PREFACIO

Lo tenía a menos de medio metro de mi cuerpo. Él estaba de espaldas a mí y yo solo tenía que acercarme un poco, coger su cabeza entre mis manos y arrancársela… pero no podía, estaba pegada al suelo. No entendía el porqué de mi reacción, él es un vampiro, un demonio, un monstruo y yo había sido entrenada para terminar con ellos y él debía morir. Había matado a cientos de ellos en el pasado, nunca había dudado sabía cual era mi trabajo y como tenía que hacerlo. Era una experta, pero no podía, a él no.

Me había enamorado de un vampiro… lo último que quería que me ocurriera y había ocurrido. No podía matarle ni aun que quisiera por que si lo mataba después me tendría que matar yo.

- ¿ ocurre algo Bella ? - me pregunta él dándose la vuelta y viendo mi cara de sorpresa

- no Edward, solo que estoy cansada - le respondo y el me abraza y me da un casto beso en la frente que hace que me estremezca

- pues entonces vámonos a casa amor - yo le dejo que me abrace y me lleve hacia el coche porque que otra cosa puedo hacer si no puedo separarme del hombre al que amo.

Isabella Marie Swan, la gran Erika.. A sucumbido al amor.