DE AMOR NO SABES NADA

CAPITULO I: UN ACTO INESPERADO

Tan solo había transcurrido la mitad de la semana, era un miércoles, de otoño para ser mas exactos; el trabajo en el cuartel general había sido si es posible mas duro que de costumbre, la mayor parte de los que laboraban aquí se habían visto orillados a trabajar horas extras, a permanecer hasta tarde detrás de sus escritorios con una interminable fila de papeles de todo tipo, documentos que llegaban desde otras oficinas, memorando, avances obtenidos acerca de las investigaciones, etc. Pero ninguno de ellos permanecía hasta altas horas de la noche postrados en sus sillas y encerrados en las cuatro paredes de su oficina como lo hacían desde que empezara la semana el coronel Roy Mustang y la Teniente Riza Hawkeye.

La noche del martes a causa de todo el papeleo que les había llegado por la mañana de sus superiores ambos militares se habían visto obligados a permanecer toda la noche hasta el amanecer del día siguiente trabajando. Durante el transcurso de la noche habían crudazo escasas palabras, nunca se miraron solo hablaban por ratos y la mayor parte era para checar y aprobar el trabajo que iban terminando; no fue hasta que unos ligeros rayos del sol del alba que lograron traspasar la ventana tocaron los rostros de los dos, al sentir la luz en sus ojos los cuales tardaron unos minutos en adaptarse a la luz del día mas que en su piel se percataron que un nuevo día estaba por empezar; y mas aun que dentro de unas cinco horas su jornada regular empezaría.

Roy Mustang permanecía sentado en su confortable silla, aunque después de haber permanecido ahí toda la noche empezaba a dudar que en realidad fuera tan confortable. Con los pies sobre el escritorio en el pequeño espacio que no había sido invadido por las interminables pilas de papeles y libros, leyendo el final del su último informe y sobre el cual había estado trabajando las últimas tres horas.

-Creado, redactado, escrito, trascrito, firmado y aprobado por el Coronel Mustang Roy.-lo releyó en voz alta, esbozando una sonrisa de satisfacción al ver terminado su tan intachable, perfecto y nunca igualado y mucho menos superado escrito, como él lo llamo.

Se puso de pie dejando en el lugar donde antes estuvieran sus botas su trabajo y se dirigió a un rincón de la oficina a una pequeña mesa donde solo se encontraba una cafetera que había estado trabajando 24 horas ininterrumpidas, café, azúcar, crema y unas tazas. Como era típico en él tomo sin mirar la tarra de café, una taza y se sirvió...pero esperen un instante porque no olía a café, porque no se veía el vapor y lo mas importante porque la taza continuaba vacía, como era de suponerse a esta gran incógnita la cafetera se había quedado vacía desde hace horas y nadie la había cargado de nuevo.

-Hawkeye, teniente Riza Hawkeye; podría decirme a que se debe que la cafetera se encuentre totalmente seca, es decir mírela es parecida al desierto ni una gota de café como cree usted que su Coronel continué trabajando si no obtiene su bebida.- decía en tono de sarcasmo, y mas a manera de broma que de regaño; aunque para la chica que se encontraba con la cabeza metida en un libro no lo sintió así.- Yo... en realidad lo lamento Coronel Mustang, le pido disculpas y eso no volverá a pasar.- se disculpo humildemente Riza.

Roy al notar la manera en que ésta había tomado sus palabras se sorprendió y al mismo tiempo se sintió mal de haberle hablado así; cuando lo dijo no había puesto atención en el aspecto de su compañera; ahora que la miraba mas atentamente se percato que al igual que él ella no había tenido oportunidad de descansar; por alguna extraña razón se sintió mal por su compañera después de todo Riza se había quedado a trabajar a la par de él, solo porque había sido éste el que se lo pidiera. En un principio no se sintió muy segura de aceptarlo finalmente la parte de trabajo que a ella le correspondía lo hubiera podido hacer en sus horas regulares de trabajo, pero ella mejor que nadie estaba consiente de que sería una tarea imposible para el Coronel quedarse a solas con tantos papeles. Se le ocurrió una buena manera de recompensarla aunque solo fuera una décima parte de lo que ella hacia por él.

-Teniente Hawkeye, que le parece si usted y yo vamos a desayunar.

-Ehh! Coronel esta usted hablando enserio, me esta invitando a salir.- pregunto con cierto asombro y cerrando el libro.

-No, no exactamente tan solo quiero que me acompañe a comer algo después de todo no he probado bocado desde ayer.

-Ah! Ya veo es solo eso.- asintió un tanto desilusionada.

-Bueno en realidad le agradecería que me acompañe, además usted también no ha comido nada o descansado, y dentro de cinco horas iniciara nuestro turno.- fue lo único que atino decirle ante la cortante respuesta por parte de ella.

-Deacuerdo me parece bien, siempre y cuando usted pague la cuenta.-contesto ya un poco mas animada, poniéndose de pie y tomando su abrigo.

-Conozco un buen lugar no muy lejos de aquí vamos; pero a usted le tocara invitar la comida.

Buenos días les tomo su orden.- Saludo una mesera de buen aspecto a ambos cuando entraron al establecimiento que permanecía abierto las 24 horas del día; dada la hora el lugar se encontraba semivacío dejando a su elección cualquier mesa; aun así se instalaron en una que permanecía apartada de las demás, dada su localización la luz era un tanto escasa.

-a mi tráigame lo mas pronto posible una gran taza de café bien cargado, algo de fruta y unos huevos.

-para mí una taza de té, fruta y un tazón de cereales, estaría bien.

Tal vez se debió al efecto del café en el cuerpo de Roy o a que aun se sentía mal por lo de la oficina , lo cierto era que durante todo el desayuno no había dejado de hablar a pesar de que Riza solo articulaba escasas palabras, aun así el hacía lo posible por tratar de animar a su compañera de trabajo, ambos terminaron sus respectivos desayunos. Roy trato de prolongar por mas tiempo la conversación pero al ver que todos sus esfuerzos eran en vano se puso de pie, se quito su abrigo y en acto inesperado por parte de la joven se sentó a su lado le coloco con suavidad su abrigo y recostó sobre su hombro la cabeza de la chica. Ella al percatarse de la forma en que éste estaba actuando se sorprendió. Trato de hablar pero él se lo impidió frotando con una de sus manos el brazo de ella.

-coronel que es lo que esta haciendo...

-aun faltan algunas horas para que entremos a trabajar así que puede tratar de dormir un poco, últimamente ha estado trabajando demasiado y eso puede hacer que se enferme, yo la despertare cuando sea la hora.- le dijo amablemente.

-hmm! Esta bien, le agradezco.

Kumori mizu tamari afurete

Mientras el agua oscura llega y se va

Sora ga namida shisou

El cielo parece listo para llorar

Oborete yuku nichinjoo no naka

Los recuerdos de los días que se han ido

Mabuta no ura tsumetai

Me dejan frío bajo la superficie

Y con esta melodía resonando en los oídos de la joven se quedo dormida recostada sobre él hombre, que sin siquiera proponérselo dio muestra de un sentimiento que iba mas allá de la amabilidad. Pasadas tres horas en las cuales lo único que se escuchaba en el lugar era la armoniosa respiración de la joven rota por momentos por el lento sorber de café, Roy sacudió lentamente a la joven el primer intento resulto ser en vano decidió esperar unos minutos mas, el segundo intento fue similar al primero pero antes del cuarto Riza abrió lentamente los ojos logrando que lo primero que vieran éstos fuera una sonrisa por parte del Coronel.

- durmió bien teniente.- pregunto una vez que esta se incorporo.

-si le agradezco, su hombro en realidad es muy cómodo.

-Si era de suponerse después de haber escuchado unos terribles ruidos que provenían de usted.

Un fuerte ruido hueco se escucho por todo el lugar y de la nuca de Roy Mustang emergió un gran chichón,.- muy graciosos no? mejor pague la cuenta y vamonos se hace tarde.

Para cuando llegaron al cuartel general el bullicio en los pasillos y oficinas se encontraba en su esplendor; tan pronto entraron a su oficina se encontraron con que los hombres del coronel ya estaban ocupándose de sus actividades.

-Coronel Mustang, podría esperarme un minuto tengo algo importante que comunicarle.-Havoc intercepto a Roy y Riza antes de que estos entraran a la oficina.

-de que se trata.

-bueno es que me gustaría hablar en privado ya sabe solo usted y yo.-dirigiéndole una mirada a Riza al pronunciar esto último.

-Vamos habla con toda la libertad que desees, sabes bien que la teniente conoce todo lo que yo hago, así que no te preocupes.

-Aahh! En ese caso. Recuerda a Hitomi.

-Si que con eso.- en realidad era difícil recordar de quien le hablaban, pues tratándose de Roy Mustang era normal que conociera a cientos de mujeres, pero imposible que recordara a una sola con las que había salido. Así que al escuchar su nombre no le presto importancia lo mismo que Riza.

-Ayer me hablo por teléfono y dijo que había quedado muy complacida, me pregunto si te gustaría volver a salir con ella, dice que tu eres lo mejor que le pudo haber pasado y desea que se repita la experiencia de la vez anterior. Por cierto Mustang que fue lo que le hiciste.- pregunto poniendo ese rostro de hiciste lo que yo creo que hiciste.- en fin dijo que hablaría mas tarde a tu oficina.

Riza sabía muy bien que Roy era un hombre muy popular entre las mujeres y que él solo en muy contadas invitaciones había rechazado una cita; de la misma manera estaba consiente de las cosas que hacia Roy cada que salía con una mujer y de lo que significaba el rostro de su amigo. Todo esto gracias a las constantes platicas que se desarrollan dentro del cuartel en especial dentro de su oficina; por lo general cada que se iniciaba una platica de ese tipo Hawkeye salía a caminar por los alrededores del patio pero muchas de las veces le resultaba imposible no saber de una de las hazañas de su superior pues estas circulaban por todos los pasillos del cuartel general. Y no es que se hablara de cosas perversas que hiciera él con las mujeres, a Riza por alguna extraña razón le molestaba saber de que él; Roy Mustang tuviera una cita con la primera mujer que se lo propusiera; así que esta vez no fue la excepción, su enojo se hizo presente cuando atravesó el corredor con paso decidido, azotando tras ella la puerta.

-Coronel Mustang le recuerdo que aun debemos trabajar.

Tanto Havoc como él se percataron de la actitud de la joven, atinando solo a contestarle.- Havoc eres un grandísimo... no pudiste decirme eso en otro momento; cuando ella no estuviera presente.

-Pero es que creí que ella sabía de todo lo que hacías.

Para cuando Mustang regreso a su oficina se encontró con que la Teniente ya había avanzado una modesta parte del trabajo de él , sin mencionar que ya había finalizado el que a ella le correspondía.

Verla trabajar de esa manera era una de las pocas cosas que llegaban a sorprender a Roy, no era algo extraño o fuera de lo común ver el empeño y dedicación que ponía a las cosas que realizaba. Lo que realmente dejaba anonadado a Roy era ver como una sola mujer era capaz de hacer el trabajo de por lo menos tres hombres, en un solo días podía terminar el trabajo de una semana o si la ocasión lo ameritaba el de un mes y todo esto ella lo hacía sin siquiera protestar o mostrar inconformidad por algo que se le asignara. Si la labor era complicada ella solo hojeaba los documentos, arqueaba la ceja izquierda y después de permanecer unos minutos en silencio simplemente con una ligera sonrisa. Respondía –despreocúpese tendrá todo listo para cuando lo requieran. -Todo esto era una de las tantas cosas que Roy Mustang hombre de temple firme, sereno, gélido en el trabajo, admiraba de la mujer que desde que él entrara a servir como alquimista estatal había estado sin importar los problemas o consecuencias a su lado. No por nada Riza Hawkeye se había convertido en la mano derecha e incondicional del alquimista de fuego.

-coronel Mustang.- finalmente la voz de la mujer que en esos momentos ocupaba la mente del coronel lo caso de sus reflexiones.-ya iba siendo tiempo de que apareciera, he terminado de redactar los documentos mas importantes están en su escritorio esperando su aprobación y firma.

-que! Te refieres a todos esos. Valla usted si que es eficiente, me pregunto como lo hace.-preguntaba sorprendido al ver los bonches de papeles que esperaban por su firma.

-tal vez si no perdiera tanto tiempo con mujeres y citas tontas podría trabajar bien y rápido.- ahí estaba. Con ese simple comentario Roy se había dado cuenta que su compañera de trabajo aun estaba algo susceptible con respecto a sus citas.

Era algo curioso o por lo menos a sí lo veía Mustang por alguna extraña razón cada que se hablaba de mujeres y citas que él tuviera ella adoptaba esa actitud tan sarcástica; todo esto él lo adjudicaba a que si no saliera podría realizar sus labores a tiempo y tal vez ascendiera de puesto mas rápido.

-aahh! Vamos teniente no diga eso usted mejor que nadie sabe que no puedo negarme a corresponder una cita y mucho menos puedo romper la ilusión de una linda mujer. En que clase de hombre cree que me convertiría si desairo a una mujer; no me diga nada se lo que esta pensando; cree que soy un hombre bondadoso y caritativo por brindarles a todas un poco de amor. - mientras daba su gran discurso hizo una posee de verdadero galán (sonrisa espléndida, pasando sus dedos por su cabello, ojos entrecerrados todo esto armonizando con un cuerpo bien formado). Mientras que su compañera ponía cara ya se estaba tardando en salir con esas tonterías. - bueno a todas menos a ella, uuy esa Hitomi todavía de acordarme me dan escalofríos no quiero volver a verla.- Antes de que ella pudiera preguntar el porque el teléfono sonó.

-si, cuartel general de cuidad central; oficina del Coronel Roy Mustang y de la Ten...ni...en..te- no pudo terminar de hablar Riza por que del otro lado del auricular escucho una voz entre estruendosa y melosa que pedía la comunicaran con el guapo, fuerte, varonil, sensual y exquisito Roy Mustang.- como ella lo había nombrado.

Lo lamento pero el coronel no se encuentra en estos momentos. Ah que dice que no le importa que es quien Hotomi, Hiromi ah no Hitomi. Bueno de cualquier forma como se llame no cambia el hecho de que él no este.- la conversación poco a poco se estaba transformando en un campo de batalla entre las dos mujeres, separadas solamente por un auricular; que de algún modo eso agradecía Roy pues de otra forma la teniente ya le estaría apuntando a la susodicha con alguna de sus armas.- Hitomi o como se llame da igual no, puedo seguir perdiendo mi tiempo aquí así que haga el favor de colgar..., no de ningún modo yo no voy a colgar primero tendrá que ceder usted. Y ya le dije que el coronel no esta.. que quiere que le diga que si no contesta le va a contar a todo el mundo lo que hicieron...ahh! vasta a mi no me interesa saber que cochinadas hicieron... Que hizo que cosa.- las facciones de la joven poco a poco se iban transformando de uno de enojo y exasperación a uno de sorpresa y asombro. Finalmente antes de que la mujer pudiera seguir dándole mas información de su cita con él, Roy le arrebato a Riza el teléfono.

-Hitomi, tanto tiempo sin verte, que dices, no de ninguna manera sabes que yo nunca me niego a las chicas lindas como tú, que tu que... ah claro me encantaría que volviéramos a vernos. A que hora, hmm no lo lamento pero tendrá que ser en otra ocasión en estos momentos no tenemos tiempo con tanto trabajo.- el repentino cambio de decisión se debió a que Riza casi logra fulminarlo con la mirada.- de cualquier forma yo te llamo, hasta luego.. Por fin logre quitármela de encima.- le decía a su compañera con una risa nerviosa ante la actitud de ésta.

-Bien será mejor que regrese a lo que estaba haciendo.

Y nuevamente otro día finalizo para darle paso a una noche que a juzgar por su apariencia sería fría indicativo de que el otoño pronto terminaría y en su lugar estaría un frío invierno. Por los pasillos del cuartel empezaron a desfilar decenas de militares que se retiraban a sus hogares, al calor familiar. Pronto el ruido de los motores de los carros distrajo a la teniente que involuntariamente giro la cabeza hacia la ventana y dio un largo y profundo suspiro; Roy al escuchar levanto el rostro de unos papeles y miro a su compañera ahí se encontraba de pie junto al escritorio con medio cuerpo sobre éste terminando de señalar unas rutas en el mapa, a pesar de que su rostro o cuerpo no lo manifestara él sabía que a esas alturas debía de estar exhausta.

-Teniente Hawkeye, que le parece si por hoy dejamos esto como esta y vamos a cenar, fue por la mañana que cominos; además será mejor que después valla a su casa a descansar ha estado trabajando mas de la cuenta y si no se cuida podría enfermar, y si eso pasa...

Por unos instantes Riza se sorprendió que el coronel le hablara de esa manera, entonces eso significaba que él estaba interesando o por lo menos le preocupaba lo que pudiera pasarle.- si gracias. Coronel no sabía que le preocupara tanto

-es lógico que me preocupe por usted si llegara a enfermarse quien se haría cargo de todo el trabajo y quien prepararía mi café .

Cara de resignación por parte de la teniente y de alegría para el coronel. Y un gran chichón ocasionado por un libro que extrañamente salió volando de donde se encontraba la chica - será mejor irnos ya, pero antes déjeme llevar esto a su subordinado antes de que se valla.- y salió cargando una gran cantidad de papeles los cuales le tapaban el rostro impidiéndole ver, si no fuera porque conocía mejor que nadie el cuartel seguramente había tropezado con algo o alguien; justo cuando daba la vuelta por el corredor paso a su lado una figura que no pudo distinguir muy bien solo supo que se trataba de una mujer; al juzgar por el aroma que desprendía, sin darle importancia pues podría tratarse de alguna de las que laboraban en oficinas continuo su camino.

Solo cruzo unas cuantas palabras con el mayor y se retiro en la primera oportunidad que se le presento, era extraño pero la teniente se sentía en cierta manera halagada al haber sido invitada dos veces en un mismo día por parte del Coronel Mustang a salir aunque estuviera consiente de que solo se trataba en plan de compañeros de trabajo, de simples amigos y de nada mas, sea el motivo que fuera lo cierto era que esa noche nuevamente saldría con la persona mas popular de toda ciudad central; se apresuro a llegar al lugar donde el coronel esperaba por ella pero para desgracias de ésta Roy no se encontraba solo Cuando Riza abrió la puerta se topo con una escena un tanto incomoda para ambos.

CONTINUARA...


Espero y les haya gustado este primer capitulo, trate de incluir un poco de todo. La razón por la cual me decidí a escribir esta historia fue por una promesa que le hice a una amiga con respecto a una canción, el problema es que no me puede decidir por una así que decidí ponerle una canción a cada personaje la cual muestre sus sentimientos. Las canciones son:

Mr. Deja Vú (get backer) esta es la que esta en este primer cap. bueno una parte, y es la que va a definir los sentimientos de Liza Hawkeye hacía Roy.

Tears I Cried (siam shade) que aparecerá mas adelante, nos va a mostrar como poco a poco Roy Mustang se va a percatar de lo que siente por Riza. (solicitada por Cintia) Si ya las han escuchado sabrán que son muy lindas, o si no pero las quieren oír me pueden agregar a su correo y con gusto se las pasare. En fin espero sus comentarios bueno o malos. Por favor dejen reviews

TAO JUN SHINOMORI