Mi vida con Shuichi…
-ya se que eres indiferente y todo, pero…
-¿Indiferente?
-una vez que te sientas a escribir en tu dichosa computadora, no piensas en nada más.
-Mh,.-basta un chasquido, un paso y voy tras el.
-Además prefieres trabajar o estar con tus amigos, o pasear a estar conmigo. ¿Dónde estás ahora?
-En casa de mi amiga, como te dije. Hubiera sabido antes que tendrías la tarde libre…
-Mh, fue de improviso. Y no hay locomoción hasta las seis. Son las cuatro. En parte también es por tu falta de preocupación…
-ángel mío, si tuviera alas volaría en este mismo momento siguiendo el rastro de tu olor que me sigue a través del campo.
-mh, palabras bonitas nomás. Escritor tenías que ser.
-…
-¿Estás enojado?
-Bueno, entonces te dejo.
-… ¡no, espera!
-¿Qué quieres?
-Es que… Yoo…
-No tengo tiempo para tus estupideces. Si me vas a decir algo…
-Sólo… que te quiero.
-…
-no importa que no puedas responderme. Sólo quería decírtelo ahora.
-También te quiero, estupidez en forma física, si no, no sería tu amante.
-….
-Eres el peor de todos. En fin, te dejo. Voy a tomar una café helado.
-Si, voy a decirle al grupo que si quieren gravar. ¿Te espero a la cena?
-Me encantaría.
-Está bien, cocinaré para ti. ¿Qué te gustaría?
-Ya sabes, mi plato favorito. Pero te la pasarás toda la tarde cocinando, tienes mucho sueño perdido, preferiría que te fueras a dormir. Yo llevaré comida de tu restaurante favorito y comeremos. Okay?
-Mh… preferiría cocinarte.
-Y yo te prefiero bien despierto a la noche. Tengo planes.
-¿Saldremos?
-¿Eso es un no?
-…
-adios.-Y corté.
Vaya con este baka, siempre fastidiando, nunca se da cuenta de cuanto y como lo quiero. No es muy bueno entendiendo los sentimientos de los demás, pero en fin, creo que es parte de su encanto, o como diría Toha, su Gravitation. No pude evitar casi atorarme con las carcajadas que intentaban a toda costa salírseme. Bueno, Toha siempre ha sido medio loco. Nunca he comprendido porqué se culpó de todo lo que pasó con Yuki. Para variar, estoy con mi laptop cuando debiera estar divirtiéndome, como siempre, pero orgías báquicas ya no son mi estilo. Ahora que lo pienso, me encantaría estar con ése baka que cada cosa que hago la encuentra maravillosa, aunque no entienda ni una pizca. No sé cómo, pero a veces dice cosas cuerdas. Cuando se lo dije a mi hermana y a Toha, rieron. Sería pedir demasiado según ellos. Sería como pedir tener una conversación medianamente inteligente con Ryuichi Sakuma. En mi opinión exageran. Por lo que me ha contado Shu- chan, las mejores ideas que ha tenido han sido gracias a él. Ahora que lo pienso, no creo que sea muy bueno. Pero me contó que cuando estuve en Nueva York, por unos momentos perdió la voz, y fue a la sala esa de grabación, y allí estaba Sakuma con su na no da, le tomó el cuaderno con sus muchas idioteces escritas para comunicarse, y empezó a dibujar. Claro que prefirió dibujar en el suelo, y según Toha les costó mucho sacar aquella bendita pasta de lápices, lo que no sabe Toha, es que después tomó el dibujo de Shu, y le hizo encima una pelota de luz, y alrededor escribió "Shine, shine". Lo sé, porque quité el bendito dibujo del block y lo mandé a enmarcar. Ahí se ve el chiquillo. No sé, creo que realmente me hubiera disparado si en ése momento no llega Shu a hablarme no sé muy bien qué inconexiones, pero recuerdo que me hizo sentir mucho mejor conmigo mismo, dijo que era una tontería que siguiera pensando que yo había tenido la culpa. Y tenía razón. Al parecer, Toha le había pedido que no me volviera a molestar, su rostro expresaba una molestia al momento de decirle que regresaba a casa, a ésa casa que llamo hogar, y que tengo con ése chiquillo. A decir verdad, no sé cuando es su cumpleaños, intentaré saberlo para reservar ese día para una cita, o algo similar. Y la noche, claro, aunque de común se me escapa. Si fuera chica, sería una fan más gritando "Kawaii" como loca en sus conciertos.
Ese chico. Recuerdo cuando lo encontré con una horrenda canción, nunca ha podido escribir una buena canción, son todas inconexas, le haría escuchar "Second Sight" de Placebo. Pero siguiendo el hilo de mis recuerdos, él me seguía, y a mí me producía cosas que me costó un poco aceptar. Me hacía recordar como era antes de Yuki. Toha creyó que me hacía daño, pero en realidad me hacía daño no recordar, me hacía daño no aprender que tenía que vivir con el recuerdo de Yuki, y que la culpa no me hacía bien.
Y así, fui a ver su primera actuación en vivo. Si no hubiera estado Sakuma, hubiera sido un desastre. Pero el chiquillo se veía adorable, y cuando fue a mi apartamento, lo tomé. Seguramente el no quería eso. Seguramente no sabía que existía. Él nació el día que decidió ser cantante. Antes ni después había nada. Justo cuando su sueño comenzó a hacerse realidad, aparecía ante sus ojos. No sé si cambió un poco, pero a los días ya no era el mismo. Mh, vaya, realmente no creo que hubiese nadie antes de mí. El chico era un torpe, y estaba nervioso. Casi lo pongo a ver level C. nunca la primera vez es muy buena que yo sepa. Además, yo sólo había experimentado con chicos, nunca tanto como ser un experto. En todo caso, ahora creo que las cosas irían mejor si nos viéramos más, y estuviéramos menos cansados. No me cansa tanto el trabajo como las estadías en el hospital. Y él trabaja muy duro.
Su cuerpo dorado bajo el mío parece brillar con una fuerza casi similar a cuando canta en el escenario, haciéndome brillar a mí también. No puedo evitar desear mucho más de lo que ése muñeco está destinado a darme. A veces siento celos de sus fans, él se entrega mucho para ser lo que es, y para mí, a la hora que termino de escribir sólo me queda su sueño. A veces lo despierto para taparlo, ese baka se toma muy seguido un resfriado, pero se vuelve a quedar dormido muy pronto. a veces me agota, pero el tiempo que pasamos juntos dedicados el uno al otro escasean. Ese parece que tiene baterías inagotables, siempre que estamos juntos duermo hasta más tarde en la mañana, y él llega al trabajo lleno de energía. Como diría cualquiera, se le ve cuando tuvo suerte en la noche.
Me encanta seducirlo. Me siento un lobo, o algo así tras un inocente "pelo" rojo. Así fue desde el principio. Lo tiré a la cama, y le fui quitando las ropas mientras le mordisqueaba el cuello y las orejas, cosa que aprovecho de decir, sirve tanto como para hombres como para mujeres. Creo que el secreto de ser un buen seductor consiste en saber relajar lo suficiente a la presa. Lo malo es que después esperan siempre lo mismo. No es que las mujeres me aburran, es que ninguna me supo enamorar e insistir tanto como este baka. El es el peor de todos. La primera noche no sabía nada, se limitó a tomar el placer, casi sin saber de qué se trataba, con los ojos abiertos a veces, le escuchaba suspirar sorprendido y asustado, su cuerpo daba unos escalofríos nada más exquisitos, me fascinó sentirlo latiendo. Intentó detenerme al llegar a su pantalón, yo iba bajando besándole la piel, la piel que casi a gritos desee cuando le vi en el escenario, así que lo besé mientras mis manos seguían, y a él la angustia lo empezaba a atrapar. Me quitó la camisa, pero no estaba totalmente entregado. Yo habia sentido en carne propia lo que un desgarro puede hacer, y no quise hacerle eso. No importaba, en mi cuarto tenía todo preparado. Como buen seductor, casi siempre había chicas, lo malo es que no me quedaban preservativos, pero el chico era virgen. Mis conocimientos me permitieron notarlo. Tenía vaselina, así que seguí con el plan propuesto. La excitación que el chico parecía producirme no se agotó en ése rato, y pasamos buena parte de la noche juntos. Vaya, parece que aún siento ése calosfrio en mi pecho al oirle susurrar Yuki… Yuki… el chico ése me llamaba, y su voz y los estremecimientos de su cuerpo me hacían sentir lo que sus vagos conocimientos me habrían otorgado quizás.
Si, lo recuerdo bien, le besaba la cara, tenía los ojos cerrados y su voz parecía rogarme, la tenía afectada… oirle casi cantar mi nombre durante una noche ha sido mi objetivo. Sus caricias casi no las sentía, y es que al chico lo tenía poseido. Totalmente mío. Y él, sin darse cuanta, ésa noche tomó algo más que un rato. El hecho de sentirlo vibrando por mí, a través de mí, besar su garganta que clamaba al momento de penetrarlo, mh.
La noche siguiente sólo me fastidió, así que le dije que se fuera. Me daba risa, reaccionaba como un cachorrito castigado. Me enternecían sus tonterías, pero me frustraba que no viera el grado de mi entrega, que siempre supusiera que no me importaba en lo absoluto, cuando él lo era todo. Ahora parece comprender un poco más, aunque dudo que llegue a comprenderme. Parece más bien un cachorrito que un compañero de cama, pero prefiero soportar las pocas molestias que me da, los cachorritos son incondicionales. O casi. Después que aprenden cómo comportarse y agradar, es bastante difícil dejarlos ir, aunque se crea necesario. Sin darme cuenta, en mi cama había un espacio sólo para él. Empecé ya no a ser el amo, empecé derrepente a dejarme llevar por sus caricias sin notarlo, no sé cómo comenzó a conocer y reconocer los puntos más sensibles de mi cuerpo, y a dejarme llevar, a veces yo navegaba enteramente suyo por los espacios secretos del sexo y de los cuerpos. Y ya no abría los ojos para ver los ojos semi cerrados de placer del niño, los abría para verle sonriendo, mientras sus manos recorrían mi espalda y volvía su lengua a trabajar en lo que hacía y entonces yo perdía la cabeza. Era extraño que él quisiera acostarse conmigo, pero en cuanto daba las señales yo corría a su lado sin que lo notara. Cuando yo quería estar con él, a veces sus negativas me dejaban frustrado. No justifico con que tenga 18 años y no sea más que un niño, como me dijo mi hermana. él es un hombre, lo puedo aseverar. Ahora que para esconder lo que es use esa mascara de niño, es una máscara. Por eso no le permito comportarse tontamente cuando está conmigo. ¿Por qué habría de hacerlo, si yo no las uso?
El cantante que fue poseyendo mi alma, mi casa y mi cama como si todo fuera perfectamente natural, posó su beso, y compró mi vida y mi cuerpo. Mi amante. Mis amigos reclamarán que no estuve con ellos si no voy ahora. Son ellos, los que estuvieron conmigo cuando pasó lo de Yuki, ahora gracias a mi amante que ellos reprobaron en algún segundo que puedo hablar de Yuki sin estremecerme.
Tomé el primer móvil para ir a casa como a las seis. El chico estaba como de costumbre durmiendo sobre el sillón. Se me había olvidado la comida, así que fui a mi escritorio a pedirla, para no despertarlo. Preparando las cosas trataba que no se despertara. Llegó la comida, y al parecer tenía hambre, porque al desenvolverla, empezó a babear, y se despertó.
-¡Yuki! -Se me tiró encima.
-cuidado, por dios.
-Yuki, te estaba esperando.
-Llegué hace un rato, te vi tan dormido que no quise despertarte.
-Yuki…
-Qué.
-Yuki…
-…
-Te quiero, te quiero mucho –volvió a abrazarme. Y lo abracé de vuelta. Y me hizo ese juego en la oreja que me excita mucho. Cuando quiere conmigo sabe hacérmelo saber.
-Pero comamos primero, traje esto para ti. Debes alimentarte muy bien, gastas mucha energía en el escenario.
-Si. –Y saltó juguetonamente a comer. Mientras comía me contaba acerca de sus tonteras de la NG, de cómo habían sido éstos días. Me preguntó qué había pasado con mis amigos.
-Nada –le contesté- me entretuve pensando, ellos ahora hablan de sus familias. -dejó de comer. Creo que se le quitó el apetito. –y me traje de allá esta video cinta para que la veamos juntos.
-Yuki…
-dime.
-¿Te apenas no haberte casado?
-No. Mientras esté contigo, no puedo pensar en eso.
-Y después.
-Después de qué.
-De mí.
-Ahí se verá.
-Pero Yuki…
-No quiero hablar más del tema, tal vez no haya un después.
-¿Eh?
A pesar de que mi recuperación había sido satisfactoria después de mi viaje a nueva York, aún no se podía asegurar lo que tengo.
-que puede que me la pase toda la vida con un baka fastidioso al lado. –lo dije como burlándome, pero vigilándolo. A lo mejor su preocupación por mi salud arruinaba mis planes. -.- ._.
la comida seguía donde mismo. Empecé a preocuparme. Entonces sonrió. Terminé de comer, cosa que no hago muy seguido, porque no tengo mucho apetito. Y puse la cinta.
Pueden adivinar de qué era, y su cara al verla. Sí, era un Yaoi lemon, la amiga que había prestado su apartamento era fan, y me había prestado unas cuantas. Dijo que ayudarían a mejorar mi manía de estar en el computador escribiendo. No entiendo porqué se me critica tanto por ello. La cara de Shu chan por unos momentos pareció llenarse de gotitas. Estaba muy tenso cuando la cinta acabó. Le besé el cuello.
-¿Vamos?
No me contestó. Se dejó acariciar por mí, tal como la primera vez. Pero su mirada estaba intranquila.
-¿Pasa algo?
-Yuki…
-Dime.
-¿Estás bien? De salud…
-Claro, el médico me autorizó. –sus ojos brillaron.
-¿En serio? (Honto ni?)
-Si
-¿En serio de adeveras? (honto ni honto ni?)
-Sii. (ya maás impaciente)
-de adeveras adeveritas…
-¡Si! Ya deja de tontear. Me aburres cuando haces eso. -Me levanté y me fui a la cama. Fue tras de mi, y se quedó en la puerta.
-Es sólo que Mika me dijo que estabas así por mi culpa. Tengo miedo de hacerte más daño.
-Entra. -Se quedó de pie avergonzado. -¿no fuiste tu el que me hizo pensar que yo no tenía culpa?
-Si, pero…
-¿No fuiste tu el que me dijo –Sonreí- que aunque tuviera un hoyo en mi estómago no me dejarías ir?
-Si…
-¿Entonces?
-¿Seguro estarás bien?
-¿Qué le hace el agua al pez? –encendía un cigarrillo.
-¡Yuki! –se me tiró encima y me besó.
Las ropas quedaron como siempre tiradas en el suelo. Las espaldas estremecidas se daban el lujo de estallar juntas. El niño como siempre hizo de las suyas. El niño estuvo conmigo como siempre había estado. Parecía pasivo, pero no lo era. Como todo lo mejor, es simplemente inclasificable. Sus mordidas no más, a veces me dejaban marcas. Y como él se vestía con muy poca ropa para cantar, trataba de no dejarle marcas. Esta vez fui yo el que quedó boca arriba, y el niño aún agitándose. Sentí su lengua recorriendo mis caderas. Mi cara se puso roja, como por costumbre, abrí los brazos y gemía, porque el niño ya me había hecho perder el control. Su lengua hacía que mi cuerpo respondiera de una forma distinta a como respondía con otras personas. Su Gravitation debía ser, claro, soy conciente que tengo a Shu de una manera que nadie más lo tiene, pero él parece no sentirse acreedor de lo mismo. Me pregunto qué le habrá hecho, cada vez parecía mejorar. Una vez le dije que era pésimo en la cama, parece que algo le hizo poner más empeño. Es que es un arte difícil. Me creí un experto hasta toparme con su cabeza. Como dice el genio de The Doors, Jimmi, "mi trabajo era tomar una llave, y abrirle la cabeza a la gente. Me gustaba mi trabajo. Entonces pasaste tu, y aquí estoy, con una maleta haciendole dedo a un camion". Escribía libros de amor con una angustia incontrolable. Esa angustia que se hizo física, y al pasar de los años me traería esta enfermedad. Y entonces llegó el verdadero amor, y estoy aquí, con un hombre. Escribía cuentos de hadas para mujeres, y estoy con un hombre. Ironías del destino. Escribía al principio porque no tenía nada más qué hacer, luego porque era mi sueño. Ahora escribo porque sólo se brillar a través de mi escritura, sólo a través de mis escritos, Shuichi me hace brillar. Hubo quien me dijo que la mayoría sólo brillaba cuando estaba en la cama, Shuichi tiene la posibilidad de brillar en el escenario, de mostrarse y decirle al mundo: ¡Mirad, así es como brillo, así me siento, esto es lo que hago! Y ser amados en el instante por multitudes. Las millones de fans que a él y a mí nos necesitan no existen en el momento que más brillamos, en el momento que estamos aquí, siempre aquí, en mi cama. Shuichi ahora duerme, y el sueño ha huido de mis pupilas. Mis pensamientos me han llevado a traer la laptop hasta la cama. Es genial. Shu se revuelve en sueños. Me pregunto qué soñará, babea. Dice "yuki". Una gotita. Sueña conmigo, mi ente empieza a rodar. Si describiera lo que pienso, sería una película para adultos.
¿Lo despierto?
Toco su abdomen exquisito. El abdomen más deseado del japón. Me lo como. El niño despierta, y hago realidad mis pensamientos… el niño me mira sonriendo, y repite como siempre: Yuki… Yuki… y su voz me transporta al deseo que lo siga repitiendo la noche entera. Cuando su voz se detenga para juguetear, seré yo el que grite y me agite tras su figura. Le abrazo fuertemente, el me acepta, se rie, se abre de piernas, lo miro, el niño a la luz de la noche, se ve muy sensual, sus ojos semi cerrados, sus labios semi abiertos repitiendo mi nombre casi como un ruego, junto con sus jadeos. Le estoy poseyendo sin protección ni suavizante. El cuerpo se estremece ya no como la primera vez, cada vez las sensaciones nuevas se van haciendo menos excitantes y maravillosas, para transcurrir suaves. Y prefiero un compañero a un bufón en la cama, así que beso el cuello que se me ofrece sabiendo los puntos, y es en un momento, el me acaricia las piernas con sus pies, siempre yo arriba, siempre el buscando en mi espalda algo que siempre encuentra, siempre en una armonía dulce difícil de repetir. Ya hasta me estoy olvidando de los otros cuerpos a su lado. Y la lengua ajena recorre mi boca, y sube por mi quijada hasta mi oreja, y me dejo llevar por el placer de sus jugueteos exquisitos. Acabo, le araño un poco la espalda. Se separa un poco, tiene los ojos con lagrimitas, creo que lo dejé adolorido.
-Yuki… ahora el nombre del amor suena como un reproche.
Le volteo, y trato de besar sus heridas. Tal como ésa vez que se vistió de sailor, creo que se quedará dormido con las caricias. Pero se estremece, y mantiene su cabeza arriba. Incluso cuando recorro por el placer de verlo gozar sus más recónditos pliegues. Subo, y beso su cintura, su cuerpo responde dándose la vuelta, me entretengo besando su cadera.
-Yuki…
el chico pide más, me mira pidiéndome sexo oral, sabe que lo torturaré de placer durante mucho rato, sabe que no puede resistirse. No le dejo estallar para que siga pidiendome, siga necesitandome. No me di cuenta cuando se incorporó, no me di cuanta de cuando me besó, y jugueteó. Me di cuenta cuando me subió a la cama, y me seguía besando, que quería poseerme. Me di vuelta, acomodandome, él reacciono inmediatamente, nos deseabamos mucho el uno al otro, y el chico a traves de su entrega, y de buscarme sin cesar, me tenía como muchos hubieran querido tenerme. Me penetró despacio mientras besaba mi cuello, igual cuasaba dolor y placer, el sexo es igual que la vida, desgarra de dolor y risa. Frotaba mi vientre, me arquée para que pudiera hacerlo mejor, me masturbaba y me mordía las orejas como sólo él sabe hacerlo. Acabó en uno de los sonidos que me gustaría gravar, si, ahora que lo pienso, una cinta con nuestros encuentros sería algo muy bueno.
Después de un rato, Shu descansa con una sonrisa que me atrevo a besar. Estamos muy atravesados en la cama, nos vamos a resfriar. Lo arrastro y lo meto conmigo a la cama, donde lo abrazo. Él como siempre responde al abrazo con un susurro: Yuki…
Y es que sólo tiene que decirlo, y me derrito.
Yuki.
Espero que les haya gustado, es mi primer fic de gravitation. La verdad, si le cambio los nombres queda eso, porque en realidad la base es una autobiografía. Frente al compu, con una taza de café y escuchando placebo, mis caderas son agredidas por los dedos de alguien que ya sabe como llegar. Son dedos largos, y frios. Cualquier comentario, sugerencia, o similar dirigirlo a jakito_kunhotmail.com.
