul dejó caer la barra de chocolate y caminó a la puerta, pisando su dulce en el camino pero se detuvo a unos centímetros del chico de goggles.
-Supongo que tienes razón.- Le dijo poniendo la sonrisa más melancólica que Matt había visto jamás. Le había dado en el único punto débil que tenía y que por supuesto, nadie conocía. Pero si nadie lo conocía era porque nadie le prestaba tanta atención y tiempo como Matt lo hacía...
Mello siguió caminando y se paró una vez más en el umbral de la puerta pero sin voltear a ver al pelirrojo- Se que es importante para ti, está en el cajón del escritorio- Y se fue.
Matt, bastante confundido, se limpió la cara y fue hasta el escritorio, abrió el primer cajón y lo que vio lo dejo atónito. Su PSP estaba ahí, intacto y tan maravilloso como siempre. Levantó el aparato destrozado del suelo y lo analizó cuidadosamente, el que Mello había pisoteado tenía una calcomanía de un bulldog; Matt jamás se atrevería a ponerle algo así a su PSP.
Todo había sido una farsa...era verdad que sólo quería darle una lección.
Se sentó en la silla y miró su PSP sin saber cómo sentirse...por un lado estaba contento de que su juego estuviera en perfectas condiciones pero eso no lo hacía feliz del todo. Al mismo tiempo se sentía terrible por lo que le había dicho a Mello y más porque había sido una mentira enorme... ¿qué nadie podía ser feliz a su lado? Mello era la única razón por la que era feliz y no podía ni imaginarse que el rubio se alejara de él, se odiaba a sí mismo por haber hecho que la mirada por siempre arrogante de Mello cambiara por esa que no reconocía. Él era el único que lo había visto llorar alguna vez y esta ya era la segunda, entonces Matt recordó el día en el que se conocieron y sonrió con ternura y algo de nostalgia.
***Flashback***
Matt estaba en el salón de música sólo y llorando; nunca dejaría que alguien viera sus lágrimas, esa clase de humillación era inaceptable... Entonces escuchó que alguien entraba en el salón, y levantó la vista para encontrarse con un niño de cabello rubio y largo que llevaba puesto un suéter negro y una pantalonera del mismo color con unos zapatos negros y una barra de chocolate a medio comer en la boca. Se veía más grande que él.
-¿Y a ti qué te pasa?- Le preguntó frío mientras se acercaba.
-No es de tu incumbencia.- Le respondió limpiándose las lágrimas.
-¡Hey, no me hables así, enano!- reclamó el niño desconocido.
El pequeño no pudo evitar soltar unas risas- Vaya que tienes un carácter explosivo.
-Cierra la boca.- El rubio se estaba enfureciendo pero entonces vio que Matt tenía un Gameboy Advance con la pantalla destrozada (ahora entendía de donde había sacado Mello la idea...espera un momento, ¿entonces él recordaba ese encuentro?) -¿Por eso llorabas?
Matt asintió tristemente y vio su juego con los ojos llenos de lágrimas.
-Es estúpido llorar por algo así.- Le dijo el chico de negro.
-No lo es cuando es lo único con lo que te puedes divertir.
-¿Qué no tienes amigos con quienes jugar?
-Todos aquí son demasiado infantiles y estúpidos.
-Tú lo has dicho- Rió el rubio.
-Nunca te había visto, ¿cuántos años tienes?
-Nueve ¿tú ocho?
Matt lo miró sorprendido- ¿Cómo lo supiste?
-Intuición- respondió encogiéndose de hombros.
El menor estaba a punto de preguntarle su nombre cuando Roger entró en la habitación.
-Aquí estás,- Le dijo al rubio mientras le ponía una mano sobre el hombro- es hora de tu examen.
-De acuerdo- se volvió hacia Matt- Adiós enano, y no dejes que nadie más vea tus lágrimas.
Entonces Roger se percató de que Matt estaba en la habitación- ¿Qué pasa?- le preguntó.
El pequeño le extendió el Gameboy esperando un regaño pero sólo recibió una sonrisa de parte del anciano.
-Lo lamento, ahora estoy ocupado pero llévalo a mi oficina en media hora, ¿de acuerdo? Lo llevaré con alguien para que lo arreglen; no deberán tardar mucho si es sólo la pantalla- Matt pintó una sonrisa de oreja a oreja que le provocó una igual al rubio- Bueno, vámonos- dijo apresurando al del chocolate.
***Fin Flashback***
Otra lágrima corrió por la mejilla del pelirrojo, ¿cuándo se había vuelto tan llorón? No, no lo era, bueno, al menos no cuando no se trataba de Mello.
FIN DEL PRIMER CAPÍTULO
Kami: ¡A Matty se le salió lo Mello!
Mello: ¬¬ ¿a qué te refieres?
Kami: pues es que tu eres el cruel Mello n_ñ
Matt: e-é ¿me estás diciendo suave?
Kami: oye, no pongas palabras en mi boca, yo no dije eso :I
Mello: :) claro que sí Matt, dijo que eras suave y débil
Matt: D: ¿¡Qué!
Kami: D: ¡no es cierto!
Mello: ¿a ella? :)
Matt: :| hell yeah
Kami: ¡waaaaaa! (sale corriendo)
Kami: (grita) bueno bueno este capítulo está dedicado a mi amiga Aurora/Shirasu que me inspiro a seguir escribiendo yaoi ¡te quiero!
Mello: ¿dónde se metió?
Matt: no se -_-''
Kami:(susurra desde atrás de un sillón) Bueno, mientras me escondo mejor, dejen reviews...jeje...gracias por leer n-n
:P matte ne~
