Holaaa! Cómo estan¿? espero que esten con humor para leer y bue... que decirles¿? Lo de siempre, una nueva historia, imaginacion alocada y con muchas ganas de que les agrade ;)

Disclaimer:

1. Inuyasha y sus personajes no me pertenecen, sino que son de Rumiko Takahashi (La mejor creadora -a mi criterio- de anime/manga).


La noche bañaba todo a su alrededor con su azul negruzco que la caracterizaba, las estrellas brillaban con intensidad pero ni siquiera ellas lograban que la mente se le aclarara.

El masoquismo se adueñaba de ella, aunque no lo quisiera admitir era cierto. Era masoquista, y ¿Qué peor masoquismo que el de no asumirlo?, no lo se y ni ella lo sabe pero lo seguro era que ella era parte de ese grupo de incontables miembros. Para que esto se pueda entender comenzaremos siete meses atrás, cuando ella recién cumplía quince años, la tierna edad de las dulces agonías de amor; ¿Por qué "Dulces agonías de AMOR"? por que eso era para la jovencita pelinegra de ojos avellana y de tez blanca como la nieve, algo bronceada por el sol cálido Correntino, y labios rosas, carnosos como ellos solos sabían ser... Había algo que no entendía y ojalá alguna vez logre comprender: ¿Por que cada vez que ponía sus ojos en alguien, ese alguien ya tenía dueño?, ¿Por qué cada vez que se enamoraba jugaban con ella asta el cansancio?, ¿Por qué la ilusionaban?, ¿Por qué no podía ser correspondida?, pero más sencillo y más concreto ¿Había algo de malo en ella?; esa misma pregunta se la hizo a ella misma desde que lo conoció.

Inuyasha Taisho.

Su nombre retumbaba en su cabeza, como también la imagen de él y su novia besándose como si no hubiera mañana. La imagen que la cicatrizó en lo más profundo de su frágil corazón. Aparentaba fortaleza solo para no seguir dañándose, pero a siegas se dañaba a ella misma. Desde que lo conoció trato de mostrarse como era, prometiéndose a ella misma que lograría besarlo al pasar tres meses...

#Meta cumplida.

Pero jamás conto con que se volvería adicta a tales besos, pero también jamás conto con que se quedarías con las ganas y otra cosa con la que no conto fue con que su sueño por el cual se desvelaba tenía novia.

Cuando revisó su Facebook se dio cuenta de algo nuevo, junto a muchas otras fotos de perfil nuevas estaba la de él, por primera vez puso una foto de él, su novia y otras dos chicas formando un corazón con sus brazos.

Olímpicamente contuvo sus lágrimas, no era un lugar ni el momento oportuno, pues quien se pondría a llorar en medio de la sala y con parientes por doquier charlando, comiendo y bebiendo.

Discretamente salió de aquel incomodo lugar y en cuanto desapareció de la vista de cualquier individuo que pueda meterse en donde nunca los llamaban ni nunca los llamaría, pero con gusto se daban el lujo de comentar algo que no les era de su importancia, corrió en busca de su Notebook, que desde que se la dieron fue su "Cómplice" o una especie de "Diario Intimo" y escribió lo único que ella sabía que era buena; comenzando así:

"La noche bañaba todo a su alrededor con su azul negruzco que la caracterizaba, las estrellas brillaban con intensidad pero ni siquiera ellas lograban que la mente se le aclarara."

Hablaba en una tercera persona imaginándose como alguien narraría su historia de final abierto, cambiando tres únicos detalle.

—Kagome, ven y ayúdame a levantar la mesa y dale de comer a tu gato que parece que no ha probado bocado en semanas— Llamó su madre pidiéndole ayuda o mejor dicho demandándola. La joven sierra su Notebook y da por finalizada su historia.

Se levantó de su escritorio, se dirigió hacía la puerta de su alcoba, miró un punto indefinido y luego de soltar un largo suspiro pronuncio:

—Si él no era el indicado, ¿Quién lo es?


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